Officers: Operation Overlord
El tama?o... no importa
De la mano de Games Factory Interactive, Officers: Operation Overlord nos propone dirigir las tropas americanas durante la conclusi¨®n de la II Guerra Mundial. Utiliza toda tu astucia a lo largo de entornos de dimensiones nunca vistas en un RTS, y vive de primera mano la experiencia de desembarcar en Normand¨ªa para derrotar al Tercer Reich.
?Cu¨¢ntos juegos sobre la II Guerra Mundial hemos llegado a ver en nuestros ordenadores? El que acabe primero de contar, que comience con los granos de arena del desierto de Gobi. Volvemos a encontrarnos ante un t¨ªtulo de estrategia en tiempo real ambientado en esta ¨¦poca, y que revolucionar el concepto con algunas innovaciones de lo m¨¢s revolucionarias. Antes de decidir si es cierto o no, mejor las repasamos todos juntos.
No puede decirse que GFI, o Games Factory Interactive, sea un compa?¨ªa famosa, ni que goce de un amplio reconocimiento internacional. Los t¨ªtulos que ha lanzado desde el inicio del nuevo siglo pueden contarse con los dedos de la mano, y ninguno destaca por haber cosechado alg¨²n tipo de ¨¦xito desmedido. Y estuvieron a punto de contar con la licencia para desarrollar Jagged Alliance, pero les fue retirada. Podr¨ªamos haber pasado otros 9 a?os sin o¨ªr hablar de esta empresa rusa, de no ser por el lanzamiento a gran escala de su nuevo t¨ªtulo de estrategia en tiempo real, Officers: Operation Overlord.
Posiblemente, y para ser justos, tambi¨¦n podr¨ªamos habernos pasado otros 9 a?os sin saber nada de Officers: Operation Overlord. Nos encontramos ante un juego en general, mediocre. Y con esto no quiero decir rematadamente malo, para que no se malinterprete, pero podr¨ªa nombrar de memoria m¨¢s de una docena de juegos con la misma ambientaci¨®n y calidad mucho mayor, y seguro que muchos de vosotros podr¨ªas completar ese listado con otra media docena m¨¢s. No os preocup¨¦is, no es que Officers sea demasiado malo, es que la II Guerra Mundial a dado lugar a una larga variedad de t¨ªtulos.
Bien podr¨ªamos ahorrar tiempo, tanto el m¨ªo como vuestro, y haber dejado que este t¨ªtulo pasara de largo... pero hay dos razones de peso no hacerlo: ahora mismo no hay nada interesante en la tele, y seguro que encontraremos un par de caracter¨ªsticas bastante interesantes. Los mismos desarrolladores aseguran haber recreado el conflicto con una escala y profundidad mucho mayores que cualquier otro intento anterior, gracias a esas innovaciones implementadas en el t¨ªtulo. Es imposible entender las mismas sin describir a grandes rasgos lo que Officers: Operation Overlord nos ofrece, as¨ª que empecemos por el principio.
Operaci¨®n Overlord fue el nombre en clave de la campa?a que todos conocemos como el Desembarco de Normand¨ªa. Esta batalla es el primer ¨¦xito clave para la derrota del Tercer Reich en tierras europeas, y se realiz¨® desde el noroeste de Francia. Para mucho es un momento decisivo en el desarrollo de la II Guerra Mundial, y los m¨¦ritos a la intervenci¨®n americana en esta invasi¨®n han sido recreados en multitud de ocasiones. Puede que por eso se pueden ver tantas ofertas de ocio que casi colocan a los Estados Unidos como vencedores de esta contienda, sin tener casi en cuenta el papel del resto de naciones.
Las misiones en este juego difieren un poco del concepto habitual. Cada una de las fases de la campa?a se compone de varios objetivos que se van sucediendo, de forma que la duraci¨®n de cada pantalla es bastante m¨¢s larga de lo normal. Por poner un ejemplo, el mismo desembarco en la playa de Omaha comprende tanto la llegada de las tropas a la costa, como asegurar ciertas posiciones cercanas a la playa. Una vez conseguido esto, y sin cambiar de mapa, tendremos que ocupar algunos puntos de gran importancia estrat¨¦gica mientras nos defendemos de la contraofensiva alemana.
Para ello haremos uso de distintas unidades, que manejamos de forma independiente. Podemos contar con tropas a pie o con veh¨ªculos de combate, entre los que se encuentran tanques o camiones para el traslado de tropas. Tambi¨¦n es posible ubicar ambulancias, cuya zona de influencia indica que tropas podr¨¢n beneficiarse de sus efectos. Comenzaremos una fase con una cantidad limitada de unidades, pero mediante refuerzos y la consecuci¨®n de ciertos objetivos, pronto podemos ver como crecen nuestras tropas sobre el campo de batalla, y as¨ª controlar zonas m¨¢s extensas.
Los mapas est¨¢n compuestos por varios decorados que representan distintas ubicaciones, como bosques, peque?as villas, ciudades, granjas, trincheras y dem¨¢s. Se nos permite interactuar con algunos de estos elementos, cuesti¨®n que trataremos un poco m¨¢s adelante, y algunos de ellos tienen una importancia fundamental en el aspecto t¨¢ctico, al tratarse de almacenes de suministros o zonas aseguradas para la llegada de nuevas tropas o recursos. Evidentemente, para poder hacer uso de estas caracter¨ªsticas es necesario controlar la zona y sus alrededores inmediatos.
