El fin de una era

Adentrarse en el territorio hostil de Kijuju es mucho m¨¢s dif¨ªcil de lo que a primera vista puede parecer. El universo creado alrededor de la franquicia Resident Evil es tan extenso que es dif¨ªcil saber encuadrar a esta quinta entrega dentro de la misma. Capcom ha intentado fusionar el argumento de los Resident Evil tradicionales con el estilo jugable del ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico que fue Resident Evil 4, m¨¢s un cooperativo a lo Outbreak. As¨ª, en cierto modo, se intentan abarcar todas las principales ramificaciones de la serie. Un movimiento integrador arriesgado, porque no necesariamente los amantes de una de las vertientes aprecian el resto de variantes, pese a que pertenezcan a la misma franquicia.

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Esta divisi¨®n de opiniones se hizo todav¨ªa m¨¢s patente tras el lanzamiento de la demo que se distribuy¨® a trav¨¦s de los servicios de descarga de las consolas que lo acogen. Han corrido r¨ªos de tinta entre defensores y detractores de un juego que, para muchos, apuntaba demasiado alto, y para otros, era necesario. Sea como fuere, lo cierto es que todos esperaban su llegada como agua de mayo, ansiosos por ver lo que ofrecer¨ªa en su versi¨®n final. Esta misma semana ser¨¢ cuando uno de los juegos estrella que han protagonizado todas las grandes ferias y las portadas de las revistas durante a?os, se ponga a la venta. Ha llegado su hora de demostrar si est¨¢ al nivel de la expectaci¨®n creada o se muestra impotente, incapaz de satisfacer a los usuarios.

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Lo cierto es que Resident Evil 5 es un juego que se convierte en la culminaci¨®n argumental de una gran franquicia, en el cap¨ªtulo final que da sentido y l¨®gica a todos los acontecimientos que se han ido sucediendo durante las seis entregas anteriores. Tiene potencial para satisfacer a todo aquel que le d¨¦ una oportunidad, aunque tambi¨¦n hay que reconocer que su conservadora apuesta reutilizando planteamiento y convenciones de RE4, se percibe anticuada, y m¨¢s a¨²n, con un predominio absoluto de la acci¨®n que provoca que se sit¨²e lejos de ese esp¨ªritu de survival horror que hab¨ªa permitido despuntar a la serie en los incios. El giro hacia la acci¨®n y el desprendimiento de elementos de survival horror, que, si bien tiene l¨®gica dentro del propio argumento de la serie, no siempre ha dejado satisfechos a los jugadores, ya con su cuarta entrega; nos hubiese gustado ver c¨®mo se aprovechaba el potencial de la nueva generaci¨®n para dar un paso adelante, algo que, por mucho que seamos testigos de un momento cumbre en la franquicia, no nos da la sensaci¨®n que se haya hecho.

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El juego conserva el estilo de juego de Resident Evil 4, en todos los aspectos, y esto es algo que le lastra. Si bien las primeras cinco entregas de la franquicia conservaron el mismo sistema de control (RE, RE2, RE3: Nemesis, RE Code: Veronica y RE0), lo cierto es que el ¨¦xito no acompa?¨® mucho cuando esta ¨²ltima entrega, una precuela a la historia del primer cap¨ªtulo, lleg¨® al mercado en GameCube. Se critic¨® ante todo el que se mantuviese un sistema tan anticuado de control, ampliamente superado por otros juegos de la ¨¦poca; por eso mismo, Capcom cambi¨® radicalmente la direcci¨®n de Resident Evil 4 a mitad de desarrollo, convirti¨¦ndolo en lo que conocemos a d¨ªa de hoy, algo que no aprobaron muchos seguidores. Ahora, Resident Evil 5 mantiene ese mismo sistema de control; pero cuatro a?os despu¨¦s, es demasiado tarde para repetir esa misma f¨®rmula.

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Si de algo no cabe duda es que estamos ante un gran juego, cuya calidad t¨¦cnica y valores de producci¨®n est¨¢n al nivel de los mejores t¨ªtulos de esta generaci¨®n, aunque le pesa su herencia gen¨¦tica en algunos aspectos. Antes de pasar al an¨¢lisis pormenorizado de todo lo que ofrece RE5, debemos afirmar que es un t¨ªtulo pensado, principalmente, para los seguidores de la franquicia desde su primera entrega; los gui?os a las incursiones previas ser¨¢n constantes, hasta el punto de que durante las pantallas de carga se nos narrar¨¢n hechos importantes de la cronolog¨ªa de la serie. Algo que provoca que los que no hayan disfrutado de ellas con anterioridad se pierdan gran parte del encanto de Resident Evil 5: una oda a su legado, un final digno a este extenso arco argumental, y a partir de aqu¨ª, como el propio Jun Takeuchi ya ha dicho, empezar de cero con Resident Evil 6.

