El sue?o de Chopin

Literatura y videojuegos. Videojuegos y arte. Para muchos existe un v¨ªnculo imposible de obviar entre estos campos, para otros sencillamente se trata de la necesidad de ver m¨¢s all¨¢ de las convenciones, de no aceptar las limitaciones del mundillo que rodea a los videojuegos y a todo lo que est¨¦ relacionado con ellos. Se mire como se mire lo ¨²nico cierto es que varias compa?¨ªas se han cerciorado en demostrar que los videojuegos no s¨®lo pueden, sino que deben ser considerados como una vertiente que art¨ªsticamente es capaz de ofrecer las convenciones que se otorga a la pintura, a la literatura, al cine, y en resumidas cuentas a todo producto que lleve consigo inherente una carga psicol¨®gica, intelectual o de cualquier otra clase.

Ampliar

Cuando asistimos al lanzamiento de videojuegos que ponen sobre la mesa una propuesta que indaga en una tem¨¢tica ajena ¨²nicamente a la diversi¨®n se abre el eterno debate acerca del peso espec¨ªfico que cumple el argumento en cualquier producci¨®n notable, indistintamente de si se trata de un producto popular o ajeno a las garras del hype. Eternal Sonata es uno de esos ejemplos que nos invitan a participar en una experiencia que rasga la capa superficial del entretenimiento con el fin de que los jugadores, tanto expertos como reci¨¦n iniciados, descubran la curiosa historia de Frederic Chopin. Uno de los pianistas m¨¢s reconocidos del siglo XIX que con el paso del tiempo ser¨ªa considerado uno de los pocos ?poetas de la m¨²sica', lo que viene a reflejar la capacidad del compositor para tocar el alma humana a trav¨¦s de la melod¨ªa.

Ampliar

La historia de Eternal Sonata comienza mucho antes de su aparici¨®n en Xbox 360, un acontecimiento que ten¨ªa lugar a mediados de 2007 y que significaba el lanzamiento de uno de los grandes JRPGs de la nueva generaci¨®n. Nos situamos r¨¢pidamente en 2006, con tri-Crescendo divagando entre varios proyectos atrevidos, arriesgados, que rompen con las convenciones del g¨¦nero. Hiroya Hatsushiba aparece con una propuesta bajo el brazo en la que se mezcla la fantas¨ªa y la ficci¨®n, que nunca antes ha sido tratada -ni tan siquiera aproximada- por los videojuegos. Una propuesta que en cuesti¨®n de semanas se convertir¨ªa en una realidad palpable con Chopin como protagonista, tomando como punto de anclaje una vertiente de la literatura inglesa donde el escritor (en este caso guionista), sit¨²a al lector dentro de un sue?o en el que fantas¨ªa y realidad se dan de la mano.

Ampliar

Ampliar

As¨ª es como, con el paso del tiempo, se desvelaba el desarrollo de una versi¨®n del t¨ªtulo para PlayStation 3, en la que se revisa la calidad t¨¦cnica toda vez que se a?aden nuevas mazmorras y dos nuevos personajes que se unen al grupo heroico que acompa?a al m¨ªstico Chopin por una serie de aventuras e infortunios donde entra a colaci¨®n la p¨¦sima situaci¨®n social del siglo XIX, con la consiguiente baja moral y nulo optimismo por parte de los ciudadanos con los que nos cruzamos a lo largo de nuestra epopeya. Nos embarcamos en un ¨¦pico viaje que mantiene al jugador atrapado en sus fauces hasta el minuto en el que todo finaliza, en el que por fin somos testigos de qu¨¦ nos depara la imaginaci¨®n de un genio que demostr¨® en su d¨ªa por qu¨¦ ese sexto sentido art¨ªsticamente hablando s¨®lo est¨¢ al alcance de unos pocos afortunados. 

Ampliar

La personalidad de Polka transmite latigazos de ternura desgarradora. La bibliograf¨ªa del artista nos ense?a que Chopin se sent¨ªa plenamente identificado con la personalidad de la ni?a, un ser que goza de cualidades innatas que sufre en sus carnes la envidia y la profunda ignorancia de una sociedad ajena a la raz¨®n, consciente ¨²nicamente de la religiosidad y de otros menesteres ajenas completamente a lo que en la actualidad se conoce como el bienestar interior. Claro que la joven no es el ¨²nico personaje que el m¨²sico imagina mentalmente. Durante unos segundos su mente se difumina, la oscuridad inunda su retina y pierde la consciencia. Cuando vuelve a recobrar la consciencia, Chopin recrea a dos nuevos personajes, m¨¢s sencillos que la ni?a pero igualmente necesarios para estructurar una red de relaciones en las que Allegretto y Beat cumplen un papel esencial.

Ampliar

Primero asistimos a la introducci¨®n de cada uno de ellos, luego al descubrimiento mutuo de los personajes donde destaca la personalidad del joven Allegretto, que ve como poco a poco e irremediablemente se enamora de la humildad y aspecto angelical de Polka, a la que decide proteger y asistir de ahora en adelante en todo cuanto pueda. Por el camino conocemos a otros personajes que cuentan con su marcada personalidad, que se comportan como seres humanos ante los sucesos que presencian, muchas veces impert¨¦rritos ante las veleidades del destino. As¨ª es como Viola, Marcha, Salsa o Jazz pasan a formar parte de nuestro equipo, que en esta edici¨®n se ampl¨ªa en forma de dos nuevos personajes, Prince Crescendo y Princess Serenade, cuyo cometido es el de ampliar algo de informaci¨®n relacionada con la extra?a enfermedad de Polka y con varios cabos sueltos que no ten¨ªan respuesta en la versi¨®n de 360.

