Vieja gloria venida a menos

Matt Hazard es uno de esos h¨¦roes de videojuego que debutaron y saborearon las mieles del ¨¦xito durante los primeros e inocentes a?os 80, cuando un argumento no requer¨ªa m¨¢s de tres l¨ªneas de texto, y un h¨¦roe no necesitaba m¨¢s personalidad que la otorgada por la mara?a de p¨ªxeles que lo conformaban para hacerse con el benepl¨¢cito de los usuarios. Su puesta de largo lleg¨® con The Adventures of Matt in Hazard Land (1983), t¨ªtulo repleto de acci¨®n en el que, seg¨²n dicen, se inspir¨® posteriormente la hoy a¨²n famosa saga Contra. Diversas publicaciones de prestigio lo definieron como 'el juego m¨¢s innecesariamente sangriento de la historia', lo que no hizo sino acrecentar sus ventas. El ¨¦xito continu¨® en 1987 con A Fistful of Hazard, donde nuestro h¨¦roe viajaba al lejano oeste para ofrecer una nueva org¨ªa de acci¨®n constante y chicas ligeras de ropa, las cuales mostraban sus encantos con todo el detalle que permit¨ªa la tecnolog¨ªa disponible por aquel entonces.

Ampliar

Tras el mitol¨®gico Conflict of the Deities (1990), Matt aprovech¨® las cada vez m¨¢s en boga t¨¦cnicas tridimensionales primigenias para lanzar Matt Hazard 3D (1992), un shooter en primera persona que le encumbr¨® a su ¨¦poca de mayor esplendor. Sin embargo, la fama y clamor mundial alcanzados con dicho t¨ªtulo duraron s¨®lo unos meses, ya que el archifamoso Doom (1993) acab¨® rob¨¢ndole todo el protagonismo. Finalmente, Matt prob¨® suerte en las consolas, aunque cada nuevo lanzamiento (S¨®lo se Viven 1.317 Veces -1995-, Matt and Dexter -1996-?) vend¨ªa menos que el anterior, a pesar de las buenas cr¨ªticas recibidas por parte de la prensa especializada. Seg¨²n las malas lenguas, todo se deb¨ªa a que los aficionados prefer¨ªan guardar su dinero a buen recaudo, para comprar Duke Nukem Forever en cuanto llegara a las tiendas. Finalmente, el estudio a cargo de la saga Matt Hazard decidi¨® hacer cambiar de aires a su protagonista, lanzando al mercado un juego de carreras de karts (Haz Matt Karts -2000-) y un t¨ªtulo de corte infantil (Choking Hazard: Candy Gramm -2002-) para intentar captar al mayor espectro de p¨²blico posible.

Ampliar

Sin embargo, el resultado fue un absoluto desastre que mantuvo a la franquicia en el dique seco durante siete largos a?os. En la actualidad, Marathon Megasoft, el estudio tras las aventuras de Matt Hazard, ha recibido una agradecida inyecci¨®n econ¨®mica gracias a la llegada de un nuevo propietario, el cual ha decidido dar una nueva oportunidad a la cl¨¢sica licencia. El resultado lleva por nombre Eat Lead: The Return of Matt Hazard, videojuego de acci¨®n en tercera persona en el que la compa?¨ªa ha volcado todas sus esperanzas? ?C¨®mo dices? ?Que es la primera vez que escuchas los nombres e historia de los juegos arriba mencionados? No te preocupes, es normal. En realidad, todo forma parte del original argumento del videojuego que nos disponemos a analizar.

Ampliar

A parodiar se ha dicho

Es norma habitual para la industria cinematogr¨¢fica lanzar al mercado de vez en cuando productos en los que se parodia a s¨ª misma. Pel¨ªculas como las protagonizadas por Ben Stiller (Trophic Thunder), las Scary Movie y sus suced¨¢neos, o la inspirada Rebobine por Favor, parodian sin reservas a la misma industria de la que forman parte. Sin embargo, ver algo similar en videojuegos no es todo lo habitual que uno desear¨ªa. La lista de t¨ªtulos destacables lanzados a tal fin a lo largo de la historia del mundillo es bastante corta. Podemos poner como elementos representativos a Parodius, la inmortal saga de matamarcianos auspiciados por Konami durante los 90, o el algo m¨¢s reciente Asterix & Obelix XXL 2. Pues bien, Eat Lead trata de entrar en dicha categor¨ªa al ponernos en la piel de un protagonista de videojuegos, Matt Hazard, que se supone disfrut¨® de no pocos momentos de gloria durante las d¨¦cadas de los 80 y 90, y que trata de recuperar la fama perdida con el lanzamiento del juego que nos ocupa.