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No obstante, su llegada a la regi¨®n estar¨¢ rodeada desde el principio de extra?as circunstancias. En sus primeros pasos por las calles de Kijuju, empiezan a observar un comportamiento extra?o en sus habitantes, que se atacan entre s¨ª. Siguiendo la calle principal, un grupo pega una paliza a alguien encerrado dentro de un saco, y se detiene cuando nos acercamos; en las calles de los alrededores, hay persecuciones. Llegan junto a su contacto y se preparan para su misi¨®n cuando el caos se apodera del entorno, y cientos de aldeanos se abalanzar¨¢n sobre ellos. Infestados, mejor dicho, dado que todos cuentan con un par¨¢sito en su interior que les incita a actuar de esa forma tan violenta. 'No he visto nunca zombies como estos', que dice el propio Chris Redfield tras acabar con el primero que se encuentran.

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A partir de este punto, el juego evolucionar¨¢ de forma muy positiva, complic¨¢ndose el argumento de forma exponencial, presentando situaciones nuevas realmente sorprendentes y algunos gui?os a los sucesos del pasado. Mientras buscan a Irving, Chris y Sheva descubrir¨¢n que detr¨¢s de todo esto hay mucho m¨¢s de lo que parece, y hay numerosos involucrados en el tema, aunque en ¨²ltima instancia todo apunta a ciertas empresas farmac¨¦uticas como la supuestamente desaparecida Umbrella, y en ¨²ltima instancia, a Albert Wesker. Un hombre que estuvo actuando en la sombra durante a?os, que tiene ahora una fuerza de superhombre y un plan que est¨¢ a punto de fructificar. Pero no queremos comentar m¨¢s al respecto, para no desvelaros las abundantes sorpresas argumentales que oculta el juego.

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Ser¨¢ el argumento el que nos depare las mayores alegr¨ªas en Resident Evil 5, sobre todo para quienes sean aficionados a la franquicia. Capcom no ha escatimado recursos a la hora de mirar el archivo e introducir tantos gui?os al pasado de la serie como fuese posible sin forzar demasiado la m¨¢quina. Sin duda, lo han conseguido, y en muchos aspectos, el juego nos gu¨ªa lentamente hacia un desenlace que se antojaba inevitable para no seguir mareando la perdiz, ofreci¨¦ndonos un punto y final a la historia tradicional que conoc¨ªamos (siempre y cuando, a Capcom no se le ocurra sacar cap¨ªtulos adicionales que se encuadren entre los anteriores). Eso s¨ª, valga decir que en este aspecto los subt¨ªtulos en nuestro idioma nos pueden jugar alguna mala pasada puntual, d¨¢ndole sentidos err¨®neos a los di¨¢logos, que pueden parecer hasta graves errores argumentales que no son tales.

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El grueso del argumento se narra a trav¨¦s de abundantes escenas cinem¨¢ticas creadas con el motor del juego, que har¨¢n acto de aparici¨®n sobre todo entre niveles, aunque tambi¨¦n durante los mismos llegados a ciertos momentos. Bien hilada e intensa, la historia es muy satisfactoria y el principal valor del producto, que se permite hasta contarnos un par de situaciones que no hemos visto nunca a trav¨¦s de flashbacks. Eso s¨ª, la importante carga argumental vinculada a las entregas anteriores puede provocar que muchos usuarios nuevos se sientan algo perdidos, sobre todo ante los abundantes personajes y gui?os, antoj¨¢ndose insuficiente la gu¨ªa-recordatorio que veremos en las pantallas de carga.

