Ninja Blade
- PlataformaPC73607.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorFrom Software
- Lanzamiento03/04/2009 (360)03/11/2009 (PC)
- EditorMicrosoft Game Studios
Un futuro muy cl¨¢sico
From Software nos ofrece su nueva apuesta exclusiva para Xbox 360. Un t¨ªtulo con potencial y mucha acci¨®n que se ve lastrado por la excesiva reiteraci¨®n de sus propias f¨®rmulas y algunos detalles t¨¦cnicos que no est¨¢n al nivel de las circunstancias.
A pesar de sus tres a?os de desarrollo, Ninja Blade se anunci¨® todav¨ªa en el ¨²ltimo cuarto del a?o pasado, de forma imprevista en el Tokyo Game Show, y en apenas cuatro meses ya llegaba al mercado japon¨¦s; el resto del mundo deber¨ªamos esperar hasta el 3 de abril, pero siempre dentro de ese marco de meros meses desde el anuncio del juego hasta su disponibilidad en las tiendas. Una pol¨ªtica digna de elogio que nos est¨¢ dando muchas sorpresas y alegr¨ªas en esta generaci¨®n de consolas. En este caso, se trata de una obra de From Software exclusiva para Xbox 360; en el historial de exclusivas para Microsoft de la compa?¨ªa destaca especialmente la que, posiblemente, sea su mejor obra hasta la fecha: las dos entregas de Otogi.
Esto gener¨® ciertas expectativas que se ver¨ªan potenciadas por algunos nombres importantes del panorama internacional, como que de los dise?os se encargase Keiji Nakoka (dise?ador de Lost Planet), o que la banda sonora corriese a cargo de Norihiko Hibino (quien trabajar¨ªa en Zone of the Enders, varias entregas de Metal Gear Solid, Yakuza 2 o No More Heroes, entre muchos otros). Lo cierto es que, en gran medida, Ninja Blade cumple su cometido; estamos ante lo que sus propios creadores definieron como 'juego de acci¨®n cinem¨¢tico', donde prima el espect¨¢culo en todas sus posibles facetas. Cargado de situaciones ¨²nicas e imposibles, se convierte en una propuesta divertida mientras dura, capaz de satisfacer a los amantes del g¨¦nero, aunque no por ello se dejan de hacer patentes algunas carencias importantes que le evitan alcanzar cotas superiores.
Tras el desastre acontecido en la primera misi¨®n del juego, se descubre que Ken es la ¨²nica persona inmune al par¨¢sito alfa, por lo que esto, junto a su gran habilidad para el combate, resulta determinante para que se convierta en el ¨²nico hombre al que se le puede confiar con seguridad la tarea de acabar con la infecci¨®n. A lo largo de las nueve misiones que componen el juego, Ken contar¨¢ con apoyos de distintos tipos, pero en gran medida estar¨¢ solo ante las amenazas constantes. El argumento es sencillo, propio de una pel¨ªcula de acci¨®n de verano, pero eso es justamente a lo que aspira, y no falta pr¨¢cticamente ning¨²n ingrediente en la f¨®rmula: grandes explosiones, enemigos gigantescos, traiciones, charlas filos¨®ficas, magia, artes marciales,? y el estilo de juego es el id¨®neo para potenciar estas caracter¨ªsticas.
Ninja Blade combina la acci¨®n directa a trav¨¦s de escenarios plagados de enemigos con numerosas secuencias plagadas de QTE. Esta combinaci¨®n empieza a ser habitual en pr¨¢cticamente todos los juegos, pero From Software la ha llevado un paso m¨¢s all¨¢, convirtiendo a Ninja Blade, por momentos, en una pel¨ªcula interactiva en la que los QTE son b¨¢sicos, y dominarlos ser¨¢ una habilidad tan necesaria como saber usar la espada. El efecto logrado es bastante acertado, y consigue sin grandes problemas su objetivo de ofrecer espectaculares secuencias cinem¨¢ticas que depender¨¢n de la precisi¨®n del jugador; eso s¨ª, el juego es demasiado r¨ªgido en ese aspecto, y nos obligar¨¢ a repetir las secuencias una y otra vez hasta que seamos capaces de resolverlas.
Pese a que el juego nos indicar¨¢ la acci¨®n a realizar (ataca, salta, cable, etc), esas palabras resultar¨¢n confusas ya que no siempre ir¨¢n acordes al bot¨®n habitual para determinada acci¨®n durante el juego (por ejemplo, que ponga 'Salta', que ser¨ªa el bot¨®n A por defecto, y que tengamos que mover el anal¨®gico hacia arriba). Tambi¨¦n durante el juego propiamente dicho, y no s¨®lo en las secuencias, tendremos peque?os QTE para acabar con los enemigos utilizando movimientos especiales. Cuando los dejemos aturdidos, aparecer¨¢ sobre ellos el icono del bot¨®n Y, y si lo pulsamos, habr¨¢ una secuencia de dos botones que, si la completamos, nos otorgar¨¢ extras en forma de un mayor porcentaje de orbes que dejar¨¢ esa criatura al morir.
