Conducci¨®n impersonal

La historia de Gran Turismo en PSP puede ser descrita como agridulce. Anunci¨¢ndose la llegada de la laureada saga de Polyphony Digital a la port¨¢til de Sony durante su presentaci¨®n en E3 de 2004 como Gran Turismo 4 Mobile, la euforia inicial se desvanec¨ªa por el silencio de sus creadores y los retrasos inexplicables, desalentando a sus seguidores durante a?os. Lo que iba a ser una conversi¨®n para PSP de GT4, se reanunci¨® como Gran Turismo PSP durante el pasado E3, escoltando a la revisi¨®n Go de la consola como su t¨ªtulo estrella. Estar¨ªa disponible el 1 de octubre.

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Esta semana, Sony nos hac¨ªa llegar los c¨®digos de descarga del esperado t¨ªtulo, con el que nos hemos hecho v¨ªa PlayStation Network. M¨¢s de 5 a?os han tenido que pasar para que la port¨¢til pueda disfrutar con la saga de conducci¨®n por excelencia en consolas Sony. Las sensaciones, como la misma historia de Gran Turismo port¨¢til, han sido contradictorias. La impresi¨®n inicial de sus 60 frames por segundo cont¨ªnuos y sin ca¨ªdas, todo un logro digno de elogio para el hardware de PSP, los m¨¢s de 800 modelos de coches introducidos cada uno con sus diferentes caracter¨ªsticas totalmente perceptibles al volante, y el lujo y el glamour de la conducci¨®n que Kazunori Yamauchi ha sabido imprimir a la serie -esta vez contando con fabricantes como Ferrari, Maserati, Bugatti o Lamborghini- quedan manchados por errores de planteamiento.

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Para mal de muchos de sus seguidores, Gran Turismo PSP abandona la estructura tradicional de GT, desechando el modo carrera que nos permit¨ªa desplazarnos libremente por un mapa, sac¨¢ndonos los diferentes permisos de conducir, compitiendo en eventos cada vez m¨¢s y m¨¢s exigentes, y acumulando dinero para posteriormente invertirlo en veh¨ªculos o componentes m¨¢s ostentosos y de mayor rendimiento para poder participar en competiciones de alto nivel. En su lugar aparecen 8 iconos en el men¨² principal con ¨²nicamente dos variantes de juego, 'Un Jugador' y 'Retos de Conducci¨®n'. El primero ofrece tres variantes, 'Carrera ¨²nica', 'Contrareloj' y 'Derrapes', mientras que el segundo es una sucesi¨®n de pruebas desconectadas que se centran en diferentes aspectos de la conducci¨®n. El resultado; se pierde toda sensaci¨®n de progresi¨®n, de conexi¨®n del jugador con su garaje, coches y piezas que va adquiriendo. Y esto, lo queramos o no, le resta al juego gran parte de su atractivo, percibi¨¦ndose como un entramado de carreras en las que corremos sin ese motivo. Tras la victor¨ªa nos queda una sensaci¨®n de vac¨ªo desagradablemente nueva para la serie.

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Los retos son mini pruebas cortas deonde tendremos que completar alguna acci¨®n en particular que van desde frenadas b¨¢sicas, trazadas de curvas, adelantamientos, conducci¨®n de alta velocidad o en situaciones dif¨ªciles. Se engloban en diferentes categor¨ªas que desbloquearemos a medida que las completemos, al igual que otros extras, como poder cargar nuestros propios Mp3 como m¨²sica de fondo, algo que se consigue una vez accedido al bloque D. Al completar cada una de las pruebas y carreras, recibiremos cr¨¦ditos dependiendo de nuestra clasificaci¨®n -oro, plata y bronce- que posteriormente invertiremos en nuevos coches mediante el icono correspondiente situado en el men¨² principal. Comenzamos con un Pontiac Vibe GT del 2003 y dependiendo del d¨ªa, determinados concesionarios realizar¨¢n ofertas y expondr¨¢n modelos que nos pueden interesar como pr¨®ximas adquisiciones. Tambi¨¦n podremos consultar nuestro estado -carreras, victorias, medallas, distancia recorrida, retos, etc- y acceder a un modo Teatro, donde poder visualizar las repeticiones guardadas, tanto de las carreras como de los retos de conducci¨®n, y al multijugador -del que hablaremos m¨¢s adelante- desde la pantalla principal.

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Otra decisi¨®n del equipo de Yamauchi que deja algo fr¨ªos es la desaparici¨®n del garaje propiamente dicho en favor de la "Colecci¨®n de coches"; ahora tenemos un listado de los ¨²ltimos 100 coches que hemos adquirido, con una selecci¨®n de nuestros 30 favoritos. Antes de cada carrera podremos ajustar ciertos aspectos, como la potencia del motor, peso, aerodin¨¢mica, amortiguaci¨®n o tipo de neum¨¢ticos traseros y delanteros, pero se ha eliminado cualquier atisbo de modificaci¨®n o cambio de componentes del motor.

