DJ Max Fever, Impresiones
Dj Max es el alumno aventajado de la l¨ªnea 'bemani' que Konami inauguraba hace m¨¢s de una d¨¦cada obteniendo un ¨¦xito arrasador en oriente. En esta ocasi¨®n es una compa?¨ªa coreana la que, tras varias ediciones y un centenar de canciones a su espalda, llega al mercado estadounidense para demostrar por qu¨¦ este simulador musical ha alcanzado el estatus de culto sin apenas darse a conocer entre el gran p¨²blico occidental. Puro vicio.
DJ Max es el alumno aventajado de la l¨ªnea 'bemani' que Konami inauguraba hace m¨¢s de una d¨¦cada obteniendo un ¨¦xito arrasador en oriente. En esta ocasi¨®n es una compa?¨ªa coreana la que, tras varias ediciones y un centenar de canciones a su espalda, llega al mercado estadounidense para demostrar por qu¨¦ este simulador musical ha alcanzado el estatus de culto sin apenas darse a conocer entre el gran p¨²blico occidental. Puro vicio.
Es inevitable sentirse atra¨ªdo por propuestas como la que Pentavision nos ofrece en DJ Max Fever, un t¨ªtulo que aboga por el ritmo y por un estilo de juego muy similar al de Beatmania, solo que sin la necesidad de adquirir un perif¨¦rico a?adido y desde la pantalla de una consola port¨¢til, lo que en parte justifica el poco auge que ha obtenido la franquicia fuera de las fronteras asi¨¢ticas. Un juego r¨ªtmico con una capacidad adictiva fuera de toda duda que en los ¨²ltimos a?os ha obtenido el estatus de culto gracias a una comunidad de aficionados que ha optado por la importaci¨®n para poder disfrutar de las diversas ediciones especiales que han acompa?ado el lanzamiento de DJ Max Portable 1 y 2, DJ Max Portable Clazziquai Edition y DJ Max Portable Black Square, algo que se ha convertido en tradici¨®n a cada nueva entrega que ve la luz en el mercado.
La historia de DJ Max es relativamente reciente, precedida por el ¨¦xito que los bemani siguen obteniendo a¨²n a d¨ªa de hoy en oriente (la ¨²ltima edici¨®n de Beatmania IIDX aparec¨ªa en Jap¨®n el pasado mes de diciembre). En poco menos de un lustro, Pentavision Entertainment ha comenzado desarrollando en PC para m¨¢s tarde centrarse en PlayStation Portable y en las posibilidades de la port¨¢til. As¨ª llegar¨ªa DJ Max Portable, y poco tiempo m¨¢s tarde su continuaci¨®n, que b¨¢sicamente inclu¨ªa nuevas canciones y algunos extras con los que se alargaba la vida ¨²til del UMD. El buen hacer de la serie en Corea, Jap¨®n y China anim¨® a los creadores a preparar dos proyectos cuyo lanzamiento ten¨ªa lugar a finales de 2008, mientras que de cara a los jugadores occidentales se pon¨ªa a la venta una edici¨®n ?Internacional' que inclu¨ªa por primera vez el ingl¨¦s como idioma est¨¢ndar durante la partida.
Luego llegar¨ªan ?Clazziquai Edition' y ?Black Square', que con sus correspondientes a?adidos representan las dos ¨²ltimas entregas que han llegado al mercado oriental. Cada edici¨®n presenta una peque?a evoluci¨®n con respecto a la anterior, al tiempo que todas comparten la misma esencia caracter¨ªstica que destila DJ Max. Poco a poco comenzamos a dibujar mentalmente el estilo de DJ Max Fever, la primera entrega de la serie que ve la luz oficialmente en occidente, con su correspondiente versi¨®n de coleccionistas, y que toma elementos de sus antecesores para tratar de convertirse en una recopilaci¨®n actualizada de todo lo que ha dado de s¨ª la franquicia. Dicho en otras palabras; no estamos ante un t¨ªtulo nuevo, sino m¨¢s bien ante una compilaci¨®n que llega a Estados Unidos con el objetivo de darse a conocer ante el gran p¨²blico.
