Br¨¹tal Legend, Impresiones
Eddie es el mejor roadie sobre la faz del planeta. Un d¨ªa cualquiera, en la antesala de un cutre-concierto de metal, sufre un peque?o accidente que salpica de sangre la hebilla de su cintur¨®n. Antes de darse cuenta se encuentra en pleno templo del Ormag?den, con extra?os s¨²bditos dirigi¨¦ndose a ¨¦l para ser sacrificado. As¨ª da el pistoletazo de salida esta brutal leyenda que combina a partes iguales heavy metal y ¨¢cido sentido del humor en el primer sandbox creado por Tim Shafer, la mente que se esconde tras cl¨¢sicos del calibre de Monkey Island o Full Throttle.
Eddie es el mejor roadie sobre la faz del planeta. Un d¨ªa cualquiera, en la antesala de un cutre-concierto de metal, sufre un peque?o accidente que salpica de sangre la hebilla de su cintur¨®n. Antes de darse cuenta se encuentra en pleno templo del Ormag?den, con extra?os s¨²bditos dirigi¨¦ndose a ¨¦l para ser sacrificado. As¨ª da el pistoletazo de salida esta brutal leyenda que combina a partes iguales heavy metal y ¨¢cido sentido del humor en el primer sandbox creado por Tim Shafer, la mente que se esconde tras cl¨¢sicos del calibre de Monkey Island o Full Throttle.
Ingrata es la vida de un roadie, encargado de preparar las guitarras de los maestros que saltan de cara a los groupies. Son sus acompa?antes, fieles servidores en los momentos m¨¢s dif¨ªciles, los que trabajan mientras las estrellas hacen su vida normal y corriente -beber, drogarse, componer canciones-. As¨ª es Eddie, una mezcla entre el poder¨ªo del heavy metal y la personalidad carism¨¢tica de un aficionado de la m¨²sica que disfruta con cada riff, solo o composici¨®n capaz de poner los pelos de punta. Todav¨ªa hoy cuesta creer que la obra que presentamos fuese una de las descartadas por Activision tiempo atr¨¢s, y m¨¢s a¨²n que Electronic Arts se arriesgase con un producto de estas caracter¨ªsticas con la firme intenci¨®n de lanzar una campa?a publicitaria a la altura de las circunstancias.
Como en el resto de obras publicadas por la compa?¨ªa estadounidense, el lugar elegido para mostrar el t¨ªtulo a la prensa fue Londres, concretamente en la localidad de Hammersmith. De nuevo ponemos rumbo hacia las instalaciones de The Ark en busca de m¨¢s informaci¨®n sobre este esperado t¨ªtulo. Apenas tardamos unos minutos en ponernos en situaci¨®n; en la l¨ªnea del resto de presentaciones que hemos comentado hasta la fecha, Tim Shafer aparec¨ªa en el estrado con su particular aspecto desenfadado. Presidente de la compa?¨ªa Double Fine Productions, tanto por su forma de hablar como de moverse sobre el escenario qued¨® claro que el creativo sigue perfil¨¢ndose como uno de los m¨¢s amigables de cuantos podemos encontrar en la industria.
En primer lugar huy¨® de la presentaci¨®n est¨¢ndar, a saber: Brutal Legend es un juego en el que impera una est¨¦tica inspirada en el Heavy Metal, una de las mayores aficiones del propio Shafer, que combinada con el sentido del humor pretende no revolucionar el g¨¦nero, sino permitir a los jugadores pasar un rato agradable delante del televisor en un mundo completamente abierto donde Eddie maneja dos armas. En una mano un hacha con aspecto m¨ªstico -The Separater- que le confiere un poder¨ªo fuera que ni ¨¦l es capaz de comprender (as¨ª lo deja entrever en una de las primeras conversaciones del juego), y en la otra una potent¨ªsima Flying V -Clementine- con la que invoca a sus aliados toda vez que ejecuta impresionantes solos de guitarra que s¨®lo ¨¦l es capaz de tocar.
Es por ello que el creativo nos invita a pasar a la demostraci¨®n que tiene lugar a puertas cerradas, otro horno calor¨ªfico que cuenta con una impresionante representaci¨®n del juego por todo lo grande. Aqu¨ª, a diferencia de lo vivido en The Saboteur, no hay cajas de madera que aderecen inc¨®modamente la estancia, por lo que nos conformamos con las peque?as butacas que permiten descansar el cuerpo durante los 45 minutos de introducci¨®n a la aventura que aguardan por delante. Uno de los desarrolladores controla un mando de la 360, Shafer se encarga de ir paulatinamente explicando todo lo que vemos en pantalla a medida que transcurre la historia. Como dec¨ªamos al comienzo de este art¨ªculo, Eddie queda inconsciente tras un accidente y cuando despierta se encuentra de s¨²bito en un palacio del terror donde invocan su nombre.