Ampliar

Sin embargo, el nuevo proyecto en el que Matt se encuentra enfrascado resulta ser una encerrona para el h¨¦roe. Durante el enfrentamiento contra el supuesto jefe final de la primera fase, las armas que porta desaparecen por arte de magia, quedando a merced de su rival. Una misteriosa f¨¦mina salvar¨¢ su pellejo virtual, revel¨¢ndole que ¨¦sa habr¨ªa sido su muerte definitiva, ya que alguien hab¨ªa desactivado la opci¨®n de cargar partidas guardadas. Matt deber¨¢ entonces hacer lo que se supone que debe hacer todo h¨¦roe de videojuegos que se precie de serlo: avanzar hasta alcanzar el final de la aventura (eso s¨ª, con la opci¨®n de salvar y cargar partidas de nuevo activada), para tratar de llegar hasta el fondo del asunto y desvelar qui¨¦n pretende convertirle en un mont¨®n de p¨ªxeles muertos.

Ampliar

Sin duda, la mayor virtud de Eat Lead: The Return of Matt Hazard son los chascarrillos y parodias que a lo largo del juego homenajean o ridiculizan a algunos de los m¨¢s afamados g¨¦neros y videojuegos tanto de la actualidad como del pasado: Final Fantasy, Doom, Duke Nukem, Mario Kart, Bionic Commando? Muchas veces, dichas referencias no ser¨¢n tan obvias, y costar¨¢ cogerlas incluso para el usuario m¨¢s avezado en el mundillo; sin embargo, en otras ocasiones la parodia ser¨¢ m¨¢s que evidente, y lograr¨¢ arrancarnos una sonrisa, lo cual siempre es de agradecer.

Ampliar

Desgraciadamente, este original y jocoso planteamiento (pues, como acabamos de mencionar, no es nada habitual encontrar videojuegos que se r¨ªan tanto de s¨ª mismos como de la industria a la que pertenecen) no se ha rodeado de lo, despu¨¦s de todo, m¨¢s importante a la hora de alcanzar el ¨¦xito. Eat Lead: The Return of Matt Hazard pertenece a uno de los g¨¦neros m¨¢s sobreexplotados del mundillo: el shooter en tercera persona. Las estanter¨ªas de las tiendas de videojuegos se encuentran inundadas por t¨ªtulos encuadrados en la citada disciplina, los cuales no dejan de llegar a docenas mes tras mes. Para destacar por encima de tan numerosa competencia, un videojuego debe poseer una serie de cualidades m¨¢s que necesarias para llamar la atenci¨®n del p¨²blico. Pues bien, Eat Lead carece de ellas. Es un shooter del mont¨®n, al que superan de calle t¨ªtulos que no son nada del otro mundo, como Stranglehold o Quantum of Solace. Y si ya hablamos de los pesos pesados del g¨¦nero, como el apote¨®sico Gears of War 2, entonces cualquier tipo de comparaci¨®n no har¨ªa sino convencer a nuestro pobre Matt que lo mejor para ¨¦l ser¨ªa ir pensado en la jubilaci¨®n definitiva.

Ampliar

La c¨¢mara encargada de mostrar la acci¨®n se encuentra enfocada desde el hombro del personaje, de forma similar por lo tanto a la popularizada en Resident Evil 4 e incluida en tantos y tantos shooters en 3? persona de la actualidad. Y no ser¨¢ ¨¦ste el ¨²nico punto en com¨²n que Eat Lead compartir¨¢ con los mayores referentes del g¨¦nero al que pertenece, ya que toma elementos de aqu¨ª y all¨¢ para construir su mec¨¢nica, en un batiburrillo carente de cualquier resquicio de originalidad. As¨ª, contaremos tambi¨¦n con un sistema de cobertura al estilo Gears of War, que permitir¨¢ a Matt parapetarse tras cualquier elemento del escenario con la sola pulsaci¨®n de un bot¨®n. El fuego ciego (disparar desde nuestra cobertura sin exponernos a las balas enemigas) o la posibilidad de pasar directamente de un escondite a otro se encuentran tambi¨¦n implementados. Respecto a esto, hay que tener en cuenta que una buena parte de los elementos del escenario ser¨¢n destruibles, por lo que es m¨¢s que recomendable no permanecer por mucho tiempo resguardados en un mismo lugar.

