Grand Theft Auto: Chinatown Wars
- PlataformaDS9.5
- G¨¦neroAventura, Acci¨®n
- DesarrolladorRockstar Leeds
- Lanzamiento20/03/2009
- EditorTake 2
Golpe en la peque?a China
Nintendo DS, la consola m¨¢s vendida del momento, recibe al fin su propia entrega exclusiva de la pol¨¦mica y exitosa saga Grand Theft Auto. GTA: Chinatown Wars se convierte por m¨¦ritos propios en uno de los mejores juegos disponibles en la port¨¢til de Nintendo. Vive con honor, extorsiona sin compasi¨®n.
Corr¨ªa el a?o 1997 cuando surgi¨® un juego que enarbolaba con orgullo una propuesta tan original e interesante como pol¨¦mica: convertirnos en el 'malo de la pel¨ªcula', un ladronzuelo de poca monta que deb¨ªa hacerse un nombre a lo largo y ancho de tres grandes metr¨®polis (Liberty City, Vice City y San Andreas) a base de cr¨ªmenes y trabajos sucios. Dicho juego era Grand Theft Auto, t¨ªtulo que constru¨ªa su jugabilidad en base a una perspectiva a¨¦rea en dos dimensiones. El tiempo fue pasando, y llegaron GTA: London y GTA2, los cuales corrigieron y perfeccionaron la propuesta original, manteniendo aquella perspectiva a¨¦rea bidimensional con la que la franquicia se hab¨ªa dado a conocer. Driver, juego lanzado algunos meses antes de que la segunda entrega numerada de la saga GTA llegara a las tiendas, hab¨ªa demostrado que el reci¨¦n nacido g¨¦nero sandbox pod¨ªa trasladarse a las tres dimensiones con fruct¨ªferos resultados. Sin embargo, Rockstar North (desarrolladora por aquel entonces a¨²n conocida como DMA Desing) no quer¨ªa dar el salto a¨²n, al considerar que la tecnolog¨ªa imperante por aquella ¨¦poca no era lo suficientemente potente como para dar forma s¨®lida a todas las ideas que ten¨ªan en mente.
Dichas ideas acabaron viendo la luz a finales de 2001 con Grand Theft Auto III, t¨ªtulo que convulsion¨® la industria del videojuego como pocas veces se hab¨ªa visto en el pasado. Aquella primigenia perspectiva a¨¦rea de entregas precedentes pas¨® definitivamente a mejor vida, aunque volvi¨® a ser utilizada en 2004, con motivo del lanzamiento de GTA Advance. Un lustro despu¨¦s, la saga Grand Theft Auto vuelve a echar mano de su vieja mec¨¢nica, y podemos afirmar sin temor a equivocarnos que le sienta tan bien como anta?o.
El mercado port¨¢til ha mantenido una relaci¨®n bastante estrecha con la franquicia Grand Theft Auto, la cual se inici¨® en el mismo origen de la saga. Tanto el primer GTA como su posterior secuela recibieron conversiones destinadas a Game Boy Color; eso s¨ª, ambas eran bastante deficientes, y no s¨®lo por las evidentes limitaciones t¨¦cnicas de la hist¨®rica port¨¢til de Nintendo. Eran productos secundarios, destinados poco m¨¢s que a hacer algo de caja, aprovechando as¨ª la relevancia adquirida por las versiones originales destinadas a plataformas de sobremesa. Pero la situaci¨®n cambi¨® radicalmente tras el arrasador ¨¦xito de GTAIII. Take Two (por aquel entonces ya propietarios de DMA Desing, al igual que de la franquicia Grand Theft Auto) se encontr¨® entre manos con una gigantesca gallina de los huevos de oro, y decidi¨® cuidarla al m¨¢ximo, garantizando la mayor calidad posible en todas y cada una de las entregas de GTA que llegaran al mercado, independientemente de las capacidades t¨¦cnicas de las plataformas que las albergaran.
El ya citado GTA Advance (en principio una simple conversi¨®n de GTAIII destinada a Game Boy Advance, la cual lleg¨® al mercado con varios a?os de retraso para as¨ª garantizar la calidad anteriormente mencionada) fue el primer indicativo de dicho cambio: una entrega m¨¢s que digna, que logr¨® estar a la altura de sus hermanas mayores. Luego desembarcaron en PSP los inconmensurables Liberty & Vice City Stories, t¨ªtulos que mantuvieron el nivel alcanzado en versiones de sobremesa gracias a la potencia enarbolada por la port¨¢til de Sony.
