Yo Presidente, Objetivo: Crisis Global
- PlataformaPC5.5
- G谷neroEstrategia
- DesarrolladorEverSim
- Lanzamiento25/03/2009
- EditorPlaneta DeAgostini Interactive
Al mal tiempo, mala cara
El ingenio se agudiza en las 谷pocas m芍s dif赤ciles, y siempre surge la ocasi車n para el oportunismo que cualquier avispado puede intentar utilizar. Ahora que la situaci車n econ車mica mundial es la mayor preocupaci車n del mundo entero, recibimos una nueva entrega del simulador Yo Presidente, con el sonoro sobrenombre de Objetivo: Crisis Global. ?Ser芍 posible acabar con esta situaci車n, al menos de forma virtual?
Dicen que quien no se consuela es porque no quiere... y este an芍lisis es un ejemplo claro del dicho. Mientras la mitad del mundo se afana por salir de una situaci車n econ車mica deficiente, y la otra mitad hace lo posible por mantenerse a flote, unos pocos elegidos han tenido la gran idea de explotar la situaci車n. La crisis es un recurso harto visto en televisi車n, prensa... incluso en los videojuegos. O, al menos, es lo que pretende la nueva entrega de Yo Presidente.
analiz芍ramos un a?o atr芍s, con motivo de las Elecciones Generales de 2008. Aprovechando la coyuntura, una vez m芍s, Planeta DeAgostini lanzaba al mercado la versi車n en castellano de Geopolitical Simulator, que es el nombre que este juego recibe en otros pa赤ses. Esta ocasi車n no pod赤a pasar sin alguna diferencia respecto a sus versiones en el extranjero, y por ello Yo Presidente tra赤a como buque insignia una campa?a ambientada en el estado pol赤tico de nuestro pa赤s por aquellas fechas.
Claro que, la reelecci車n del presidente del Estado Espa?ol no era el 迆nico aliciente con el que contaba este t赤tulo. Otras tantas campa?as, algunas con m芍s libertades que otras, nos pon赤an al frente de casi cualquiera de los pa赤ses existentes en la actualidad, y nos otorgaba el poder absoluto sobre las decisiones del gobierno en dichas naciones. Tratados comerciales, nuevas leyes o modificaciones de las ya escritas... Yo Presidente no necesita m芍s explicaci車n que la que su mismo t赤tulo le otorga. Pero, ?qu谷 ha cambiado para que veamos una nueva versi車n pasado un solo a?o?
Pr芍cticamente nada, al menos si hablamos en t谷rminos de desarrollo del juego. Por supuesto que se han incluido todas las novedades internacionales para adecuar el entorno a la actualidad, pero nos encontramos ante un t赤tulo exacto al que muchos compraran el a?o pasado, y es importante destacar que no encontrar谷is absolutamente ninguna novedad jugable en estas nueva entrega. Es m芍s, esta versi車n que Planeta DeAgostini distribuye en nuestras fronteras puede ser adquirida como actualizaci車n para el juego del a?o pasado... pero en ingl谷s y de forma digital.
Esto no significa que aqu赤 no vaya a suceder lo mismo, pero de momento no est芍 disponible esta opci車n, as赤 que quienes quieran disfrutar de todas las novedades en pol赤tica internacional, no tendr芍n m芍s remedio que adquirir Yo Presidente, Objetivo: Crisis Global, incluso si ya poseen Yo Presidente, Objetivo: La Moncloa. Y que quede claro que Crisis Global no es una actualizaci車n, porque no es necesario disponer de su predecesor para instalar y jugar al mismo. El t赤tulo que sacan a la venta es el mismo pero con la base de datos actualizada a nuestros d赤as.
En casos como este, bien podr赤amos copiar y pegar el an芍lisis que realizamos el a?o pasado. Sin embargo, los responsables de Geopolitical Simulator han tenido a bien a?adir unas pocas diferencias respecto a la entrega pasada, en forma de nuevas campa?as cuyo denominador com迆n es la crisis econ車mica. La primera y m芍s interesante nos pone al frente de Estados Unidos con el recientemente elegido Obama, y deja el destino del pa赤s en nuestras manos. Empezaremos desde el mismo d赤a de la toma de posesi車n, por lo que no ser芍 necesario enfrentarnos a la oposici車n en las elecciones.
Porque Yo Presidente tiene una gran virtud, la de tratarse de un juego extremadamente accesible a pesar de la gran cantidad de opciones que ofrece, y permite que cualquiera pueda tomar el papel de mandatario del pa赤s que desee. Pero esta pretensi車n es demasiado arriesgada como para salir airoso en su implementaci車n. La pol赤tica global no puede definirse en los simples t谷rminos que cualquier programador puede desarrollar, y las decisiones de un grupo de gente, o de cada persona de forma individual, son imposibles de representar en un videojuego.
Es por ello que uno de los mayores defectos de este producto sigue siendo la desmedida generalizaci車n de los conceptos pol赤ticos, independientemente del pa赤s que hayamos seleccionado. De esta manera, las diferencias entre dirigir Espa?a, Estados Unidos, Rusia o Ir芍n, son m赤nimas. Todos sabemos que en la realidad esto no es cierto. Habr赤a sido preferible limitar la cantidad de opciones con el fin de hacerlas m芍s reales, y de esta manera satisfacer a los potenciales compradores de los principales mercados internacionales. A迆n as赤, Yo Presidente sigue siendo un juego de contrastes...
Porque termina siendo el tipo de t赤tulo que, o bien se ama, o bien se odia. Sus gr芍ficos son simples, pero sirven para representar la acci車n, la interfaz es inconfundible, bien dise?ada y accesible. Lo peor son las caras de los personajes del juego, generadas de forma que los rostros terminan por parecer demasiado extra?os en todos los casos. Adem芍s, la generaci車n de nombres es tan poco variada que terminamos por coincidir con demasiadas personas de nuestro entorno cercano. Y sin embargo, a pesar de estos defectos, el t赤tulo puede enganchar durante horas, dando rienda suelta a la creatividad.
El desarrollo termina convirti谷ndose en acciones y reacciones, y puede que el af芍n por ver en que terminan nuestras decisiones sea el 迆nico motivo por el que un jugador es capaz de pegarse a la pantalla de su monitor frente a un t赤tulo como Yo Presidente. Al final, se nos vende una falsa sensaci車n de completa libertad, que se termina enmarcando en un juego que puede dar lugar a situaciones tan absurdas como la del presidente de Espa?a otorgando el cargo de Ministro de Trabajo al presidente de un sindicato de la India, o una reuni車n entre la presidencia y la mafia china.
anterior an芍lisis, quien quiera disfrutar de Yo Presidente y no haya comprado el t赤tulo anterior, que lo haga. Quien tenga Objetivo: La Moncloa, deber赤a esperar a la actualizaci車n a nuestros d赤as. Y quien no sienta el m芍s m赤nimo inter谷s por estos asuntos, puede descansar tranquilo, porque carecer de este juego no har芍 que pierda el sue?o. Por supuesto, siempre est芍 el verdadero fan芍tico del juego, y esperemos que con su compra consiga paliar la crisis de forma tan efectiva como con sus decisiones durante la partida.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar芍 huella. S車lo recomendable en caso de sequ赤a de este g谷nero de juegos.