[Pre E3] Drawn to Life: The Next Chapter, Impresiones

?Desempolva la brocha y la paleta, aspirante a artista! Drawn to Life da el salto a la consola de sobremesa de Nintendo en una aventura totalmente nueva donde deberemos encontrar los Artefactos del Poder para salvar a los Rasposa. Todo ello con m¨¢s de 100 objetos personalizables y la oportunidad de dibujar las soluciones en el mismo escenario.

"El gr¨¢cil caballero" / "el esperp¨¦ntico deforme" avanza con firmeza y sin demora por la fase plataformera. A su paso zumban "coloridas abejas" / "molestos moscardones" que laboriosamente extraen el polen de "las fr¨¢giles flores" / "los estrafalarios pepinos". Una r¨¢faga de aire impregna el ambiente de "hojas danzarines" / "adefesios a¨¦reos", de modo que el h¨¦roe decide anexionarse unas alas "angelicales" / "de murci¨¦lago" para impulsarse por las corrientes y llegar as¨ª al final del nivel.

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Un recorrido tan art¨ªsticamente esquizofr¨¦nico fue posible gracias al lanzamiento de Drawn to Life para la consola port¨¢til de Nintendo. La premisa era sencilla pero efectiva: los jugadores deb¨ªan dibujar al protagonista, ciertos objetos del entorno y los ¨ªtems que les iban a servir de ayuda para completar una tanda de niveles con grandes dosis de saltos y exploraci¨®n. La peculiar interactividad permit¨ªa que cualquiera pudiese sacar al "fenomenal" / "patoso" artista que llevaba dentro mientras iba al rescate de los Rasposa, unos animalillos parecidos a los zorros que viv¨ªan amenazados por la presencia del renegado Wilfre.

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La desarrolladora estadounidense 5TH Cell fue la encargada de convertir esta idea en un ¨¦xito jugable y desde entonces este equipo ha ido reinventando otros conceptos en sucesivos productos; el reciente Lock's Quest a¨²na la estrategia en tiempo real con la adicci¨®n de las torres de defensa, mientras que el inminente Scribblenauts invita a dibujar las soluciones para una serie de puzles. Paralelamente, la japonesa Altron lanz¨® un spin-off de DTL inspirado en la serie de dibujos animados Bob Esponja, concretamente de un episodio titulado Frankendoodle.

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No obstante, la evoluci¨®n llegar¨¢ con Drawn to Life: The Next Chapter, momento en que la franquicia decide dar el salto a la Nintendo Wii. Lejos de convertirse en un simple port, este "pr¨®ximo cap¨ªtulo" presenta una aventura totalmente nueva que tambi¨¦n recibir¨¢ su respectiva versi¨®n para la port¨¢til de doble pantalla En la versi¨®n para Wii, los jugadores ir¨¢n en pos de los Artefactos del Poder para salvar a los Rasposa de un nuevo villano. Los pilares b¨¢sicos permanecen intactos, sin ninguna goma de borrar que amenace su estabilidad: presentaci¨®n al estilo libro de cuentos, plataformas a tutipl¨¦n y la reaparici¨®n de algunos de los personajes de la anterior entrega.

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Los cambios surgen nada m¨¢s acceder al modo dibujo para crear a nuestro particular protagonista. El stylus se ve reemplazado por el sensor de movimiento del wiimando, que tiene los mismos pros y contras que el de una brocha: cumple con creces su funci¨®n sacrificando precisi¨®n y detalle. Pese a ese detalle, la adaptaci¨®n al nuevo estilo de control se produce con rapidez; los ¨²nicos que tendr¨¢n dificultad a?adida ser¨¢n los ¨¢vidos por producir creaciones m¨¢s complejas y precisas -como aquellas que pretendan representar a los h¨¦roes de otros videojuegos.

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El modo dibujo, tal y como ocurr¨ªa con la primera entrega, permite una creatividad plena gracias a una interfaz reminiscente al efectivo y cl¨¢sico Microsoft Paint. La herramienta b¨¢sica es el l¨¢piz, pero adem¨¢s tendremos a nuestra disposici¨®n formas geom¨¦tricas, l¨ªneas, colores... Las distintas partes del personaje -brazos, piernas, cabeza, torso- pueden -y deben- ser tratadas por separado para obtener un resultado m¨¢s personalizado, ya sea un h¨¦roe tradicional -una bruja, por ejemplo- o un h¨ªbrido extra¨ªdo de los sue?os m¨¢s delirantes del artista Joan Mir¨®.