Y ahora llega el turno de Nintendo DS. Anunciado por primera vez durante la pol¨¦mica conferencia que Nintendo celebr¨® en la antesala del E3 de 2008, Grand Theft Auto: Chinatown Wars irrumpe en una plataforma cuyas posibilidades t¨¦cnicas son visiblemente inferiores a PSP en lo referente al plano t¨¦cnico. Por ello, el juego retorna a la cl¨¢sica perspectiva a¨¦rea de los primeros GTA, permitiendo que la exitosa port¨¢til de Nintendo logre lidiar sin problemas con un engine tridimensional de asombroso grado de detalle y m¨¢s que demostrada solvencia a la hora de moverse con soltura. As¨ª, Rockstar Leeds (creadores de los dos GTA Stories de PSP), auspiciados como es costumbre por Rockstar North (los padres de la franquicia), construyen un t¨ªtulo perfectamente adaptado a las posibilidades de DS, con una mec¨¢nica que lograr¨¢ dibujar m¨¢s de una sonrisa en el rostro de aquellos aficionados a la saga GTA que la disfrutan desde sus primeras entregas. Ojo, ello no quiere decir que ¨¦ste Chinatown Wars no cuente con sus propias propuestas, ni que decida renunciar a los contenidos y novedades vistas en los juegos de la franquicia destinados a plataformas de sobremesa. Liberty City se abre de nuevo ante nosotros; recib¨¢mosla como se merece.
Imagina ser traficante
Nintendo DS es el sistema m¨¢s exitoso de la actualidad, encontr¨¢ndose a una enorme distancia del resto en cuanto a ventas y popularidad. Sin embargo, y tal y como suele ocurrirles a las plataformas de la gran N desde bastante tiempo atr¨¢s, arrastra una fama de 'consola infantil' de la que le es dif¨ªcil desembarazarse. La legi¨®n de t¨ªtulos de corte casual que inundan el cat¨¢logo de la consola supera ampliamente en n¨²mero a juegos tradicionales o destinados a un p¨²blico m¨¢s experimentado. Es por ello que encontrar t¨ªtulos de tem¨¢tica adulta o pol¨¦mica tambi¨¦n sea una misi¨®n casi imposible, al menos hasta ahora.
Grand Theft Auto: Chinatown Wars posee una calificaci¨®n +18; evaluaci¨®n que, creednos, se ha ganado a pulso. En algunos aspectos, el primer GTA destinado a DS se revela como el t¨ªtulo m¨¢s pol¨¦mico de toda la saga, palabras mayores teniendo en cuenta la controversia que la franquicia arrastra desde sus inicios. Esperemos que las acusaciones absurdas (las cuales ser¨¢n inevitables, pues el juego utiliza el tr¨¢fico de drogas como una de sus v¨ªas principales a la hora de conseguir dinero o elementos necesarios para avanzar en la trama) que surgir¨¢n a ra¨ªz del lanzamiento del t¨ªtulo caigan en saco roto, ya que desde el principio (y aprovechamos el presente an¨¢lisis para subrayarlo) queda claro que Chinatown Wars est¨¢ destinado a mayores de edad.
El juego nos narra la odisea de Huang Lee, un joven miembro de las Triadas de Hong Kong que llega a Liberty City con una importante misi¨®n: entregar una valiosa espada ancestral a su t¨ªo, Kenny Lee, el cual se ha convertido en el patriarca de la familia tras la muerte en extra?as circunstancias del padre de Huang. La entrega de dicha arma es muy importante para el futuro del clan Lee, ya que Kenny planea regal¨¢rsela a Hsin Jaoming, el l¨ªder de las Triadas de Liberty City, para ganarse as¨ª su favor. Y es que el anciano cabecilla de la mafia china en la ciudad de la libertad pronto se jubilar¨¢, sin que a¨²n est¨¦ claro qui¨¦n ser¨¢ su sucesor. No en vano, el hijo y heredero de Jaoming tiene menos cerebro que una ameba, lo que le ha llevado incluso a ser rechazado por su propio padre como sucesor al cargo.
