Afro Samurai
- PlataformaPS36.53606.5
- G谷neroAcci車n
- DesarrolladorBandai Namco Entertainment
- Lanzamiento27/03/2009
- EditorBandai Namco Entertainment
"?Ves lo que pasa, Larry?"
Un samurai afroamericano desviando balas con el filo de su espada. O c車mo hacer un juego atractivo est谷ticamente, basado en una licencia que se presta a hacer cosas muy interesantes, y terminar siendo un hack 'n slash de quita y pon.
El mundo del samur芍i, o el mundo del honor, del respeto, de las tradiciones orientales y de alguna de las obras maestras que se han dado en el cine. El mundo de Akira Kurosawa, de Nobuhiro Watsuki y de muchos otros que ven, en lo que ya se ha convertido en un sub-g谷nero por excelencia, que los duelos de espadas son un fil車n argumental casi ilimitado. Quiz芍s sea por el planteamiento de sus historias, tan cl芍sico y tan atractivo que para muchos son atemporales, o la est谷tica del Jap車n antiguo, llena de indumentarias, colores y ambientes que son una marca en s赤 mismos. Sea como fuere, de vez en cuando aparecen reinvenciones de este contexto, algunas con un cariz moderno de lo m芍s interesante. Es el caso de Afro Samurai.
Obra de Takashi Okazaki, un conocido artista japon谷s por sus obras en algunas revistas, se atrevi車 con esta propuesta a caballo entre el steampunk, la est谷tica anime, el esp赤ritu sucio del spaghetti western de Sergio Leone y el toque personal gracias a la excelente OST realizada por RZA (Wu-Tang Clan) que hizo las delicias de aficionados y profanos en la m迆sica del estilo. Sus atractivos para el p迆blico americano vinieron por la figura del protagonista, un samur芍i afroamericano con voz, cara y mala leche del mejor Samuel L. Jackson, con alguna que otra participaci車n estelar por parte de Ron Perlman -Hellboy-, entre otros. Una mezclanza atractiva comercialmente, efectiva en lo est谷tico e interesante por el desarrollo de tanto la miniserie anime que se lanz車 como de los manga publicados por Okazaki.
Sacar a partir de ah赤 un videojuego era un sota, caballo y rey de lo m芍s l車gico. Namco Bandai Games, subsidiaria de la renovada Atari, agresiva en la adquisici車n de licencias asentadas o con gran atractivo comercial, hizo de esta, junto con el pr車ximo Ghostbusters: The Game y The Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena, su mayor baza en el 芍mbito cinematogr芍fico. Quiz芍s en nuestro pa赤s no notemos este lanzamiento con tanta calidez como en otros territorios, donde s赤 ha tenido una acogida m芍s mayoritaria, pero es igualmente destacable su inclusi車n en el cat芍logo por dos razones: la primera, la calidad del anime original; y la segunda, que el g谷nero del hack ?n slash pega muy fuerte entre nosotros, y eso es una realidad. Ponerse la ?bandana' del n迆mero dos no ser芍, por tanto, entusiasmo de muchos, pero Afro Samurai cuenta con ese engolosamiento a la vista que lo hace digno de ser desgranado con mimo.
Lo que pasa, a partir de ver a Afro llevarla puesta, es de lo m芍s l車gico: arquet赤pica historia de venganza, con muchos pesados queri谷ndose llevar lo que nos hemos ganado a base de sangrientos mandobles, con mucha frase c赤nica y 芍cida de por medio, algunos personajes remarcables, otros no tanto, y en general un disfrute de lo m芍s visceral. Lamentablemente, a pesar de que se cubran m芍s eventos en este periplo que en el anime en el que se basa, su profundidad es bastante menor. De hecho, el utilizar a Samuel L. Jackson y compa?赤a -en perfecto ingl谷s con subt赤tulos, algo que se agradece para no perder el toque personal赤simo de las voces originales- no evita que los di芍logos sean a veces inconexos, el pulso narrativo se pierda y, en general, la historia haga aguas si no tenemos en nuestra mente los datos de la serie.