Hasta aqu¨ª, tampoco nos encontramos con nada que difiera excesivamente de lo tradicional. Sin embargo, todas estas acciones transcurren en el mismo mapa, pero sin pantallas de carga intermedias y en tiempo real. Para conseguir que este hecho se cre¨ªble, era necesario un trabajo excepcional a la hora de recrear el campo de batalla y los entornos, de forma que pudieran localizar la acci¨®n durante un periodo de tiempo tan largo. Y este es uno de los aspectos innovadores de los que hablan los desarrolladores, y que verdaderamente es una de las razones para no descartar el juego de buenas a primeras.
La otra medalla que se colgaban los desarrolladores era la de haber conseguido una profundidad inusual en un juego de estrategia en tiempo real. Esta afirmaci¨®n se realiza debido al sistema de paso de tiempo que tambi¨¦n se ha implementado, de forma que mientras juguemos ir¨¢ pasando el tiempo de juego. Pero, ?hay alguna forma verdaderamente efectiva de demostrarlo? Durante nuestra campa?a observaremos como los d¨ªas y las noches se suceden, con el correspondiente efecto de iluminaci¨®n. No queda del todo claro si ¨²nicamente se trata de un aspecto meramente decorativo, o realmente influye en la partida.
En el resto de caracter¨ªsticas, Officers: Operation Overlord no difiere en gran medida de cualquier otro juego ambientado en la II Guerra Mundial, e incluso se puede decir que se queda corto respecto a la gran mayor¨ªa de ofertas. Despu¨¦s de haber realizado un trabajo de innovaci¨®n tan bueno, los desarrolladores no ten¨ªan que haber dejado que el t¨ªtulo se viese perjudicado por no haber sabido a?adir caracter¨ªsticas que, de tan b¨¢sicas, se pueden considerar patrones est¨¢ndar en el g¨¦nero de la estrategia en tiempo real, aunque esto suene un poco pretencioso.
Si hablamos de la jugabilidad, y dejamos de lado los aspectos que ya hemos descrito, el t¨ªtulo de GFI deja bastante que desear. El proceso para manejar las unidades es muy simple, pero para nada intuitivo, y al final termina por mostrar m¨¢s limitaciones de las debidas. Los movimientos b¨¢sicos consisten en mover una unidad de un lugar a otro, realizar un ataque sobre un enemigo o una zona concreta y ponerse a cubierto. Esta ¨²ltima opci¨®n podr¨ªa resultar un poco m¨¢s interesante si se hubiese implementado de una manera mucho m¨¢s correcta de lo que finalmente ha sido.
Cuando una tropa est¨¢ en campo abierto, la orden de buscar cobertura se reduce a que todos sus integrantes se lancen cuerpo a tierra... lo que no resulta del todo incorrecto. Sin embargo, cuando hay elementos del entorno cerca, no los aprovechan como escudo, a menos que est¨¦n programados previamente. De esta forma, un edificio puede servir de protecci¨®n en algunos casos, mientras que al lado podemos encontrar un conjunto de ¨¢rboles que nadie utilizar¨¢ para cubrirse, o un cobertizo que no tiene utilidad alguna, y pasaran desapercibidos para nuestros soldados.
Conseguir refuerzos o apoyo t¨¢ctico es perfectamente posible, aunque la cantidad de los mismos es limitada. Entre las distintas opciones que se nos presentan, nos encontramos con bombarderos, fuego de artiller¨ªa, tropas en paraca¨ªdas y llamar a los cazas para que limpien una zona. Hay que tener cuidado, porque en el momento de pedir un bombardeo no se distinguen amigos de enemigos, y m¨¢s nos vale dejar lejos la zona afectada si no queremos ver como nuestras tropas terminan por confundirse con los agujeros que las bombas dejar¨¢n en el campo de batalla.
Esto es posible porque todo el entorno se ver¨¢ afectado por nuestras acciones, aunque no de manera tan completa como prometen los desarrolladores. De esta forma, no podemos usar un hoyo reci¨¦n estrenado para proteger nuestras tropas, y aunque una casa haya sido destruida, seguir¨¢ siendo una buena protecci¨®n para nuestras tropas. Sin embargo, el aspecto gr¨¢fico es bueno, en general, salvo algunos modelos como los de la hierba o ¨¢rboles. A favor de Officers, la mayor¨ªa de los efectos son magn¨ªficos, como disparos o explosiones, y realmente aderezan visualmente la batalla.
El sonido... es uno de esos temas que es mejor olvidar. Adem¨¢s de que no viene traducido al castellano, tema que obviaremos por ser el menos importante en este caso, el doblaje de las tropas es p¨¦simo incluso en su idioma nativo. Al cabo de dos o tres minutos uno desea acabar con ese infernal ruido que sale de la boca de nuestras tropas, y puede que termine por lanzar ataques suicidas al no tener nada que perder en el intento. Ciertamente, ser¨ªa preferible un buen hilo musical y omitir todas las voces a realizar un trabajo tan p¨¦simo como el que se ha hecho.
Si con todas las razones que hemos ido dando, alguno todav¨ªa duda de sus ganas de jugar a Officers: Operation Overlord... que se decida y juegue. Es un juego con unas cuantas buenas ideas, pero que quedan completamente enmascaradas en un conjunto general de desprop¨®sitos. Si alguien quiere disfrutar de la II Guerra Mundial, dispone de varias opciones perfectamente v¨¢lidas... aunque bien es cierto que algunos aspectos de la oferta de GFI son dignos de presenciar. Aunque si la ¨²nica raz¨®n realmente v¨¢lida son sus inmensos mapas, hay que reconocer que el tama?o no importa tanto como dicen.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar¨¢ huella. S¨®lo recomendable en caso de sequ¨ªa de este g¨¦nero de juegos.