Mystery Case Files: MillionHeir
- PlataformaDS7
- G¨¦neroAventura gr¨¢fica
- DesarrolladorBig Fish Games
- Lanzamiento06/02/2009
Agudeza visual
Todo buen detective que se precie de serlo cuenta con un as en la manga para solucionar sus casos: Sherlock Holmes contaba con su m¨¦todo deductivo, Hercules Poirot exprim¨ªa sus celulas grises, Miss Marple hacia uso de su fr¨¢gil apariencia para enga?ar a los criminales... Con Mystery Case Files: MillionHeir, Big Fish Games nos propone utilizar otro tipo de herramienta: nuestra agudeza visual.
Incluir una entrega de la serie Mystery Case Files en el cat¨¢logo Touch! Generations de Nintendo es una decisi¨®n indudablemente acertada, ya que encaja perfectamente con su filosof¨ªa de esta l¨ªnea comercial. Y es que la franquicia desarrollada por Big Fish Games se caracteriza por ofrecer una serie de puzles en donde el jugador, encarnando el papel de investigador privado, deber¨¢ encontrar diversos objetos ocultos por el escenario. Una premisa que atrapa a la audiencia casual por su sencillez y engancha a los m¨¢s expertos gracias a la adicci¨®n de sus continuos retos visuales.
En MillionHeir, el misterio no es descubrir porque Rick A. Chon -el multimillonario m¨¢s conocido de Tiger Point- tiene un nombre tan singular, sino esclarecer el enigma de su s¨²bita desaparici¨®n. Todo apunta a que ¨¦ste ha sido secuestrado, as¨ª que nuestra doble tarea como detectives ser¨¢ la de encontrar tanto al captor como al heredero de su fortuna de entre una lista de doce sospechosos. Para interrogarles contaremos con la inestimable ayuda de la Computadora del Crimen, fiel compa?era y herramienta que nos guiar¨¢ a trav¨¦s de la investigaci¨®n, ofreci¨¦ndonos siempre m¨²ltiples objetivos a completar.
Mas las interrogaciones ser¨¢n bien singulares porque, en lugar de encontrar pruebas y realizar deducciones, nuestro cometido se reducir¨¢ a hallar los ¨ªtems aleatorios que la Computadora necesita para sus an¨¢lisis. Aquellos que esperasen una experiencia de juego m¨¢s fidedigna al mundo de los detectives se ver¨¢n inicialmente decepcionados, ya que la trama -simple y sin pretensiones narrativas- es s¨®lo una excusa para desplegar un desfile de puzles al m¨¢s puro estilo ?D¨®nde est¨¢ Wally?.
Tras un di¨¢logo inicial con el sospechoso de turno, podremos viajar libremente por una serie de escenarios. En cada uno de ellos habr¨¢ una lista de objetos por encontrar, desde una pelota de f¨²tbol hasta un dinosaurio, pasando por martillos, collares, perros... Como MillionHeir est¨¢ totalmente traducido al espa?ol, en la gran mayor¨ªa de los casos el jugador no tendr¨¢ ning¨²n problema a la hora de identificar sus objetivos. No obstante, se pueden producir contadas confusiones: cuando la aliada tecnol¨®gica ordena encontrar un "sargento", bien se puede estar refiriendo tanto a un suboficial militar como a una herramienta; o una "reina" puede ser la pieza del tablero de ajedrez o una carta de baraja...
Descontando estos equ¨ªvocos sobre la naturaleza de las pruebas a recolectar, la traducci¨®n ha sabido adaptar a la perfecci¨®n el humor ligero que rezuma la serie. Desde los juegos de palabras que forman los nombres de los personajes -Candy Data, Marina Gallas- hasta los comentarios ir¨®nicos de la Computadora -"ahora es cuando deber¨ªa aparecer el villano para detenernos"-... todos los elementos c¨®micos logran sonsacarnos espor¨¢dicas sonrisas, sin llegar a los niveles histri¨®nicos de una buena carcajada.
Big Fish ha logrado sacar buen provecho de las capacidades de Nintendo DS para este Mystery Case Files. La pantalla superior nos mostrar¨¢ una imagen general de la habitaci¨®n junto a su correspondiente listado de ¨ªtems, mientras que nos moveremos diligentemente por la inferior. Para ello, podemos desplazarnos utilizando tanto el stylus como los botones de direcci¨®n; dos opciones que pueden rivalizar perfectamente con la fluidez de los controles de las entregas para PC. Cuando creamos haber encontrado uno de los objetos deseados, bastar¨¢ con tocarlo para a?adirlo autom¨¢ticamente en nuestro inventario. Pese a que el juego permite realizar unos cuantos fallos, empezar¨¢ a descontar minutos si se empieza a tocar el escenario indiscriminadamente.
Conforme se vayan aclarando los diferentes misterios a resolver, no s¨®lo aumentar¨¢ el n¨²mero de escenarios y de pistas a recolectar, sino que adem¨¢s las condiciones expuestas en las listas se ir¨¢n complicando. En ocasiones, ser¨¢ necesario juntar objetos o manipularlos para complacer a la Computadora del Crimen. Dos ejemplos esclarecedores: una "cola de rata" significa localizar a dicha alima?a y dibujarle el singular ap¨¦ndice; mientras que para "abrir un candado" basta con trazar una l¨ªnea que una el ¨ªtem de marras con la llave adecuada. Se trata de un a?adido interesante que ofrece variedad al juego sin complicar sus sencillos controles; manteniendo presionados uno de los botones L-R podremos manipular cu¨¢nto sea necesario para avanzar en la misi¨®n.