Esto no es una novedad, ni es un aspecto que debamos tener en cuenta para lastrar negativamente el resultado final. Por ejemplo, 007: Quantum of Solace hace gala de estos saltos temporales-v谷ase, en la misma l赤nea, el juego de Bourne-. Se parte de la base de que un videojuego entrama un lenguaje diametralmente distinto al de una pel赤cula, ergo ?adaptaciones' dichas como tales s車lo pueden hacerse si se toma como base el universo y no la historia en la que se basa. S車lo en algunos casos, como el extra?o King Kong -entre otros-, puede decirse lo contrario.
El estilo Cell-Shading del que hace gala es, simplemente, colosal. Los escenarios se integran con los personajes en movimiento, las texturas s車lo muestran carencias cuando se acerca una c芍mara m芍s de lo que debiera, y sobre todo los efectos de iluminaci車n son colosales. Algunas puestas de sol, algunos efectos clim芍ticos en zonas nevadas, y en general ese aire de tonos c芍lidos, oscuros, le dan ese toque crepuscular, id車neo para las sensaciones que pretende transmitir. Hasta ah赤, un apartado notable, salvando la variedad de escenarios, que es m芍s bien poca, y la molesta c芍mara que nos causar芍 m芍s de un problema si queremos evitar puntos muertos y situaciones comprometidas.
Afro sabe tomar el rol de protagonista con un gran elenco de habilidades, gestos chulescos y movimientos de samur芍i para cortar en rodajas a sus enemigos, mucho m芍s parecidos a ?masillas' -o, si no se entiende el s赤mil, mucho m芍s homog谷neos-. Los tipos que distinguiremos durante toda la historia apenas pasar芍n de la decena, todos ellos bastante limitados, sosos incluso, con alguna que otra excepci車n. Los jefes finales cuentan con esa ventaja que le otorgan venir de donde vienen, as赤 como los secundarios. Pero se nota demasiado lo que es factura propia de Bandai y lo que no.
Otro tema es el casting de voces que se ha hecho para darle vida a todo el plantel de extravagantes seres con los que iremos interactuando: Phil LaMarr o Kelly Hu se unen a los nombres anteriormente mencionados. Muy s車lido trabajo, que le a?adir赤a varios puntos en inmersi車n si no fuese por el mediocre trabajo en la parte de gui車n. Y el trabajo de The RZA en la banda sonora, con parte de los temas utilizados por 谷l, parte dirigiendo al equipo espec赤fico en realizar el trabajo para este t赤tulo, se impregna en gran parte de la esencia de la serie. Se echan de menos m芍s trabajos de la OST original, aunque por lo general el resultado es m芍s que satisfactorio.
Pero echemos un vistazo a la mec芍nica b芍sica del t赤tulo. Afro, en principio, s車lo se vale de su espada en su camino hacia el n迆mero uno. Es, por tanto, la premisa del cl芍sico hack ?n slash, muy en la t車nica Devil May Cry/Ninja Gaiden, la que se impone durante la gran mayor赤a del juego. Tendremos dos botones para hacer ataques fuertes y d谷biles, otro para la patada, y otro para el salto. A partir de ah赤, los combinamos intuitivamente para acabar con nuestros enemigos de maneras elegantes, sangrientas y efectivas. Algo que la misma interfaz se encarga de ensalzar evitando el uso de cualquier indicador que se aleje de lo necesario.
El modo ?concentraci車n' o ?focus' tambi谷n se preocupa de embargarnos de esa sensaci車n de poder. Pulsarlo despu谷s de hacer un combo potente lo activa -aunque esto es te車rico; en la pr芍ctica, podemos activarlo en cualquier momento durante los segundos suficientes-, y en ese momento podremos mantener el ataque pulsado. Soltarlo con el rival cerca de su muerte har芍 que 谷sta sea a迆n m芍s dolorosa, ya que normalmente terminar芍 amput芍ndole una extremidad, la cabeza, o incluso parti谷ndole por la mitad. Elegiremos en qu谷 posici車n lo haremos exactamente para provocar el regocijo del motor de turno.