Sin embargo, las cosas se tuercen en el mismo instante en que Huang pone el pi¨¦ en la gran metr¨®poli. Unos misteriosos asaltantes le disparan en la cabeza, roban la espada e introducen su cuerpo inerte en el interior de un coche, veh¨ªculo que arrojan al mar poco despu¨¦s. Afortunadamente, la herida de bala resulta ser superficial, por lo que Huang recobra el sentido con el tiempo suficiente para romper el cristal del veh¨ªculo hundido y lograr salvar la vida. Tras presentarse ante su t¨ªo con las manos vac¨ªas, tratar¨¢ de recuperar la espada. Mientras tanto, la lucha entablada entre los diferentes jefes de las Triadas, en aras de hacerse con el control de la organizaci¨®n criminal tras la inminente retirada de Jaoming, le obligar¨¢ a implicarse en turbios asuntos m¨¢s de lo que le ser¨ªa deseable. Y todo esto sin mencionar que el resto de las mafias que operan en Liberty City tratar¨¢n por todos los medios de borrar del mapa a las Triadas, aprovech¨¢ndose as¨ª del creciente caos imperante en la organizaci¨®n.
Liberty City a vista de p¨¢jaro
La Liberty City en la que transcurren las correr¨ªas de Huang est¨¢ basada en su cuarta y m¨¢s espectacular encarnaci¨®n, elaborada por Rockstar North un a?o atr¨¢s para servir de escenario a GTAIV. Rockstar Leeds se encontraba ante un reto m¨¢s que significativo; no en vano, el trabajo de adaptaci¨®n de la Liberty City de GTAIII y de Vice City a PSP fue m¨ªnimo, todo gracias al potencial del que hac¨ªa gala la port¨¢til de Sony. Pero en esta ocasi¨®n no solo nos encontramos ante una plataforma de inferior nivel t¨¦cnico, sino que adem¨¢s la ciudad virtual a trasladar proviene de consolas de la actual generaci¨®n. Pues bien, el resultado final no puede ser puntuado con otra calificaci¨®n que no sea la de sobresaliente. La Liberty City de Chinatown Wars da la impresi¨®n de ser una maqueta de la urbe vista en GTAIV; aunque, eso s¨ª, es obligatorio mencionar que nos encontramos ante una maqueta incre¨ªblemente detallada, fiel al original a pr¨¢cticamente todos los niveles. Tanto es as¨ª que durante nuestro periplo no nos costar¨¢ reconocer las zonas y lugares m¨¢s representativos de la LC de ¨²ltima generaci¨®n vista en Xbox 360, PS3 y PC.
Desafortunadamente, Rockstar Leeds se ha visto obligada a eliminar toda la isla de Alderney (aproximadamente 1/3 del mapeado total de la LC original) de la ecuaci¨®n. Sin embargo, dicha carencia no llega a echarse en falta en ning¨²n momento. A pesar de la eliminaci¨®n de Alderney, la zona de juego sigue siendo inmensa; no en vano, es el doble de grande que la Liberty City de GTAIII, por poner un ejemplo. Tambi¨¦n cuenta con sus ciclos d¨ªa-noche (poco perceptibles debido a las limitaciones t¨¦cnicas de la consola, pero ah¨ª est¨¢n), e incluso sombras din¨¢micas para edificios y elementos del entorno.
Ya hemos mencionado anteriormente que, a pesar de que el engine de Chinatown Wars es enteramente tridimensional, la perspectiva usada es a¨¦rea en lugar de frontal, con lo que el juego se asemeja en su desarrollo y mec¨¢nica jugable tanto a los primeros GTA lanzados durante la generaci¨®n de los 32 bits como al posterior GTA Advance. Dicha perspectiva permite tanto evitar el popping (aparici¨®n repentina de objetos en el horizonte) como conseguir que nuestra DS pueda manejar el engine gr¨¢fico con la suficiente solvencia como para que Chinatown Wars logre verse libre de molestas ralentizaciones o bajadas de frame rate. Por desgracia, la utilizaci¨®n de la perspectiva a¨¦rea conlleva el que quiz¨¢ sea mayor problema del juego: la zona visible es muy limitada, a¨²n a pesar de encontrarse ligeramente inclinada hacia el frente para facilitar las cosas. Debido a ello, en no pocas ocasiones, generalmente cuando conducimos a toda pastilla por las calles de Liberty City, acabaremos chocando de frente contra paredes, edificios u obst¨¢culos que no hemos podido advertir con la suficiente antelaci¨®n como para llegar a esquivarlos con ¨¦xito.