La historia, brevemente resumida
Conocer los entresijos de DJ Max es una tarea laboriosa, no es sencillo hacer un resumen a grandes rasgos de lo que es capaz de ofrecer cada edici¨®n sin tener delante a una audiencia que haya tenido ocasi¨®n de probar este arcade musical al menos una vez en su vida. No obstante, s¨ª es posible entender qu¨¦ busca DJ Max Fever y qu¨¦ es exactamente lo que le convierte en un t¨ªtulo de reconocido prestigio con apenas dos semanas transcurridas desde su aparici¨®n en Norteam¨¦rica. Hay que tener en cuenta que aqu¨ª prima el aspecto sonoro por encima de cualquier otro, sin menospreciar en ning¨²n momento la apariencia art¨ªstica, que a tenor de las im¨¢genes que adjuntamos con el texto (y a los diversos artes conceptuales) deja patente ser uno de los campos m¨¢s llamativos del t¨ªtulo, exactamente en la misma l¨ªnea que los simuladores musicales de Konami.
Esto se traduce en una jugabilidad ¨¢gil, con una interfaz que mantiene un aspecto netamente arcade. La primera toma de contacto nos olbiga necesariamente a elegir uno de los tres modos de dificultad, establecidos en funci¨®n de la cantidad de botones que debemos pulsar durante cada canci¨®n. Si es la primera vez que nos ponemos a los mandos de un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas ser¨¢ menester comenzar por el m¨¢s b¨¢sico, con 4 botones en liza; tri¨¢ngulo y c¨ªrculo, flecha izquierda y superior del pad direccional. Cualquier aumento de la dificultad tiene mucho que ver con a?adir un nuevo bot¨®n a la partida (el cuadrado en el caso de los 5, una flecha m¨¢s en el caso de los 6, as¨ª hasta el frenes¨ª de los 8 botones, s¨®lo apto para expertos), aunque tambi¨¦n disponemos de la posibilidad de aumentar el nivel de dificultad del juego en s¨ª, que en DJ Max Fever viene fijado en f¨¢cil por defecto.
Playin' da musik
Una vez superado el v¨ªdeo de introducci¨®n y la sencilla presentaci¨®n de los men¨²s pasamos directamente a la selecci¨®n de canci¨®n, que una vez m¨¢s presenta un sistema claramente inspirado en Beatmania en y en el resto de bemani, l¨¦ase el caso de Guitar Freaks, DrumMania, Pop ?n Music, etc¨¦tera. As¨ª nos encontramos ante una interesante variedad de canciones en las que, adem¨¢s del t¨ªtulo y de un peque?o simple con el que saborear la melod¨ªa, aparece un n¨²mero indicando el nivel de dificultad impl¨ªcito seg¨²n la composici¨®n de cada canci¨®n en concreto. Independientemente de nuestra experiencia o de lo capaces que nos creamos en este g¨¦nero, DJ Max precisa de grandes reflejos para poder alcanzar el m¨¢ximo rendimiento de cada partida, o lo que es lo mismo, obtener una puntuaci¨®n de 100% al finalizar nuestro ?perfomance'.
Una tarea extremadamente complicada y que funciona con un mecanismo que va a caballo entre Guitar Hero y Beatmania, con algunas concesiones que modifican la sensaci¨®n y las exigencias que obtenemos durante la partida. Una vez seleccionamos nuestra canci¨®n pasamos a una nueva pantalla en la que contemplamos un v¨ªdeo anime de fondo, siempre relacionado con el tema que hayamos elegido, y un recuadro con forma de tel¨¦fono m¨®vil por el que en cuesti¨®n de segundos comienzan a desfilar notas que al ser pulsadas reproducen diversos sonidos generalmente para complementar la melod¨ªa principal.
A diferencia de los t¨ªtulos anteriormente citados, Pentavision ha optado desde el principio por abrir la mano con los jugadores en las canciones m¨¢s complejas, probablemente de cara a mantener la suma de notas -un combo, streak o como cada uno prefiera denominarlo- sin tener que ser totalmente precisos a la hora de reproducir la nota en el momento justo. Disponemos de un peque?o margen de error, lo que nos permite pulsar un bot¨®n antes de tiempo obteniendo como resultado una peque?a penalizaci¨®n -del 20% en cada nota- en el resultado final de la canci¨®n, pero no durante el transcurso de la misma. Del mismo modo, si erramos en el bot¨®n pulsado -el c¨ªrculo en vez del tri¨¢ngulo, por ejemplo-, la canci¨®n reconoce el sonido y no cuenta como ?break', o lo que es lo mismo, como una nota que no hemos pulsado.
