Monster Hunter Tri, Impresiones
La franquicia de moda en Jap¨®n ya cuenta con su pertinente aventura de sobremesa llamada a conquistar el coraz¨®n de los japoneses. Una interesante obra de Capcom en la que se ha arrojado toda la carne en el asador para tratar de exprimir al m¨¢ximo la consola para la que ha sido desarrollado. Profundizamos en los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos de la edici¨®n nipona apenas una semana despu¨¦s de que el t¨ªtulo se aupase de nuevo entre los m¨¢s vendidos del pa¨ªs del sol naciente. Monster Hunter Tri est¨¢ aqu¨ª, y viene para quedarse.
La franquicia de moda en Jap¨®n ya cuenta con su pertinente aventura de sobremesa llamada a conquistar el coraz¨®n de los japoneses. Una interesante obra de Capcom en la que se ha arrojado toda la carne en el asador para tratar de exprimir al m¨¢ximo la consola para la que ha sido desarrollado. Profundizamos en los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos de la edici¨®n nipona apenas una semana despu¨¦s de que el t¨ªtulo se aupase de nuevo entre los m¨¢s vendidos del pa¨ªs del sol naciente. Monster Hunter Tri est¨¢ aqu¨ª, y viene para quedarse.
Llevamos mucho tiempo esperando este momento, especialmente los aficionados de una serie que ha crecido de forma incontrolada en los ¨²ltimos a?os. En uno de los hits m¨¢s sonados de la pasada temporada, Capcom firmaba un acuerdo en exclusiva con Nintendo para publicar la principal entrega de la franquicia en Wii, la consola que ha llevado la batuta de las ventas de este pa¨ªs hasta la fecha reciente. Para muchos es una forma de contentar a los seguidores de la serie, para otros -quiz¨¢s la respuesta que m¨¢s se corresponde con la realidad- es una simple v¨ªa para seguir explotando la licencia en sistemas cuyas ventas han demostrado estar muy por encima de lo que se esperaba de ellas en un principio.
PlayStation Portable recib¨ªa su correspondiente adaptaci¨®n europea de Freedom United hace poco menos de un mes y medio, avalado por las millonarias ventas que consegu¨ªa en el pa¨ªs del sol naciente. La prensa especializada consideraba el juego una buena manera no s¨®lo de introducir a los nuevos aficionados en la franquicia, sino tambi¨¦n de regalar al p¨²blico occidental una edici¨®n que no haya sido extirpada de alguna caracter¨ªstica base de la original, que ocurr¨ªa con la aventura original de Wii. Es un movimiento comercial que habla claramente de las intenciones de Capcom, que no son otras que las de exprimir toda posibilidad que tenga esta producci¨®n de convertirse en un hito dentro de la industria de los videojuegos. Va camino de ello, con los ¨²ltimos tres juegos por encima de las dos millones de copias vendidas s¨®lo en sus dominios.
La intriga que rodeaba al la exclusiva entrega de Wii no pasa tanto por la cantidad de ventas que pueda obtener -que a buen seguro se estima ser¨¢n bastante considerables, a falta de que se publiquen los primeros datos oficiales- como por el hecho de ser una aventura dise?ada en concreto con este sistema en mente, lo que viene a presentar varios problemas respecto a las ediciones de bolsillo que aparec¨ªan recientemente. Tambi¨¦n se ha de tener en cuenta la aparici¨®n de una demostraci¨®n con la reedici¨®n de Monster Hunter G, que curiosamente no ha logrado una repercusi¨®n tan considerable como se esperaba desde el fuero interno de la compa?¨ªa. Si para algo era ¨²til la breve demo de dos escenarios que inclu¨ªa este pack conmemorativo era para corroborar que en MHT la parte t¨¦cnica cobra una importancia sobredimensionada en comparaci¨®n a la jugabilidad.
De un modo u otro la aparici¨®n de este t¨ªtulo supone un hito dentro del mercado japon¨¦s, al igual que Dragon Quest IX era esperado m¨¢s por la repercusi¨®n que obtendr¨ªa en ventas que por la propia calidad que pueda atesorar. Son videojuegos que por motivos espec¨ªficos han alcanzado cotas de popularidad que en muchos casos superan aquello que aqu¨ª describimos como un ¨¦xito de masas. Curiosamente, al igual que en el caso de la obra de Square Enix, tanto en una aventura como en la otra prima una calidad est¨¦tica fuera de cualquier duda, si bien el argumento se ha cuidado mucho m¨¢s en el caso de los Protectores del Cielo que en el de esta nueva forma de entender la caza de bestias salvajes. Una vez desvelados los entresijos del lanzamiento, la aut¨¦ntica importancia de su lanzamiento, la calidad que atesora, es hora de conocer qu¨¦ es lo que esconde realmente Monster Hunter Tri m¨¢s all¨¢ de su incuestionable popularidad.
