Dynasty Warriors: Strikeforce
?Alguna vez has imaginado cu¨¢l ser¨ªa el resultado de mezclar las transformaciones de Dragon Ball, los espectaculares y sobredimensionados combates de pel¨ªculas como Tigre y Drag¨®n y Siete Espadas, y la mec¨¢nica de Dynasty Warriors? La respuesta, pronto en nuestras PSP gracias a DW: Strikeforce.
?Alguna vez has imaginado cu¨¢l ser¨ªa el resultado de mezclar las transformaciones de Dragon Ball, los espectaculares y sobredimensionados combates de pel¨ªculas como Tigre y Drag¨®n y Siete Espadas, y la mec¨¢nica de Dynasty Warriors? La respuesta, pronto en nuestras PSP gracias a DW: Strikeforce.
Nueve a?os han pasado ya desde el lanzamiento de Shin Sangoku Musou (Dynasty Warriors 2 en occidente), t¨ªtulo con el que Koei decidi¨® trasladar el esp¨ªritu de su popular saga de estrategia Romance of the Three Kingdoms al terreno del beat 'em up, aunque de una manera distinta a la vista en un g¨¦nero que por aquel entonces llevaba a?os atravesando una profunda crisis de la que DW2 precisamente le sac¨®. Y es que en el mencionado juego no control¨¢bamos a un luchador solitario enfrascado en sucesivos combates contra un grupo de indeseables, sino que particip¨¢bamos en batallas masivas entre dos ej¨¦rcitos, en las que tom¨¢bamos el papel del general de un determinado bando. La propuesta dio lugar a un arcade furioso y adictivo que logr¨® destacar entre la primera remesa de t¨ªtulos para PS2 lanzados en occidente. El resultado en Jap¨®n fue mucho mejor, dando lugar a la correspondiente secuela, la cual acab¨® obteniendo un ¨¦xito absoluto: m¨¢s de un mill¨®n de unidades vendidas, algo a lo que Koei no estaba ni mucho menos acostumbrada.
A la compa?¨ªa nipona ya s¨®lo le quedaba exprimir su reci¨¦n descubierta gallina de los huevos de oro, algo que lleva haciendo a conciencia desde entonces: secuelas, spin-offs, expansiones, crossovers? Buena prueba de ello es que en pr¨®ximas fechas llegar¨¢ toda una legi¨®n de beat 'em ups auspiciados por Koei y desarrollados por Omega Force, a saber: Warriors Orochi Z (PS3), Dynasty Warriors 6: Empires (PS3 y Xbox 360), Samurai Warriors 3 (Wii), Dynasty Warriors: Gundam 2 (PS3 y Xbox 360) y el juego que ahora nos ocupa, Dynasty Warriors: Strikeforce, exclusivo para PSP. Y es que Koei es una de las pocas compa?¨ªas que a¨²n sigue apoyando sin reservas a la port¨¢til de Sony, con dos lanzamientos previstos para pr¨®ximas fechas ya que, adem¨¢s del juego que acabamos de mencionar, est¨¢ prevista la llegada de una conversi¨®n de Warriors Orochi 2.
No es ¨¦sta ni mucho menos la primera vez que un beat 'em up de Omega Force visita la port¨¢til de Sony. En PSP ya se han visto diferentes entregas de Dynasty Warriors, Samurai Warriors y Warriors Orochi, todas ellas conversiones provenientes de plataformas de sobremesa. ?sta ser¨¢ por tanto la primera ocasi¨®n en que un Dynasty Warriors es creado en exclusiva para la port¨¢til, y por si fuera poco viene repleto de un buen n¨²mero de novedades bajo el brazo que lo alejan notablemente de lo visto tanto en anteriores DW como en alguno de los spin-offs surgidos a ra¨ªz del ¨¦xito de la saga.
Guerreros del espacio en la China milenaria
Dynasty Warriors: Strikeforce toma como plantilla el reciente DW6 lanzado en PS3 y Xbox 360, aunque ni mucho menos se puede decir que nos encontremos ante una simple conversi¨®n del citado t¨ªtulo, ya que m¨¢s all¨¢ del aspecto inicial de los personajes y su cat¨¢logo de movimientos est¨¢ndar, nos hallamos ante un juego completamente distinto. De entrada se ha prestado una atenci¨®n especial al multijugador (algo que los aficionados a los beat 'em ups de Omega Force llevan demandando desde hace a?os), incrementando el n¨²mero de jugadores simult¨¢neos de los dos que suelen ser habituales en los DW hasta los cuatro que en esta entrega podr¨¢n unir fuerzas sin ning¨²n tipo de problema. Y es que ya desde entrada parece m¨¢s que evidente que Koei ha enfocado este Strikeforce a la experiencia compartida, seguramente como banco de pruebas ante futuros lanzamientos.