Este regocijo lo sentir芍 el ejecutor al principio. Muy bonito, s赤, enfrentarse a hordas con una superioridad manifiesta desde el primer instante, sin problemas de ning迆n tipo salvo en ocasiones contadas. Muy bonito hacerlo de la manera en que lo hacemos, a ritmo de hip-hop mestizo. Sin embargo, tomar todos estos elementos y hacer a partir de aqu赤 una progresi車n l車gica, adictiva, con retos diferentes -a pesar de encontrarse envueltos en un marco ya de por s赤 repetitivo como es el del hack ?n slash- es algo que esperamos que en alg迆n momento ocurra, pero que al final no termina cumpli谷ndose.
A esto se deben tres razones. La primera: la poca progresi車n del propio Afro. Tiene algunos combos nuevos gracias al t赤pico sistema de evoluci車n de personaje, pero estos en ning迆n momento establecen nuevos patrones jugables, con los que, por ejemplo, encargarnos de ciertos tipos de enemigos con mayor facilidad, o con los que poder evolucionar en nuestra habilidad al control. Es bastante similar a contar con animaciones nuevas. Muy bonitas, repetimos, pero nada eficaces. A esto hay que sumarle la poca inteligencia artificial de nuestros contrincantes, meros sacos de boxeo sobre los que practicar nuestro arte con la espada. Hay algunos, eso s赤, m芍s dif赤ciles de batir, como es el caso de aquellos que portan armas de fuego, pero por mero aumento en su capacidad destructiva -y, por supuesto, porque les podremos devolver las balas con nuestra espada-.
Indagando en la segunda raz車n que provoca la monoton赤a en cuanto llevamos unas pocas horas con este t赤tulo encontramos que el dise?o de niveles va de mejor a peor conforme vamos avanzando. No somos pitonisas, pero tampoco es necesario contar con una bola de cristal para ver ciertas prisas a partir de un momento en concreto del desarrollo. Secciones muy repetitivas, sobre todo en cuanto a n迆mero y tipos de enemigos, y el a迆n m芍s escandaloso ?pasillismo' con los s赤ntomas de una enfermedad que nos va contagiando poco a poco bostezos y aburrimiento. Esto no quiere decir que cuente con ciertos momentos de lo m芍s disfrutables. Simplemente, la sensaci車n va de m芍s a menos, y no al contrario. Tampoco ayudan las secciones de plataformas, meramente anecd車ticas, ni los puzles, que ni siquiera se acercan a lo ofrecido por los referentes como God of War.
La tercera son los jefes finales, pilar de todo el argumento, y tema sobre el que los chicos de Bandai deber赤an aprender una cosa o dos -les recomendamos No More Heroes y Shadow of the Colossus-. Vale que no cuenten con esa profundidad de los t赤tulos anteriormente mencionados. Ahora, su proceso de eliminaci車n es tan similar -esto es, acabar con cuantos sicarios aparezcan, y aprovechar al momento id車neo para atacarles- que no saca provecho ni a la tem芍tica samur芍i ni al propio sistema de combos implementado en Afro. No es que no comprendamos que son tan humanos como 谷l; simplemente la soluci車n al ?problema' no es la id車nea. Ni de lejos. Completar el camino de venganza hasta acabar con Justice nos llevar芍 entre las 7 y las 10 horas de juego. Si nos hacemos con la lista de coleccionables que nos propone la aventura, y nos decidimos a completar el modo ?m芍s dif赤cil a迆n' llamado ?N迆mero Uno', es posible que encontremos algo de rejugabilidad. Pero por lo general, no ser芍 as赤: Afro Samurai es un juego de una 迆nica partida salvo que hayamos disfrutado much赤simo de su propuesta est谷tica.
Correcto
No es lo 迆ltimo ni lo m芍s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci車n, pero puede divertir si te gusta el g谷nero. Bien, pero mejorable. C車mpralo si te gusta el g谷nero y te gusta tenerlos todos.