En los GTAs que comparten perspectiva con este Chinatown Wars, dicho problema se solventaba con la ayuda de un potente zoom que ampliaba notablemente la zona de visi¨®n a la hora de conducir a toda velocidad. En el juego que nos ocupa tambi¨¦n aparece dicho zoom, pero no llega a alejarse tanto como ser¨ªa deseable. Bien es verdad que en ocasiones, sobre todo cuando pilotamos alguno de los veh¨ªculos m¨¢s r¨¢pidos del juego, el zoom llega a ser lo suficientemente solvente como para proporcionarnos una amplia zona de visi¨®n; sin embargo, tanto para el resto de veh¨ªculos como a la hora de transitar por alguna calle estrecha -y Liberty City tiene muchas-, ser¨¢ inevitable acabar impactando contra alg¨²n obst¨¢culo que, de contar con un zoom m¨¢s alejado, ser¨ªamos capaces de esquivar sin problemas.
El propio juego nos da muestras de que dicha tara podr¨ªa haberse solventado, ya que en la segunda de las c¨¢maras disponibles, la cinematogr¨¢fica, se incluye una vista a¨¦rea (supuestamente tomada desde un helic¨®ptero, dado que se puede escuchar el rotar de las aspas) que s¨ª se encuentra lo suficientemente alejada como para permitir una zona de visi¨®n plenamente satisfactoria. Sin embargo, al ser la citada c¨¢mara cinematogr¨¢fica completamente autom¨¢tica, dicha perspectiva debe coexistir con otros ¨¢ngulos mucho m¨¢s cerrados, de giros imprevisibles, que transforman la conducci¨®n en un aut¨¦ntico infierno. La c¨¢mara est¨¢ndar se convierte as¨ª en la ¨²nica opci¨®n viable. Eso s¨ª, a pesar de los problemas mencionados, tanto la costumbre como alguna opci¨®n de ayuda extra (activar se?ales indicativas del camino a seguir en la pantalla de juego es altamente recomendable) logran paliar dicho defecto.
Afortunadamente, es imposible poner pega alguna al resto de apartados. El control, tanto a pie como en veh¨ªculo, es tan sencillo como satisfactorio. Fijamos a los enemigos con el bot¨®n R, lo que nos permite movernos a placer durante los tiroteos, quedando el bot¨®n L reservado al cambio de objetivo. Los veh¨ªculos a conducir (alrededor de 100 diferentes) van desde coches de todo tipo y condici¨®n hasta motocicletas, lanchas (incluidas motos de agua), bulldozers o el esperado retorno de aut¨¦nticas leyendas de la franquicia, tales como el mort¨ªfero tanque Rhino. Cada medio de locomoci¨®n posee sus propias caracter¨ªsticas de manejo, velocidad, resistencia, etc. Contamos con la posibilidad de disparar desde el interior de nuestros transportes en todo momento, mediante un sistema de apuntado autom¨¢tico que, si bien en ocasiones no se dirigir¨¢ hacia donde nosotros queremos, al menos es lo suficientemente satisfactorio como para solventarnos m¨¢s de una papeleta.
La retah¨ªla de misiones principales, secundarias, minijuegos, competiciones? es en Chinatown Wars tan cuantiosa como en cualquier otro t¨ªtulo de la franquicia, lo que implica unas quince horas para terminar las misiones principales, a las que habr¨¢ que sumar much¨ªsimas m¨¢s a la hora de alcanzar el anhelado 100 % de juego completado. De entrada contamos con los cl¨¢sicos trabajos secundarios de taxista, conductor de ambulancia (con la novedad de que, mientras conducimos, deberemos estar pendientes del pulso de nuestros pacientes, para reanimarlos en caso de necesidad mediante el uso de la pantalla t¨¢ctil), bombero (en esta ocasi¨®n no s¨®lo tendremos que apagar incendios, sino tambi¨¦n disolver manifestaciones a golpe de manguera) y polic¨ªa.
