MotorStorm: Arctic Edge
- PlataformaPSP8
- G¨¦neroConducci¨®n
- DesarrolladorBigbig Studios
- Lanzamiento29/09/2009
- EditorSony Computer Entertainment
M¨¢ximo Riesgo
El hielo se convierte en tu peor enemigo. Despu¨¦s de luchar durante a?os en zonas donde el calor hac¨ªa imposible la vida, MotorStorm se traslada a Alaska en otra brutal carrera a muerte por la victoria. Bigbig ha sabido manejar sus cartas para ofrecer a los jugadores, tanto aficionados ac¨¦rrimos como novatos, un nuevo reto que s¨®lo est¨¢ a la altura de los fan¨¢ticos del riesgo.
A m¨¢s de uno sorprende la retah¨ªla de novedades que ha recibido PSP en cuesti¨®n de semanas, con un flujo de lanzamientos de peso que han aparecido en menos de un mes, confirmando esas pol¨¦micas declaraciones de Sony en las que la compa?¨ªa afirmaba que el cat¨¢logo de la port¨¢til volver¨ªa a resurgir a finales de a?o. Estos comentarios han sido ridiculizados por gran parte de la comunidad de aficionados que, cansados de ver c¨®mo la port¨¢til mor¨ªa lenta y dolorosamente, hab¨ªan perdido toda esperanza en una revitalizaci¨®n de la consola a largo plazo. Ciertamente ha tenido que pasar m¨¢s tiempo del que deber¨ªa para que los t¨ªtulos de peso que se hab¨ªa anunciado hiciesen acto de aparici¨®n.
Uno de los que estaban en boca de todos desde que el primer acto de aparici¨®n que hac¨ªa ya tiempo atr¨¢s era la nueva edici¨®n de Motorstorm. La franquicia se ha consolidado como una de las m¨¢s atractivas de cara a los poseedores de PlayStation 3, que ven en esta serie de conducci¨®n una salida alternativa a la simulaci¨®n que impera en el mercado en los tiempos que corren. Si hay un paladar para toda clase de sabores, Arctic Edge es el condimento ideal para los jugadores que gusten de experiencias fuertes, adictivas, tremendamente divertidas, de esas que cumplen el perfil adecuado para pasar lista como parte de los recomendados de una port¨¢til.
Es evidente que la tem¨¢tica de Motorstorm se ajusta perfectamente a las necesidades de la port¨¢til, tanto en lo que se refiere al concepto de diversi¨®n instant¨¢nea como a la posibilidad de disputar una carrera aislada, dejando la diversi¨®n para m¨¢s tarde. Los chicos de Bigbig Studios fueron los encargados de tomar las riendas de la adaptaci¨®n de la franquicia a consola port¨¢til, aunque tambi¨¦n ha tenido que manejar la edici¨®n de PlayStation 2, que salvo en lo que respecta al multijugador se presenta como un port 1:1 de la versi¨®n que hoy analizamos. Poco se puede anticipar en esta introducci¨®n salvo el hecho de estar ante una versi¨®n en miniatura de Pacific Rift, ya que este paso por la nieve es, en esencia, una edici¨®n modificada de la ¨²ltima entrega de la serie que aparec¨ªa en sobremesa.
Los aficionados ten¨ªan sus dudas sobre la fiabilidad de esta versi¨®n. No iba a ser f¨¢cil adaptar las constantes de la serie en una port¨¢til cuya potencia es de sobre conocida, aunque no ha destacado precisamente por su entrega al g¨¦nero de la conducci¨®n. Precisamente por este motivo, Sony decid¨ªa ceder el desarrollo del t¨ªtulo a los creadores de Pursuit Force, uno de los t¨ªtulos originales m¨¢s loados de la consola que destacaba entre otras cosas por la sensaci¨®n de velocidad que transmit¨ªa su estilo de juego. Luego aparec¨ªa Wipeout como una declaraci¨®n de intenciones por parte de la compa?¨ªa japonesa de cara a fomentar un g¨¦nero que, con la llegada de Gran Turismo, SHiFT y de este propio Motorstorm est¨¢ de enhorabuena. Llegados a este punto el lector puede mantener la fe en que Bigbig ha sabido llevar a buen puerto su trabajo, sin destacar por encima de la competencia, pero manteniendo en todo momento el esp¨ªritu del original.
Son varias las opciones de juego a las que se enfrenta el jugador en el men¨² que sucede al v¨ªdeo de presentaci¨®n, doblado en perfecto castellano. En ¨¦l conocemos el contexto donde tiene lugar esta competici¨®n; Alaska. Un pa¨ªs conocido por su peculiar meteorolog¨ªa, que en cualquier caso se destapa como una de las zonas m¨¢s adecuadas para disputar carreras de riesgo en zonas nevadas. Pese al t¨ªtulo del que hace gala este Motorstorm, la nieve no es el ¨²nico elemento que hace acto de presencia; tambi¨¦n hay ocasi¨®n para disfrutar del barro, de circuitos donde la dificultad viene impuesta por las numerosas rutas que de cuando en cuando se abren ante los ojos del jugador, dificultando de este modo la victoria en carrera.
