Naruto: Clash of Ninja Revolution 2
Naruto once again
Naruto regresa a la scene de Wii en la segunda ocasi車n que visita Europa de la mano de la consola de Nintendo. Eighteen hab赤a prometido desarrollar un juego m芍s grande, en el que primase un modo historia nunca antes visto en el anime que junto al resto de modalidades hiciese de Clash of Ninja Revolution 2 el juego t赤tulo de la franquicia, un honor que roza con las punta de los dedos pero que no logra alcanzar por la alarmante falta de novedades de peso.
Con el g谷nero de la lucha el jugador se encuentra ante una tesitura diferente a la de la mayor赤a de videojuegos, una vertiente puramente arcade pensada para el disfrute instant芍neo que busca reinventarse a cada nueva franquicia que aparece en el mercado. Las adaptaciones de series anime han inundado en panorama de los 迆ltimos meses con una presencia muy activa en el mercado japon谷s, especialmente en Wii donde el uso del nunchuk y del wiimote parece que ha tra赤do de cabeza a los desarrolladores debido a las supuestas limitaciones, evidentes por otro lado, de un sistema de control que no permite grandes vicisitudes.
Recientemente hemos tenido la suerte de analizar el que para muchos se ha convertido en el referente del g谷nero en la consola por m谷ritos propios, Tatsunoko vs Capcom, un crossover que desgraciadamente cuenta con pocas posibilidades de llegar a occidente, lo de que de un modo u otro allana el terreno de este Naruto: Clash of Ninja Revolution 2. Eighteen se ha dispuesto a lanzar una entrega por temporada de esta exitosa serie, abanderada de una nueva generaci車n de aficionados que la han convertido poco menos que en el Dragon Ball de la actualidad, no en vano la serie cuenta con un centenar de episodios que han dado forma al peculiar universo de Naruto, Sakura, Gaara, Kakashi y compa?赤a.
Dado que la franquicia ha recibido pr芍cticamente una decena de t赤tulos -entre ediciones y dem芍s- desde que apareciese por primera vez en el mercado, cada nueva entrega ha tenido la obligaci車n de demostrar una m赤nima evoluci車n respecto a su antecesor, o al menos novedades que justifiquen el desarrollo de un t赤tulo que b芍sicamente no aporta nada nuevo ni al g谷nero ni al cat芍logo de la consola en cuesti車n. No es ese el caso de Clash of Ninja, que ha sabido aprovechar lo mejor de Naruto para satisfacer a los aficionados de la serie, obteniendo valoraciones positivas por parte de la prensa especializada. El problema es que hablamos de una serie que a?o tras a?o se ve ampliada con m迆ltiples a?adidos, manteniendo un sistema de juego de juego muy similar.
Lo mismo sucede con el aspecto t谷cnico, que apenas ha variado con el paso del tiempo. A sabiendas de todos estos h芍ndicaps, la propuesta ideada por Eighteen se centra en elaborar el juego basado en Naruto m芍s complejo, variado y rico en misiones y objetos secundarios que jam芍s haya visto el mercado. Una propuesta que, igual que en el caso de Dragon Ball: Infinite World, quiere centrar el peso de la jugabilidad en un modo historia original, que da comienzo cuando una antigua Anbu planea un poderoso ataque m芍gico a la villa de la hoja, momento en el que nuestros h谷roes comienzan esta peculiar aventura.
Naruto sigue siendo Naruto, por absurda que parezca la afirmaci車n, con su aspecto cel shaded, sus habilidades especiales, contin迆as exclamaciones (en ingl谷s, nada del doblaje original de la serie en japon谷s) y cansina m迆sica que a la larga acaba pasando inadvertida para los o赤dos de los jugadores que m芍s horas transcurran delante del juego. Si el aspecto gr芍fico apenas ha evolucionado, en el plano sonoro se vive una situaci車n muy parecida, con melod赤as que est芍n por debajo de las composiciones originales de la serie y que emplean las habituales composiciones electr車nicas. Otro punto secundario que pone de relieve la urgente necesidad de un lavado de cara para una franquicia que cuenta con una jugabilidad notable, pero que no ha sabido evolucionar t谷cnicamente con el paso del tiempo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr赤an haberlo llevado a cotas m芍s altas. C車mpralo sin miedo.