Deportes de verano

Es poco frecuente que uno de los t¨ªtulos m¨¢s esperados del mercado haga acto de aparici¨®n sin levantar demasiado esc¨¢ndalo. Esa habitual ristra de cr¨ªticas que combinadas con la f¨²til expectaci¨®n de los aficionados hace de un lanzamiento todo un acontecimiento medi¨¢tico, si bien es cierto que esta vez las condiciones de su aparici¨®n son ligeramente distintas a las que por regla general se suelen dar en la consola de Nintendo. Hay que tener varios factores en cuenta, siendo el primero la ¨¦poca del a?o en la que se comercializa el producto. El contexto parece haber sido planeado con la suficiente antelaci¨®n como para asegurar que todo se mueva seg¨²n exigencias del mercado. Nadie deber¨ªa sorprenderse por estar delante de una de las continuaciones que m¨¢s se han hecho esperar en los ¨²ltimos tiempos, una que va destinada a convertirse en otro hito en las ventas de un sistema que no ha dejado de crecer desde que viese por primera vez la luz.

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Hace ya varios a?os desde que Wii Sports inaugur¨® una nueva forma de entender la industria, un producto destinado a edulcorar la aparici¨®n de una consola que apenas contaba con t¨ªtulos exclusivos que pusiesen a prueba el revolucionario sistema de control que abanderaba la nueva filosof¨ªa de la compa?¨ªa japonesa. El tiempo ha transcurrido dejando tras de s¨ª una cantidad ingente de copias vendidas que actualmente superan la barrera de los 40 millones de unidades distribuidas en el mercado a nivel global, todo sin contar la evoluci¨®n del sistema que acompa?aba al segundo perif¨¦rico de marras con el infravalorado Wii Play. Pese a ser un producto de segunda categor¨ªa tambi¨¦n se alz¨® durante meses entre los videojuegos m¨¢s vendidos del pa¨ªs del sol naciente.

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Un poco de historia que ayuda a comprender por qu¨¦ el lanzamiento de una nueva entrega de la franquicia  se celebra como un acontecimiento tan esperado como trascendental para probar a ciencia exacta la precisi¨®n de otro de los puntos calientes de este art¨ªculo, que no es otro que el archiconocido perif¨¦rico Wii MotionPlus. Llamado a mejorar todo aquello que se ha criticado del sistema de control de la consola, esta es la primera vez que un videojuego aparece en el mercado despu¨¦s de haber sido concebido en cuerpo y alma para exprimir al m¨¢ximo todas las posibilidades de este nuevo sensor de movimientos. Capacitado para reconocer pr¨¢cticamente cualquier gesto que se realice independientemente de la velocidad, da la sensaci¨®n de que Nintendo ha trabajado duramente para que Resort se convirtiese en el principal estandarte de esta imprescindible evoluci¨®n.

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Se mire como se mire, la parte t¨¦cnica de Wii Sports Resort supone una evoluci¨®n en toda regla respecto a su antecesor, ya no s¨®lo por el trabajo que se ha realizado en cuanto a la ambientaci¨®n, sino tambi¨¦n por la calidad de las texturas que aparecen en pantalla, la cantidad de detalles propios de una producci¨®n de Nintendo, el movimiento del agua -protagonista absoluto de la mayor¨ªa de las pruebas- o la sensaci¨®n que transmite ver el cuadro en movimiento, sin ralentizaciones ni problemas que condicionen la puesta en escena dentro de la televisi¨®n. Desde los men¨²s hasta los iconos que aparecen en pantalla durante los interludios; todo ha sido cuidado hasta lo obseso para garantizar que el elemento que prime durante las partidas sea la diversi¨®n.

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No hay m¨¢s florituras en el plano visual, r¨¢pidamente damos constancia de que el motor gr¨¢fico es el que ya se emple¨® en el original, s¨®lo que mejorado para aprovechar al m¨¢ximo las posibilidades de la consola en este sentido. Hasta la melod¨ªa que da la bienvenida al jugador es un remix de los acordes originales, que tambi¨¦n aqu¨ª nos acompa?a de principio a fin. La calidad sonora del producto no se puede poner en duda, principalmente porque se limita a cumplir su cometido sin grandes alardes de grandeza. Otro aspecto m¨¢s que da a entender que la ¨²nica preocupaci¨®n de Nintendo es la de crear una interfaz asequible para cualquier clase de jugador, que apenas tendr¨¢ que molestarse para comenzar a disfrutar de los 12 retos que incluye el paquete.