Adem¨¢s, existen los 100 objetos ocultos a encontrar (y destruir), los cuales en esta ocasi¨®n tomar¨¢n la forma de c¨¢maras de vigilancia repartidas a lo largo y ancho de la ciudad. Eliminarlas no solo aumentar¨¢ nuestro porcentaje de juego completado, sino que tambi¨¦n permitir¨¢ a los traficantes que se encuentren en la zona bajar sus precios, gracias al menor riesgo que para ellos implicar¨¢ el ser capturados por la polic¨ªa. Pero la cosa no acaba aqu¨ª: 30 saltos ¨²nicos nos aguardan en forma de rampas que deberemos surcar a toda velocidad; los personajes aleatorios que recorren las calles de Liberty City nos dar¨¢n acceso a nuevas misiones; existen minijuegos de carreras, competici¨®n y lucha contra el crono, como uno de karts, parecido al que afront¨¢bamos en GTA Liberty City Stories a lomos de una moto S¨¢nchez; vuelven los Kill Frenzy (toda una instituci¨®n en la saga, ya que debutaron en la primera entrega), denominados en esta ocasi¨®n como Rampage, accesibles mediante alguno de los iconos de calavera repartidos por el mapeado, y consistentes en alcanzar una determinada puntuaci¨®n a base de eliminar objetivos concretos? Como ya mencionamos anteriormente, la duraci¨®n, oferta y longevidad de Grand Theft Auto: Chinatown Wars no tienen nada que envidiar respecto a lo visto en otros t¨ªtulos de la saga.
En lo que a persecuci¨®n policial se refiere, se ha implementado un nuevo sistema en el que al fin se nos dar¨¢ la oportunidad de pasar a la ofensiva, en lugar de limitarnos a correr y escondernos. En anteriores entregas de GTA, para desembarazarnos con ¨¦xito del acoso policial deb¨ªamos visitar alguno de los locales Pay 'n Spray repartidos por el mapeado; ya en GTAIV, las fuerzas de la ley pasaban a acordonar una zona determinada, de la que deb¨ªamos escapar sin ser vistos. Pero la mejor defensa es un buen ataque, as¨ª que ahora contaremos con un n¨²mero determinado de iconos representando a unidades m¨®viles de la polic¨ªa, los cuales aparecer¨¢n justo debajo de nuestro marcador de b¨²squeda. Si conseguimos que alguno de los coches patrulla que nos persiguen acabe destruido (ya sea a base de embestidas, o cerr¨¢ndole el paso para hacer que se estrelle contra alg¨²n obst¨¢culo), se tachar¨¢ uno de los iconos de unidades m¨®viles de nuestro marcador. Tras eliminarlos todos, nuestro nivel de Se Busca descender¨¢ en una estrella. Eso s¨ª, los Pay 'n Spray siguen estando ah¨ª si lo que queremos es librarnos del acoso policial lo antes posible, por lo que todo queda a gusto del consumidor.
Y hablando de consumici¨®n, es hora de entrar de lleno en el apartado m¨¢s pol¨¦mico de Chinatown Wars: el tr¨¢fico de drogas. Existen diversas v¨ªas para conseguir dinero en Liberty City, efectivo que ser¨¢ esencial para comprar armas o pisos francos; incluso necesitaremos echar mano de ¨¦l para acceder a determinadas misiones principales. Dichas v¨ªas incluyen superar misiones, probar suerte con las tarjetas Rasca y Gana (existen locales repartidos por toda la ciudad, destinados a la compra de dichas tarjetas), sustraer dinero a los peatones abatidos, trabajar como taxista, conductor de ambulancia, bombero? Sin embargo, pronto nos quedar¨¢ claro que mediante dichas v¨ªas obtendremos poca cantidad de efectivo, dinero a todas luces insuficiente para cubrir nuestras necesidades. As¨ª, deberemos introducirnos en el lucrativo negocio del tr¨¢fico de estupefacientes, si lo que queremos es disponer de capital suficiente como para desenvolvernos sin problemas por Liberty City.
Existen 6 art¨ªculos de compra-venta a nuestra disposici¨®n: hero¨ªna, coca¨ªna, ¨¦xtasis, ¨¢cido, marihuana y sedantes. Nuestro personaje porta una bolsa en la que podremos llevar hasta 50 unidades de los citados art¨ªculos. El material sobrante deberemos introducirlo en un malet¨ªn ubicado en el piso franco, para as¨ª poder disponer de ¨¦l cuando lo necesitemos. Hay que tener en cuenta que, si somos arrestados, la polic¨ªa no dudar¨¢ en confiscar todo el material que llevemos encima, por lo que hay que estar muy atento a las fuerzas de la ley, siendo m¨¢s que recomendable evitar meternos en problemas si llevamos con nosotros una peque?a fortuna en g¨¦nero. Los camellos ubicados a lo largo y ancho de Liberty City servir¨¢n tanto para comprar como para vender droga. A nuestra PDA llegar¨¢n regularmente correos electr¨®nicos con ofertas de compra y demandas de venta. Deberemos gestionar dicha informaci¨®n con inteligencia, ya que nuestro objetivo ser¨¢, obviamente, comprar barato y vender caro para as¨ª obtener el mayor beneficio posible. Adem¨¢s, si lo que queremos es 'comprar gratis' siempre podremos asaltar alguno de los camiones de reparto de droga que transitan por la ciudad, pertenecientes a las diversas mafias de Liberty City.
