FUEL (2009)
- PlataformaPS37PC3607
- G¨¦neroConducci¨®n
- DesarrolladorAsobo Studio
- Lanzamiento19/06/2009 (PS3, 360)03/07/2009 (PC)
- TextoEspa?ol
- EditorCodemasters
Apocalipsis a toda velocidad
Asobo Studio se sale de su l¨ªnea establecida de adaptaciones de pel¨ªcula con un juego de velocidad at¨ªpico. En un mundo post-apocal¨ªptico, lucharemos por ser los m¨¢s veloces de la pista, en un mundo abierto con una extensi¨®n digna de r¨¦cord.
Si algo no se puede poner en duda es la grandeza de Fuel. Desde el principio, se intent¨® crear un producto que rompiese todos los r¨¦cords, convirti¨¦ndose en el juego m¨¢s grande en extensi¨®n, y con m¨¢s libertad para recorrer libremente su mundo. No cabe duda de que en Asobo Studio se tomaron muy en serio ese aspecto del t¨ªtulo, y ya antes de su lanzamiento consiguieron que figurase en el libro Guinness de los r¨¦cords por su extensi¨®n: m¨¢s de 14.000 kil¨®metros cuadrados para recorrer libremente, una cifra que supera el tama?o de regiones de la Tierra como podr¨ªan ser Hong Kong y Singapur. No es la primera vez que un juego de conducci¨®n ofrece un mundo abierto, y como ejemplos bien podr¨ªan surgir Midnight Club Los Angeles o Test Drive Unlimited.
No obstante, ninguno de ambos ofrec¨ªa la misma escala que este Fuel. Resulta curioso que el responsable de esta obra, de tal envergadura, haya sido Asobo Studio, que en su curriculum figuran abundantes adaptaciones cinematogr¨¢ficas: The Mummy, Garfield 2, Ratatouille y Wall-E son sus obras m¨¢s importantes, junto con CT Special Forces. No es de extra?ar que hayan afrontado con mucho entusiasmo este proyecto, en el que poder dar rienda suelta a su creatividad, sin depender de lo que les impusiese una franquicia. No obstante, pese a la magnitud y las dimensiones del mapa que tenemos a nuestra disposici¨®n, a Fuel le ha faltado un poco m¨¢s de impulso para llegar a destacar en el g¨¦nero. Un juego divertido, pero que se pierde en su propia inmensidad.
De por s¨ª, la base del juego es el propio mundo. Si estamos conectados a Internet, nos encontraremos con los dem¨¢s jugadores a lo largo y ancho del territorio en el que nos encontremos, al igual que en los dem¨¢s juegos de mundo abierto anteriormente comentados. Pero a diferencia de aquellos, en los que deb¨ªamos abrirnos camino hacia el siguiente punto de carrera o la siguiente misi¨®n, incluso a nuestro hogar o garaje, en Fuel deberemos simplemente pulsar Start para que aparezca el men¨² de acceso a todo cuanto oferta el juego. Ese mundo libre, por tanto, nos servir¨¢ para cosas m¨¢s banales como recorrer el mapa, explorar todos los recovecos, intentar encontrar los puntos de inter¨¦s, etc¨¦tera. Curioso de por s¨ª, pero dada la extensi¨®n del mapa precisaba de alg¨²n incentivo m¨¢s.
Desde ese men¨² podremos seleccionar el Campamento al que queremos acceder y, dentro de ¨¦l, las carreras y los desaf¨ªos a nuestra disposici¨®n. La variedad de pruebas es bastante abundante, aunque todas se reducen pr¨¢cticamente a lo mismo: buscar la ruta m¨¢s corta para llegar al objetivo en primer lugar. Las carreras pueden ser a trav¨¦s de puntos de control, basadas en un determinado n¨²mero de vueltas a un circuito, o completamente libres, debiendo tan s¨®lo alcanzar la meta; adem¨¢s, cada una est¨¢ adecuada a un determinado tipo de veh¨ªculo, por lo que s¨®lo podremos participar si poseemos ese tipo concreto. Para ello necesitaremos dinero Fuel, que se consigue ganando Carreras. Adem¨¢s, tendremos tres niveles de dificultad disponibles para elegir.
