Prototipo desatado

La historia de Radical Entertainment est¨¢ llena de juegos basados en licencias, de todo tipo. En sus inicios flirtearon con Terminator, Rocky y Bullwinkle y dos juegos extra?os como fueron Mario is Missing y Mario's Time Machine; unos inicios titubeantes para la compa?¨ªa, que se meter¨ªa posteriormente en juegos de Speed Racer, Beavis y Butt-head, Independence Day, Jacke Chan, Dark Angel, un par de entregas de Hulk (una de ellas el gran Ultimate Destruction), un par de entregas de Los Simpson (Road Rage y Hit and Run), varios juegos de la NHL, varias entregas de Crash Bandicoot y la adaptaci¨®n de la pel¨ªcula Scarface. Es una lista complicada, en la que muchos de los juegos despiertan ciertas reticencias, pero tambi¨¦n es una lista en la que, pese a todo, consigue destacar la calidad de algunos de los productos.

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Es importante conocer el pasado de Radical para entender la importancia de este Prototype, dado que es una de las pocas licencias originales de la compa?¨ªa, que por lo habitual se limit¨® hist¨®ricamente a beber de ideas de fuera. Muy posiblemente, Hulk: Ultimate Destruction haya servido de inspiraci¨®n para el desarrollo de este t¨ªtulo, ya que ambos comparten su premisa b¨¢sica: un mundo abierto, esperando a que lo exploremos libremente, causando el caos y la destrucci¨®n a nuestro paso. Pero Prototype nos presenta a un personaje, Alex Mercer, que es mucho m¨¢s poderoso que el alter ego de Bruce Banner: tiene la habilidad de absorber a los enemigos, adquirir cualquier forma f¨ªsica que desee, e incluso crear armas y m¨¦todos de defensa con su propio cuerpo. Todo un universo de posibilidades en nuestras manos.

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Por lo que parece, todo tiene su origen en la empresa GENTEK de bioingenier¨ªa, en la que Alex trabajaba, y nuestro hombre intentar¨¢ llegar hasta el fondo de todo el asunto y descubrir qu¨¦ ha pasado, para lo cual tendr¨¢ que sobrevivir a las constantes embestidas del Capit¨¢n Cross, l¨ªder de una rama de fuerzas especiales del ej¨¦rcito de los Estados Unidos. Obviamente, mientras todo esto ocurre, el virus no deja de expandirse por toda la ciudad, y la zona se cierra y se deja en cuarentena. Una idea que no ha sido tan buena como parec¨ªa en un principio, dado que el virus se vuelve cada vez m¨¢s poderoso y los habitantes que no evacuaron la ciudad comienzan a convertirse en criaturas cada vez m¨¢s poderosas y terror¨ªficas.

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Pero Alex no es un h¨¦roe, ni siquiera se plantea lo que es la moralidad. Tan s¨®lo tiene un objetivo en mente, que es acabar con todos aquellos que se crucen en su camino, con la gente que le ha convertido en lo que es, y no le importan ni los humanos que todav¨ªa siguen si¨¦ndolo ni las abominaciones que pueblan las calles de Nueva York. Todo ser vivo que se ponga a nuestro alcance nos servir¨¢ de alimento para recupera vida, o ser¨¢ una fuente para obtener nuevos poderes. La din¨¢mica argumental pierde fuelle debido al objetivo ¨²nico de nuestro personaje, y pronto nos encontramos avanzando como lo que somos: una m¨¢quina de matar descontrolada. Algunas escenas de v¨ªdeo nos dejan asombrados por su realismo y sus implicaciones, pero otras no parecen tener raz¨®n de ser, por lo que el resultado, a nivel argumental, podr¨ªa haber dado mucho m¨¢s de s¨ª por propio planteamiento.

Pero por el camino, siempre podemos dedicarnos a lo mejor que ofrece el juego: combates callejeros que alcanzan escalas ¨¦picas por la gran cantidad de enemigos que pueden llegar a participar en ellos, enfrentamientos contra tanques, helic¨®pteros, zombies, mutantes?, podemos utilizar veh¨ªculos como armas, o incluso alimentarnos de los peatones para disfrazarnos o recuperar vitalidad. Tambi¨¦n podremos subir por los edificios, movernos a toda velocidad, o utilizar nuestro cuerpo para mutar y atacar con pinchos o armas de diversos tipos. Las posibilidades son muy numerosas, y podremos afrontar las distintas situaciones de mil y una maneras diferentes, con total libertad para actuar a nuestro antojo, seg¨²n lo que nos apetezca o dependiendo de c¨®mo hayamos decidido personalizar a nuestro personaje.

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Este es un aspecto muy importante del juego, la evoluci¨®n que sigamos en el juego. Recibiremos Puntos de Evoluci¨®n por pr¨¢cticamente todo lo que hagamos, y con ellos podremos mejorar distintas habilidades de nuestro ¨¢rbol. Este toque de rol, que recuerda en ciertos aspectos al juego de l¨¢piz y papel de DC, nos permite aplicar los puntos obtenidos a lo largo de un abanico muy importante de opciones evolutivas, por lo que no s¨®lo podremos llegar a adquirir una cantidad ingente de poderes, sino que nos dar¨¢ la sensaci¨®n de que siempre habr¨¢ algo que conseguir, mejorar, etc¨¦tera. Un sistema muy din¨¢mico que funciona mejor que el visto en las ¨²ltimas entregas de Spiderman, y que se convierte de por s¨ª en un reto adicional.