El h¨¦roe est¨¢ confundido, varios monjes se acercan a ¨¦l espada en mano tras una breve escena introductoria, donde murmullan algo acerca de un l¨ªder al que han de satisfacer('lo siento, chicos, creo que yo no soy ning¨²n l¨ªder' sentencia ¨¦l - 'no, lo sabemos, eres el sacrificio de hoy' contestan los malos). El tono humor¨ªstico de esta situaci¨®n perdura a lo largo de toda la demostraci¨®n, no en vano es uno de los aspectos sobre los que gira esta aventura. Los primeros compases se suceden a un ritmo fren¨¦tico. Eddie encuentra el hacha m¨ªstica y con ella da buena cuenta de los all¨ª presentes con un sistema hack & slash que recuerda grosso modo al visto en Fable, momento en el que tambi¨¦n se muestra la capacidad del protagonista de combinar los ataques directos con los poderes de la guitarra el¨¦ctrica, que hace las veces de ataques a distancia.
Las escenas generadas por el motor gr¨¢fico se suceden, presenciamos una introducci¨®n en toda regla que sirve como tutorial para que el jugador aprenda la base del sistema de juego, una tarea bastante sencilla a tenor de los eventos que tienen lugar en pantalla. Eddie abandona el reciente y ante su sorpresa se topa con un mundo ¨¦pico; monta?as barrocas de huesos apilados, grandes monumentos y dem¨¢s reminiscencias que hacen acopio del estilo heavymetalero que caracteriza esta aventura. 'Hemos querido tener en cuenta portadas de discos m¨ªticos de este g¨¦nero musical para decorar el mundo, por lo que encontramos un gran elenco de detalles que los aficionados reconocer¨¢n sin apenas problemas', comenta Shafer. Es justo en este momento cuando el protagonista entiende que se encuentra en un universo paralelo al de su procedencia, algo raro ha pasado, pero todav¨ªa es incapaz de entender lo que est¨¢ viviendo.
En este momento (tras dar buena cuenta de otro grupo de s¨²bditos encapuchados), tiene lugar la escena que hemos visto una docena de veces en el teaser de presentaci¨®n. Un ente con encantador cuerpo de mujer aparece en el lugar, momento que Eddie aprovecha para lanzar otra de sus bromas sarc¨¢sticas anti-t¨®pico; 'Cuerpo de mujer, elegantes curvas? Seguro que en realidad eres alg¨²n bicho del inframundo'. Para regocijo del roadie, sus expectativas se confirman; '?Ja, lo sab¨ªa!', exclama, a¨²n sin comprender que va a tener que luchar una dura batalla contra un enemigo que pone pocas dificultades antes de pasar al otro mundo. 'Es posible bloquear objetivos, alternar entre ellos, de hecho es la base del sistema de control', explica el creativo.
De alg¨²n modo vamos intuyendo que la presencia de Eddie en este mundo no es tan azarosa como puede aparentar en un primer momento, m¨¢s bien todo lo contrario. Tiempo al tiempo, las explicaciones llegar¨¢n m¨¢s tarde. De momento sendos personajes han de descubrir el sistema de combos que pueden poner en pr¨¢ctica para arrasar literalmente entre los enemigos, con Eddie blandiendo su inmaculada guitarra para aturdir a los enemigos mientras Ophelia da buena cuenta de ellos, o simplemente realizando la cl¨¢sica ruleta con la chica mientras el h¨¦roe toma las medidas adecuadas para hacerles picadillo a las primeras de cambio. La facilidad con la que hacen frente a los encapuchados es s¨®lo un gancho para la posterior aparici¨®n del primer gran monstruo de la aventura. Antes debemos aprender a utilizar el primer solo de guitarra de la aventura, y poco m¨¢s tarde un elemento mucho m¨¢s atractivo si cabe: The Deuce.
Como buen 'jevata', Eddie no tarda en buscarse la vida para conseguir crear el primer veh¨ªculo de la aventura, cuyo nombre desvel¨¢bamos anteriormente. The Deuce es algo m¨¢s que un simple coche motorizado, ya que a medida que transcurren las misiones el jugador obtiene partes personalizables para incluirlas y hacer los largos recorridos m¨¢s duraderos. De momento no queda otra posibilidad que utilizar este veh¨ªculo para afrontar el temible enfrentamiento ante un ser que pone la piel de gallina, aunque al igual que el resto de encontronazos que hemos relatado hasta el momento, su funci¨®n principal es la de hacer ver el estilo de juego que hay que poner en pr¨¢ctica para derribarle a monstruos de esta cala?a.
Lo que viene a continuaci¨®n es una hu¨ªda a todo gas por entornos que se derrumban a nuestro paso, atropellando encapuchados a diestro y siniestro sin el menor reparo. El camino para llegar al espacio abierto es bastante largo, y durante el mismo ambos personajes mantienen una interesante conversaci¨®n sobre la tem¨¢tica habitual en esta clase de situaciones, l¨¦ase el amor, la resistencia, y c¨®mo no, una peque?a charla que del h¨¦roe para ense?ar a la chica a realizar un beso franc¨¦s. El amor, las relaciones entre personajes tienen aqu¨ª un papel bastante interesante que apenas se dej¨® entrever en la demostraci¨®n, si bien el propio Shafer confirm¨® su importancia a la larga en la aventura.
