Need for Speed SHIFT
- PlataformaPSP6
- G¨¦neroConducci¨®n
- DesarrolladorSlightly Mad Studios
- Lanzamiento14/09/2009
- EditorElectronic Arts
Poco realismo
Las grandes competiciones tambi¨¦n se disputan a tama?o de bolsillo. Electronic Arts no se olvida de los usuarios de PlayStation Portable en su reci¨¦n estrenado simulador deportivo, que curiosamente no sigue las particularidades de sus hermanos mayores. Tendencia arcade, un modo solitario bastante trabajado y la sempiterna ausencia de una infraestructura online son los aspectos que definen a SHiFT en su edici¨®n port¨¢til, que una vez m¨¢s demuestra que a la compa?¨ªa canadiense le cuesta tomar la medida a la consola de Sony.
A estas alturas el lector ya deber¨ªa conocer la historia de Shift, la pol¨¦mica vuelta al realismo de Electronic Arts en su apuesta por la velocidad. La compa?¨ªa canadiense ha querido dejar atr¨¢s la campa?a tuning para regresar a la escena de la simulaci¨®n, profundizando en una nueva visi¨®n de juego desde el interior de la cabina que, en cualquiera de los casos, no ha acabo de convencer a los aficionados del g¨¦nero. La apuesta de EA pasa por emplear gr¨¢ficas ultra realistas que ofrezcan sensaciones que una m¨¢s de una d¨¦cada, cuando el primer Need for Speed ve¨ªa la luz en consolas y compatibles, era poco menos que un sue?o. La tendencia de la franquicia se hab¨ªa perdido por derroteros arcade que en ¨²ltima instancia, pese al ¨¦xito acumulado a lo largo de los a?os, ha terminado por extinguirse.
Esto en lo que corresponde a las ediciones de sobremesa, que siempre han necesitado no s¨®lo de una jugabilidad a la altura de las circunstancias, sino tambi¨¦n de un motor gr¨¢fico que por cuestiones de tiempo nunca hab¨ªa terminado de eclosionar, de convencer a los aficionados o a la prensa especializada. El caso de las port¨¢tiles en ligeramente diferente. La port¨¢til de Nintendo ha quedado relegada a un segundo plano por culpa de las dificultades que encuentra esta consola a la hora de plasmar en pantalla entornos tridimensionales que sean capaces de garantizar cierto nivel de calidad. PSP no ha sufrido la misma suerte, y ya desde su lanzamiento al mercado ha estado arropada por esta clase de producciones que a priori se ajustaban como anillo al dedo a las querencias de los usuarios de la consola.
El problema que ha venido experimentando la serie automovil¨ªstica en los ¨²ltimos a?os ha afectado tambi¨¦n al sector de las port¨¢tiles. La franquicia se actualiza anualmente con una entrega gen¨¦rica que por norma general suele incluir las novedades principales de las que hiciese gala su hom¨®nimo en sobremesa, aunque en los ¨²ltimos a?os a duras penas a seguido el nivel de calidad al que ten¨ªa acostumbrado a los aficionados en los primeros a?os de existencia de la consola. Con el tiempo, el declive de Need for Speed se ha visto reflejado tanto en la opini¨®n de los aficionados como en las ventas, que han ido bajado gradualmente, si bien es cierto que Undercover todav¨ªa supo c¨®mo explotar sus virtudes sin tener que renunciar a ninguna de las caracter¨ªsticas propias que la licencia ha aprovechado en port¨¢til.
Cualquiera dir¨ªa que se trata de un argumento totalmente arquet¨ªpico, un disfraz de la vertiente tuning que por tradici¨®n no basa su sentido en la superaci¨®n personal, sino en superar a los reyes del asfalto para demostrar que sabemos conducir mejor que ellos. Estar¨ªa, evidentemente, en lo cierto. Shift no palidece en ninguno de los aspectos fundamentales para garantizar el ¨¦xito de un videojuego en el mercado, pero tambi¨¦n es obvio que sus grandezas nada tienen que hacer frente al buen hacer del reciente Motorstorm: Arctic Edge, como tampoco a lo que se ha podido ver hasta la fecha de Gran Turismo. Tiene de todo lo necesario para ser ese gran juego de carreras que los aficionados reclamaban, pero cuando el coche toca por primera el asfalto se pierde algo de magia. En las p¨¢ginas que vienen a continuaci¨®n tratamos de aclarar este concepto.