El juego, en sus elementos puramente de acci¨®n, recuerda por motivos obvios a dos grandes t¨ªtulos como son Ninja Gaiden y Devil May Cry. Avanzaremos con el escenario, acabando con los enemigos que nos asaltan y superando algunas peque?as secciones de plataformas; no hay grandes puzzles, m¨¢s all¨¢ de encontrar por d¨®nde seguir nuestro camino, y el camino es principalmente lineal, a¨²n cuando en ocasiones (contadas, hacia el final del juego) podremos seleccionar nuestro camino entre dos posibles alternativas. Tenemos dos tipos de ataque a nuestra disposici¨®n, uno normal y otro fuerte, adem¨¢s de salto y del uso de nuestro gigantesco shuriken. Con el gatillo derecho correremos, y nos servir¨¢ tambi¨¦n para correr por las paredes, ya sea en vertical como en horizontal.
A partir de esa base, se va a?adiendo complejidad al sistema. Para empezar, tendremos tres tipos de espada: la normal, un filo cazademonios que acaba convirti¨¦ndose en la Ninja Blade que da t¨ªtulo al juego; una espada doble que ser¨¢ un arma r¨¢pida, ideal para enemigos de peque?o tama?o o veloces; y una espada ancha y pesada, mucho m¨¢s fuerte pero lenta en sus ataques. El juego no disimular¨¢ a la hora de ponernos distintos tipos de enemigos, cada uno ideal para cada tipo de arma; por ejemplo, para los murci¨¦lagos que nos acosar¨¢n constantemente se hace casi imprescindible la espada doble, mientras que para los enemigos con armadura, el filo ancho es el id¨®neo. Deberemos aprender a combinar las tres y adaptarnos a cada situaci¨®n, tanto para acabar con los enemigos como para abrirnos camino por el escenario (se rompen paredes con la espada ancha, o se salta entre edificios con el cable de la espada doble, por ejemplo).
Si bien no es especialmente complicado conseguirlo, y no tardaremos en hacerlos de forma bastante natural, tambi¨¦n es cierto que el avance exigente del juego nos requerir¨¢ tiempo y paciencia para llegar a conocer las virtudes y defectos de cada arma; los consejos del juego, presentes casi en todo momento, no nos desvelar¨¢n los combos especiales de las armas, por lo que es recomendable visitar con asiduidad el men¨² de pausa para ver algunos movimientos que ser¨¢n esenciales para poder llegar hasta el final de la aventura. Lo mismo vale para el shuriken, que tendr¨¢ tres tipos de habilidad (viento, fuego y trueno) que deberemos combinar para superar las distintas vicisitudes del escenario (por ejemplo, el viento apaga fuegos, y el fuego hace arder a los enemigos, pudiendo iluminar salas oscuras gracias a ello).
Todas las armas se podr¨¢n mejorar entre misiones, invirtiendo para ello los orbes de sangre (rojos) que dejar¨¢n los enemigos al morir. Por ¨²ltimo, Ken cuenta con una habilidad particular, que es su visi¨®n ninja. Con ella, el tiempo se ralentiza a su alrededor, ¨¦l se mueve con mayor rapidez, y se podr¨¢ ver la vida de los enemigos, su nivel, los puntos del escenario por los que podremos subir, los elementos explosivos, etc¨¦tera. Un elemento original y muy ¨²til de cara a los enfrentamientos contra jefes finales principalmente, ya que nos dar¨¢ ventajas nada despreciables de cara a asestarle nuestros golpes m¨¢s potentes durante el mayor tiempo posible, adem¨¢s de ayudarnos a esquivar sus ataques.
Son muchos los elementos a tener en cuenta, pero el juego nos lleva bastante de la mano para que aprendamos a dominarlos y sepamos qu¨¦ utilizar y cu¨¢ndo, present¨¢ndolos poco a poco. Tambi¨¦n, al principio de la mayor¨ªa de las fases, tendremos una secuencia de disparo desde una torreta de un veh¨ªculo o nave. Eso s¨ª, una vez visto el secreto de alg¨²n arma en una fase, vistos todos, ya que se repetir¨¢n las secuencias y los trucos durante todo el juego. Ese es uno de los principales problemas de Ninja Blade, la constante repetici¨®n de sus elementos, no ya s¨®lo a nivel jugable, sino tambi¨¦n a nivel de dise?o. Los escenarios se repiten constantemente, y si en algunas misiones parece que s¨®lo est¨¢n ambientados en las mismas localizaciones, en otras ocasiones se observa claramente el efecto de 'copiar y pegar', reflej¨¢ndose secciones id¨¦nticas a las que ya hab¨ªamos vivido.
