Pikmin - New Play Control
- PlataformaWii7
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorNintendo EAD
- Lanzamiento06/02/2009
- TextoEspa?ol
- EditorNintendo
?Mimi!
Con un halo de pol¨¦mica a sus espaldas, la serie New Play Control por fin aterriza en Espa?a de la mano de Pikmin. Un nuevo sistema de control adaptado al wiimote y el nunchuk es la principal novedad de un t¨ªtulo cuyo principal objetivo es el de darse a descubrir entre los usuarios de Wii que por diversas circunstancias nunca disfrutaron del original.
Poco a poco se van mitigando las dudas sobre la serie New Play Control de Nintendo, recibida con v¨ªtores por unos y con duras cr¨ªticas por tantos otros. Hemos tenido ocasi¨®n de echar un vistazo a dos de los exponentes de la misma -Pikmin y Mario Power Tennis- y de comentar sus virtudes y defectos, recalcando en m¨²ltiples ocasiones que esta l¨ªnea econ¨®mica busca presentar los cl¨¢sicos de GameCube a los usuarios de Wii que no han tenido ocasi¨®n de disfrutarlos, a sabiendas de que el ¨¦xito de la consola ha abierto las puertas a una generaci¨®n renovada de jugadores, con la consiguiente oportunidad de hacer mercado.
Sea cual sea el motivo ¨²ltimo que ha impulsado a Nintendo a lanzar esta serie, ciertamente se trata de un oportunidad muy interesante para revistar t¨ªtulos divertidos, de una gran factura t¨¦cnica, que en la mayor¨ªa de los casos fueron calificados con valoraciones notables por parte de los medios especializados. El primer exponente de la colecci¨®n es Pikmin, con el protagonismo del capit¨¢n Olimar y de los peculiares hombres-planta que pueblan el planeta donde se ha estrellado por casualidad la nave de nuestro h¨¦roe. Una sabia decisi¨®n por parte de la compa?¨ªa de Kyoto dada la popularidad de la licencia en Europa y de los buenos resultados que obtuvo en su d¨ªa en el mercado occidental.
El ¨¦xito o fracaso de esta l¨ªnea depende plenamente del precio de venta al que se ponen a disposici¨®n de los usuarios, otro de los puntos a debatir entre los aficionados y que se ven¨ªa a esclarecer hace pocas semanas. 30 euros parece un precio justo por disfrutar de estos t¨ªtulos, m¨¢s a¨²n si se considera la dificultad para hacerse con una copia del original y las comodidades que garantiza un sistema de control completamente guiado a trav¨¦s del wiimote y del nunchuk, que como se podr¨¢ comprobar a continuaci¨®n encaja perfectamente de cara a satisfacer las necesidades de los usuarios a los mandos de su peque?o ej¨¦rcito de Pikmins.
Sorprendido por todo lo sucedido, Olimar se acerca curiosamente hasta una peque?a hoja de la que surge una extra?a criatura, medio hombre medio planta, a la que puede otorgar ¨®rdenes telep¨¢ticamente a trav¨¦s de una peque?a antena situada en su casco espacial. La criatura es capaz de de cargar con peque?os objetos y de transportarlos a la planta central, nuestra base de operaciones. Hasta ah¨ª traslada una moneda de la que m¨¢gicamente surgen varias semillas, que a su vez producen m¨¢s de estas carism¨¢ticas criaturas, a las que el protagonista bautiza como Pikmin. As¨ª comienza una aventura que nos lleva a distintos escenarios naturales por los que pululan toda clase de seres, plantas, monedas y otros muchos elementos que conforman el universo creado por Miyamoto.
El resto de funciones se realizan pr¨¢cticamente del mismo modo que en el original, con la cruceta digital para asignar ¨®rdenes conjuntas a los pikmin y la A como bot¨®n principal para realizar todos los mandatos y acciones b¨¢sicas de la aventura. El control se evade de aspavientos, de grandes movimientos, principalmente debido a que no hay ninguna acci¨®n que lo justifique. En esa ocasi¨®n -y esto es algo que se podr¨¢ comprobar cuando Mario Power Tennis aparezca en el mercado-, el control se ha optimizado con el fin de facilitar todas las acciones y de facilitar la experiencia jugable al jugador, no con el fin de variarla por completo.
Lo cierto es que el resultado es m¨¢s fluido que el original, mucho m¨¢s intuitivo, aunque no deje de ser un a?adido que para muchos jugadores resulte secundario. Es evidente que una gran parte de los aficionados se acerca ante este Pikmin en Wii con el fin de descubrir novedades ?reales', que como venimos comentado en textos anteriores se centra b¨¢sicamente en la inclusi¨®n de un selector de pantalla panor¨¢mica y con la posibilidad de volver a disfrutar de cualquier misi¨®n cuando lo deseemos, indistintamente del d¨ªa en el que nos encontremos, claramente con el fin de evitar que el jugador se vea obligado a repetir todas las misiones por no lograr reunir las piezas necesarias.
Cada vez que sucede alg¨²n hecho digno de menci¨®n, Olimar lo apunta en su diario, que hace las veces de registro para saber si el ritmo de partida que llevamos es el indicado de cara a descubrir todas las piezas que andan desperdigadas por la zona. Todo lo dem¨¢s nos evoca al pensamiento, a la estrategia, a pararnos para analizar correctamente cu¨¢l es el siguiente movimiento que debemos realizar, conscientes de que el tiempo se agota. La duraci¨®n del juego sigue siendo aqu¨ª un h¨¢ndicap a tener en cuenta, pese a la evidente calidad del t¨ªtulo y a la condici¨®n de edici¨®n econ¨®mica.
Este es otro motivo por el que el aspecto t¨¦cnico del t¨ªtulo queda relegado a un ¨²ltimo plano, ya que en este sentido no hay ninguna novedad a destacar. El juego luce un aspecto bastante saludable para tratarse de un t¨ªtulo que data de 2001, aunque gracias a su peculiar est¨¦tica y al radiante colorido y vivacidad de los escenarios sigue siendo capaz de agradar a la vista. Una peque?a evoluci¨®n en este aspecto hubiese sido bienvenida, tambi¨¦n de cara a demostrar cu¨¢l ser¨¢ el aspecto del futuro Pikmin 3, te¨®ricamente en desarrollo desde hace aproximadamente un a?o.
Todo lo anteriormente expuesto en el plano gr¨¢fico se debe aplicar tambi¨¦n en el sonoro, donde las melod¨ªas originales toman la batuta de una banda sonora que se compagina con los constantes alaridos de los personajes, con el silbato de Olimar y con las ondas telep¨¢ticas al realizar alguna orden. Salvo el fabuloso aspecto art¨ªstico del t¨ªtulo, como venimos diciendo caracter¨ªstico de Nintendo, en el aspecto t¨¦cnico hay poco que comentar m¨¢s all¨¢ de lo dicho en su d¨ªa en la versi¨®n de Game Cube.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.