Ammunation, la tienda de armamento m¨¢s famosa en el universo GTA, vuelve a abrirnos sus puertas para que podamos hacernos con todo tipo de material ofensivo. En esta ocasi¨®n no tendremos que acudir a alguno de los locales propiedad de la franquicia para hacer nuestras compras, ya que la empresa ha decidido abrir una tienda online que ser¨¢ en todo momento accesible mediante nuestra PDA. S¨®lo tendremos que realizar el pedido que deseemos, y ¨¦ste sea entregado en nuestro piso franco en pocos minutos. Tambi¨¦n existen otras v¨ªas para hacernos con armamento; registrar los contenedores rojos que pueden encontrarse en algunos de los callejones de Liberty City, y asaltar los camiones de reparto de Anmunation, son las m¨¢s destacadas.
A golpe de stylus
Grand Theft Auto: Chinatown Wars aprovecha las posibilidades t¨¢ctiles de DS de manera magistral. De entrada, nuestro stylus ser¨¢ la herramienta que nos dar¨¢ acceso a la mayor¨ªa de las funciones del juego, todo a trav¨¦s de la PDA ubicada en la pantalla inferior. Navegar por un mapa GPS, en el que se incluir¨¢n contactos y puntos de inter¨¦s hacia los que podremos trazar una ruta con un solo click de nuestro puntero; comprar online en Anmunation; recibir correos electr¨®nicos; ofertas en la venta de estupefacientes; estudios de mercado enfocados a nuestro particular e ilegal negocio; acceso al men¨² de opciones? ?stas son s¨®lo algunas de las funciones accesibles a trav¨¦s de nuestra PDA, todas ellas de manejo sencillo y directo gracias al stylus.
Durante la aventura deberemos usar la pantalla t¨¢ctil en multitud de situaciones: lanzar c¨®cteles molotov o granadas; conseguir m¨¢s de los citados c¨®cteles, usando para ello un minijuego en el que acudiremos a las gasolineras armados de botellas vac¨ªas y trapos para aplicar aquello de 'h¨¢galo usted mismo'; romper el cristal de un coche; arrancar los veh¨ªculos aparcados mediante destornilladores; conectar nuestra PDA al ordenador de a bordo de diversos transportes para obtener sus claves de desbloqueo; pagar el peaje en los puentes que conectan las diversas zonas de Liberty City; tatuar a nuevos miembros de las Triadas; montar un rifle de francotirador, desactivar bombas?
En definitiva, Rockstar Leeds ha aprovechado a conciencia las posibilidades ¨²nicas que brinda la pantalla t¨¢ctil de DS, todo con el objetivo de a?adir interesantes novedades a la jugabilidad cl¨¢sica de la saga GTA, las cuales brindan una experiencia tan fruct¨ªfera como variada. Eso s¨ª, habr¨ªa sido de agradecer un mayor uso del micr¨®fono de la consola, que fuera m¨¢s all¨¢ de lo meramente anecd¨®tico. De todas maneras, volvemos a subrayar que Chinatown Wars se lleva un contundente sobresaliente en todo lo referente al uso de las posibilidades t¨¢ctiles de DS. Tras esto, uno no puede sino relamerse de solo pensar en las diabluras que Rockstar podr¨ªa llevar a cabo en el a¨²n no anunciado, pero m¨¢s que deseado, GTA Wii.
Apartado audiovisual
En lo que a gr¨¢ficos se refiere, Grand Theft Auto: Chinatown Wars sorprende por el fenomenal uso que se ha hecho de las, en teor¨ªa limitadas, posibilidades de DS en lo referente a la gesti¨®n de gr¨¢ficos poligonales. Liberty City es una ciudad casi tan detallada como en sus anteriores encarnaciones destinadas a plataformas de sobremesa. No solo posee un mapeado id¨¦ntico al de la LC vista en GTAIV, sino que adem¨¢s se encuentra dotada de vida y movimiento por todos sus rincones: observaremos cambios medioambientales en forma de niebla o lluvia; veremos a multitud de peatones transitar por sus calles, los cuales har¨¢n cola ante un puesto de perritos calientes, sacar¨¢n sus paraguas en el caso de que comience a llover, entrar¨¢n en las casas, conversar¨¢n entre ellos o se sentar¨¢n en bancos p¨²blicos; nos cruzaremos con accidentes de tr¨¢fico que generar¨¢n los subsiguientes atascos?