Una de las principales diferencias de Strikeforce respecto a t¨ªtulos precedentes reside en que en esta ocasi¨®n el n¨²mero de soldados a los que nos enfrentamos ha descendido de manera significativa. Lo que antes eran cientos de guerreros repartidos a lo largo y ancho del campo de batalla son ahora docenas, aunque ello no quiere ni mucho menos decir que nos encontremos ante un punto negativo. Al reducir el n¨²mero de enemigos, Omega Force se ha podido concentrar en aumentar la IA rival de cada uno de nuestros rivales, haci¨¦ndolos m¨¢s feroces, resistentes e imprevisibles. Adem¨¢s, dicha dificultad se adaptar¨¢ al n¨²mero de jugadores que participen en la batalla, ascendiendo significativamente en el caso de que afrontemos nuestras partidas en compa?¨ªa de uno, dos o tres usuarios m¨¢s, por lo que las cosas no ser¨¢n ni mucho menos sencillas en multijugador.
Omega Force tambi¨¦n se ha permitido el lujo de redise?ar de pies a cabeza el sistema de juego presente en Dynasty Warriors anteriores. Ahora, la espectacularidad y fantas¨ªa es el denominador com¨²n de los enfrentamientos, acerc¨¢ndolos a lo visto en algunas de las pel¨ªculas orientales de artes marciales m¨¢s espectaculares de los ¨²ltimos a?os, tales como Tigre y Drag¨®n o Siete Espadas. La mec¨¢nica se asemeja bastante al tambi¨¦n inminente Final Fantasy: Dissidia, con luchas en la que lo m¨¢s habitual ser¨¢ ver a los contendientes flotando en el aire mientras cruzan sus espadas, o surcando los cielos a base de saltos y desplazamientos a¨¦reos al tiempo que lanzan proyectiles energ¨¦ticos o hacen caer sobre sus rivales una lluvia de flechas.
Edici¨®n especial de PSP 3000 creada con motivo del lanzamiento de DW Strikeforce, disponible s¨®lo en Jap¨®n |
As¨ª, con Strikeforce nos encontramos ante el Dynasty Warriors m¨¢s espectacular lanzado hasta la fecha en lo que al desarrollo de los combates se refiere. El plantel de personajes seleccionables es todo lo numeroso que se puede esperar en un juego de la franquicia: 37 guerreros diferentes. Adem¨¢s, podremos modificarlos a nuestro gusto, tanto en arsenal como en movimientos. Y es que ahora las armas de los luchadores son intercambiables, con lo que podremos jugar como Zhao Yun al tiempo que empu?amos el arco de Huang Zhong, por poner un ejemplo. Esto es tambi¨¦n aplicable a los movimientos y combos usados para abatir enemigos, e incluso a los propios enemigos. Y es que no ser¨¢ extra?o encontrarnos con soldados de alto rango que, a pesar de no ser generales, poseen tanto armas como movimientos de personajes principales. Otra prueba m¨¢s de que Omega Force se ha esforzado en conseguir que los rivales est¨¢ndar dejen de considerarse la carne de ca?¨®n que sol¨ªan ser en DW precedentes.
Eso s¨ª, para enfrentarnos con garant¨ªas a estos nuevos soldados potenciados contamos con la nada desde?able posibilidad de transformarnos en un super guerrero al m¨¢s puro estilo Dragon Ball, pelos de punta incluidos. As¨ª, con la barra de Musou llena, y tras pulsar de manera simult¨¢nea los botones tri¨¢ngulo y c¨ªrculo, nuestro personaje modificar¨¢ su aspecto de manera radical, conseguir¨¢ fuerza, velocidad y resistencia potenciadas, y contar¨¢ con la posibilidad de ejecutar ataques Musou encadenados por un tiempo limitado. Claro est¨¢, los generales del ej¨¦rcito enemigo tambi¨¦n podr¨¢n hacer lo mismo, por lo que la espectacularidad subir¨¢ a¨²n m¨¢s enteros, transformando los combates en algo digno de ser admirado.
Parece ser que Omega Force quiere trasladar dicha espectacularidad tambi¨¦n al bestiario enemigo, ya que algunos de nuestros rivales, los cuales har¨¢n las veces de jefes finales, poseer¨¢n un tama?o gigantesco, tipo God of War. Eso s¨ª, de momento s¨®lo ha trascendido uno de dichos enemigos: un gigantesco tigre de piedra que llevar¨¢ en su grupa al mism¨ªsimo Lu Bu. A?¨¢danse a la mezcla arqueros, hechiceros, armas de asedio tales como gigantescas ballestas, tigres de carne y hueso, etc., y tendremos como resultado la variedad de rivales exigible a todo beat 'em up que pretenda evitar hacernos caer en la monoton¨ªa a las primeras de cambio. Los ya cl¨¢sicos objetos equipables antes de entrar en batalla tambi¨¦n contribuir¨¢n a la diversidad, ya que nos ofrecer¨¢n mejoras que modificar¨¢n visiblemente nuestra manera de luchar.