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Comenzamos a conocer los juegos que completan el cat¨¢logo, cada uno con su correspondiente traducci¨®n al castellano. Antes no queda m¨¢s remedio que enfundar el WMP en la protecci¨®n de silicona; Wii Sports Resort no permite disfrutar de sus retos sin este aparato, por lo que se convierte en una herramienta esencial para jugar. No hay ninguna disciplina que omita la utilizaci¨®n de este perif¨¦rico para poder jugar, lo que se traduce en que cada jugador ha de contar con ¨¦l. Sin embargo no deja de ser un aspecto pr¨¢cticamente secundario a la hora de la verdad, dado que la mayor¨ªa de las disciplinas apuestan por los turnos cuando disputamos un deporte, rara vez tendremos que emplear m¨¢s de dos mandos al un¨ªsono. Tampoco hay que perder de vista el n¨²mero de acompa?antes que pueden jugar en cada disciplina, que en todos los casos no siempre permite la inclusi¨®n de cuatro personas en el c¨®mputo global.

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Cada disciplina cuenta con una breve introducci¨®n que explota los fundamentos del deporte en cuesti¨®n, desde c¨®mo agarrar el mando hasta los ejercicios que se deben realizar para evitar hacer el rid¨ªculo dentro de la partida. Todos se pueden saltar con presionar un bot¨®n, aunque es aconsejable visionarlos al menos una vez para conocer los entresijos del sistema de control. En el deporte de la espada, por poner un ejemplo, tambi¨¦n se indica la colocaci¨®n exacta de las manos, los posibles problemas que pueda experimentar el jugador al comenzar a jugar, e incluso c¨®mo solucionar los conflictos que genere el WMP -con una simple indicaci¨®n que invita a los usuarios a dejar el mando bocabajo en cualquier superficie plana para recalibrar los movimientos-. En este sentido se percibe f¨¢cilmente el esmero que ha volcado el grupo de desarrollo a la hora de limar cualquier aspereza que pueda generar la novedad que supone este perif¨¦rico.

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De hecho a poco de comenzar a jugar nos olvidamos por completo de su presencia para centrarnos en su utilidad, que pronto conoceremos en profundidad en disciplinas que realmente exigen movimientos muy concretos, l¨¦ase el caso del Frisbee. Esta disciplina es muy similar a la que tambi¨¦n podemos encontrar en la nueva edici¨®n de Tiger Woods en la consola de Nintendo, una que parece espec¨ªficamente dise?ada para comprender mejor los fundamentos del perif¨¦rico sin gastar demasiado tiempo en encontrar un estilo de juego que realmente sea divertido. En cualquier caso, el objetivo del jugador es el de lanzar el frisbee hacia una determinada direcci¨®n donde una tierna mascota de compa?¨ªa lo recoge al aire, ofreci¨¦ndonos una puntuaci¨®n seg¨²n el lanzamiento que hayamos realizado anteriormente.

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Si somos capaces de superar esta prueba sin problemas obtendremos como recompensa una nueva modalidad de juego tambi¨¦n relacionada con el frisbee, s¨®lo que esta vez el objetivo es introducir el disco en una canasta situada en alg¨²n lugar del escenario. Esta prueba es una de las m¨¢s exigentes tanto para el jugador en s¨ª como para el WMP, que responde a la perfecci¨®n siguiendo las reglas comunes de la f¨ªsica de este deporte. El disco sale propulsado hacia la direcci¨®n en la que bloqueamos el brazo, oscilando seg¨²n la colocaci¨®n de la mu?eca. Parece imposible pero ciertamente el aparato reconoce el movimiento -con alguna que otra dificultad para reconocer la velocidad- sin apenas problemas. Lo mismo sucede con el Golf, una de las disciplinas que repiten en esta continuaci¨®n ofreciendo un resultado que est¨¢ a a?os luz del original, si bien la mec¨¢nica de juego es pr¨¢cticamente la misma salvo por peque?os a?adidos que mejoran las posibilidades de juego en solitario.

Esta es una de las virtudes de Resort, que no se olvida de facilitar novedades a los jugadores que desean disfrutar del juego en solitario, o que sencillamente no disponen de tiempo como para jugar en compa?¨ªa. Son varias las disciplinas que permiten al jugador explayarse sin la necesidad de un compa?ero; desde el baloncesto, uno de los deportes m¨¢s destacados del producto gracias a las sensaciones que transmite la f¨ªsica del bal¨®n -tambi¨¦n los partidos de 3 contra 3, aunque se echa en falta algo m¨¢s de variedad en este sentido- hasta el ciclismo, siendo este ¨²ltimo toda una apuesta por las carreras a medida que sacudimos el nunchuk y el wiimote con un ojo puesto en la resistencia sobrante de nuestro personaje. Los bolos, otra disciplina que regresa del pasado, sufre una situaci¨®n similar a la del golf: no sorprender¨¢ a nadie su presencia, pero s¨ª la nueva mec¨¢nica que se ha implementado gracias a WMP.