Ampliar

Ampliar

Lo realmente interesante de la trama, olvidando por un momento lo que es capaz de ofrecer por s¨ª misma, es el trabajo de un Hiroya Hatsushiba que consigue dar vida a una serie de personajes ficticios que pese a no tener verdadera relaci¨®n con Chopin describen con sus comentarios y modo de actuar la personalidad del polaco. Podemos decir que Eternal Sonata es realmente una v¨ªa ¨²nica para conocer las inquietudes de uno de los artistas m¨¢s prestigiosos y misteriosos de los ¨²ltimos siglos. Claro que ning¨²n argumento es capaz de sostener por s¨ª solo sin un buen sistema de juego y una mec¨¢nica digna de ser jugada a sus espaldas, elementos que por suerte incluye este t¨ªtulo y que han sido fortalecidos de cara a la edici¨®n que hoy traemos entre manos.

Ampliar

Tras contemplar la importancia del argumento queda pendiente el otro aspecto fundamental de Eternal Sonata en PS3, enteramente relacionado con las novedades que incluye. Conscientes de que el p¨²blico demanda un cambio integral y no simples a?adidos, tri-Crescendo ha llevado a cabo una recuperaci¨®n integral del t¨ªtulo manteniendo la mec¨¢nica y el sistema de juego mejorando ostensiblemente el aspecto gr¨¢fico, un hecho que s¨®lo se puede apreciar una vez hemos tenido la oportunidad de comparar cara a cara las dos versiones del t¨ªtulo, una comparaci¨®n en la que sale victoriosa la edici¨®n de PlayStation 3. Texturas m¨¢s definidas, mayor contraste de color -un aspecto importante a tenor del colorido gr¨¢fico-, y lo que es m¨¢s importante, una contrastada estabilidad en el frame rate que otorga m¨¢s fluidez a la partida y por defecto a los combates.

Ampliar

Los gr¨¢ficos cautivan la retina del jugador desde los primeros compases del juego, con un entramado al que se le da vida por medio del Cel Shading; l¨¢pices de colores que adornan cada escena, cada plano, en un aut¨¦ntico ba?o de color que no pasar¨¢ inadvertido ante los ojos de los aficionados. Damos fe de que un entorno gr¨¢fico de estas caracter¨ªsticas resulta tremendamente resultista pese a no mostrar un aspecto realista, m¨¢s bien todo lo contrario. Si algo ha de llamar nuestra atenci¨®n es la soltura y la gracia con la que los personajes se desenvuelven, corren y act¨²an, sin perder en ning¨²n momento ese particular toque fant¨¢stico que aqu¨ª se despliega a trav¨¦s de la magia y, c¨®mo iba a ser si no, tambi¨¦n por medio de la m¨²sica. Aqu¨ª es inevitable mencionar a Motoi Sakuraba, el verdadero culpable de que el aspecto sonoro de Eternal Sonata sea uno de los puntos m¨¢s destacados del producto.

Ampliar

Ampliar

El car¨¢cter de los personajes se descubre, como en la vida real, a medida que interactuamos con ellos. Sin embargo, sus capacidades para el combate se desarrollan ¨²nica y exclusivamente con la pr¨¢ctica. Los escenarios, adem¨¢s de contener docenas de tesoros, est¨¢n literalmente infestados de enemigos que campan a sus anchas indistintamente de nuestra cercan¨ªa respecto a su posici¨®n. Es decisi¨®n del jugador entrar o no en contacto con ellos para pasar de la vista isom¨¦trica a la tridimensional libre, determinada por turnos de acci¨®n en el que una peque?a barra de tiempo limita las acciones de los tres personajes como m¨¢ximo que pueden disputar un combate. Hay varios elementos que determinan el ¨¦xito o la derrota ajenos a esta restricci¨®n de movimientos, como la colocaci¨®n del personaje respecto al enemigo o la presencia de luz u oscuridad de cara a efectuar unos ataques u otros.

Ampliar

Por el camino encontramos personajes que son capaces de lanzar un potente ataque m¨²ltiple en la oscuridad, mientras que al abandonarla nos permiten conjurar un hechizo que cura a varios de nuestros personajes de una sola tajada, o bien destacan en el uso de las habilidades en la oscuridad, pero a la luz conviene mantenerles al margen como unidad de apoyo con el fin de no sacrificarlos in¨²tilmente durante los combates. Los monstruos tambi¨¦n son capaces de transformar durante la partida, de cambiar sus t¨¢cticas y de evolucionar, aunque por lo general su IA es m¨¢s bien limitada y salvo honrosas excepciones no producir¨¢n grandes molestias. Eternal Sonata no es un t¨ªtulo sencillo por naturaleza, pero s¨ª bastante asequible para jugadores experimentados, que en apenas 30 horas ver¨¢n c¨®mo han exprimido por completo el argumento, sin motivos (ajenos al argumento) que nos impulsen a optar por una segunda partida.

Ampliar

Ampliar

Hay peque?os atrezos que tambi¨¦n se han modificado, como los atuendos que visten Polka y Beat durante el transcurso de la aventura, as¨ª como una considerable cantidad de texto a?adido. Son novedades que cobran sentido al ver la luz por primera vez y que en general mejoran el t¨ªtulo en conjunto, sin olvidar el hecho de que llega a Espa?a con subt¨ªtulos al castellano y con voces en ingl¨¦s y japon¨¦s. El ¨²ncio handicap notorio del juego se encuentra en el tiempo que se toma para guardar partida, un hecho que de alg¨²n modo que relegado a un segundo plano gracias a la reducci¨®n de los tiempos de carga entre escenarios, uno de los problemas acuciantes de la edici¨®n original.  

Ampliar