En lo que a control se refiere, dirigiremos a nuestro personaje con el stick anal¨®gico, quedando la cruceta reservada para seleccionar ¨ªtems que sirvan para rellenar nuestra barra de salud, Musou, etc. Al no existir un segundo stick que nos permita controlar la c¨¢mara, se ha decidido otorgar al bot¨®n L la funcionalidad de fijar nuestro objetivo m¨¢s cercano, por lo que al menos los rivales no escapar¨¢n de nuestro campo de visi¨®n mientras nos hallamos inmersos en pleno combate. Todo un acierto por parte de Omega Force, dado que muchas de las luchas transcurren en pleno aire, con lo que la dificultad de mantener enfocados a nuestros enemigos subir¨ªa varios enteros de no contar con la posibilidad de fijar objetivos, por no mencionar que acabar¨ªa repercutiendo en la jugabilidad de manera inevitable.
Desgraciadamente, no todo pod¨ªa ser bueno, y es que este Dynasty Warriors: Strikeforce acaba adoleciendo del mal de los escenarios delimitados. Es decir, aqu¨ª no luchamos en un ¨²nico campo de batalla gigantesco como puede ocurrir en un DW al uso, sino que cada fase se encuentra dividida en varias secciones interconectadas entre s¨ª. Afortunadamente, dichas secciones son lo suficientemente extensas como para dar bastante juego, por no mencionar que hacen gala de un aceptable grado de detalle, algo digno de menci¨®n teniendo en cuenta que se encuentran pobladas de un buen n¨²mero de personajes, los cuales no dejan de generar efectos por doquier al ejecutar movimientos especiales, magias, transformaciones... Todo se mueve a una m¨¢s que aceptable tasa de frames por segundo, aunque a¨²n habr¨¢ que jugar en profundidad para comprobar si las tan temidas ralentizaciones (que destrozaron por completo el Warriors Orochi 2 de Xbox 360, por ejemplo) acaban haciendo acto de presencia.
Las cargas entre una u otra secci¨®n del nivel s¨®lo duran unos cuantos segundos, por lo que al menos en principio intuimos que Omega Force ha tenido cuidado de optimizarlo todo al m¨¢ximo. En lo que a m¨²sica se refiere, nos encontramos ante las melod¨ªas t¨ªpicas de la franquicia, con un alto protagonismo de guitarras, bater¨ªas y dem¨¢s instrumentos que ni mucho menos casan con la ¨¦poca de los Tres Reinos. Pero esto es algo que est¨¢ ah¨ª desde Dynasty Warriors 2, por lo que ya resultar¨ªa extra?o encontrarnos ante una BSO de corte m¨¢s cl¨¢sico. Y ya que hablamos de clasicismo, mencionar que el modo historia de Strikeforce seguir¨¢ como de costumbre el hilo argumental del Romance de los Tres Reinos al pie de la letra, con la rebeli¨®n de los Turbantes Amarillos como primera fase, el asalto a la puerta de Hu Lao como segunda, y a partir de ah¨ª la guerra civil desencadenada tras la ca¨ªda definitiva de la dinast¨ªa Han.
Impresiones finales
Dynasty Warriors: Strikeforce promete convertirse, como m¨ªnimo, en el mejor beat 'em up lanzado por Omega Force en PSP, todo gracias a ser un lanzamiento exclusivo para la port¨¢til de Sony en lugar de una simple conversi¨®n proveniente de una consola de sobremesa. Adem¨¢s, Strikeforce llama poderosamente la atenci¨®n por poseer una mec¨¢nica y sistema de juego que dista notablemente respecto a lo visto en anteriores Dynasty Warriors, con combates a¨¦reos y guerreros sobredimensionados al m¨¢s puro estilo Dragon Ball, as¨ª como posibilidades de configuraci¨®n de nuestros personajes que van m¨¢s all¨¢ de lo hasta ahora presente en la franquicia.
El apartado gr¨¢fico destaca por su solidez y buen hacer, aunque a¨²n tendremos que probar el juego a fondo para estar seguros de que el engine se encuentra libre de las tan temidas y molestas ralentizaciones que ¨²ltimamente suelen adolecer algunos de los beat 'em ups de Omega Force. De momento nos encontramos ante un t¨ªtulo m¨¢s que prometedor, cuya llegada es de agradecer teniendo en cuenta la sequ¨ªa de t¨ªtulos sufrida por PSP en los ¨²ltimos meses. Todo apunta a que con Strikeforce tendremos juego para rato, gracias a sus 37 personajes seleccionables y su multijugador a cuatro bandas que, al fin, va m¨¢s all¨¢ de la simple pantalla dividida para un segundo usuario. Es de esperar que el juego desembarque en tierras europeas el 3 de abril, por lo que dentro de algo m¨¢s de un par de meses podremos comprobar si el giro que Koei ha dado en su franquicia estrella acaba cuajando de cara a los aficionados.
- Acci¨®n