Epopeya espacial

Parece mentira la rapidez con la que evoluciona el mercado. Hace unos a?os no quedaba otro remedio que hablar de Star Ocean como una franquicia de culto, una de las m¨¢s importantes del cat¨¢logo de Enix, cuya tercera entrega en PlayStation 2 obtuvo un ¨¦xito moderado a¨²n trat¨¢ndose de un producto relativamente nuevo para el consumidor occidental. Varios a?os despu¨¦s, ante el lanzamiento europeo de Star Ocean: Second Evolution, se plantea una duda moral de cara a valorar un t¨ªtulo que b¨¢sicamente sigue siendo exactamente igual que el original, salvo por el motor gr¨¢fico que emplea, que viene a ser una evoluci¨®n del primer Star Ocean que vuelve a apostar por los fondos prerenderizados, escenas anime de alta definici¨®n y especialmente por un argumento mucho mejor estructurado que el de su antecesor, sin alcanzar cotas que quiten el hipo pero manteniendo siempre una calidad que raya el notable.

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Second Evolution ha de ser comprendido como uno de los muchos RPGs que nunca vieron la luz fuera de las fronteras norteamericanas salvo a excepci¨®n de determinados pa¨ªses europeos (lo que en su momento supon¨ªa todo un adelanto en comparaci¨®n a la ¨¦poca de SNES, a la que pertenece el primer Star Ocean, que nunca lleg¨® a visitar el mercado estadounidense) pese a atesorar una calidad y valores de producci¨®n muy por encima de la media, lo que convirti¨® al original de PSX en carne de importaci¨®n, convirti¨¦ndose curiosamente en uno de los t¨ªtulos de Enix m¨¢s populares, en gran parte precedido por el ¨¦xito que obtuvo en su momento en su pa¨ªs de origen. Somos conscientes de que el mercado japon¨¦s poco o nada tiene que ver con el occidental, aunque en esta ocasi¨®n sobran motivos para comprender el por qu¨¦ del ¨¦xito del t¨ªtulo que hoy presentamos como Star Ocean: Second Evolution.

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Sobra decir que las expectativas depositadas en el t¨ªtulo eran muy elevadas, como de costumbre a la hora de valorar cualquier producto de Square Enix, y que en un primer contacto con la versi¨®n japonesa ya tuvimos ocasi¨®n de corroborar que muchos de los defectos de First Departure segu¨ªan presentes en el desarrollo de esta continuaci¨®n. Defectos que en parte se han solucionado durante el intervalo de tiempo que ha transcurrido entre el lanzamiento oriental y el occidental del t¨ªtulo, como bien tendremos ocasi¨®n de comprobar a lo largo y ancho de este an¨¢lisis, cr¨ªtica o como cada cual desee comprender la opini¨®n que destila esta casa respecto a este videojuego. Queda patente desde el primer momento que Square Enix ha querido otorgar un aire m¨¢s profundo, de m¨¢s relevancia al argumento del remake, con conversaciones en las que se debate una y otra vez acerca de las mismas cuestiones hasta que finalmente estalla el quid del conflicto universal e interestelar al que estamos a punto de asistir.

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Al margen de esta cuesti¨®n, este Star Ocean arranca con fuerza, ofreci¨¦ndonos inicialmente la opci¨®n de disfrutar la aventura en las pieles de Claude, un valiente muchacho de 19 a?os hijo de una de las figuras m¨¢s representativas de la historia reciente de la humanidad -Ronyx J. Kenny, presente en la aventura original seg¨²n el nexo de la trama-, o de Rena, una chica optimista, sensible e inteligente que cuenta con la posibilidad de efectuar hechizos curativos y a la que tendremos que rescatar en mil y una ocasiones cuando la hayamos conocido y finalmente partamos en un viaje hacia lo desconocido con ella. Un viaje completamente nuevo en el que conocemos a personajes secundarios que no entraban en el panorama de la edici¨®n original y que a?aden ese peque?o plus de motivaci¨®n de cara a los jugadores que en su d¨ªa disfrutaron de una aventura ¨¦pica, de una aut¨¦ntica epopeya interespacial.

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Sin embargo, la trama cambia dr¨¢sticamente en funci¨®n de cu¨¢l de los dos escogemos, lo que se traduce en una aventura pr¨¢cticamente nueva sea cual sea nuestra decisi¨®n ¨²ltima. La aventura de Claude comienza en una nave espacial, y poco a poco se presenta su historia como la de un muchacho que vive desesperado por seguir la estela de su padre. La nave se dirige rumbo a un planeta del anillo estelar donde se ha detectado una fuente de energ¨ªa sin precedentes, por lo que la expedici¨®n se muestra expectante ante lo que all¨ª se puede descubrir. Claude es el primero en acudir al lugar de los hechos, donde una potente fuente de energ¨ªa representa todo cuanto el joven hab¨ªa so?ado: la posibilidad de destacar y de realizar una acci¨®n heroica a expensas de su padre; demostrarle que realmente est¨¢ curtido para la batalla.