Y siguiendo con las decepciones, visualmente el impacto inicial de los 60 cuadros por segundo es grande, pero fij¨¢ndonos de cerca, nos damos cuenta c¨®mo se ha compensado carga gr¨¢fica tirando de texturas en baja resoluci¨®n para el escenario. Y de forma cr¨ªtica, las carreras solo ponen en pista a 4 coches, algo insuficiente cuando otros t¨ªtulos de PSP han llegado a mover 12 como Pro Drive Racer o los 10 de MotorStorm Artic Edge, que como predijo Rela?o, finalmente ha resultado ser un t¨ªtulo de conducci¨®n m¨¢s completo que Gran Turismo. Desde luego no compensa hacer un t¨ªtulo t¨¦cnicamente impresionante si despu¨¦s pasamos factura a la jugabilidad limitando los coches en carrera y dejando al jugador solo la mayor parte del tiempo, sin divisar coches delante o por detr¨¢s y sin apenas pugnas con los tres restantes.

Pero lo cierto es que visualmente esos modelados son una aut¨¦ntica delicia port¨¢til que merece la pena contemplar en las repeticiones, que podemos almacenar en la tarjeta de memoria. Por cierto que el juego arranca con una secuencia de introducci¨®n marca de la casa, clase y elegancia mezclando im¨¢genes renderizadas con otras in-game, aunque acaba arruinada por una p¨¦sima elecci¨®n en la m¨²sica de fondo, una estridencia tecno que afortunadamente no se repite en el nivel del resto de las melod¨ªas. En las voces se incluye un doblaje al espa?ol e calidad, con una joven voz femenina gui¨¢ndonos por el interfaz y haci¨¦ndonos recomendaciones, aunque la cuenta atr¨¢s para cada carrera se ha dejado, con criterio, en ingl¨¦s.

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Respecto a los circuitos, se incluyen 35 para 60 trazados diferentes, como ya adelant¨® Yamauchi en el E3, muchos extra¨ªdos de Gran Turismo 4 y Tourist Trophy, por lo que a nombres como Cita di Aria, El Capit¨¢n, Fuji Speedway u otros reales como Laguna Seca, N¨¹rburgring o Suzuka, resultar¨¢n familiares a los habituales de los t¨ªtulos de Polyphony. Incluyen trazados urbanos, circuitos propiamente dichos, con tierra y nieve y originales. Poca sorpresa, aunque hay algunos que resultan novedosos y otros cl¨¢sicos que nunca cansa recorrer. 

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El control en cambio, es de los pocos elementos de GT PSP que nos recuerda a los mejores momentos de la serie. Pese a contar con un ¨²nico stick y no presentar ninguna novedad en lo que el esquema de control del g¨¦nero en PSP se refiere -el anal¨®gico para la direcci¨®n, los botones para acelerar, frenar, marcha atr¨¢s, cambiar vista y el freno de mano en el gatillo- resulta s¨®lido, sin apenas curva de aprendizaje para cualquier habitual de la serie. Y como coment¨¢bamos antes, el santo y se?a de Gran Turismo, la conducci¨®n individualizada, se mantiene, diferenci¨¢ndose perfectamente en rendimiento -tambi¨¦n en samples de sonido- los coches de diferente perfil, acorde, seg¨²n Polyphony a arduas jornadas de documentaci¨®n con los modelos reales para posteriormente portear sus caracter¨ªsticas al juego con la mayor fidelidad posible. En este aspecto la simulaci¨®n no tiene reproche alguno.

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Al buen control se le suma el notable motor de f¨ªsicas, representando de forma convincente la inercia en las curvas y las fuerzas G. En cuanto a las colisiones, desaparece el efecto pinball tan desagradable de la versi¨®n PS2 -al m¨ªnimo toque, los coches rebotan exageradamente- y ahora los choques est¨¢n calculados m¨¢s acordes a lo que deber¨ªa ser, dependiendo de la velocidad de ambos veh¨ªculos y el ¨¢ngulo. La f¨ªsica y otros par¨¢metros de la configuraci¨®n del coche pueden ajustarse para proporcionar una sensaci¨®n mayor de realismo, a cambio de una conducci¨®n m¨¢s exigente, sin ayudas. Control de tracci¨®n TCS, gesti¨®n de estabilidad ASM -algo que de estar activado pasa factura en las curvas, rest¨¢ndonos velocidad- o volante activo para corregir autom¨¢ticamente derrapes, son algunos de los par¨¢metros que podremos configurar.

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Para el multijugador, otra mala noticia, ya que no soporta multi por Internet. En su lugar Polyphony ha inclu¨ªdo un modo Ad Hoc local para 4 personas que nos permite correr en tres modalidades; Carrera Profesional, Fiesta en Carrera y Carrera Aleatoria. La primera es una carrera est¨¢ndar, sin cambios, pero para las otras dos la CPU calcula el nivel de los jugadores -virtud a los retos completados y la calificaci¨®n recibida- y aplica penalizaciones a los mejores: una salida retardada o un rendimiento del veh¨ªculo reducido. En todos ellos se pueden configurar las colisiones, a?adir coches controlados por la IA, ayudas e impulso para el ¨²ltimo coche en la carrera e incluso establecer piloto autom¨¢tico, para que nuestro veh¨ªculo se conduzca solo -por si se quiere comparar el rendimiento de dos coches sin el factor de pilotaje humano-. Aparece tambi¨¦n en este modo de forma aleatoria lo que se llama 'Carrera de Fortuna', donde el dinero aumenta exponencialmente y el jugador que gana se lo lleva todo. Por ¨²ltimo, la conexi¨®n inal¨¢mbrica permite intercambiar coches entre jugadores. 

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