Algunos de los sospechosos ofrecer¨¢n diversas herramientas cuya finalidad es ayudar al investigador a encontrar aquellos ¨ªtems escondidos a simple vista. La linterna iluminar¨¢ el camino en las habitaciones m¨¢s oscuras, el visor de rayos X mostrar¨¢ lo que se oculta tras ciertos objetos, la ciberca?a apagar¨¢ todo tipo de fuego -soplando a trav¨¦s del micr¨®fono-, y las gafas de buceo son ideales para las indagaciones submarinas. Para agilizar las b¨²squedas y para evitar la confusi¨®n a la hora de utilizar dichos utensilios, el juego siempre avisar¨¢ cuando su uso sea estrictamente necesario para "limpiar" la habitaci¨®n. No obstante, estos objetos no a?aden ninguna profundidad a los desaf¨ªos, y se quedan en meros a?adidos que alteran la presentaci¨®n visual de los enigmas.
El tiempo indicado para cumplir con ¨¦xito las pesquisas detectivescas depender¨¢ del modo de dificultad escogido. Dos de ellos -Principiante y Detective- se encuentran desbloqueados desde el inicio, y convierten el caso en un paseo peligrosamente relajante que puede desembocar en tedio y hast¨ªo. El aut¨¦ntico desaf¨ªo es la modalidad Superdetective, donde dispondremos de tan s¨®lo 30 segundos para encontrar uno de los objetos de la lista. Con tan poco tiempo, la b¨²squeda se hace fren¨¦tica y estimulante; una l¨¢stima que este modo s¨®lo est¨¦ disponible tras solucionar el caso, ya que para entonces muchos de los jugadores carecer¨¢n de incentivos para volver a empezar la aventura.
Entre interrogatorio e interrogatorio, MillionHeir nos ofrecer¨¢ un respiro a modo de refrescantes minijuegos. Su repertorio incluye algunos de los m¨¢s cl¨¢sicos -buscar las diferencias, paneles deslizantes, puzles...- y otros m¨¢s novedosos -como la resoluci¨®n de jerogl¨ªficos animados- cuya originalidad a veces sobrepasa al resto de contenidos del juego. Pese a que muchos de ellos se repiten a lo largo de la investigaci¨®n, cumplen su cometido de distraernos de tanta b¨²squeda y escenarios barrocos.
Los detectives ¨¢vidos de retos visuales tienen en su haber m¨¢s modos que alargan la experiencia del juego. Complementando a la Historia, Partida R¨¢pida est¨¢ ideada para aquellos que prefieran buscar objetos aleatorios sin ning¨²n tipo de contexto narrativo. A su vez, contamos con diversas opciones multijugador: Yincana permite configurar una partida para hasta 4 investigadores que pueden cooperar o enfrentarse entre s¨ª para recuperar las pistas, mientras que Partida por Turnos es una versi¨®n m¨¢s reducida en la que todos los jugadores pueden participar en una misma consola. Asimismo, hay un par de extras: cabe la posibilidad de enviar una peque?a demostraci¨®n a los amigos, o bien poner a prueba nuestros reflejos gracias a minijuego en donde debemos desvalijar la sala de los tesoros del exc¨¦ntrico coleccionista en tan s¨®lo un minuto.
Tanto los gr¨¢ficos como el sonido buscan ofrecer ambiente al detective sin ning¨²n tipo de pretensi¨®n. Las localizaciones son variadas y ofrecen peque?as animaciones y bromas visuales -destacar la insana presencia de ninjas que espiar¨¢n al investigador desde todos los rincones posibles-. La banda sonora queda relegada en segundo plano para darle una mayor importancia a los bien conseguidos efectos de sonido, logrando as¨ª darnos la sensaci¨®n de estar explorando minas, jardines, cocinas, estudios de televisi¨®n...
No obstante, el aut¨¦ntico villano de Mystery Case Files: Million Heir no es el secuestrador del multimillonario, sino su propia premisa. Pese ofrecer una considerable variedad de modos y opciones, el jugador no tardar¨¢ en cansarse de realizar la misma tarea una y otra vez. La sensaci¨®n de repetici¨®n se hace m¨¢s pronunciada cuando comparamos el t¨ªtulo con otro juegos similares que comparten el sello Touch! Generations: la confusa trama no est¨¢ a la altura de los casos de Phoenix Wright, y sus sencillos retos visuales no pueden hacer frente a los periplos enigm¨¢ticos del profesor Layton.
Quiz¨¢s lo mejor hubiese sido dejar de lado el modo historia y haberse centrado en realzar aspectos m¨¢s interesantes como la manipulaci¨®n de objetos y el uso de las herramientas. Pese a todo, Big Fish est¨¢ yendo por el buen camino y de bien seguro que, si soluciona los fallos cometidos, el siguiente enigma port¨¢til que nos plantee puede llegar a convertirse en un imprescindible dentro del cat¨¢logo Touch! Generations. Hasta que llegue ese momento, Million Heir se queda en un pasatiempos ideal para ser jugado en breves intervalos de tiempo. Y a¨²n as¨ª, partida tras partida, sus encantos se ir¨¢n difuminando hasta formar parte de la mir¨ªada de objetos que moran ocultos en el escenario. ?Seremos, entonces, capaces de volverlos a encontrar?
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.