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Una buena muestra del enfoque de acci¨®n del juego es el hecho de que la munici¨®n abundar¨¢, y no s¨®lo en los escenarios, sino que tambi¨¦n los enemigos al morir dejar¨¢n caer algunas balas, oro u otros objetos valiosos. Tambi¨¦n se hace patente en la divisi¨®n del t¨ªtulo en cap¨ªtulos, que luego podremos jugar de forma independiente y a nuestro antojo. Aquellos que no est¨¦n interesados en el argumento, se encontrar¨¢n con un t¨ªtulo cargado de secuencias de acci¨®n de todo tipo, desde asedios de zombis hasta persecuciones por la sabana africana. Lo que ha perdido de terror lo ha ganado en intensidad constante, con algunos momentos que apelan a la ¨¦pica y al espect¨¢culo visual, dignos de las grandes pel¨ªculas de acci¨®n hollywoodienses.

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Por lo que respecta al juego en s¨ª, podremos elegir diferentes configuraciones de botones, aunque habr¨¢ una que emular¨¢ la posici¨®n de los botones con respecto a Resident Evil 4, y otra que ser¨¢ la r¨¦plica a los controles de Gears of War. Sea cual sea la que elijamos, el juego no var¨ªa en absoluto, y todo se limita a d¨®nde prefiere cada usuario que est¨¦n colocadas las acciones en el mano. Con la configuraci¨®n por defecto, tendremos un gatillo para apuntar con el arma que llevemos equipada y otro gatillo para disparar; otro de los botones superiores servir¨¢ para sacar el cuchillo (que no ocupa lugar en el inventario, lo llevamos siempre encima) y el mismo gatillo para utilizarlo; el cuarto bot¨®n superior servir¨ªa para activar y desactivar el mapa. Los botones frontales quedan para correr, interactuar con objetos y puertas (uno para hacerlo en solitario, el otro para dar ¨®rdenes o hacer algo junto con el compa?ero) y abrir el inventario.

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Una de las principales diferencias con respecto al 4 es que al inventario se accede en tiempo real. Un peque?o men¨² que se superpondr¨¢ en pantalla, sin que se pause la acci¨®n, y a trav¨¦s del cual podremos equipar armas, utilizar objetos, o intercambiar material con nuestra compa?era. Ser¨¢ muy necesario aprender a navegar por ¨¦l lo m¨¢s r¨¢pidamente posible, dado que el acceso ser¨¢ habitual, sobre todo en los grandes enfrentamientos, cuando tengamos que utilizar distintas armas y objetos. Para poder realizar los intercambios con nuestro acompa?ante, deberemos estar lo bastante cerca como para que sean posibles, ya que de no ser as¨ª no podremos proceder al traspaso de objetos. Tambi¨¦n tendremos la posibilidad de cubrirnos en determinados lugares del escenario, algo que ser¨¢ m¨¢s necesario (por no decir imperativo) en los compases finales del juego.

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En muchas ocasiones, surgir¨¢n QTE en pantalla; ya sea en situaciones cinem¨¢ticas o durante el propio juego, deberemos estar pendientes de lo que acontece, para no llevarnos sorpresas desagradables. De hecho, con varios enemigos tendremos QTE para esquivar sus ataques y no sufrirlos, o deberemos pulsar botones para librarnos de sus agarres. Siempre que se da una situaci¨®n de este tipo, aparecer¨¢n en pantalla los botones que debemos pulsar, y en este aspecto ser¨¢, como siempre en estos casos, muy importante el conocimiento previo, ya que es f¨¢cil que nos cojan desprevenidos, sobre todo durante el juego normal, sin ser en situaciones cinem¨¢ticas.

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Destacar tambi¨¦n la variedad de situaciones que tendremos en el juego, gracias a las cuales no todo se limitar¨¢ a avanzar por los escenarios a pie. Tendremos tambi¨¦n viajes en distintos tipos de medios, y controlaremos torretas que nos facilitar¨¢n mucho la tarea y nos servir¨¢n para ahorrar munici¨®n (en gran medida, muchos de los casos en los que tendremos torretas a nuestra disposici¨®n, se convierten casi en la ¨²nica alternativa para avanzar). Sin ser demasiado numerosas estas variaciones del estilo de juego principal, s¨ª son de agradecer, ya que despu¨¦s de fases densas o complejas, suponen un respiro de tranquilidad. Tampoco faltar¨¢ alguna que otra contrarreloj en la que deberemos ser lo m¨¢s veloces posibles.