'Nos topamos con relaciones fundamentales para el devenir de la historia, as¨ª como con otras secundarias que podemos descubrir m¨¢s adelante. Existe una especie de tri¨¢ngulo amoroso entre Ophelia, Lita Halford y Lars, el jefe de la resistencia', pero en la l¨ªnea de lo anteriormente expuesto, no es algo que pudi¨¦semos corroborar con nuestros propios ojos. Cuando finalmente se pone fin a esta escena, y tras una breve escena con los tres miembros anteriormente mencionados para descubrir la situaci¨®n actual de la zona y por consiguiente el estatus de salvador de Eddie, los desarrolladores deciden dar un peque?o salto en el tiempo para llevarnos directamente hasta el interior de unas t¨¦tricas minas donde encontramos a los s¨²bditos que m¨¢s tarde nos servir¨¢n como fieles aliados para defendernos ante ataques enemigos.
Atacar, defender o mantener el puesto son s¨®lo algunas de los mandatos que acatan durante estos compases, rodeando siempre a un Eddie que poco a poco comienza a sentarse en este mundo de fantas¨ªa musical. Es Shafer quien nuevamente interrumpe el sonido ambiental para aclarar que estas unidades secundarias van cobrando nuevas posibilidades a medida que transcurren las misiones, algo que se muestra por medio de una peque?a demostraci¨®n al final de la sesi¨®n. Los podemos emplear como escudo, como punta de lanza para atacar a los enemigos, o incluso permitirles campar a sus anchas guardando un punto concreto. Los headbangers dan pie a innumerables posibilidades que van m¨¢s all¨¢ de las simples combinaciones entre personajes que coment¨¢bamos al comienzo del texto, por lo que no cabe ninguna duda de que su uso ser¨¢ imprescindible de cara a salir victoriosos de los combates m¨¢s exigentes.
Si en el caso de la producci¨®n de Pandemic apenas pudimos resaltar la importancia de la banda sonora m¨¢s all¨¢ de las pinceladas que permiti¨® la situaci¨®n, est¨¢ claro que en Brutal Legend este aspecto cobra una importancia fundamental. Los largos trayectos con The Deuce van acompa?ados de las mejores melod¨ªas de este g¨¦nero musical, en una selecci¨®n personal e intransferible de Tim Shafer, donde encontramos composiciones de Tim Skold, Wolfmother, Black Sabbath, Zakk Wylde, Iron Maiden, etc¨¦tera. La importancia de otros grupos como Motorhead, Megadeth o Judas Priest viene impuesta por la personalidad de algunos personajes secundarios, as¨ª como por el hecho de haber compuesto melod¨ªas espec¨ªficas del orden de los solos. Como podr¨¦is ver, Brutal Legend no es precisamente una obra en la que se haya descuidado un solo aspecto que se pueda considerar fundamental para que la ambientaci¨®n gane enteros.
Shafer tambi¨¦n confirm¨® la presencia de melod¨ªas secretas, adem¨¢s de varios retos que hemos de cumplir para obtener una radio en condiciones en la que se especifica en todo momento el autor y el t¨ªtulo de la canci¨®n que est¨¢ sonando. Con todo no podemos obviar el trabajo del archiconocido Jack Black, que gracias a su gran actuaci¨®n en School of Rock se ha ganado no s¨®lo el poder doblar al personaje principal, sino tambi¨¦n que su personalidad sirva como inspiraci¨®n para elaborar los chistes y astucias de un Eddie que goza de un car¨¢cter muy marcado, perfecto para cumplir el papel de un protagonista sobre el que gira todo el grueso del argumento.
Lo mejor; sin duda la puesta en escena, el sentido del humor, esa capacidad tan envidiable de Double Fine Productions por hacer sentir al jugador part¨ªcipe del videojuego que est¨¢ desarrollando, no en vano es evidente que hablamos de un juego que se ha creado con un p¨²blico muy concreto en mente. No quiere decir esto que el resto de la audiencia no vaya a ser capaz de disfrutarlo, m¨¢s bien todo lo contrario. Si en algo ha acertado este equipo es en desarrollar un juego que tanto amantes de esta m¨²sica como aficionados a los videojuegos van a saber disfrutar en partes iguales. Tampoco queremos negar una gran verdad; si eres aficionado al Heavy Metal este juego ha de estar en tu lista de intereses. En octubre tendremos ocasi¨®n de comprobar, tanto en 360 como en PS3 (de Wii no se coment¨® absolutamente nada), si esta leyenda es realmente un videojuego brutalmente entretenido u otro de los muchos fiascos que se venden como humo. Por el momento todo apunta a lo primero.
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