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Una vez tengamos al protagonista dibujado, llegar¨¢ el momento de sortear una serie de niveles -estructurados en distintos mundos: parajes nevados, reinos suspendidos en el aire, junglas ex¨®ticas...- donde la verdadera estrella ser¨¢ la exploraci¨®n. Los saltos son muy permisivos -parecer¨¢ que estamos flotando- y en pocas ocasiones caeremos en alg¨²n abismo. De este modo, la curiosidad no matar¨¢ al gato, sino que lo recompensar¨¢ con una sinf¨ªn de monedas y extras ocultos a los que s¨®lo podremos acceder si nos salimos del camino establecido hacia la puerta final.

Los enemigos tampoco ofrecen retos frustrantes o reiterativos; basta con golpearles o saltarles encima para que dejen de molestar. Las sombras volver¨¢n a hacer acto de presencia, mientras que cada mundo tendr¨¢ su correspondiente fauna -abejas en las praderas, por ejemplo-.  De tanto en cuanto aparecer¨¢n ciertos rivales especiales que requerir¨¢n astucia y brocha. Como muestra, una pincelada: los temibles osos pueden vencerse a distancia dibujando una roca que descienda por la colina cercana hasta que choque contra ellos.

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En algunas partes del nivel deberemos dibujar algo para poder avanzar; el juego siempre nos avisar¨¢ de cuando es necesario, pidi¨¦ndonos que pulsemos el bot¨®n C para activar la interfaz de creaci¨®n. En ocasiones, la finalidad ser¨¢ puramente est¨¦tica -como flores que adornen el trayecto, o abejas que zumben en los panales de miel- mientras que en otras estos ¨ªtems se convertir¨¢n en objetos ¨²tiles para nuestra empresa.

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Una flor con un muelle nos impulsar¨¢ en todo momento, los ascensores nos llevar¨¢n de una planta a otro sin peligro alguno, las corrientes de aire dirigir¨¢n nuestros paseos por el aire... Todos son objetos puntuales que una vez dibujados aparecer¨¢n cuando los necesitemos. Asimismo, podemos a?adir habilidades al multiforme protagonista seg¨²n las circunstancias: alas para conseguir el doble salto, garras lobeznas para agarrarse a las superficies lisas... La nota de prensa de rigor promete m¨¢s de 100 objetos, entre ellos veh¨ªculos, herramientas o armas... un desfile de utensilios que dar¨¢n un toque m¨¢s de variedad a la aventura.

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Todos estos ejemplos tienen funciones preestablecidas, de modo que lo ¨²nico que podemos alterar es su forma. Ahora bien, existen una variedad de puzles en los que deberemos dibujar la soluci¨®n que convengamos m¨¢s adecuada -toda una novedad para la franquicia-. Una corriente de aire nos impide acceder a la plataforma m¨¢s cercana, pero podremos pasar instalando una l¨ªnea que tapone su entrada o formando un tobog¨¢n que nos conduzca a nuestro destino; una escalera o una serie de bloques ser¨¢n adecuados para llegar a cimas aparentemente inalcanzables...

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En todo momento sabremos cu¨¢ndo hemos de actuar ya que las secciones en las que podemos dibujar aparecer¨¢n limitadas por un recuadro, de menor o mayor tama?o seg¨²n las circunstancias. Una barra de pintura indicar¨¢ la cantidad de la misma que podemos utilizar para solucionar el rompecabezas, y un oportuno bot¨®n de deshacer eliminar¨¢ todo error que hayamos creado durante el proceso.

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Drawn to Life: The Next Chapter sigue en desarrollo, de modo que el n¨²mero total de niveles que contendr¨¢ sigue siendo indeterminado. De momento, se apunta a que habr¨¢n cerca de 20 fases de media hora de duraci¨®n cada una; una vertiginosa calculaci¨®n matem¨¢tica nos indica que el juego podr¨ªa oscilar entre las 10-12 horas. La versi¨®n para NDS es totalmente independiente y ofrece su propia tanda de novedades, como la posibilidad de cambiar de forma o mercadear armas y accesorios con los amigos.

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Con su lanzamiento previsto para el cercano oto?o, el pr¨®ximo cap¨ªtulo de uno de los caballos ganadores de THQ promete mejorar la mec¨¢nica de la entrega original y el de su esponjoso spin-off sin tomar demasiados riesgos durante el proceso. Su poca exigencia y dificultad pasar¨¢n desapercibidas para aquellos con ganas de explorar y desatar su yo creativo, mientras que repeler¨¢ a los que buscan retos y emociones m¨¢s complejas y serias. Los primeros lo agradecer¨¢n adornando sus mundos de belleza y color, mientras que los segundos tendr¨¢n la oportunidad de vengarse garabateando nabos -u otras hortalizas- sin cesar.

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