Un interesante v¨ªdeo de presentaci¨®n abre las puertas de Shift. No se anda por las ramas EA a la hora de realizar una introducci¨®n que nada tiene que envidiar a otras producciones recientes del g¨¦nero, con un sublime doblaje al castellano que viene directamente a rebufo del estilo que impera en el g¨¦nero. No obstante no deja de ser un elemento secundario que poco o nada influye en la tem¨¢tica que vamos a conocer a posteriori. Tampoco deja mucho lugar el juego para que los jugadores descubran modalidades de juego ajenas al modo carrera, que invita al jugador a convertirse en un piloto de carrea que empieza desde el punto m¨¢s bajo de la cadena alimenticia para convertirse en un rey del asfalto. Para ello primero tendremos que aprender a dominar el coche y tener bien claros algunos conceptos b¨¢sicos en esta entrega.
La mec¨¢nica de juego es muy sencilla: como corredores, para ganar el respeto del circuito hemos de vencer una serie de carreras, cada una encuadrada en una modalidad determinada, que se destapan como la ¨²nica v¨ªa posible para acceder a la gloria. Empezamos con un coche? de factura alemana, un Volkswagen, donde se explican a modo de tutorial los fundamentos del circuito. En primer lugar, cada corredor debe buscarse la vida para obtener reputaci¨®n, puntos de prestigio que de un modo u otro garantizan nuestra fidelidad a una marca en concreto. Las primeras carreras sirven para hacernos con el control de los coches, as¨ª como del sistema de juego, dividido entre varios sectores. Aunque a primera vista parece relativamente f¨¢cil obtener la victoria en todas las pruebas, tenemos a nuestra disposici¨®n m¨¢s de 50 carreras que recorren un abanico enorme de posibilidades.
Desde la eliminaci¨®n a las carreras comunes pasando por piques entre dos coches o controles de velocidad. Nada que no conozcamos del pasado, principalmente por la base vuelve a ser la misma que la que conoc¨ªamos en el pasado. Una vez alcanzamos cierta reputaci¨®n con el coche desbloqueamos nuevos componentes, cuya disponibilidad va en funci¨®n del modelo que hemos desbloqueado al ganar alguna carrera. S¨®lo podemos acceder a nuevos veh¨ªculos al obtener la victoria en determinadas disciplinas, un hecho que habla por s¨ª solo de la estructura que sigue Shift en cuanto al funcionamiento de partida se refiere. Cuando hemos exprimido al m¨¢ximo cada ronda de carreras llega el momento de retar al l¨ªder de la zona. Si le vencemos no s¨®lo nos quedamos con su coche, sino tambi¨¦n con su trono y reputaci¨®n.
La f¨ªsica del coche es, por lo tanto, arcade. Cada veh¨ªculo tiene una forma de comportarse, aunque esta vez el motor no ha sido especialmente bien retratado, un hecho que por suerte se camufla sin mayores problemas tras la interesante banda sonora de la que hace gala el juego. Un vez m¨¢s, Electronic Arts ha tenido muy claras las prioridades que deben seguirse en una producci¨®n de esta factura. Esta caracter¨ªstica se extiende tambi¨¦n en el plano gr¨¢fico, que pese a no innovar especialmente en el g¨¦nero sabe c¨®mo jugar sus bazas para que el aspecto del mismo pueda estar a la altura de las circunstancias. Los efectos lum¨ªnicos son lo m¨¢s destacado en este sentido, adem¨¢s de contar con un dise?o automovil¨ªstico ?as¨ª como de los circuitos- que poco o nada tiene que envidiar a los grandes del g¨¦nero.