Lo primero que llama la atenci¨®n es el plano t¨¦cnico. No queda m¨¢s remedio que dejar de lado el plano argumental dado que la mec¨¢nica de juego no se diferencia a grandes rasgos de la que ha venido protagonizando anteriores aventuras, por lo que decidimos centrar la mirada en el plano est¨¦tico. Despu¨¦s de la aparici¨®n de una impresionante escena generada por ordenador pasamos a contemplar el motor gr¨¢fico per se, sin m¨¢s florituras que puedan empa?ar la visi¨®n original. La primera sensaci¨®n que experimentamos habla de estar ante el entramado gr¨¢fico m¨¢s impactante que hemos visto en la consola a excepci¨®n de los pesos pesados que ya todo el mundo conoce. El pueblo que nos da la bienvenida, una modesta aldea campestre, sirve como tel¨®n de fondo para presentar un rico mundo repleto de vegetaci¨®n, tradiciones, costumbres.
Los primeros pasos que realizamos con el protagonista de marras, que elegimos minutos antes en la primera pantalla de selecci¨®n -con la habitual amalgama de posibilidades de personalizar al personaje como mejor nos venga en gana-, dejan entrever c¨®mo Capcom apenas se ha molestado en arreglar todos los problemas que quedaban latentes en la demostraci¨®n de la que habl¨¢bamos unos cuantos p¨¢rrafos atr¨¢s. El personaje sigue teniendo problemas para moverse empleando el sistema tradicional, ya que la precisi¨®n de movimientos no es exactamente lo que se podr¨ªa esperar de una aventura como esta. No obstante es una tara que se soluciona mediante el pad cl¨¢sico, que desde aqu¨ª recomendamos encarecidamente se tenga en consideraci¨®n cuando el t¨ªtulo aparezca en el mercado occidental.
No cabe duda que Capcom ha centrado la jugabilidad en un sistema asequible para todos los jugadores, que exprime todas sus posibilidades cuando se aplica la f¨®rmula tradicional de juego. Los afortunados que hayan importado Monster Hunter G ya habr¨¢n tenido ocasi¨®n para dar fe de esto que aqu¨ª tratamos de explicar. En cualquier caso, una vez dejamos de lado este molesto inconveniente seguimos analizando tanto el mundo que nos rodea como las posibilidades que puede utilizar el protagonista para crecer como cazador. Por suerte para ¨¦l, en las cercan¨ªas del jugar encontrar¨¢ toda clase de ¨²tiles con los que prepararse para salir a la caza, algo que no har¨¢ sin antes pasar por la correspondiente taberna desde la que descubre qu¨¦ misiones puede realizar primero para obtener, adem¨¢s de dinero, unos puntos de reputaci¨®n.
Nada afecta a la calidad de los entornos, tampoco a la fluidez de juego. Las texturas rayan a un nivel muy aceptable que demuestra c¨®mo es posible recrear un motor gr¨¢fico tridimensional sin perder estabilidad en los escenarios, en los atrezos que hacen las veces de decorados. La vegetaci¨®n cumple un papel muy importante cuando valoramos las localizaciones que hemos conocido en este primer contacto, que de nuevo vuelven a recorrer aquellos parajes que se han convertido en tradicionales en anteriores aventuras. Encontraremos por lo tanto la tradicional estepa nevada, montes inaccesibles, terrenos que dejan impl¨ªcita su belleza a poco de conocerlos por primera vez, etc¨¦tera. Es uno de esos buenos ejemplos para mostrar cuando alguien dude de la capacidad de esta consola para recrear entornos que est¨¦n a la altura de la demanda popular, que generalmente suele ser incluso m¨¢s alta que la de los medios especializados.
Nada nuevo se puede extraer de los combates, tampoco de los momentos de exploraci¨®n, que aqu¨ª cobran una importancia a¨²n m¨¢s trascendental si cabe. Los mapeados son enormes, considerablemente m¨¢s extensos de lo que estamos acostumbrados a ver en la port¨¢til de Sony. No obstante la faceta m¨¢s importante recae en la total ausencia de tiempos de carga entre sectores, lo que facilita la exploraci¨®n sin tener que perder tiempo a medida que se generar texturas. Es cierto que en distancias lejanas la calidad de detalle se pierde, que por momentos el comportamiento de los enemigos, combinado con algunos problemas de c¨¢mara, hacen que se pierda una pizca del potente espect¨¢culo visual al que asistimos. Es cuesti¨®n de acostumbrarse a la mec¨¢nica de juego, al estilo que hemos de emplear para controlar los elementos que nos rodean.