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Sheva es un personaje clave para este juego, por mucho que sea la reci¨¦n llegada al universo Resident Evil. Ambos personajes ser¨¢n clave para avanzar, y no puede morir ninguno de los dos; si a alguno se le acaba la vida, el otro deber¨¢ curarle antes de un tiempo determinado para poder seguir jugando. Tambi¨¦n ser¨¢ importante ayudarse el uno al otro cuando est¨¢n en situaciones comprometidas, o ayudar a Sheva a subir a lugares elevados cuyas escalerillas de acceso est¨¢n rotas. De hecho, en muchas ocasiones los caminos de ambos personajes se separar¨¢n, y deber¨¢n apoyarse mutuamente a pesar de la separaci¨®n. El elemento cooperativo del juego est¨¢ muy marcado en todo momento, hasta el punto de que las hierbas verdes servir¨¢n para curar a ambos personajes por igual (siempre que est¨¦n cerca, claro).

Un aspecto muy importante de Resident Evil 5 ser¨¢ el combate cuerpo a cuerpo. No en el sentido literal de la palabra, dado que no podremos ir por ah¨ª dando pu?etazos como si de un beat'em up se tratase, sino que podremos rematar a los enemigos haciendo uso de la fuerza bruta (y ahorrando munici¨®n, de paso). No falta el pisot¨®n en el suelo, un cl¨¢sico de la franquicia, pero adem¨¢s, a los enemigos aturdidos podremos golpearles para acabar con ellos, ya sea con un gancho por delante, o rompi¨¦ndoles el cuello por la espalda. La variedad de alternativas se ver¨¢ completa con barriles explosivos, artefactos el¨¦ctricos y otros elementos del escenario que podremos utilizar en nuestro favor.

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La principal queja en este aspecto jugable es lo est¨¢tico de los personajes a la hora de moverse. El giro r¨¢pido no es suficiente para ofrecer una jugabilidad fluida y din¨¢mica, acorde a la acci¨®n que se pretende representar en pantalla. Esto no quiere decir que no se pueda disfrutar, y mucho, con el sistema de control que oferta el juego, pero a estas alturas hay que pedirle algo m¨¢s. Las criaturas a las que nos enfrentamos ser¨¢n bastante feroces por lo general, aunque en ocasiones se nota que tienen en cuenta la lentitud de reacci¨®n de nuestros personajes y se frenan antes de desatar sus ataques. Esto no siempre acontecer¨¢, habr¨¢ muchos que no dudar¨¢n en acabar con nuestras vidas de formas grotescas en muchos casos.

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No obstante, el juego no es especialmente dif¨ªcil en ninguno de sus tres niveles de dificultad, siempre desde un punto de vista experimentado. Para aquellos que est¨¦n menos habituados a los videojuegos, en determinados momentos se presentan situaciones bastante complejas; pero por lo general, el juego est¨¢ pensado para ser rejugado una y otra vez, y el propio porcentaje de avance contar¨¢ con que lo terminemos en los tres niveles de dificultad cuanto menos, y luego en cooperativo y que consigamos todos los secretos que esconden los niveles. Cierto es, que consigue resultar divertido y ameno, y la idea de rejugarlo abundantes veces no se hace tan pesada como en otros t¨ªtulos. Aunque le falta ese aspecto survival de agobio y tensi¨®n ante la falta de recursos, intenta explotar otras virtudes en un g¨¦nero que no termina de ser el suyo como es el de la acci¨®n, y se pierde un poco a medio camino entre ambas cosas.

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Se har¨¢ especialmente patente en los enemigos finales, pensados para eliminar entre dos jugadores, en los que la m¨¢quina, al dejarnos en todo momento llevar la batuta de la situaci¨®n, se mantiene a nuestro lado y no interfiere, complicando mucho algunos momentos. Adem¨¢s, si nuestro compa?ero es un amigo, la colaboraci¨®n y coordinaci¨®n conseguir¨¢ que nos sumerjamos en la ambientaci¨®n del juego y disfrutemos todav¨ªa m¨¢s de ¨¦l, ampliando considerablemente la capacidad de diversi¨®n de Resident Evil 5. Incluso a pantalla partida, que se presenta de forma algo extra?a y no aprovecha la pantalla, es f¨¢cil llegar a acostumbrarse a lo inc¨®modo de su presentaci¨®n, aunque hubiese sido mejor que se explotase de otra forma m¨¢s satisfactoria esta posibilidad.