No hay ralentizaciones ni puntos que merezcan ser criticados en este sentido, un hecho que viene a demostrar el ¨¦nfasis que ha puesto la compa?¨ªa a la hora de desarrollar un motor gr¨¢fico capaz de hacer lucir la capacidad de PlayStation Portable. El problema de Shift en port¨¢til se centra por tanto en una notable ausencia de modalidades de juego que vayan m¨¢s all¨¢ del cl¨¢sico modo carrera, con posibilidad a disputar carreras ad hoc frente a alg¨²n amigo, aunque sin rastro de la Infraestructura online, que te¨®ricamente deber¨ªa ser uno de los pilares sobre los que se asentase el t¨ªtulo. En anteriores ediciones s¨ª ha habido tiempo para disfrutar de ¨¦l, un elemento que en la versi¨®n que hemos analizado no hac¨ªa acto de presencia. A juzgar por la calidad de la que hac¨ªa gala Undercover, repleto de ralentizaciones y de problemas para conectarse a un simple servidor, parece que EA finalmente se ha decidido por omitirlo, al menos hasta la pr¨®xima temporada.
Este hecho lastra considerablemente la jugabilidad del t¨ªtulo, que nuevamente basa su contenido en la superaci¨®n personal que conlleva disputar medio centenar de carreras antes de poder exprimir al m¨¢ximo el producto que hoy analizamos. La parte t¨¦cnica viene aderezada con algunos detalles muy interesantes como la posibilidad de personalizar los coches, que casi se convierte aqu¨ª en una obligaci¨®n, con una cantidad de opciones a tener en cuenta que garantiza diversi¨®n para rato si nos gusta jugar con nuestra imaginaci¨®n. Los otros, aquellos que busquen diversi¨®n pura y dura, se enfrentan ante un modo de juego principal asequible para todos los p¨²blicos, que de seguir una l¨ªnea constante en la evoluci¨®n de juego no deber¨ªan tener el menor problema para zanjar la partida en menos de seis horas.
No obstante es obvio que el mayor atractivo de este producto reside precisamente en la posibilidad de disputar algunas carreras sin necesidad de perder demasiado tiempo en el proceso, o lo que es lo mismo, de disfrutar del juego en cualquier lugar del mapa sin tener que dominar en demas¨ªa la mec¨¢nica de juego, uno de los puntos m¨¢s exigentes de la versi¨®n original. Tiene que quedar claro este punto en la mente de los jugadores que busquen en este Shift una versi¨®n en miniatura de la loable edici¨®n de sobremesa: la conducci¨®n es arcade, la evoluci¨®n de los jugadores tiene lugar a trav¨¦s de un sencillo sistema que recompensa la cantidad de veces que realizamos un derrape, la velocidad media de partida, cu¨¢ntas veces chocamos el coche, etc¨¦tera. Si somos duchos en el g¨¦nero apenas tendremos problemas para obtener el 100 % de experiencia en cada caso. Si no, nos llevar¨¢ algo m¨¢s de tiempo, pero es igualmente accesible.
Tampoco deber¨ªa ser entendido esto como una cr¨ªtica, es la decisi¨®n que ha tomado Electronic Arts muy en contra de las previsiones originales. T¨¦cnicamente cumple su cometido con un nivel gr¨¢fico notable, exactamente lo mismo que sucede en el plano musical. Echamos de menos m¨¢s modalidades, un estilo de conducci¨®n maduro, que sea capaz de desentenderse del que lleva arrastrando el port¨¢tiles desde hace algunos a?os. Valoramos positivamente la recreaci¨®n de los circuitos, la l¨ªnea de progresi¨®n que hemos de seguir para llegar a ser alguien en el circuito, la mec¨¢nica apta para todos los p¨²blicos y, en fin, que como m¨ªnimo estemos seguros de que Shift en PSP ha cumplido su papel de forma destacada, aunque no notable. La peor lacra que tiene que arrastrar es la ausencia de una Infraestructura que a partir de ya se convierte en un elemento que se castigar¨¢ duramente de ahora en adelante.
?
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.