Rockstar Leeds ha implementado adem¨¢s un leve toque cell shading a los gr¨¢ficos, para que los contornos de los elementos poligonales sean m¨¢s definidos, adem¨¢s de una serie de filtros que permiten unas texturas mucho menos pixeladas de lo que suele ser habitual ver en la port¨¢til de Nintendo. En cuanto a las secuencias cinem¨¢ticas, nos encontramos ante una de las carencias surgidas a ra¨ªz de las limitaciones del formato de almacenamiento de la consola, ya que brillan por su ausencia. En su lugar, aparecer¨¢n ilustraciones a modo de c¨®mic, las cuales se encargar¨¢n de relatar los acontecimientos importantes.
En lo que a m¨²sica se refiere, era inevitable que, al carecer de formato de almacenamiento digital, DS no fuera capaz de ofrecer la variedad y calidad en cuanto a canciones, emisoras de radio y locutores vista en la saga GTA ya desde su primera entrega. As¨ª, aunque contamos con un total de 5 emisoras, ¨¦stas nos ofrecer¨¢n ¨²nicamente m¨²sica sintetizada, careciendo por completo de locutores o canciones licenciadas. Aunque es obvio que han acabado pesando las limitaciones de la consola en lo que a audio se refiere, no podemos ignorar que en el cat¨¢logo de DS existen t¨ªtulos, como The World Ends With You, que poseen un apartado musical mucho m¨¢s satisfactorio, con bandas sonoras compuestas por canciones digitalizadas. Seguramente, la cantidad de memoria del cartucho reservada a la m¨²sica ha sido insuficiente para dar a luz algo similar.
Para disfrutar en compa?¨ªa
Grand Theft Auto: Chinatown Wars llega surtido de una buena cantidad de modos multijugador, tal y como ya es nota com¨²n en la saga. Sin embargo, en esta ocasi¨®n s¨®lo podr¨¢n ser disfrutados en red local, sin que exista la posibilidad de invitar a jugadores provenientes de cualquier parte del globo terr¨¢queo. Dichos modos ascienden a un total de 6: Carrera, consistente en una competici¨®n de velocidad para la que podremos seleccionar 20 recorridos y cualquier clase de veh¨ªculo (s¨ª, tambi¨¦n el tanque Rhino); Temporada, en la que tomar¨¢n forma una serie de 4 torneos de competici¨®n, cada uno compuesto por 5 carreras; Stash Dash, en el que deberemos hacernos con una furgoneta llena de contrabando, para posteriormente conducirla a zona segura mientras somos acosados por el resto de jugadores; Liberty City Survivor, una suerte de Deathmatch de los de toda la vida; Gang Bang, si lo que queremos es participar en tiroteos m¨¢s masivos entre diferentes clanes; y Defend the Base, en el que participaremos en modo cooperativo con el objetivo de defender nuestro territorio frente a oleadas y oleadas de enemigos de dificultad creciente.
Las opciones online pasan por chatear con otros jugadores mediante mensajes instant¨¢neos, intercambiar objetos entre usuarios, y enviar nuestros datos y puntuaciones al Rockstar Social Club. Adem¨¢s, seg¨²n ha confirmado la compa?¨ªa (eso s¨ª, sin dar a¨²n detalles concretos), al enviar nuestros datos al Rockstar Social Club se desbloquear¨¢n misiones exclusivas y contenido in¨¦dito. Dicho material no contar¨¢ a la hora de alcanzar el 100 % de juego completado, por lo que aquellos que no teng¨¢is posibilidad de conectaros a Internet con vuestra DS pod¨¦is estar tranquilos. A¨²n con los citados extras, sigue siendo una verdadera l¨¢stima que los modos multijugador de Chinatown Wars se restrinjan al juego local. Sin embargo, aqu¨ª nos encontramos de nuevo ante algo que puede ser achacado a las limitaciones de la consola en lugar de al juego en s¨ª.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.