P¨¢jaros de fuego

Gaijin Entertainment y Digital Bros apuestan por la simulaci¨®n a¨¦rea con tintes arcade a trav¨¦s de IL-2 Sturmovik, un videojuego que llegar¨¢ a las tiendas a principios del inminente mes de septiembre y que aspira a plasmar de una manera realista y fiel algunos de los combates a¨¦reos m¨ªticos sucedidos durante la Segunda Guerra Mundial. Los seguidores del g¨¦nero que deseen expandir su afici¨®n en Playstation 3 y Xbox 360, adem¨¢s de en Nintendo DS y en PSP con las entregas port¨¢tiles, pueden hacerlo sin temores y preocupaciones.

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La gran ventaja de IL-2 Sturmovik es que pretende cubrir el mayor espectro posible de jugadores aficionados al g¨¦nero de la simulaci¨®n a¨¦rea. Con esta nueva llegada de la licencia a las videoconsolas, Gaijin Entertainment plasma su intenci¨®n de ofrecer un producto que guste tanto a los seguidores ac¨¦rrimos de estos t¨ªtulos como a aquellos que, reci¨¦n llegados a la industria del ocio digital, deseen probar la experiencia de ponerse a los mandos de un avi¨®n de guerra de mediados del siglo XX.

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Fuerza a¨¦rea plural

?C¨®mo se consigue esta versatilidad para un juego que a priori pertenece a un g¨¦nero destinado a un p¨²blico reducido? La opci¨®n de Gaijin Entertainment fue clara desde el principio: apostar por tres modos de juego o niveles de dificultad diferentes aplicables a todas y cada una del medio centenar de misiones que ofrece el modo de juego principal. La primera dificultad o modo de juego que se nos plantea es "Arcade", que est¨¢ destinada a todos aquellos jugadores sin experiencia en el g¨¦nero y con ganas de jugar partidas con ayuda por parte del programa. Con esta vertiente podremos disponer de cualquier tipo de c¨¢mara -tercera persona, primera, desde cabina- y la interfaz nos guiar¨¢ siempre por todos los objetivos. Adem¨¢s, no tendremos limitaci¨®n de continuaciones.

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La segunda opci¨®n, a caballo entre la simulaci¨®n total y las partidas distendidas, es el modo "Realista", que nos har¨¢ ver el avi¨®n desde una perspectiva en tercera persona, mantendr¨¢ una interfaz clara, prescindir¨¢ de un elevado n¨²mero de ayudas pero, sobre todo, ofrecer¨¢ un sistema de control m¨¢s profundo y no tan asistido, lo que incrementar¨¢ la dificultad de cada misi¨®n. La ¨²ltima opci¨®n posible es la modalidad "Simulaci¨®n", que como su propio nombre indica buscar¨¢ exprimir al m¨¢ximo el car¨¢cter de simulador del t¨ªtulo. Manteniendo siempre la visi¨®n desde el interior de la cabina y con un m¨¦todo de control profundo, los jugadores se enfrentar¨¢n a los mismos objetivos que en los modos anteriores, pero con una mayor dificultad.

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A pesar de que estas tres vertientes son consideradas, a priori, tres niveles de dificultad diferentes, los cambios que proponen cada uno de ellos en la jugabilidad de las misiones son suficientes como para considerarlos modos de juego quasi independientes. Veremos las mismas misiones, s¨ª, pero desde una perspectiva diferente y, sobre todo, con tres planteamientos distintos desarrollados para que sin forzar la m¨¢quina y mermar la calidad del producto, ¨¦ste pueda satisfacer a colectivos de usuarios sumamente diferenciados.

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El modo de juego principal de IL-2 Sturmovik Bird of Prey, esto es, su campa?a monojugador, nos adentrar¨¢ en seis campa?as de la Segunda Guerra Mundial sucedidas entre 1940 y 1945, con ejemplos como La batalla de Inglaterra, La batalla de Berl¨ªn, La Batalla de las Ardenas, la invasi¨®n de Sicilia y los combates en Korsun. El jugador no viajar¨¢ descontextualizado a estos emplazamientos ya que el t¨ªtulo aprovechar¨¢ escenas cinem¨¢ticas con im¨¢genes reales y doblaje al castellano para informar sobre la situaci¨®n de la misi¨®n y sus implicaciones hist¨®ricas. As¨ª, durante el modo campa?a tendremos que cumplir misiones ofensivas como acabar con un escuadr¨®n de transportes y defensivas como proteger un aer¨®dromo o la ciudad de Stalingrado. Los objetivos a cumplir podr¨¢n ser, adem¨¢s, m¨²ltiples, oblig¨¢ndonos a organizar nuestras t¨¢cticas previamente. Tampoco faltar¨¢n los objetivos secundarios.

Combates t¨¢cticos

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En este af¨¢n por exterminar a las naves enemigas entrar¨¢ en juego el tinte t¨¢ctico que presenta IL-2 Sturmovik. Los jugadores podr¨¢n seleccionar un objetivo determinado del escenario -fijo o m¨®vil- y posicionar al escuadr¨®n de naves que nos acompa?a para que act¨²en de forma ofensiva o defensiva seg¨²n los requerimientos de la misi¨®n. El sistema de ¨®rdenes encaja correctamente en la interfaz y en la jugabilidad del juego, y permite cambiar de estrategia en cualquier momento de la partida, sin pausas y en tiempo real. Ejecutar con maestr¨ªa toda t¨¢ctica no ser¨¢ posible sin el cat¨¢logo de armas que presentar¨¢ los aviones del juego, con una n¨®mina de m¨¢quinas voladoras amplia y realista, que incluye referentes hist¨®ricos tanto de los Aliados como del Eje como el Blenheim MK IV, el I.16, el IL-2, el BF 109 F-2 o el HE 111 H-6, entre otros.