Lo extra?o es que la diferencia entre niveles, no es especialmente llamativa; a efectos de recompensa el Fuel ser¨¢ acumulativo, siendo la misma cantidad en todos los niveles. As¨ª, si ganamos en Experto, tendremos todo el Fuel posible en esa prueba. Eso s¨ª, s¨®lo valdr¨¢ la victoria total, llegar a la meta en el primer puesto, sin que haya nada ni tan siquiera para el segundo. Los diferentes niveles valen, principalmente, para conseguir todos los emblemas de victoria, que contar¨¢n individualmente en el c¨®mputo general. Por su parte, los desaf¨ªos nos ofrecen pruebas m¨¢s extra?as, como contrarrelojes para llegar a la meta, vencer a un helic¨®ptero en una carrera, tocar a todos los dem¨¢s veh¨ªculos en la carretera, etc¨¦tera. Son pruebas curiosas y variadas en concepto, pero que a fin de cuentas dejan la sensaci¨®n de que se acaban reduciendo a lo mismo, sobre todo gracias a la amplitud y libertad que oferta el mundo.
Todos los modos comparten defectos y virtudes por igual. En ning¨²n momento tendremos limitaciones que nos impidan salirnos del trazado a seguir, algo que en las carreras por puntos de control nos puede suponer perdernos irremisiblemente al no avanzar por donde el juego espera que lo hagamos (jugando de forma pura, sin GPS, claro). Esto es m¨¢s permisivo en los desaf¨ªos y las carreras libres para llegar a la meta, donde podemos fijar una ruta en l¨ªnea recta y seguirla a trav¨¦s de barrancos, bosques, caminos y todo lo que nos podamos encontrar en nuestro camino, sin que se respeten en casi ning¨²n momento las leyes l¨®gicas de la f¨ªsica. Por ejemplo, es posible lanzarnos a toda velocidad contra un muro de una monta?a y, con el salto del choque, llegar a la parte superior del mismo y seguir ascendiendo.
Obviamente, no todo es tan f¨¢cil, y si bien es posible (dependiendo del modelo de veh¨ªculo y del terreno del que se trate) trazar esa l¨ªnea recta y seguirla sin mayores problemas, en ocasiones eso tambi¨¦n puede ser lo que nos ralentice y dificulte nuestro avance hacia el objetivo. Es decir, deberemos ser selectivos en la elecci¨®n de ruta y saber determinar qu¨¦ nos conviene m¨¢s. Para evitar perdernos (algo muy ¨²til en las carreras), podemos activar en cualquier momento el GPS, un camino de flechas que nos indican el trazado hacia el siguiente objetivo, sea meta o punto de control. No obstante, se trata de la ruta legal, siguiendo las carreteras y caminos ya existentes, y casi nunca es la ruta ideal, y de seguirla fielmente estamos avocados al fracaso contra la m¨¢quina (algo que puede variar seg¨²n la prueba y el circuito, claro est¨¢).
En total, contamos con 19 campamentos (que se van desbloqueando a medida que vayamos ganando medallas), en los que se divide el total de kil¨®metros cuadrados del mapa, que en su conjunto nos ofertan 72 carreras distintas (para un total de 216 medallas, en los tres niveles de dificultad). Adem¨¢s, tenemos 190 desaf¨ªos secundarios, y un total de 74 veh¨ªculos que podremos comprar en cualquier momento. No cabe duda de que el juego es muy amplio tambi¨¦n en cuanto a duraci¨®n, pero hubiese estado mejor que se ofertase un hilo conductor m¨¢s cuidado, porque da la sensaci¨®n de que afrontamos pruebas aisladas que, si bien consiguen entretener, tienen la misma facilidad para llegar a resultar rutinarias. Por mucha amplitud que se tenga a disposici¨®n, si no se consigue explotar con sus modos de juego, deja un sabor agridulce.