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Utilizar nuestros abundantes poderes ser¨¢ muy sencillo, aunque obviamente ganar¨¢n en dificultad en su realizaci¨®n seg¨²n la complejidad que tenga cada t¨¦cnica de por s¨ª. Tenemos distintas formas de ataque y defensa, pero son tan numerosas y diferenciadas que todo tipo de usuarios encontrar¨¢n su forma de jugar ideal (por poner un ejemplo, es posible evolucionar hacia las espadas o limitarse a ser una masa de m¨²sculos); por su parte, los movimientos concretos pasan de ser una simple pulsaci¨®n de botones a realizar combos complejos de varios botones accionados a la vez, cuya colocaci¨®n en el mando puede no ser la ideal. De este modo, se traslada al usuario la dificultad de las t¨¦cnicas, consiguiendo transmitir la sensaci¨®n de que de verdad las estamos realizando nosotros mismos.

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Para recuperar la vitalidad, basta con apoderarnos de un transe¨²nte cualquiera y absorber la suya, algo que no ser¨¢ sencillo si estamos enzarzados en medio de un combate, y destaca sobre todo el sistema de disfraces, pudiendo adquirir cualquier forma con la que hayamos conectado. Prototype exige un poco de dedicaci¨®n para llegar a dominar su sistema de control, algo complicado, pero oculta mucho por hacer en su interior, y es dif¨ªcil llegar a expresar en palabras la amplia gama de opciones. Valga decir que tenemos un mundo a nuestra disposici¨®n y que somos el arma m¨¢s mort¨ªfera y peligrosa que jam¨¢s haya pisado la faz de la Tierra. El resultado, muy sangriento.

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Pero pese a estar bastante bien cuidada, la zona de juego es relativamente peque?a, posiblemente m¨¢s de lo que cabr¨ªa esperar; esto permite que moverse por lo ancho y largo de la ciudad sea una aut¨¦ntica delicia, con nulos tiempos de carga e inmediatez bien cuidada, pero deja un cierto sabor agridulce ya que, teniendo en cuenta la escala ¨¦pica que Radical quiso darle siempre al t¨ªtulo, da una cierta sensaci¨®n de haber acabado siendo menos de lo que deber¨ªa. Eso s¨ª, destaca un poco negativamente la presencia de una neblina que nos hace dudar a la hora de calcular nuestros saltos, dado que no se nos permite ver con claridad lo que nos espera al querer dar nuestro siguiente paso.

Tiene sus peque?os fallos, pero tampoco es que el juego estuviese concebido para convertirse en un exponente gr¨¢fico. La idea, como ya se ha dicho varias veces en estas p¨¢ginas, es que somos una fuerza despiadada, con un mundo para destruir a nuestro antojo, causando el caos a nuestro alrededor. La IA de los humanos normales deja algo que desear, pero tampoco han pretendido ser m¨¢s que borregos que esperan a que les llegue la hora. Tambi¨¦n podremos tomarla con los veh¨ªculos y los edificios a nuestro alrededor, convirti¨¦ndonos en una aut¨¦ntica m¨¢quina de matar. A nivel sonoro, las melod¨ªas son bastante buenas, y pese a no destacar especialmente, logran ofrecer un nivel notable, con melod¨ªas que por momento nos recuerdan a las grandes producciones de superh¨¦roes, pero con otras propias de un cine m¨¢s sangriento y con tintes de terror. Perfectas para adaptarse a un juego que entremezcla ambos universos con gran acierto.

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Lo cuidado que est¨¢ Alex, con sus muy buenas animaciones y lo asombroso de sus mutaciones y habilidades, son el principal foco de inter¨¦s a nivel t¨¦cnico, y el juego no sufre en ning¨²n momento para ponernos a cientos de enemigos en pantalla, esperando a ser descuartizados y aniquilados. Desgraciadamente, esto puede jugar en contra, sobre todo cuando el caos que reina en pantalla es total. Hay ocasiones en las que las criaturas son tantas que no seremos capaces de controlar todo lo que acontece, d¨¢ndose casos en los que Alex no parece ser capaz de interpretar nuestras ¨®rdenes con el mando. No es lo habitual, no obstante, y en gran medida tendremos la sensaci¨®n de que tenemos total control de la situaci¨®n, con una gran gama de ataques y posibilidades a nuestro alcance.

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Porque es a nivel jugable donde Prototype explota todo su potencial. Divertido e intenso, este t¨ªtulo mezcla lo mejor de obras de superh¨¦roes (Spiderman y Hulk los ejemplos que vienen enseguida a la mente) con t¨ªtulos de mundo libre (GTA sobre todo) y detalles de terror y gore (Dead Rising). Las posibilidades son casi ilimitadas, gracias a la gran cantidad de poderes que tendremos a nuestra disposici¨®n (muchos de los cuales deberemos conseguir rebuscando por la ciudad). La capacidad de causar el caos que tenemos parece no terminar nunca, y no dejamos de sorprendernos con las nuevas opciones que se van abriendo ante nosotros. En total, el juego nos ofrece una historia dividida en 31 cap¨ªtulos, que puede durar en torno a las 15-20 horas. M¨¢s all¨¢ de esto, s¨®lo nos queda vagar por el mundo y experimentar con nuestros poderes.

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