En cuanto al control, y como ya destacamos en nuestras impresiones, IL-2 Sturmovik es un juego que funciona con solvencia, ya que est¨¢ especialmente optimizado para las capacidades del mando de la consola. Mientras que con las crucetas anal¨®gicas controlamos el moviendo del avi¨®n, el puntero y otros par¨¢metros como la aceleraci¨®n, desde el panel direccional damos ¨®rdenes al escuadr¨®n que nos acompa?a. Con los gatillos acercamos el visor de apuntado y disparamos cada una de las tres armas que puede incluir el avi¨®n: bombas, misiles y ametralladora. Cambiar de perspectiva en tercera persona a la c¨¢mara en cabina corresponde a los botones del mando, al igual que el proceso para fijar objetivos. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n dispondremos de un men¨² donde podremos ver los objetivos a cumplir, y del tren de aterrizaje que extraeremos pulsando 'Select'.

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El multijugador nos permitir¨¢ conectarnos a Xbox Live y a Playstation Network para combatir en cuatro modos de juego diferente que reflejar¨¢n la variedad de las misiones. En Combate A¨¦reo es el cl¨¢sico modo libre donde los jugadores luchan entre s¨ª sin restricciones, todos contra todos. Batalla por Equipos es la mezcla entre la t¨¢ctica y la acci¨®n, pues dos equipos se enfrentar¨¢n entre s¨ª organiz¨¢ndose en tiempo real para derribar a todos los aviones rivales. El modo ataque sigue los pasos de Team Fortress poniendo en pantalla dos equipos que deben acabar con todos los puntos de tierra del enemigo mientras que defienden los suyos propios. La ¨²ltima opci¨®n es Toma de Aer¨®dromos, donde tendremos que asegurar estas posiciones, al principio neutrales, aterrizando sobre ellas.

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Con un completo modo campa?a, un avanzado surtido de misiones independientes, modos multijugador y tres formas diferentes de encarar las partidas, la duraci¨®n de IL-2 Sturmovik ser¨¢ elevada y superar¨¢ la decena de horas. Para aquellos que quieran m¨¢s siempre Gaijin ha reservado 50 logros y otros extras como los elementos desbloqueables incluidos en el perfil del jugador: la biblioteca nos ense?ar¨¢ aspectos hist¨®ricos en formato texto de las misiones superadas, t¨¢cticas y maniobras; desde el hangar podremos visualizar los modelados 3D de los aviones de las dos facciones. No faltar¨¢ informaci¨®n sobre los cuatro pilotos protagonistas de la aventura, con dise?os e im¨¢genes del proceso de creaci¨®n de cada uno de ellos.

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Gr¨¢ficamente, IL-2 Sturmovik Birds of Prey mantiene un nivel notable. El juego, que llegar¨¢ a sorprendernos durante la mayor¨ªa de sus escenarios, cuenta con una correct¨ªsima distancia de dibujado que nos permitir¨¢ visualizar objetivos a distancia, alejarnos en altura tanto como deseemos para realizar ataques organizados y avanzar por el aire sin perder ojo del escenario. La aproximaci¨®n entre el avi¨®n y el escenario se ejecuta de forma realista y mediante una transici¨®n constante. Nos olvidamos, por tanto, de saltos bruscos o de impactos inesperados por errores gr¨¢ficos.

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Cada escenario estar¨¢ ligado a una misi¨®n real de la Segunda Guerra Mundial, por lo que visitaremos emplazamientos con un verdadero fondo hist¨®rico como las ciudades de Stalingrado, Berl¨ªn y Sicilia. La acci¨®n, como decimos, transcurre con nuestro escuadr¨®n de aviones movi¨¦ndose con total libertad por el escenario, sin encontrar limitaciones gr¨¢ficas que nos lleven a frenar nuestros pasos gracias la excelsa extensi¨®n de los mismos. Desde la perspectiva privilegiada del nav¨ªo vislumbrarenos extensas praderas, campos de cultivo, zonas costeras y grandes espacios naturales -13 millones de ¨¢rboles en todos los mapas del juego, seg¨²n Gaijin- y un sinf¨ªn de entornos m¨¢s.

Las explosiones y los efectos tambi¨¦n rayan un nivel de calidad notable. Nuestros vuelos estar¨¢n acompa?ados por aviones que caen abatidos por las balas enemigos y que explotan contra el suelo, capaces de impactar contra otros aviones en vuelo arrastr¨¢ndolos a la muerte, o por naves que estallan en vuelo por culpa de las fuerzas antia¨¦reas enemigas. No faltar¨¢n, adem¨¢s, los choques frontales entre aviones y otras maniobras arriesgadas donde tendremos que agudizar nuestra capacidad como piloto para evitar que el fuego consuma las alas del avi¨®n. Aunque IL2-Sturmovik cumple en el terreno visual, durante algunas situaciones -cambios de c¨¢mara- hemos notado algunas ca¨ªdas en la tasa de im¨¢genes por segundo.

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Nos ha llamado especialmente la atenci¨®n la banda sonora del videojuego, que est¨¢ un pelda?o por encima de lo que acostumbramos a o¨ªr en otros t¨ªtulos de ¨¦ste y otros g¨¦neros. Las partidas y los men¨²s nos invitar¨¢n a escuchar con atenci¨®n grandes temas orquestados compuestos por el majestuoso Jeremy Soule (Guild Wars, Company of Heroes, Oblivion) que encajan a la perfecci¨®n con la tem¨¢tica b¨¦lica del t¨ªtulo y le aportan el misticismo necesario para ambientar cada uno de los combates a los que estamos expuestos al recordar diversos episodios de la Segunda Guerra Mundial.

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