Revenge

Si hace unos a?os alguien hubiese aventurado el ¨¦xito de Transformers en la taquilla de los cines a nivel global, probablemente la gran mayor¨ªa hubiese soltado una interminable carcajada hasta descolocar la mand¨ªbula. Nadie deber¨ªa sentirse sorprendido por la inevitable atracci¨®n que siente el p¨²blico habitual ante superproducciones pensadas principalmente para ser disfrutadas en momento de sosiego como para la mayor¨ªa supone el verano. La ¨¦poca estival trae consigue la continuaci¨®n del exitoso filme que arras¨® literalmente en taquilla hace apenas dos a?os, sin apenas cambiar el planteamiento habitual de esta clase de pel¨ªculas; mucha acci¨®n, algo de amor y una pizca de patriotismo para bordar la jugada.

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Si a nivel cinematogr¨¢fico no parece que La Venganza de los Ca¨ªdos est¨¦ dispuesta a revolucionar el g¨¦nero, s¨ª que es sorprendente observar c¨®mo en el resto de los niveles se ha realizado una apuesta en firme por ofrecer a los aficionados un producto a la altura de las circunstancias. La adaptaci¨®n a videojuego de Transformers 2 lleva fragu¨¢ndose largo tiempo, tan pronto como se hizo p¨²blico el anuncio de una continuaci¨®n al uso que, para suerte de los usuarios, no pretende seguir al pie de la letra el argumento de la pel¨ªcula. Ha sido LuxoFlux, la empresa que anteriormente estaba al frente de la franquicia True Crime, la encarga de llevar a buen puerto un proyecto bastante ambicioso que tiene como bandera una calidad superior a la de su antecesor.

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En cada fila descubrimos un elenco variado de Transformers que podemos utilizar a nuestro antojo. Es necesario avanzar en la trama principal para desbloquear todos los modelos, aunque en su mayor¨ªa siguen todos exactamente el mismo patr¨®n. No obstante el primer paso que ha de dar el jugador consiste en realizar un conciso tutorial donde se explica al dedillo el sistema de control, bastante mal optimizado, en parte tambi¨¦n por culpa de una c¨¢mara que hace un flaco favor a que la aventura transcurra con dignidad. Este es el motivo que nos invita a conocer los movimientos b¨¢sicos de los Transformers, que en esta ocasi¨®n cuentan con un interesante elenco de peripecias para lograr cumplir los retos que propone cada misi¨®n.

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Antes de pasar a la acci¨®n es menester pasar por la sala de mando, eligiendo posteriormente la ciudad en la que queremos que se desarrolle la acci¨®n. Hay pocas posibilidades dentro de un esquema muy lineal, al hilo de las adaptaciones cinematogr¨¢ficas que generalmente apuestan por la acci¨®n pura y dura. La Venganza de los Ca¨ªdos, pese a la variedad de posibilidades que ofrece, no deja de ser un beat ?em up al uso cuya ¨²nica disfunci¨®n en la de variar levemente el concepto de juego con distintas exigencias en cada fase que protagonizan estos seres rob¨®ticos. El abanico que abre las puertas parece inmenso a primera vista, aunque lamentablemente a poco de comenzar a jugar comprobamos que la mec¨¢nica se repite, acaba por convertirse en una tara que f¨¢cilmente aburrir¨¢ a los que esperen variedad a raudales.

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El personaje principal siempre es un Transformer capacitado para mutar en la forma de un veh¨ªculo, bien sea de automoci¨®n o propulsado por inyectores. Los movimientos b¨¢sicos de los personajes son bastante variados, ofreciendo la opci¨®n de atacar cuerpo a cuerpo, bien con el armamento seleccionado o con ataques especiales que dependen de la clase de robot que estemos manejando en cada ocasi¨®n. Asimismo contamos con la opci¨®n de saltar, trepar por edificios o propulsarnos cuando se toma el aspecto de un veh¨ªculo, cuyo repertorio tambi¨¦n pasa por ataques breves, nitro, etc¨¦tera. Este aspecto depende en su totalidad de la unidad que se est¨¦ manejando, si bien es cierto que el estilo de control es siempre el mismo, bastante asequible para los jugadores experimentados pero muy poco intuitivo si es la primera vez que nos ponemos ante los mandos de una consola.

El tutorial es bastante espec¨ªfico en cuanto a este respecto, con una duraci¨®n aproximada de un cuarto de hora donde se ense?an los fundamentos necesarios para manejar al robot, un coche e incluso un caza, aunque s¨®lo es un peque?o ejemplo del repertorio que ofrece el grupo de los Autobots -Breakaway, Ironhide, Bumblebee, Ratchet?- . En el lado opuesto se encuentran los Decepticons, mejor preparados para la batalla pero menos capaces de recibir da?o a mansalva, lo que a grandes rasgos viene a sugerir que es conveniente comenzar con los ?h¨¦roes' de la pel¨ªcula para evitar traumas tempranos.

