[E3] Dragon Age: Origins, Impresiones

Haciendo... amigas
Refresquemos la memoria a los despistados: somos un Warden, guardianes antiguos que ahora se tendr¨¢n que enfrentar a la amenaza del Archidemonio en una cruenta guerra en la que deberemos tomar partido si as¨ª lo queremos. Si no, siempre podemos enriquecernos, o vivir pac¨ªficamente en las monta?as. Nosotros elegimos. Y elegimos tanto al principio, con nuestros or¨ªgenes definiendo a nuestro personaje en una extensa 'introducci¨®n' de cerca de tres horas, como m¨¢s adelante en las acciones que hagamos interactuando con el universo que se nos presenta ante nuestros ojos. Pues bien, como buenos guerreros, necesitamos un merecido descanso, as¨ª que nos dirigimos a nuestro campamento.

Las relaciones ¨ªntimas en Dragon Age tendr¨¢n lugar, y al parecer servir¨¢n para definir a nuestro personaje tanto a nivel de habilidades como de relaciones interpersonales. Nosotros nos hemos decidido: ante las provocaciones de Morrigan al darle un libro de hechizos que necesitaba -curioso que su actitud cambiase radicalmente cuando se lo ense?¨¢semos-, decidimos acostarnos con ella. Una cinem¨¢tica muy breve se muestra. Al parecer, este tipo de escenas no est¨¢n definidas, pero no aparecer¨¢ ning¨²n contenido er¨®tico. La c¨¢mara se situar¨¢ convenientemente. Terminamos, pues, con nuestro arrebato de pasi¨®n, pero Leliana nos vio escabulli¨¦ndonos, as¨ª que autom¨¢ticamente nos pide explicaciones. M¨¢s a¨²n, exige un ultim¨¢tum: o ella o Morrigan. Las manos se alzan en la demo. Elegimos a Morrigan.

Un RPG cl¨¢sico en consola
Est¨¢ claro, no es lo mismo tener una keybar con la posibilidad de ser configurada a conciencia, ni tener esa libertad que nos da el rat¨®n para movernos casi a la velocidad de nuestro pensamiento de un lado para otro. Pero el mando puede llevar un t¨ªtulo de esta envergadura con dignidad, tal y como ha demostrado recientemente Sacred 2: Fallen Angel. Eso s¨ª, gr¨¢ficamente se nota un peque?o paso hacia atr¨¢s, imaginamos porque la versi¨®n a¨²n es preliminar. Ser¨ªa extra?o no ver al motor que hizo posible Mass Effect dando unas texturas poco definidas y con algo de dientes de sierra. Permanecemos confiados en este sentido. Funciona muy correctamente, eso s¨ª, a niveles de fluidez. Nuestros cuatro miembros del equipo pudieron campar a sus anchas por una peque?a mazmorra que nos prepararon.

A nivel de control, funcionamos de la siguiente manera: LB sirve para pasarnos al siguiente personaje, RB utiliza la poci¨®n para curarnos en caso de necesidad -los chicos de Bioware nos aseguraron que podr¨ªa personalizarse esto, de cara a pociones de magia o alg¨²n que otro ¨²til necesario-; el gatillo derecho navega entre el men¨² y las habilidades, de cara a asignarlas a los botones X, Y y B, que servir¨¢n para ejecutarlas, mientras el gatillo derecho cambia entre un set de tres y otro. Es decir, podremos atacar con hasta seis magias con relativa rapidez. A es el bot¨®n multiusos, lo mismo te sirve para abrir puertas, que para interactuar con personajes. El D-Pad, la cruceta, cambia entre los objetivos que tenemos cerca. Y el men¨², como es l¨®gico, funciona con Start/Back. Simple.

Impresiones
Dragon Age: Origins se present¨® como uno de los m¨¢s esperados, y contin¨²a manteni¨¦ndose en ese puesto conforme va acerc¨¢ndose su lanzamiento. El t¨®rrido ejemplo mostrado en la feria s¨®lo ha servido para decirnos hasta qu¨¦ punto las relaciones forman un v¨¦rtice en la geometr¨ªa del universo que han dise?ado en Bioware. Por su lado, la versi¨®n de consola -Xbox y PS3 recibir¨¢n el t¨ªtulo simult¨¢neamente- a¨²n se muestra un poco verde, sobre todo en lo referente al aspecto t¨¦cnico y a la integraci¨®n del sistema pause-and-play, baluarte de la saga, en las batallas. Nos mostraremos confiados en que se pulan estas peque?as taras para evitarnos la sensaci¨®n de una diferencia abismal entre plataformas.