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Para avanzar, destacar especialmente la gran cantidad de armas que tendremos a nuestra disposici¨®n. Estar¨¢n ocultas (o no tan ocultas) por los escenarios, y deberemos recogerlas para que puedan pasar a la tienda y, si queremos, poder comprar m¨¢s modelos. La gama va desde pistolas hasta lanzacohetes, pasando por metralletas, rifles, escopetas, lanzagranadas, m¨¢gnum? En algunos casos, hay varios modelos, y las diferencias entre ellas est¨¢n muy marcadas. Entre niveles, tendremos acceso a una tienda en la que podemos vender los tesoros que hemos recogido y comprar objetos (chalecos antibala, cuerpo a cuerpo, sprays de primeros auxilios, armas?), o bien mejorar nuestras armas en distintos aspectos (rango, potencia, capacidad, posibilidad de cr¨ªtico). Un sistema mucho m¨¢s austero y menos carism¨¢tico que el buhonero de Resident Evil 4, pero funcional y que ofrece un cierto grado de personalizaci¨®n de los personajes.

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Menci¨®n especial a los jefes finales, que en muchos casos ocupan toda la pantalla y requerir¨¢n el despliegue de estrategias concretas para maximizar el da?o que les infligimos. Habr¨¢ ocasiones en las que tendremos que ver qu¨¦ es lo que m¨¢s nos interesa, debiendo analizar bien la situaci¨®n y no lanzarnos sin m¨¢s. El dise?o de estas criaturas alcanza por momentos lo grotesco, aunque hay muchas que recordaremos de entregas anteriores; no son exactamente las mismas, sino variaciones, como los majini de la motosierra o ElGigante. Aunque no logran alcanzar las mismas cotas de carisma que en otras entregas, son criaturas que nos har¨¢n pasar un mal rato, por lo que cumplen su objetivo.

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Pero el modo estrella entre los extras es, sin duda, Los Mercenarios. Sin desvelar nada, os podemos decir que ofrece 10 personajes para jugar (a desbloquear) en ocho escenarios diferentes. Son retos de puntuaci¨®n, en los que, al m¨¢s puro estilo The Club, debemos encadenar combos de enemigos para sumar puntos en el tiempo l¨ªmite. Tendremos bonificadores de tiempo por los escenarios, y s¨®lo al alcanzar determinada puntuaci¨®n podremos acceder al siguiente escenario. Aqu¨ª se hace todav¨ªa m¨¢s patentes las limitaciones del sistema de control, dado que los enemigos son mucho m¨¢s violentos y numerosos, y la imposibilidad de movernos con mayor libertad nos complica bastante las cosas. Lo cierto es que anta?o el modo Mercenarios era la oportunidad de vivir de otra forma el universo Resident Evil, pero en esta entrega da la sensaci¨®n de ser m¨¢s de lo mismo de la aventura principal.

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Aunque no se ha explotado aquel cambio sustancial que se promet¨ªa al salir de un edificio oscuro a la luz intensa, ni el calor de ?frica juega un papel tan importante como se comentaba en las primeras presentaciones, s¨ª que han quedado ciertos vestigios de aquel ambicioso proyecto. En el exterior, los rayos del sol pueden cegarnos si miramos hacia ellos, dificultando nuestra punter¨ªa; al adentrarnos en t¨²neles oscuros, nos costar¨¢ discernir lo que hay dentro, pudiendo ver s¨®lo un par de puntos blancos que son los ojos de un perro acech¨¢ndonos. Del mismo modo, las explosiones son todo un espect¨¢culo de luz y color, afectando a ciertas estructuras del entorno o, en el caso de granadas cegadoras, dej¨¢ndonos completamente vulnerables al no ver qu¨¦ estamos haciendo.

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Si la explosi¨®n tiene lugar cerca del personaje (pero lo bastante lejos como para no afectarle y hacerle da?o), este se cubrir¨¢ en un gesto muy natural, acompa?ado de un ¨¢ngulo de c¨¢mara muy efectivo. Las animaciones de personajes y enemigos ser¨¢n muy dignas, como resultado del complejo proceso de motion capture al que han sido sometidos, pero tambi¨¦n se nota en muchos momentos que algunas animaciones han sido reutilizadas de Resident Evil 4, algo casi inevitable al seguir de forma tan fiel el mismo estilo de juego. El resultado, en t¨¦rminos generales, es sorprendente, con personajes que suben escaleras, saltan, gesticular, lanzan cosas, se abalanzan sobre el personaje principal, se ayudan a subir a ciertos lugares, gritan? un bello mundo que se mueve con fluidez y suavidad, sin ning¨²n rastro de posibles ralentizaciones.