House, Techno, Corean-pop
La selecci¨®n de canciones es un aspecto fundamental en cualquier juego r¨ªtmico, uno de los puntos esenciales que en esta ocasi¨®n suma un total de melod¨ªas que asciende las 60 composiciones. Se trata de una lista selecta entre los dos DJ Max Portable en la que descubrimos un importante grueso de composiciones centradas en la m¨²sica electr¨®nica, recorriendo diversas ramas como el techno, house, electro, hardcore, pop, folk, trance, happy hardcore, hip hop, etc¨¦tera, adem¨¢s de las habituales mezclas entre estilos, que generalmente suelen dan como resultado los temas m¨¢s divertidos y bailables de cuantos encontramos en esta edici¨®n. Hay una marcada tendencia por las melod¨ªas asi¨¢ticas, que en cualquier caso dan cabida a temas en ingl¨¦s que evitan cualquier posible trauma al introducirnos en la escena musical oriental.
Si las canciones logran llamar nuestra atenci¨®n m¨¢s all¨¢ de las posibilidades que nos ofrece el juego, siempre contamos con la opci¨®n de adquirir el pack de coleccionistas en el que se incluye, adem¨¢s de la banda sonora original, un libro de ilustraciones entre otros a?adidos que justifican el desembolso econ¨®mico de esta edici¨®n. En cuanto a temas originales, DJ Max Fever incluye en exclusiva un tema de Hip Hop (uno de los mejores temas del t¨ªtulo) denominado ?Hip Hop Rescue', que pone a colaci¨®n el buen trabajo que Pentavision ha realizado de cara a coordinar los sonidos que producimos con el tono de la canci¨®n en s¨ª. Un ¨²nico tema entre un ampl¨ªsimo abanico de composiciones que garantizan horas y horas a los mandos de la consola antes de quemar todas nuestras posibilidades.
Convi¨¦rtete en un DJ
El modo arcade nos propone seleccionar cuatro temas, tratando siempre de obtener la m¨¢xima puntuaci¨®n con el fin de desbloquear nuevas canciones, media y objetos secundarios que completan las posibilidades del t¨ªtulo. Adem¨¢s de los cuatro estilos de dificultad y de las habituales modalidades secundarias de las juegos musicales -colecci¨®n, opciones, modo adhoc sin presencia de infraestructura para el Online- disponemos del ?Freestyle', un modo de misiones en el que debemos superar una serie de objetivos durante las cuatro canciones que tocamos, seleccionadas por defecto. Bien se trate de lograr una puntuaci¨®n o n¨²mero de combos determinada -o simplemente de evitar x n¨²mero de breaks-, el nivel de exigencia siempre est¨¢ determinado por las canciones ante las que nos tengamos que enfrentar.
Desbloqueamos misiones al lograr porcentajes altos en el modo arcade, exactamente igual que con los objetos secundarios, donde tenemos a nuestra disposici¨®n distintos personajes, ?gears' y ?notes', o lo que viene a ser lo mismo, distintos dise?os para las notas en s¨ª, para la pantalla donde reproducimos la m¨²sica y para el avatar que aparece en nuestro registro de partida. La importancia de obtener estos extras, adem¨¢s de ser un requisito para completar el juego al 100%, radica en los beneficios que aportan durante la partida. Mayor puntuaci¨®n, m¨¢s dinero por canci¨®n, o una barra de ?fever' que se activa cada vez m¨¢s r¨¢pidamente.
Break the fever
Precisamente el concepto de la barra de fever es otro de los aspectos destacados de DJ Max, una inclusi¨®n relativamente reciente que hace las veces de energ¨ªa estrella u overdrive que nos permite duplicar los combos y la puntuaci¨®n de partida durante los pocos segundos que es efectivo. Es importante saber en qu¨¦ momentos nos conviene emplearla para lograr obtener ventajas de esta aplicaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la molestia que supone presionar la equis en plena sucesi¨®n de notas. Ciertamente, y aunque puede no aparentarlo en los primeros compases (la curva de dificultad est¨¢ mucho mejor definida en que Beatmania, aunque superar los niveles m¨¢s exigentes de dificultad requiere grandes dosis de pr¨¢ctica y de reflejos), DJ Max Fever es un aut¨¦ntico reto cuando nos decidimos a probar suerte con las canciones m¨¢s movidas o con un BPS superior a la velocidad que atesoran nuestros dedos.
