Punto de partido

La respuesta del p¨²blico de cara a la l¨ªnea New Play Control sigue, pese a la aparici¨®n de Pikmin, contando con dos extremos totalmente opuestos. Mientras que una gran parte de los aficionados apoyan estas versiones y consideran como buena la estrategia de Nintendo, otros claudican al cielo por la falta de originalidad de productos que aparec¨ªan hace varios a?os para una plataforma que poco ten¨ªa que ver con Wii. En los ¨²ltimos meses se ha mantenido un debate candente acerca de este respecto, sin alcanzar ninguna conclusi¨®n clarividente sobre la valoraci¨®n real que se merecen estos t¨ªtulos. De lo que no cabe ninguna duda -y sin ¨¢nimos de entrar en aquella discusi¨®n- es que forman parte del cat¨¢logo de una consola que no obtuvo una repercusi¨®n medi¨¢tica como la de Wii, con todo lo que ello conlleva.

Ampliar

Mario Power Tennis permite una mejor comprensi¨®n de las intenciones de Nintendo que Pikmin, principalmente debido a que se trata de un t¨ªtulo deportivo que emplea como punto de partida una jugabilidad calcada a la del minijuego de WiiSports. Se comprende mucho m¨¢s f¨¢cilmente que se adapte un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas, no s¨®lo por la evidente diferencia de controles sino tambi¨¦n por el hecho de ofrecer una experiencia que se asemeja a grandes rasgos a la realidad. Todo videojuego de estas caracter¨ªsticas busca transmitir una sensaci¨®n personal y veros¨ªmil, que se ajuste en la medida de lo posible a tomar una raqueta en mano y disfrutar de un apasionante partido. El tenis es un deporte particular dif¨ªcil que requiere bastante tiempo para considerarnos jugadores experimentados, y quiz¨¢s por este motivo Camelot decidi¨® ajustarse a un f¨®rmula de ¨¦xito garantizada que sigue la premisa habitual de Nintendo.

Ampliar

Ampliar

Podemos formar un esquema mental r¨¢pidamente si ya conocemos el original, ya que en esta adaptaci¨®n no encontraremos ning¨²n cambio que pueda ser destacado por encima de los dem¨¢s. Se mantiene el mismo aspecto t¨¦cnico (alabado en su d¨ªa, hoy sigue resultando efectivo para la clase de juego que sostiene), el mismo sonido, con la salvedad de encontrarnos con un sistema de control completamente adaptado a las posibilidades del nunchuk y del wiimote. A diferencia de Pikmin, aqu¨ª s¨ª que cambia completamente la experiencia, ya que ni siquiera se posibilita el jugar con el mando cl¨¢sico de la consola o con cualquier otro sistema que no sea v¨ªa infrarrojos.

Ampliar

Nos vemos forzados a hacer uso de los movimientos particulares del wiimote, pese a que nunca tenemos la sensaci¨®n de manejar una raqueta real. El nunchuk pasa a ser un elemento opcional, con la posibilidad de emplear la cruceta digital del mando de la consola para los movimientos b¨¢sicos. Sin embargo, el sistema predeterminado nos invita a hacer uso del stick anal¨®gico para desplazar a los personajes por el escenario. Los botones pasan a un segundo plano, con la ¨²nica opci¨®n de efectuar distintos efectos en funci¨®n del bot¨®n que mantengamos pulsado durante la ejecuci¨®n del disparo. El cambio en el sistema de juego facilita la integraci¨®n de los jugadores menos experimentados en esta rama, con un control que recuerda por momentos al ya mentado minijuego de tenis en Wii Sports. La experiencia no es exactamente la misma, pero s¨ª el sentido que se le ha tratado de otorgar al juego.