Lo mismo podr¨ªa aplicarse a los enemigos, dado que la variedad es bastante reducida. En primer lugar, hay que dividir a las criaturas en dos tipos: las normales de campo y los jefes finales. Las primeras son insignificantes, hasta niveles en los que las misiones se limitan a perseguir y atrapar al jefe final de rigor, no pasando de ser meros incordios en nuestro camino. Tan secundario es su papel, que su variedad es muy reducida; sin contar variaciones, podemos contar cuatro o cinco criaturas diferentes, en algunos casos con dos o tres versiones. Una cifra bastante escasa para las nueve misiones que componen el juego, y que resta inter¨¦s a los momentos intermedios entre los grandes enfrentamientos contra jefes finales. Estos son bastante m¨¢s variados, y espectaculares a muchos niveles; sin duda, todas las misiones giran en torno a ellos.
A¨²n a pesar de la variedad de ellos, varios se repetir¨¢n en algunas misiones, pudiendo llegar en algunos casos a enfrentarnos a ellos tres veces en distintas fases, la mayor¨ªa dos veces, y algunos casos concretos s¨®lo una vez. Esto supone un peque?o corte con la narrativa del juego, ya que si bien algunos pueden pasar por ser del mismo tipo, pero no necesariamente el mismo, hay otros cuya reaparici¨®n no tiene raz¨®n de ser. Tampoco ayuda a la progresi¨®n del t¨ªtulo los numerosos saltos con los que nos sorprende; en demasiadas ocasiones, estaremos avanzando por un pasillo y, sin motivo aparente (supuestamente el final del pasillo), apareceremos en otro lugar de repente. Son esos detalles de dise?o los que m¨¢s lastran a Ninja Blade, que peca de ser demasiado reiterativo en las mismas situaciones, id¨¦nticos escenarios y enemigos escasos y cl¨®nicos.
Otro aspecto negativo son los Bugs que presenta, muchos de ellos bastante rid¨ªculos, como quedarnos atascados en una esquina esperando lenta e inexorablemente nuestra muerte sin poder hacer nada para evitarlo y deber repetir una secci¨®n importante de la misi¨®n, o volver a empezar un combate contra un jefe final desde el principio. O uno m¨¢s habitual, la desaparici¨®n de los enemigos en pantalla, haciendo que no seamos conscientes de qui¨¦n o qu¨¦ nos ataca (especialmente cuando se trata de los murci¨¦lagos, de diminuto tama?o, que nos molestar¨¢n sin verlos mientras preparamos ataques especiales). Peque?os detalles que se han pasado por alto y que afectan levemente a la jugabilidad, sobre todo por la desesperaci¨®n que puede llegar a sentir el jugador.
Hay varios aspectos descuidados de forma incomprensible, como por ejemplo el borr¨®n que es Ken durante las secuencias de disparo de inicio de misi¨®n; pegado a la pantalla, es imposible no percatarse de la absoluta falta de texturas y tridimensionalidad. Tampoco se ha cuidado tanto como se podr¨ªan los fondos de los escenarios, ya que da la impresi¨®n de ser un fondo plano m¨¢s propio de un dibujo que de un entorno tridimensional. El apartado sonoro es muy satisfactorio, con buenas melod¨ªas de acci¨®n que acompa?an con acierto lo que acontece en pantalla. El doblaje, que podremos optar por tenerlo en ingl¨¦s o biling¨¹e japon¨¦s/ingl¨¦s (con subt¨ªtulos en espa?ol en todo momento) cumple con acierto su cometido, con algunos momentos brillantes, y otros menos destacables.
A nivel jugable, las nueve misiones de Ninja Blade nos pueden durar hasta una hora cada una (posiblemente menos, o puede que m¨¢s, seg¨²n la habilidad del jugador). Despu¨¦s de terminar el juego, poco m¨¢s habr¨¢ por hacer, salvo intentar conseguir todos los logros, completarlo en otra dificultad, o intentar hacernos un hueco en los marcadores online. El mando de control responde bastante bien a nuestras indicaciones, aunque hay casos en los que Ken no atacar¨¢ en la direcci¨®n que pretendemos que lo haga, lo cual puede llegar a suponer nuestra perdici¨®n en algunos momentos determinados. En general, el ritmo del juego es muy satisfactorio, y resulta divertido, a¨²n a pesar de que algunos jefes finales, por su elevada vida, pueden hacerse algo pesados, adem¨¢s de lo repetitivo que puede llegar a ser a¨²n cuando no es excesivamente largo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.