Singularity, Impresiones
Raven Software, padres del primer Marvel Ultima Alliance, Quake 4 o del pol¨¦mico Soldier of Fortune, vuelven a desligarse de las ataduras de la industria para crear algo verdaderamente nuevo. Singularity, un juego de acci¨®n para PS3 y 360 en el que podremos controlar la edad de las personas y cosas para usarlas en nuestro favor.
Raven Software, padres del primer Marvel Ultima Alliance, Quake 4 o del pol¨¦mico Soldier of Fortune, vuelven a desligarse de las ataduras de la industria para crear algo verdaderamente nuevo. Singularity, un juego de acci¨®n para PS3 y 360 en el que podremos controlar la edad de las personas y cosas para usarlas en nuestro favor.
La aventura de esta nueva franquicia comenz¨® hace aproximadamente dos a?os, cuando los fundadores de Raven Software, Brian y Steve Raffel, decidieron crear algo innovador. Era el momento adecuado, acababan de terminar el desarrollo de Quake 4 y uno de los tres equipos de su estudio se quedaba sin proyecto. De esta manera comenzaron a trabajar todav¨ªa a espaldas de Activision. Les faltaba pulir la idea y realizar una demo para convencer a los jefazos de que su proyecto era viable. Casi sin darse cuenta lleg¨® el momento clave. Una reuni¨®n a distancia en la que se decidir¨ªa si la gran multinacional apadrinaba un nuevo juego. En este punto hay que recordar que estamos hablando de una compa?¨ªa que desech¨® Brutal Legends, Cazafantasmas o Las Cr¨®nicas de Riddick por no ajustarse a su pol¨ªtica de lanzamientos. Al ver lo que los hermanos Raffel ten¨ªan que ense?arles, no dudaron ni un instante. El proyecto segu¨ªa adelante, Singularity llegar¨¢ a ver la luz. Concretamente podemos esperarlo para fin de a?o. Pero ?Por qu¨¦ deber¨ªamos esperarlo?

Lo cierto estamos ante una de las propuestas m¨¢s fascinantes del a?o. Quiz¨¢ no tanto por el g¨¦nero al que pertenece, un FPS m¨¢s para la colecci¨®n, sino por el hecho de combinar una ambientaci¨®n extraordinaria con el concepto de ?jugar' con el tiempo que tan atrayente resulta para el gran p¨²blico. La historia se enmarca en un futuro cercano alternativo y en una isla imaginaria donde se realizaron ciertos experimentos cient¨ªficos por parte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la ¨¦poca de la guerra fr¨ªa. El objetivo de estos era encontrar el ?elemento 99', del que se dice que existe realmente en nuestra realidad, y que conseguir¨ªa crear energ¨ªa de la nada. Por desgracia algo pas¨® durante la investigaci¨®n que hizo que hubiera que evacuar la zona. Todo comienza en el momento que el gobierno estadounidense capta se?ales de actividad en la zona. Algo gordo puede estar tram¨¢ndose. Somos un soldado enviado all¨ª para ver el porqu¨¦ de tanto revuelo, para encontrarnos con un caos de proporciones hist¨®ricas que casi podr¨ªa acabar con la vida en la tierra.

Dicha ¨ªnsula est¨¢ situada en la costa este de Siberia y en ella se llevaron a cabo ciertos experimentos que dotaron a la zona con una molesta inestabilidad espacio- temporal . De hecho, por alguna raz¨®n desconocida, hondas temporales hacen fluctuar el tiempo entre la ¨¦poca original de los experimentos y el momento en que se desarrolla la acci¨®n. La raz¨®n o fuente de su emisi¨®n permanecen como un verdadero enigma. Para descubrirlo contaremos con un aparato de manipulaci¨®n temporal (Time Manipulation Device en ingl¨¦s). Este peque?o artilugio que el protagonista se enfunda en su mano izquierda nada m¨¢s comenzar la aventura tiene cuatro funciones principales.

Las dos primeras , las m¨¢s evidentes, son hacer retroceder y avanzar la ?edad' del objetivo. Es decir, si cogemos un barril destrozado podremos hacerle volver a la ¨¦poca en la que conten¨ªa explosivos. O por ejemplo, un candado que evita nuestro avance puede ser reducido a polvo con s¨®lo hacer avanzar su edad un par de milenios? La parte espectacular viene cuando aplicamos est¨¢s mismas facultades sobre los enemigos vivos, haci¨¦ndoles volver a un estado de ?placenta' o reduci¨¦ndolos a simples esqueletos.