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Es cierto que existe una gran variedad de acciones a realizar cuando entramos en acci¨®n, aunque se necesita tiempo para dominarlas en su totalidad. Una vez superado este paso descubrimos las posibilidades reales de los Transformers, que permiten interactuar pr¨¢cticamente con cualquier superficie que se encuentra a su alrededor. El motor gr¨¢fico del juego no es precisamente lo m¨¢s destacado de la aventura pese a cumplir con creces el cometido que se le ha otorgado. Hay una serie de detalles que han llamado poderosamente nuestra atenci¨®n, pasando por el da?o que se genera al caer de una distancia considerable a la cantidad de efectos secundarios que aparecen en pantalla, como por ejemplo al tropezar con los cables de alta tensi¨®n.

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La acci¨®n tiene una mecanismo predeterminado para ser representada en pantalla, bien sea por la necesidad de defender a un compa?ero, por atacar a un grupo de enemigos -sin tratar de preservar la ciudad- o simplemente por llegar a un destino en un tiempo limitado, entre otras posibilidades que ofrecen algo de variedad a la aventura. Sin embargo, no es suficiente para garantizar un disfrute absoluto de los recursos del t¨ªtulo, ya que la monoton¨ªa aparece tan pronto como se termina la campa?a inicial con la que hayamos comenzado la partida. En el interludio que separa cada misi¨®n observamos c¨®mo un video generado por ordenador trata de dar algo de coherencia a las acciones que realizamos en pantalla, aunque lo hace sin ¨¦nfasis ni esmero, de forma bastante superficial.

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Existe una ristra de movimientos a realizar una vez el robot se convierte en un veh¨ªculo, acciones que permiten encadenar varias muertes enemigas haciendo uso de los ataques a distancia. Si somos capaces de emplear la habilidad especial de cada Transformer en el momento indicado no deber¨ªa existir ning¨²n problema para alcanzar el final de cada misi¨®n sin un rasgu?o, siempre dependiendo de c¨®mo de dif¨ªcil queramos que sea la experiencia jugable, que obviamente  puede modificarse desde el men¨² principal. No hay trampa ni cart¨®n en este sentido; la propuesta es lo suficientemente clara como para que sea casi imposible perderse durante una fase de acci¨®n.

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Quien disfrute de este estilo de juego no encontrar¨¢ ninguna pega para sacarle el m¨¢ximo partido en forma de objetos ocultos que se han de desbloquear cumpliendo una serie de requisitos durante las misiones. Bien sea atacar a un enemigo mientras saltamos, emplear la energ¨ªa especial -Overdrive- que permite un poder sobrenatural durante algunos minutos, obtener todos los iconos que deambulan por las distintas ciudades del mundo que recorremos? Si ya de por s¨ª cuesta hacerse con todos, es a¨²n m¨¢s dif¨ªcil rellenar las barras de energ¨ªa que permiten una mayor cadencia de ataque, m¨¢s rapidez de movimientos o un sobrecalentamiento inferior del arma que estemos empu?ando. Un pseudo sistema de experiencia que no deja de ofrecer m¨¢s opciones para disfrutar de la partida.

Si la experiencia se queda corta siempre cabe la posibilidad de disfrutar del modo multijugador, uno de los alicientes del t¨ªtulo que combina a la perfecci¨®n la estrategia con la acci¨®n a raudales. Aqu¨ª es necesario trabajar en equipo para superar las embestidas rivales, haciendo gala de un funcionamiento exento por completo de ralentizaciones. Es otro de los apartados que se ha de aplaudir a la hora de analizar este videojuego, que sin profundizar en demas¨ªa en ninguno de sus conceptos sabe exprimir al m¨¢ximo las posibilidades que ofrece la mec¨¢nica de juego. Sin una historia en condiciones que apoye las partidas es cuesti¨®n de limitarse al entretenimiento puro y duro, sin pensar ni pasar un segundo sin apretar el bot¨®n de disparo cuando la situaci¨®n as¨ª lo exige, que viene siendo en el 99% de los casos.

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Para regocijo de los que andan buscando espectacularidad, la acci¨®n tiene lugar en ciudades por las que pulula alg¨²n que otro autom¨®vil, adem¨¢s de transe¨²ntes que parecen estar ajenos a las explosiones que escuchan a escasos metros de su posici¨®n. En m¨¢s de una ocasi¨®n podremos comprobar c¨®mo un ser humano aparece volando por el centro de la pantalla, propulsado por un disparo, o bien c¨®mo varios elementos explotan tras recibir un ataque frontal de una granada, por poner un ejemplo entre tantos. La ambientaci¨®n no deja de estar bien conseguida por esta peque?a tara sin importancia que vuelve a reafirmar lo que venimos diciendo a lo largo de este an¨¢lisis; la acci¨®n prima por encima de cualquier otro elemento, m¨¢s all¨¢ de calidad gr¨¢fica, ambientaci¨®n, sonido o jugabilidad.

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