Ampliar

La IA de nuestros enemigos no es nada del otro mundo, ya que generalmente se comportar¨¢n de dos maneras: correr hasta parapetarse tras una cobertura, para asomarse y disparar de vez en cuando, o lanzarse hacia nosotros a lo loco, cual soldado japon¨¦s en plena Segunda Guerra Mundial. En dicha situaci¨®n, y dado que el sistema de apuntado de Eat Lead es un aut¨¦ntico desastre en distancias cortas, lo m¨¢s recomendable ser¨¢ encararnos con el enemigo y pulsar el bot¨®n X (360), o cuadrado (PS3), para que Matt encadene un peque?o combo autom¨¢tico que eliminar¨¢ a su adversario.

Ampliar

Eso s¨ª, aunque la IA no sea nada del otro mundo, la dificultad del juego no es ni mucho menos baja (al menos a partir del nivel intermedio). Ello se debe tambi¨¦n a que muchas de las armas del juego no funcionan como deber¨ªan (la escopeta, por ejemplo), por lo que en m¨¢s de una ocasi¨®n acabaremos cayendo sin poder remediarlo, en situaciones que, de contar el juego con un mejor sistema de apuntado o un armamento m¨¢s pulido, no tendr¨ªan por qu¨¦ haber acabado as¨ª. Eat Lead es, por lo tanto, frustrante en algunos de sus momentos, aunque con insistencia podremos avanzar a lo largo de sus diez horas de juego sin atascarnos de forma irremediable.

Ampliar

Otra de las carencias de Eat Lead es sin duda su pobre oferta de modos de juego. No existe clase alguna de multijugador, ya sea offline u online, y los incentivos para volver a rejugarlo son pr¨¢cticamente inexistentes. Adem¨¢s, el dise?o de los niveles se encuentra tan poco inspirado como el resto de los apartados. Cubrirnos, disparar, movernos hacia la siguiente cobertura y volver a disparar; salvo momentos puntuales, esto es todo lo que haremos un nivel tras otro. Ser¨¢ inevitable caer en la monoton¨ªa a las primeras de cambio, por lo que s¨®lo la curiosidad de saber qu¨¦ videojuego o personaje ser¨¢ parodiado en el siguiente nivel lograr¨¢ mantenernos pegados al mando de control.

Ampliar

Apartado audiovisual

Desgraciadamente, Ead Lead tambi¨¦n se queda cojo en su apartado gr¨¢fico. De entrada, los dise?os tanto de personajes como de escenarios carecen de personalidad alguna; incluso el propio Matt no deja de ser el protagonista arquet¨ªpico visto anteriormente en cientos de juegos y pel¨ªculas. Los enemigos no le andan a la zaga; aunque en apariencia puedan parecer variados (vaqueros, soldados rusos, polic¨ªas, mafiosos?), a la hora de la verdad suelen comportarse pr¨¢cticamente igual. Por fortuna, muchos de los jefes finales con los que nos veremos las caras a lo largo del juego se salvan de la quema, ya que es en ellos donde residen algunos de los mayores aciertos par¨®dicos del juego. En cuanto a modelado, tampoco podemos esperar demasiadas florituras: texturas y efectos de iluminaci¨®n est¨¢ndar; lo justo para salir del paso.

Ampliar

Los escenarios pecan de padecer la poca inspiraci¨®n adolecida por los personajes que los pueblan. Con la escusa de que un programador diab¨®lico est¨¢ manipulando los entornos por los que se mueve Matt Hazard, nos encontramos con decorados pegados sin orden ni concierto, todos grises, apagados y carentes de cualquier atisbo de calidad. Para rematar la faena, el engine adolece de un molesto efecto de dientes de sierra en buena parte de los elementos que lo componen. Por fortuna, al menos todo se mueve con suavidad y solvencia; algo por otra parte no demasiado dif¨ªcil de conseguir, dado que la carga gr¨¢fica brilla en todo momento por su ausencia.

Ampliar

Musicalmente hablando, Eat Lead s¨ª que da la talla, con inspiradas composiciones instrumentales que ambientan y se amoldan a la perfecci¨®n a lo que transcurre en pantalla. En el tema sonoro ya es otro cantar. Eat Lead se encuentra doblado al castellano aunque, por desgracia, muchos de los actores de doblaje contratados para poner voz al juego o bien eran de segunda categor¨ªa o bien no se encontraban nada inspirados. Poniendo como ejemplo a la persona que pone voz al protagonista, nos daremos cuenta de que afronta sus di¨¢logos con la misma pasi¨®n con la que un estudiante recitar¨ªa la lista de los reyes godos. El resultado es bastante lamentable, recordando incluso a nefastos doblajes como los que Sony perpetraba en sus primeros a?os, los cuales pudimos escuchar (y sufrir) en las entregas iniciales de sagas de renombre como Syphon Filter o Time Crisis.

Ampliar