Destacan las opciones de personalizaci¨®n que pone el juego a nuestra disposici¨®n, aunque no sean demasiado profundas. Por ejemplo, podremos modificar los veh¨ªculos, aunque sea s¨®lo en sus colores. El men¨² de personalizaci¨®n es m¨¢s completo, y podremos modificar la cabeza, el pecho, las piernas y la piel del mismo. Adem¨¢s, a medida que vayamos consiguiendo medallas obtendremos un total de 222 accesorios diferentes que podremos utilizar en estas opciones de personalizaci¨®n. Del mismo modo, tambi¨¦n podremos adaptar nuestros propios circuitos gracias al editor de carreras que presenta el juego; no es demasiado profundo, pero tampoco es necesario para la simpleza de los propios circuitos del juego.
A mayores, podremos buscar en el modo libre puntos de inter¨¦s, mejoras de piloto, localizar todos los camiones radar? Pero como ya hemos dicho antes, esto son cosas adicionales cuyo principal atractivo radica en los logros y trofeos. En cuanto al juego online, es posible compartir ese mundo libre a trav¨¦s de la red, o bien disputar carreras de circuito, con puntos de control o llegar a la meta de forma libre. De por s¨ª, Fuel ofrece una amplia selecci¨®n de circuitos para el modo online, pero tambi¨¦n se podr¨¢n utilizar los creados por usuarios. Con un acceso r¨¢pido y sencillo, y sin que se aprecien problemas de lag, el modo online es satisfactorio, aunque al menos en estos primeros d¨ªas, daba una importante sensaci¨®n de vac¨ªo al competir pocas personas.
Los efectos clim¨¢ticos, con tornados, lluvia y nubes de polvo, son una verdadera delicia, ya que consiguen transmitir todav¨ªa m¨¢s intensidad a las carreras y se convierten en una de las bazas m¨¢s importantes de Fuel. El desastre clim¨¢tico provoca que los caminos est¨¦n llenos de coches y camiones abandonados que deberemos esquivar, as¨ª como saltos naturales en las carreteras rotas y la chatarra acumulada que se unen a los de las monta?as. En el apartado sonoro no destaca especialmente, con melod¨ªas buenas pero con una importante carencia de efectos de sonido, tan escasos que parecen repetirse de forma constante; algo que se hace muy patente al invertir una importante cantidad de horas.
Esto no es nada complicado, dado que si por algo destaca Fuel, como ya hemos destacado varias veces a lo largo de este an¨¢lisis, es por su amplitud. Tendremos gran cantidad de cosas por hacer, llev¨¢ndonos muchas horas conseguir todo lo que el juego tiene por ofrecernos. Adem¨¢s, una vez superadas todas las pruebas que nos propone el juego de por s¨ª, siempre queda el multijugador online, con competiciones hasta diecis¨¦is usuarios, junto con el editor de circuitos que puede dotar al t¨ªtulo de una longevidad casi infinita. La libertad de caminos es muy satisfactoria y nos invita a perdernos en su mundo, aunque hay ocasiones en las que un salto suicida puede resultar un ¨¦xito o implicar nuestro reinicio en la carrera, dependiendo de tan s¨®lo variables milim¨¦tricas que la m¨¢quina puede estar dispuesta o no a perdonarnos.
El mando de control responde con acierto a nuestras indicaciones, aunque es un juego demasiado sencillo: tan s¨®lo tendremos que acelerar y frenar. Luego, es todo cuesti¨®n de acostumbrarse a su particular din¨¢mica de juego, La de Fuel es una competici¨®n reducida a su m¨ªnimo exponente, es directo y sencillo de dominar, un arcade que se adapta f¨¢cilmente a todo tipo de usuarios. Por eso mismo, consigue resultar divertido, una experiencia diferente que, pese a no llegar a hacer sombra a los grandes del g¨¦nero, tiene su encanto particular. La distinta respuesta de cada tipo de veh¨ªculo a?ade un plus de inter¨¦s a la jugabilidad, dado que dominar todas las m¨¢quinas no ser¨¢ sencillo por sus propias dimensiones.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.