Al margen de este hecho, las modalidades de juego vienen claramente expuestas en la interfaz principal que aparece inmediatamente tras el v¨ªdeo de introducci¨®n. As¨ª es como encontramos el modo Festival, el m¨¢s importante del pack, que a grandes rasgos se puede considerar la base del resto de modalidades que encontramos a continuaci¨®n. Antes de embarcarnos en esta aventura es menester echar un vistazo al resto de opciones que tenemos a mano, pasando por el denominado ?Diversi¨®n Violenta', que re¨²ne las facetas arcade del producto. Aqu¨ª nos topamos con ?Contrarreloj', que como su propio nombre indica reta al jugador a terminar los circuitos en un tiempo r¨¦cord; ?Partida Libre', que viene a ser un torneo amistoso sin mayores pretensiones, y por ¨²ltima la faceta multijugador que comentaremos llegado su debido momento.
M¨¢s all¨¢ de esto s¨®lo queda la selecci¨®n de Perfiles, la posibilidad de alterar los controles de juego -que por defecto invitan a acelerar con la R, mientras que el impulso se encuentra en la Equis, siendo el an¨¢logo el mejor sistema para dominar el veh¨ªculo en cuesti¨®n que estemos manejando- o las opciones habituales de audio. La banda sonora del producto es el primer elemento que nos estalla en la cara al presentar una recopilaci¨®n que s¨®lo se puede catalogar de incre¨ªble en vista de la variedad que ofrece; The Prodigy, Bullet for my Valentine, Pendulum, Blood Red Shoes, Fake Blood, Motorhead, Queens of the Stone Age, Bodyrockers, Radiohead? Una veintena de canciones que disfrazan los pobres sonidos ambientales de forma sublime. Bigbig Studios ha acertado de pleno al basar la BSO en un conjunto de temas de Drum & Bass, Metal, Electro y algo del Pop-Rock que tanto se estila hoy d¨ªa.
Aqu¨ª no elegimos los retos que realizamos; directamente se ofrecen una serie de modalidades que hemos de superar cumpliendo los requisitos de cada prueba. La mayor¨ªa no van m¨¢s all¨¢ de las cl¨¢sicas pruebas de velocidad que se basan en ser los primeros que accedemos a la meta, aunque tambi¨¦n encontramos alguna cara fresca en la compilaci¨®n, l¨¦ase el caso del denominado ?Time Ticker' que nos obliga a superar la carrera puntu¨¢ndonos por la posici¨®n que ocupemos en determinados puntos de control. Es el primer ejemplo que pasa por la memoria, pero sin duda tambi¨¦n uno de los m¨¢s entretenidos de Arctic Edge. Basta con tomar por primera vez las riendas de la consola para sentir que, efectivamente, el estudio brit¨¢nico ha logrado seguir la l¨ªnea de las versiones adultas en lo que a capacidad adictiva se refiere.
Esto se traduce en un vicio sano desde el primer momento en el que comenzamos a jugar. Las primeras carreras se superan con una facilidad pasmosa, un hecho que se repite a lo largo de innumerables circuitos hasta que finalmente alcanzamos cierto nivel de competitividad en las carreras. El problema es que, independientemente del estilo de veh¨ªculo que elijamos -de un total de ocho disponibles; Cami¨®n, Ranchera, Moto, Quad, Buggy, Coche de Rally, Buggy de Nieve, Quitanieves?- una vez llegamos a la cabeza de la carrera es dif¨ªcil que ning¨²n rival sea capaz de alcanzarnos. Cuando el n¨²mero 1 aparece como puesto destacado la competici¨®n se reduce a tratar de esquivar cualquier objeto que se interponga entre los competidores y la victoria. Del mismo modo, adelantar tampoco supone ning¨²n problema, otro hecho que habla bastante mal de la Inteligencia Artificial enemiga.
En cualquier caso, el sistema que hemos de seguir para avanzar en el modo Festival es bastante sencillo, ya que se basa en ganar carreras superando una serie de requisitos previos. Si somos lo suficientemente buenos podemos obtener la medalla de oro sin demasiados apuros, garantizando de este modo el desbloquear todos los contenidos ocultos que se esconden tras este complejo pack. Al finalizar la carrera obtenemos una puntuaci¨®n que viene a determinar cu¨¢ntos circuitos nuevos se abren. En un total de 100 es l¨®gico pensar que la mayor¨ªa de los trazados se repiten unas cuantas veces. En total encontramos 12 escenarios que recorren una diversidad de condiciones clim¨¢ticas entre las que podemos destacar la nieve, el hielo, el barro y las constantes variantes que observamos en cuando a subidas, bajadas, pendientes y dem¨¢s obst¨¢culos naturales se refiere.