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Del mismo modo, los escenarios est¨¢n muy cuidados, con una gran atenci¨®n al detalle. Los cambios de lugar se hacen patentes gracias a una excelente ambientaci¨®n que consigue transmitirnos lo desolador de una mina abandonada, el calor de las calles de Kijuju, la tensi¨®n de un laboratorio lleno de lickers? Meterse en la piel de Chris y Sheva es realmente sencillo, gracias a la credibilidad que transmite el mundo que les rodea. Tal vez por eso, algunos de los jefes finales se antojan todav¨ªa m¨¢s asombrosos, ya que gracias al aura de realismo que envuelve al juego y a su nivel de detalle, resultan temibles y casi como una pesadilla que se hace realidad. Podr¨ªamos seguir destacando peque?os detalles t¨¦cnicos del juego (el par¨¢sito saliendo de la boca de los enemigos, el polvo de la sabana, el agua de los pantanos, las viscosidades de las paredes en determinados niveles?), pero basta con decir que es un juego muy completos en cuanto a su acabado visual. Hay elementos recuperados de Resident Evil 4, pero la capa de pintura es lo bastante satisfactoria como para que pasen desapercibidos.

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El apartado sonoro tambi¨¦n roza a un nivel muy alto, digno de las mejores producciones. Siguiendo con la din¨¢mica del juego, son composiciones que se alejan del terreno del terror y se centran m¨¢s en transmitir la acci¨®n y la tensi¨®n, algo que consiguen con gran acierto. Destacar tambi¨¦n el excelente trabajo de doblaje de los actores, que se meten con acierto en la piel de los personajes que interpretan y consiguen hacerlos cre¨ªbles (menci¨®n especial a Wesker, pero es que ese personaje juega en una liga completamente distinta, a todos los niveles). Como viene siendo habitual en la franquicia, no hay voces en espa?ol, pero todos los di¨¢logos estar¨¢n perfectamente subtitulados en nuestro idioma. Los efectos sonoros tambi¨¦n est¨¢n muy trabajados, con sonidos fieles de armas de fuego y de la interacci¨®n con el entorno.

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A nivel jugable, Resident Evil 5 no cumple del todo las expectativas. Le falta ese punto de innovaci¨®n que se antoja casi obligatorio: cuatro a?os despu¨¦s de la entrega anterior, el sistema de control ha envejecido demasiado. Si bien no es complejo de controlar, y el mando de control responde bien a nuestras exigencias, en ocasiones da la sensaci¨®n de que nuestro personaje es est¨¢tico, incapaz de reaccionar como deber¨ªa ante las situaciones m¨¢s intensas. De hecho, habr¨¢ momentos de la aventura (sobre todo si jugamos solos y Sheva no nos ayuda) en los que acabaremos completamente desquiciados por la lentitud del personaje, incapaces de llegar a realizar un movimiento lo bastante r¨¢pido para conseguir nuestro objetivo.

Se hace especialmente notable en el modo Mercenarios, donde nuestra agilidad y habilidad ser¨¢n esenciales para tener alguna posibilidad de ¨¦xito. El juego, en l¨ªneas generales, es muy divertido, con algunos momentos inolvidables que dan coherencia y calidad a esta franquicia; no obstante, al enfocarse tanto hacia la acci¨®n, da lugar a un esquema ligeramente repetitivo de avanzar, eliminar enemigos, avanzar, eliminar enemigos, accionar palanca. De hecho, ni siquiera se limita a eso, ya que es posible en muchos casos escapar de nuestros rivales. Los puzzles brillan por su ausencia, y lo m¨¢s complicado ser¨¢ recoger los objetos necesarios para abrir la siguiente puerta, en un avance completamente lineal.

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La aventura, en su modo historia, tiene una duraci¨®n que ronda las 10 horas, una cifra que puede variar bastante seg¨²n la experiencia y la pericia de los jugadores que est¨¦n a los mandos. No obstante, conseguir todos los extras (es decir, el 100% del juego), encontrar todos los emblemas ocultos de la BSAA, y superar el modo Mercenarios alargar¨¢n bastante la vida del t¨ªtulo en ese aspecto. Si a esto le a?adimos el cooperativo, la longevidad puede ser muy importante. No obstante, valga destacar que depende bastante de la colaboraci¨®n entre ambos personajes, algo que no es del gusto de todo el mundo y que, jugando con la m¨¢quina, se har¨¢ demasiado patente.

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