Las otras dos habilidades del TMD son ¨¦xtasis y pulso. Con la primera haremos levitar al objeto que apuntemos en un estado de suspensi¨®n temporal. Mientras con el pulso podremos propinar un golpe energ¨¦tico leve a los objetivos. Combinando ambas habilidades podremos por ejemplo recoger una granada lanzada por el enemigo, suspenderla en el tiempo y lanzarla de nuevo hacia donde queramos. En la pr¨¢ctica es algo similar a lo que vimos en el excelente Half Life 2 y su pistola gravitatoria, s¨®lo que con muchas m¨¢s posibilidades gracias a las posibilidades de manipulaci¨®n del tiempo.

De este modo, Singularity pretende ofrecernos una manera m¨¢s inteligente de resolver los puzles que pulsando palanquitas y presionando baldosas. Interactuando con la edad de los distintos elementos conseguiremos resolver las m¨¢s distintas situaciones que se vayan presentando, sea la ¨¦poca que sea. Porque otra de las se?as de identidad de este prometedor t¨ªtulo es los continuos viajes temporales entre la ¨¦poca de la guerra fr¨ªa, con la isla en todo su esplendor, repleto de soldados sovi¨¦ticos y reluciente maquinaria, y la actual, completamente desolada y plagada de una especie de fuerzas especiales origen y objeto desconocidos.
Por supuesto, no nos lanzaremos a la batalla pertrechados ¨²nicamente con el famoso guante puesto que contaremos adem¨¢s con un arsenal a la altura de las circunstancias en el que no falta de nada (desde granadas a ametralladoras o lanzamisiles, sin dejarse nada fuera). Hay cabida incluso para m¨¢s artefactos de control temporal como las granadas de ¨¦xtasis, que responde al nombre de Deadlocks, con las que cualquier objeto que caiga en su radio no puede sufrir modificaci¨®n alguna. Una muy buena herramienta para cortar el paso de las fuerzas enemigas.

En este punto no estar¨ªa de m¨¢s comentar el trabajo que actualmente se encuentran realizando los chicos de Raven con la inteligencia artificial de los enemigos. No es que vayan a revolucionar el g¨¦nero, pero han conseguido que todas las unidades a las que nos enfrentemos se comporten de una manera muy real. En la demo que pudimos ver, observamos como interaccionaban entre ellos mediante ¨®rdenes, reaccionaban de manera din¨¢mica con el entorno (cuando usamos granadas temporales para bloquear un camino por ejemplo) e incluso como reaccionaban al ataque de otros enemigos en medio de un combate contra el personaje del jugador.

En la parte t¨¦cnica, no hay lugar para las dudas, puesto que promete hacer un uso intensivo del archiusado Unreal Engine 3. Pero no s¨®lo eso, puesto que en Raven han fichado a uno de los grandes talentos de la industria para ocuparse de fundir en uno la jugabilidad y las escenas cinem¨¢ticas que se realizar¨¢n, desde la primera a la ¨²ltima, con el motor de juego sin que la calidad de estas sufra un ¨¢pice por ello. M¨¢s les vale, puesto que afirman que uno de los componentes principales de Singularity va a ser la historia que envuelve al personaje principal, del que no nos han querido dar demasiados detalles. Sabemos que es parte del ej¨¦rcito Norteamericano, es decir, un militar altamente entrenado, y que una vez que llegue a la isla va a tener problemas de comunicaciones, con un ?amigo? tratando de ayudarnos a trav¨¦s de nuestra radio de onda corta (muy al estilo Bioshock). Va a haber soldados, explosiones constantes, ?bichos' de proporciones tit¨¢nicas y muchos giros argumentales para que no nos aburramos de su jugabilidad un tanto lineal.

Por suerte va a contar tambi¨¦n con un modo multijugador a la altura de las circunstancias, previsiblemente para 16 jugadores simult¨¢neos y con uso constante de las habilidades para el control de la edad de los objetos. El resto de detalles sobre este modo de juego, as¨ª como del resto de la aventura, son todav¨ªa una inc¨®gnita. Esperamos ansiosos ver de nuevo este tan prometedor juego de acci¨®n.


- Acci¨®n