Flojo gancho de derecha

Resulta curioso que en un g¨¦nero tan poco explotado en la generaci¨®n actual como el boxeo haya tan poca variedad de ofertas. Estando actualmente el cintur¨®n de campe¨®n en las manos de EA, con su espectacular Fight Night Round 3, resulta dif¨ªcil que nuevos p¨²giles salten al cuadril¨¢tero para conseguir el liderazgo. Por ello, tampoco sorprende que recibamos este t¨ªtulo casi doce meses despu¨¦s de su lanzamiento original. Lo hace acompa?ando a las versiones para Wii y DS, que hacen uso de las capacidades especiales de cada plataforma, como la Balance Board de la sobremesa de Nintendo.

Sin embargo, en Xbox 360 recibimos un t¨ªtulo solamente correcto, bastante alejado de la espectacular apuesta que gobierna actualmente el panorama pugil¨ªstico de la consola. Ofreci¨¦ndonos la posibilidad de encarnar a un boxeador novato desde sus inicios hasta llegar a la faceta profesional, El Boxeo aporta elementos que resultar¨¢n interesantes a aquellos que quieran experimentar un nuevo panorama. Sin m¨¢s dilaci¨®n, nos ponemos los guantes y el protector bucal y saltamos al ring para destripar este t¨ªtulo, apadrinado por uno de los tipos m¨¢s extravagantes y llamativos de este negocio.

El t¨ªtulo apadrinado por Don King luce en la consola de Microsoft de forma bastante solvente, aunque muy alejado del hiperrealismo de Fight Night. Los modelados de los boxeadores, de gran tama?o, se mueven bien pero responden con una cierta lentitud a las indicaciones del jugador. El grado de detalle es notableo, y el plantel de luchadores reales que se ha incorporado representa bien a sus originales. El impacto de los golpes, y la detecci¨®n de colisiones son dos?de los puntos m¨¢s flojos del t¨ªtulo y no ofrecen esa sensaci¨®n de realismo necesaria en un juego de estas caracter¨ªsticas. En muchas ocasiones contemplaremos como nuestros golpes impactan sin llegar a hacerlo, son bloqueados sin que haya habido una acci¨®n defensiva contraria, o simplemente se quedan a medio camino por que el personaje no llega a extender el brazo bien.

En este aspecto se echa en falta un mejor control y una mejor respuesta de cara al usuario, ya que los impactos quedan lejos de resultar contundentes, e incluso los golpes directos, convenientemente representados con una c¨¢mara lenta cercana, resultan pobres. Fuera del ring es donde encontramos los mejores detalles del t¨ªtulo, con una muy buena puesta en escena a la hora de ofrecer entornos bien diferenciados. El p¨²blico llenar¨¢ las distintas salas resultando veros¨ªmil y perfectamente cre¨ªble, al igual que los distintos personajes como el entrenador, los ¨¢rbitros y los asistentes. Del mismo modo, el modo carrera nos ofrecer¨¢ secuencias intermedias de video real, grabadas con un muy buen nivel de calidad interpretativa.

En lo sonoro,?El Boxeo no ofrece nada m¨¢s all¨¢ de lo justo. La m¨²sica, meramente anecd¨®tica, incluye alg¨²n detalle interesante, como la elecci¨®n de Eye of the Tiger como m¨²sica de fondo para los momentos en los que nos encontramos en el gimnasio. Resulta una elecci¨®n obvia por lo que este tema supone, pero no deja de ser una idea correcta. En el resto de momentos escucharemos melod¨ªas bastante simples, dominadas por los ritmos movidos y un marcado estilo hip hop. La presencia global de la m¨²sica es bastante baja, d¨¢ndole mucho m¨¢s fuerza al repertorio de efectos y voces que a la banda sonora.

La producci¨®n cuenta con un cat¨¢logo bastante variado de sonidos, para los diferentes golpes y fintas, y adem¨¢s llega totalmente doblado a nuestro idioma. Los comentaristas cumplen su papel sin deslumbrar, haciendo comentarios bastante obvios, pero bien sincronizados con la acci¨®n. La contundencia en este apartado es algo mejor que en el visual, y los golpes si que suenan con la potencia con la que deber¨ªan. Esto ayuda a mejorar la sensaci¨®n general de los combates, aunque no consigue paliar completamente los problemas. Se echa de menos un repertorio algo m¨¢s variado en las frases de los comentaristas, aunque en general consiguen acompa?ar la acci¨®n y mantener un buen ritmo narrativo.