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Aqu¨ª es fundamental saber manejar el tiempo de la brazada para no cambiar de rumbo sin as¨ª desearlo, as¨ª como controlar las energ¨ªas que se agotan r¨¢pidamente con una disciplina no tan divertida como vistosa. No es f¨¢cil hacerse con el control de este deporte sin repetir la prueba un buen par de ocasiones, aunque siempre contamos con la posibilidad de contar con la inestimable ayuda de un compa?ero que haga de la traves¨ªa un viaje placentero. Pese a que no se trata de una prueba que haya llamado especialmente nuestra atenci¨®n, hay que aplaudir el trabajo que ha realizado Nintendo para que WMP responda a la perfecci¨®n a la hora de dar la brazada, siendo posible incluso mantener el remo dentro del agua para calibrar la direcci¨®n mientras movemos lateralmente el perif¨¦rico. Movimientos milim¨¦tricos que alejados de la perfecci¨®n son capaces de hacer sentir al jugador al borde de las olas.

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Las otras dos disciplinas siguen m¨¢s o menos la misma l¨ªnea. Mientras que el Waveboard ofrece al jugador la posibilidad de realizar toda clase de piruetas aprovechando las olas que deja tras de s¨ª la banca que va a remolque del jugador -con la ¨²nica preocupaci¨®n de caer bien sobre la superficie del agua para puntuar acorde al salto que hemos realizado-, la moto acu¨¢tica recuerda a grandes rasgos al estilo de juego del cl¨¢sico Wave Race. Es decisi¨®n del jugador competir contrarreloj o contra los propios amigos que se unan a la fiesta, tomando los controles como si de la empu?adura de una moto de agua real se tratase. Hay que enfrentar ambos mandos, rot¨¢ndolos para conseguir un extra de velocidad o para tomar una curva cerrada. El comportamiento de estos veh¨ªculos sobre el agua es sencillamente sublime, lioso en un primer momento pero id¨®neo seg¨²n deja entrever cuando pasamos varias horas experimentado con este minijuego.

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Cuando terminamos de exprimir lo que son capaces de dar de s¨ª estas modalidades pasamos a descubrir las tres que restan todav¨ªa por conocer. En primer lugar encontramos el Tiro con Arco, disciplina ol¨ªmpica que aqu¨ª sorprende por la enorme precisi¨®n que exige tener para lograr una diana, exactamente igual que sucede en la realidad. Los controles son esenciales para poder acertar en el blanco al menos una vez, siendo necesario calibrar correctamente la posici¨®n del jugador con el wiimote para posteriormente tensar la cuerda con el nunchuk. Si somos buenos en el tiro a distancia no tendremos problemas para salir victoriosos de todas las competiciones que se ofertan al jugador -dos por cabeza-, mientras que si es la primera vez que participamos en un deporte de estas caracter¨ªsticas es mejor ir afinando la vista.

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Arena de otro costal es el ping-pong, el tenis de mesa que inventaron los brit¨¢nicos a principios de siglo para que posteriormente el mundo chino clamase su hegemon¨ªa con jugador de gran prestigio. Al margen de esto, la propuesta fundamental reside en pasar la bola por encima de la red tratando de imprimir efecto con un leve movimiento de mu?eca. Ganar es complicado, la bola no responde perfectamente ante nuestros movimientos, aunque dominar el sistema es cuesti¨®n de pr¨¢ctica. Es sin duda la disciplina que m¨¢s ha llamado nuestra atenci¨®n por ser la primera vez que el wiimote reconoce con precisi¨®n los movimientos relacionados con una pelota de tama?o min¨²sculo que nadie -a excepci¨®n de Rockstar- ha sabido llevar al ¨¢mbito de los videojuegos.

Las sensaciones que transmite este deporte son dif¨ªciles de explicar, exactamente lo mismo que sucede con el Paracaidismo. El ¨²nico sentido que tiene esta modalidad es el de contemplar c¨®mo el WMP reconoce al dedillo todos los movimientos que realizamos con los Miis, a medida que nuestro personaje cae en picado tratando de mantener una postura determinada que posteriormente se fotografiar¨¢. El requisito para que se d¨¦ esta situaci¨®n es el de lograr encadenar al personaje principal con cualquier otro paracaidista que se deje ver por el lugar, algo que en la pr¨¢ctica resulta bastante m¨¢s dif¨ªcil de lograr que en la teor¨ªa. Adem¨¢s en la modalidad ?Vuelo', nombre que ha recibido en la adaptaci¨®n al castellano, tampoco contamos con demasiadas posibilidades alternativas que s¨ª se encuentran en otras disciplinas.

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Para muchos es un ejemplo de c¨®mo se mueve en la realidad WMP, para otros una modalidad que no tiene demasiado uso real. Tampoco es cuesti¨®n de obcecarse con una vertiente deportiva que efectivamente, parece hacer m¨¢s la funci¨®n de demostraci¨®n visual que de disciplina como divertimento al uso. Un mal menor cuando en el mismo producto se encuentran m¨¢s de 30 variantes entre todas los retos deportivos que est¨¢n al alcance de los jugadores, por no mencionar los t¨ªtulos que se obtienen al vencer de forma exitosa cada una de las pruebas que componen la edici¨®n final de este videojuego.

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