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Al mismo tiempo que esto sucede, Rena despierta una ma?ana cualquiera en una pac¨ªfica aldea rec¨®ndita y sale a pasear hacia su bosque favorito, donde acostumbra a pasar el tiempo divagando en sus adentros. Con el paso de las horas conocemos a su madre, al alcalde del pueblo, y por supuesto la historia personal de la muchacha, de la que no desvelaremos m¨¢s datos para evitar estropear las diversas sorpresas que descubrimos a lo largo y ancho del argumento. Un d¨ªa, paseando por el bosque, Claude aparece repentinamente y salva a la joven de ser devorada por un h¨ªbrido entre un oso y u mono al que damos buena cuenta con una futurista pistola que pronto ser¨¢ confundida con un arma legendaria conocida como ?La espada de la Luz'. Los aldeanos del pueblo confunden el extra?o aspecto de Claude con un salvador venido de alg¨²n lugar remoto al que se conoce como el ?H¨¦roe de la luz'. A partir de este momento, los dos personajes se unen de forma consolidada y comienzan una aventura personal dura, larga y siniestra.

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Quiz¨¢s por este motivo el ritmo de las escenas que narran el argumento, los momentos donde varios personajes conversar entre s¨ª (con di¨¢logos doblados). El ritmo de las conversaciones es tedioso, siendo imposible saltar una de estas escenas o sencillamente saltar una frase que ya hab¨ªamos le¨ªdo o escuchado anteriormente. Esto se traduce en la necesidad imperiosa de permanecer delante de la consola sin poder guardar durante m¨¢s tiempo del que podr¨ªamos desear, una tendencia que acaba convirti¨¦ndose en un h¨¢ndicap realmente desesperante si lo que m¨¢s nos interesa es la jugabilidad, que por otro lado tiene pocos motivos para sorprender dado que es muy similar a la de First Departure, por motivos que entramos a comentar a continuaci¨®n.

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Al margen de esto, ciertamente el aspecto t¨¦cnico del juego se ha mantenido pr¨¢cticamente intacto, por lo que se emplea el mismo sistema de sprites pululando por un mundo repleto de fondos prerenderizados -con un alt¨ªsimo valor visual- que esta vez no sufren ralentizaciones al entrar en una nueva escena. L¨®gicamente la evoluci¨®n con respecto al original es dr¨¢stica, aqu¨ª pasa a ser un retrato art¨ªstico mucho m¨¢s elaborado y con una puesta en escena que rebasa con creces la de su hom¨®nimo, pese a que una vez m¨¢s el mapamundi se plantea como un obst¨¢culo insalvable en el que decae radicalmente la calidad del resto del motor gr¨¢fico, con movimientos torpes y lentos que desentonan completamente con el resto de la composici¨®n.

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Los combates son arena de otro costal, y b¨¢sicamente retoman el sistema de acci¨®n en tiempo real que tan buenos frutos cosech¨® en su d¨ªa. Paseamos por escenarios en los que descubrimos  distintos tesoros y personajes secundarios, donde los enemigos nos atacan repentinamente cambiando completamente la perspectiva de juego, dando lugar a una visi¨®n tridimensional de la partida, con total libertad de movimientos para rondar por un escenario cercado. Antes del combate hemos de elegir las habilidades espec¨ªficas de cada personaje que deseamos emplear (que aprendemos a medida que obtenemos experiencia), as¨ª como el equipo de batalla y la estrategia que deseamos poner en pr¨¢ctica durante los enfrentamientos.  Es tremendamente f¨¢cil hacernos con el sistema de juego, desde los momentos de exploraci¨®n hasta los propios combates, que al igual que el original comienzan a un nivel muy asequible para aumentar la dificultad, exigiendo al jugador un manejo cada vez mejor de cuanto se encuentra a su disposici¨®n.

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Es, en fin, la t¨®nica general de los JRPGs de PSX y de SNES, una obra en la que encontraremos numerosos elementos que secundan la trama principal, como una variedad ingente de hechizos, de habilidades especiales, posibilidad de cocinar, de escribir e incluso de crear objetos, lo que b¨¢sicamente aporta un abanico excelso de posibilidades que como venimos diciendo pretender aportar m¨¢s profundidad al desarrollo de la partida. Un modo de dificultad extra se abre ante nosotros tras terminar la aventura principal, algo que llevar¨¢ a los jugadores de experiencia intermedia a las 30 / 40 horas de juego en funci¨®n de cu¨¢nto se desee profundizar en aspectos secundarios. De lo que no cabe duda es que en este sentido Second Evolution destaca por m¨¦ritos propios, con una variedad de posibilidades que aportan ese balance esencial para cualquier JRPG actual que se precie.

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