Con todo, esta edici¨®n de DJ Max tambi¨¦n recoge algunas de las novedades de Black Square y de Clazziquai Edition, como la marcada presencia de notas de distintos colores, algunos esenciales para que el ritmo de la m¨²sica contin¨²e. Obtener la puntuaci¨®n m¨¢s elevada en cada canci¨®n es un reto que s¨®lo est¨¢ al alcance de los m¨¢s duchos en los juegos musicales, ya que b¨¢sicamente nos enfrentamos a composiciones que superan ampliamente los 1000 combos por tema en el modo de 4 botones. Para divertirnos no es necesario pasarnos horas y horas delante de la consola, pero s¨ª para exprimir todo el jugo que es capaz de ofrecer este DJ Max Fever, una edici¨®n especialmente completa en la que resalta la preocupaci¨®n de Pentavision por satisfacer a los jugadores occidentales sin ofrecer un calco de productos anteriores.
Esta es tambi¨¦n la sensaci¨®n que transmiten los v¨ªdeos y el resto de factores externos al sonido -donde podemos seleccionar tambi¨¦n una opci¨®n para auriculares- y a la jugabilidad en s¨ª, muy sencilla de explicar y de transmitir, pero de la que es sencillamente imposible dar a conocer su capacidad adictiva sin haber probado una partida, una canci¨®n. Es un videojuego muy completo en todos los sentidos, una oportunidad ¨²nica de disfrutar de un Beatmania port¨¢til. Los paralelismos entre la obra de Konami y la de Pentavision son muchos, no s¨®lo en lo que respecto a la estructura de juego (id¨¦ntica), sino en temas, interfaz, estilo art¨ªstico, etc¨¦tera.
El futuro de la franquicia en occidente es una inc¨®gnita. Que DJ Max Fever haya visto la luz en Estados Unidos s¨®lo se puede catalogar como un hecho tremendamente interesante y valioso de cara al futuro, aunque se desconoce qui¨¦n se encargar¨¢ de una supuesta exportaci¨®n hacia Europa. Todo depende de la aceptaci¨®n que reciba all¨¢, de las ventas y del apoyo de los aficionados, el motivo ¨²ltimo y m¨¢s importante que tienen en cuenta las editoras antes de probar suerte con un producto que por el momento y pese a su estado de culto sigue siendo minoritario.
?C¨®mo aportar nuestro peque?o grano de arena? Sin pensarlo dos veces, optando directamente por la importaci¨®n de un DJ Max Fever que NO incluye bloqueo regional, y que en contra a?ade una interesante protecci¨®n anticopia que bloquea el juego si albergamos alg¨²n tipo de aplicaci¨®n homebrew en nuestra PSP -lo que, por ende, nos obliga a eliminar cualquier informaci¨®n relacionada con estas aplicaciones si queremos jugar-. Ciertamente vale la pena apostar por DJ Max, por un pack de coleccionistas que incluye suficientes a?adidos para que adquirir un producto de este calibre se convierta en una ilusi¨®n y una alegr¨ªa para los amantes del g¨¦nero que pocas veces se volver¨¢ a repetir en el caso de la port¨¢til de Sony. Si siempre os llam¨® la atenci¨®n Beatmania o/y la scene bemani, si los juegos musicales son vuestra pasi¨®n, DJ Max Fever es la oportunidad ideal para adentrarse en un mundo ampl¨ªsimo y repleto de posibilidades.
Es una de las pocas recomendaciones que se pueden realizar siendo conscientes de que es cuesti¨®n de suerte que DJ Max Fever llegue al mercado espa?ol. Atendiendo a su calidad y a la diversi¨®n y adicci¨®n que garantiza, el t¨ªtulo de Pentavision es lo mejor que ha dado a luz PSP en mucho tiempo.
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