Ampliar

Elevar la pelota, por poner un ejemplo, requiere un movimiento ascendente con el mando posicionado en direcci¨®n al suelo, acci¨®n que la consola no siempre recoge como tal. Cuanto m¨¢s le exigimos al juego en ese sentido mayor es el sentimiento de frustraci¨®n moment¨¢neo, que se agrava en los escenarios donde nos vemos obligado a tener una precisi¨®n quir¨²rgica para colocar una bola justo en el lugar deseado. La curva de dificultad es asequible tambi¨¦n en este sentido, por lo que apenas hemos de ganar algo de experiencia para comenzar a realizar demoledores ataques especiales que tienen su correspondiente contra. Cada personaje baraja unos atributos muy concretos que les diferencian en la pista, aunque por regla general la mayor problem¨¢tica reside en encontrar al que mejor se ajusta a nuestro estilo particular de juego.

Ampliar

Yoshi es el personaje perfecto para sacar e ir directamente hacia la red, mientras que Wario se maneja mejor desde el fondo de la pista, donde es capaz de propinar aut¨¦ntico bombazos a las pelotas, con restos imposibles de cazar. Mario es el m¨¢s equilibrado, Koopa uno de los m¨¢s veloces -se desplaza meti¨¦ndose en su concha, lo que a su vez le confiere unos segundos de retraso a la hora de golpear una bola r¨¢pida- y as¨ª sucesivamente hasta conformar un buen plantel de personajes que cuentan con sus correspondientes escenarios espec¨ªficos. Tampoco hay ninguna novedad en este sentido: debemos desbloquear las pistas ocultas para hacer uso de ellas en el modo exhibici¨®n, exactamente igual que los minijuegos, que conforman uno de los aspectos m¨¢s divertidos de esta edici¨®n.

Ampliar

Ampliar

En cualquier caso, la modalidad estrella de Mario Power Tennis es, por l¨®gica, el Torneo, donde debemos seleccionar a un personaje para pasar a una exigente competici¨®n que se rige por las normas reales de tenis. Podemos disputar si as¨ª lo queremos una modalidad extraordinaria en la que debemos de contar con la presencia de nuestro rival, pero tambi¨¦n con otros elementos secundarios que dificultan la partida, como cocodrilos, un suelo que se recoge o despliega en funci¨®n de qu¨¦ zona rebota la pelota, o incluso en pleno castillo de Bowser, rodeados de fuego bajo una ambientaci¨®n que por suerte no se ha visto resentida con el paso del tiempo. Lo cierto es que uno de los aspectos m¨¢s destacados de la adaptaci¨®n es el genial aspecto gr¨¢fico que luce en todo momento.

Ampliar

Ampliar

El sonido sigue la l¨ªnea de los gr¨¢ficos imponiendo melod¨ªas alegres, en la l¨ªnea del tono que supura el juego desde el primer partido al ¨²ltimo. En este sentido se ha incluido la posibilidad de escuchar las voces y los efectos sonoros a trav¨¦s del peque?o altavoz interno del wiimote, lo que no deja de ser un mero a?adido intrascendente durante la partida. El principal a?adido y que se ha de tener en todo momento en cuenta es el del sistema de control, que b¨¢sicamente transmite la misma sensaci¨®n que la del juego original en su momento. La jugabilidad que ofrece el t¨ªtulo hace posible que desde el primer momento nos sintamos afines con lo que sucede en pantalla, al igual que el disfrute de un jugador inexperto que se ve por primera vez ante los mandos de estos personajes.

Ampliar

Ante la ausencia de m¨¢s novedades, s¨®lo cabe destacar la presencia de un modo de opciones desde el que se explica a la perfecci¨®n el amplio repertorio de movimientos, que en cualquier caso es recomendable practicar. Nunca tenemos la sensaci¨®n de estar manejando una raqueta aut¨¦ntica, aunque tampoco parece esa la intenci¨®n de Nintendo de cara a este port. Los movimientos responden con alguna que otra dificultad en momentos puntuales, aunque no nos cansamos de repetir que es una cuesti¨®n de pr¨¢ctica que a grandes rasgos se soluciona a poco de hacernos con la mec¨¢nica del juego.

Ampliar

Ampliar