Uno de ellos es, como venimos explicando hasta el momento, la mec¨¢nica de juego que hemos de seguir a rajatabla. El estilo vuelve a ser el mismo de las ediciones de bolsillo, comenzando la aventura con un h¨¦roe que procedente de tierras lejanas ha perdido todo cuando ten¨ªa, lo que le obliga a comenzar desde cero en su b¨²squeda por la gloria. El h¨¦roe no habla, su forma de actuar va impuesta por el jugador que se esconde tras los mandos de la consola, por lo que en todo momento depende de nosotros elegir qu¨¦ misiones deseamos cumplir, cuales dejamos en el tintero hasta que lo consideremos apropiado, e incluso de qu¨¦ manera nos relacionamos con los aldeanos que pululan por la zona. A medida que salimos de caza obtenemos nuevos materiales con los de forjar nuevas armas que a su vez nos dar¨¢n acceso a nuevas ¨¢reas en las que seguir explorando. No se pueden considerar novedades, aunque es evidente que se ha amplificado todo lo que en versi¨®n port¨¢til ya parec¨ªa enorme.
El objetivo principal sigue siendo cazar monstruos, por lo que a esta gesta nos dedicamos durante las primeras horas de juego sin descanso. De aqu¨ª tambi¨¦n extraemos una nueva perspectiva ante el poder¨ªo gr¨¢fico que luce el juego. La c¨¢mara deja de ser una molestia a poco que nos acostumbramos a su uso, extra?o durante los primeros compases de juego, sencillamente un elemento m¨¢s con el transcurso de las horas. Entendemos que la vida ¨²til de la aventura ha crecido considerablemente respecto a ediciones pasadas gracias al a?adido del juego online, una de las caracter¨ªsticas m¨¢s importantes de MHT que hasta la fecha se perfila como la novedad que m¨¢s est¨¢ exprimiendo el p¨²blico japon¨¦s. S¨®lo hace falta comprobar las cifras que maneja Capcom de jugadores por servidor para quedar impresionado con el auge de este videojuego en el pa¨ªs del sol naciente.
No deber¨ªa ser nada especialmente sorprendente si se compara con otras aventuras de acci¨®n que han aparecido recientemente, ya que la mayor¨ªa han calcado el sistema de esta franquicia para acercarse a las querencias populares. Las partidas fluyen sin dificultades de l¨ªnea, aunque el nivel de los retos vuelve a quedar en el limbo por culpa de las limitaciones ling¨¹¨ªsticas, sumamente molestas cuando se trata de percibir la esencia de un t¨ªtulo tan completo, complejo e interesante como este Tri. Hay muchos, demasiados elementos que explorar en este primer contacto que nos atrapaba sobremanera durante las primeras horas de partida pese a la poca coherencia de los actos que realizamos. La caza de monstruos apenas ha cambiado, o al menos as¨ª lo deja entrever Capcom.
Este primer acercamiento al juego deja bien claro que la perspectiva de la compa?¨ªa japonesa es la de crear exactamente el mismo videojuego de port¨¢tiles en sobremesa, sin perder ninguno de los elementos que ha caracterizado a la franquicia desde que aterrizase por primera vez en el mercado. Es esta tendencia que sigue la l¨ªnea de 'si algo funciona, para qu¨¦ cambiarlo', aunque por el camino se ha tenido muy en cuenta la repercusi¨®n de un motor gr¨¢fico capacitado para mostrar un mundo tridimensional sin carencias t¨¦cnicas, unos monstruos que pese a su mastod¨®ntico tama?o siguen siendo capaces de manejarse a su antojo por los escenarios sin causar ni una sola ralentizaci¨®n ni problema destacable.
Es evidente que en el plano t¨¦cnico Monster Hunter Tri puede presumir de ser uno de los m¨¢s trabajados, como tambi¨¦n a nivel jugable de ser extremadamente adictivo pese a no a?adir grandes novedades respecto a las versiones de bolsillo. Quiz¨¢s no sea as¨ª de cara a la galer¨ªa, pero probablemente para el p¨²blico la novedad m¨¢s importante pase por la inclusi¨®n de una modalidad que permita disfrutar del juego online, una caracter¨ªstica que se lleva pidiendo a gritos en PSP desde hace largo tiempo y que se ha venido a incluir en la edici¨®n de Wii. Puede que resulte curioso para muchos, pero el tiempo dir¨¢ se ha sido la mejor decisi¨®n que pod¨ªa tomar Capcom antes de que el miedo al fracaso omita por siempre la posibilidad de que Monster Hunter en port¨¢til pueda hacer uso de una Infraestructura como exige el gran p¨²blico.
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