El modo carrera nos llevar¨¢ a meternos en el calz¨®n de un novato del ring, un boxeador amateur bastante prometedor, pero con mucho por demostrar. Despu¨¦s de crear un personaje con el completo editor pasaremos a la zona del gimnasio. A partir de este momento seremos part¨ªcipes de la evoluci¨®n de nuestro boxeador, para lo que deberemos disputar combates de exhibici¨®n, torneos y peleas de entrenamiento. El personaje cuenta con cuatro atributos f¨ªsicos, que podremos mejorar mediante diferentes tipos de ejercicios. Cada ejercicio mejorar¨¢ hasta dos de estos atributos, por lo que habr¨¢ que buscar un equilibrio en los entrenamientos - uno a la semana - que podremos realizar.

Las pruebas est¨¢n realizas como minijuegos, ofreciendo diferente enfoque en funci¨®n de si utilizamos la cuerda o el saco, aunque ninguno de ellos llega a resultar mas que anecd¨®tico. Con nuestro personaje en forma iremos ascendiendo hacia la cima, encontrando por el camino muchas de las vicisitudes de las estrellas del cuadrilatero, como realizar spots publicitarios. El ritmo de la campa?a es adecuado, aunque al principio la linealidad es m¨¢s que evidente. Completar objetivos en este modo nos otorgar¨¢ nuevos personajes, escenarios y dem¨¢s elementos adicionales. En el repertorio de boxeadores encontramos algunos viejos ¨ªdolos como Ken Norton o James Braddock, adem¨¢s de treinta estrellas del boxeo en activo.

Una vez en combate, el t¨ªtulo se deja sentir de forma radicalmente distinta al ya mencionado Fight Night. Presenta un esquema de control cl¨¢sico, bas¨¢ndose en los botones para mapear los distintos tipos de pu?etazos, y obligando al jugador a utilizar tanto gatillos como combinaciones de varios pulsadores simult¨¢neos para ejecutar los golpes m¨¢s potentes o las esquivas. El cat¨¢logo de movimientos es bastante justo, limit¨¢ndose a los cl¨¢sicos jabs, directo, crochets y uppercuts, adem¨¢s de una r¨¢faga de golpes que puede ser activada cuando el indicador de adrenalina con el que cuenta el personaje est¨¢ al m¨¢ximo. Adem¨¢s de este medidor, que se recarga conectando series de impactos, contamos con un medidor de vitalidad y otro de resistencia, definiendo el primero la cadencia que podemos imprimir a nuestros movimientos y golpes, y el segundo nuestra resistencia a los impactos.

El ritmo del combate es bastante pausado, condicionado principalmente por la lenta respuesta de los personajes a las pulsaciones en el controlador. De hecho, si realizamos pulsaciones continuadas en los botones, la mayor¨ªa de ellas se perder¨¢n en la animaci¨®n del propio personaje. Esto obliga a considerar muy mucho el momento en el que se lanzan los ataques y acota seriamente la fluidez de los combates. Por otro lado, representa bien el cansancio de los personajes, que se vuelven m¨¢s pesados y lentos conforme pasan los minutos. Este realismo se deja sentir en el combate, en el que atacar continuamente nos dejar¨¢ bastante expuestos a la respuesta del rival, que no tendr¨¢ problemas en arrojarnos a la lona. Una vez ca¨ªdos, deberemos pulsar r¨¢pidamente los botones para recuperar fuerzas, y posteriormente para levantarnos del suelo.

Esta mec¨¢nica, nos asegurar¨¢ estar entretenidos cuando el personaje caiga, pero no resulta especialmente interesante ni aporta nada a la jugabilidad, m¨¢s all¨¢ de obligarnos a mantener la atenci¨®n en la ca¨ªda de nuestro boxeador. Para no ser derribados contamos con la posibilidad de fintar lateralmente, ofrecer una defensa convencional o utilizar el abrazo al contrario para ganar tiempo y energ¨ªa. Con este agarre podremos recuperar nuestra barra de vitalidad, lo que supone un ¨²til momento de recuperaci¨®n de fuerzas, siempre que el rival no se deshaga de nuestra presa. La verosimilitud de las diferentes maniobras es correcta, aunque la fluidez a la hora de encadenarlas es escasa, por lo que resulta dif¨ªcil conectar cadenas de impactos, m¨¢s a¨²n cuando no queda claro cual es la zona que el rival est¨¢ protegiendo.