La movilidad de los coches es puramente arcade. De las 8 categor¨ªas existentes cada una requiere cierto nivel de experiencia para poder ser dominada. En la modalidad Festival nos vemos obligados a trabajar con todos y cada uno de los modelos hasta alcanzar la cima, un hecho que viene expuesto en forma de espiral. Cada vez que superamos una prueba accedemos a un panel en el que se explica a la perfecci¨®n que logros hemos conseguido en esta ocasi¨®n, nuestro tiempo de carrera, etc¨¦tera. No hay mucho que comentar en cuanto a la jugabilidad ya que en este sentido Bigbig Studios ha querido mantenerse fiel al estilo imperante de la franquicia, lo que asegura mucho movimiento poco realista; muy divertido toda vez que asequible para cualquier jugador que quiera enfrascarse en estas carreras a muerte por la victoria.
Quiz¨¢s sea el punto que menos destaca del c¨®mputo general del juego; la ausencia de escenarios que realmente puedan sorprender al jugador. El motor gr¨¢fico cumple su trabajo de forma llamativa gracias a la cantidad de efectos que aparecen en pantalla. Desde los reflejos del sol hasta las manchas de aceite que aparecen en escena al chocar, no nos equivocar¨ªamos al decir que Arctic Edge muestra un nivel de trabajo realmente agotar en este sentido. La imagen del juego es uno de los elementos que m¨¢s se ha cuidado para no menospreciar la condici¨®n de t¨ªtulo de port¨¢til, aunque no s¨®lo los escenarios est¨¢n a un nivel un tanto por debajo de lo que cab¨ªa esperar de ellos. Salvo dos o tres excepciones, la mayor¨ªa muestran una l¨ªnea demasiado continuista, sin la variedad suficiente para garantizar que una vez ganada la experiencia el trazado suponga un h¨¢ndicap a tener en cuenta.
Hay dos elementos que hemos querido dejar para los ¨²ltimos coletazos de este an¨¢lisis, siendo estos el plano multijugador y el editor, que supuestamente en esta edici¨®n de port¨¢til iba a convertirse en la aut¨¦ntica envidia de las ediciones de sobremesa. Pues bien, en lo que se refiere al multijugador podemos disputar tanto partidas ad-hoc como utilizando la infraestructura del servicio, que permite a ocho jugador disputar carreras en las competiciones que describ¨ªamos anteriormente. No hay ninguna que se quede atr¨¢s en lo que a movilidad se refiere, tampoco grandes problemas que tener en cuenta o que puedan pasar factura cuando el grueso de jugadores comience a dar buena cuenta del t¨ªtulo. El multijugador se destapa pues como una de las modalidades m¨¢s importantes del pack, especialmente para amenizar el UMD cuando el modo Festival ha ofrecido lo m¨¢ximo de s¨ª.
Para finalizar hay que hacer menci¨®n del editor, que como dec¨ªamos no ha sido finalmente esa revoluci¨®n que cab¨ªa esperar. Las opciones de personalizaci¨®n son bastante limitadas, apenas ofrecen la posibilidad de cambiar algunas de las piezas del coche -siempre predefinidas-que a grandes rasgos no hacen m¨¢s que cambiar m¨ªnimamente la apariencia del coche. Apenas hay opciones de mejorar la carrocer¨ªa, como tampoco el motor, del que s¨ª obtenemos nuevas partes para mejorar el rendimiento del susodicho en las carreras de mayor exigencia. Nada especial que deba ser tenido en cuenta ni a favor ni en contra de ir adquirir el juego, una decisi¨®n que, en cualquier caso, deber¨ªa ser tomada ¨²nicamente por el nivel de diversi¨®n que asegura el juego si somos aficionados de la velocidad.
Las taras del juego vienen precisamente por la falta de material al que podemos acceder una vez terminada la modalidad principal, que como venimos diciendo no ofrece demasiada exigencia hasta que alcanzamos los ¨²ltimos escenarios, as¨ª como por la total nulidad de una Inteligencia Artificial que no empuja ni sabe ser ese rival imprescindible para que el modo solitario tenga algo de chica si somos jugadores experimentados en Motorstorm. Los jugadores menos duchos sabr¨¢n apreciar esta faceta en un juego que hasta la fecha no tiene ning¨²n rival a la vista dado que, en pocas palabras, es dif¨ªcil encontrar una producci¨®n que sepa mantener de forma fidedigna los valores de su hermano mayor pese a las deficiencias surgidas en su paso a port¨¢til.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.