Skate 2, Impresiones
EA vuelve con otra raci¨®n de su particular "patinete", mejorando al completo la primera entrega y potenciando aquello que le dio tan buena fama: una jugabilidad novedosa dentro de los t¨ªtulos de skating.
EA vuelve con otra raci¨®n de su particular "patinete", mejorando al completo la primera entrega y potenciando aquello que le dio tan buena fama: una jugabilidad novedosa dentro de los t¨ªtulos de skating. M¨¢s movimientos y nuevos retos, tanto individuales como en l¨ªnea como m¨¢s jugadores, nos aguardan en Skate 2.
Skate se plant¨® como la primera competencia seria a la longeva serie Tony Hawk's de Activision, pero lo hizo a su manera, sin tratar de copiar el sistema de juego ideado por Neversoft. Los encargados fueron los ahora disueltos Blackbox, que como ¨²ltimo trabajo se han encargado de realizar la continuaci¨®n. Partiendo de la base de su predecesor, Skate 2 intenta ser m¨¢s la entrega definitiva de la franquicia, al menos por el momento, que una gran acumulaci¨®n de novedades.
Por ello, ubic¨¢ndonos en una nueva ciudad de enormes dimensiones, todos los que jugaran a la primera entrega se har¨¢n r¨¢pidamente con el control, ya que no ha habido cambios significativos. Tras personalizar a nuestro skater, un tutorial nos da la bienvenida para ense?arnos los movimientos b¨¢sicos, que como muchos sab¨¦is, se realizan fundamentalmente con la palanca anal¨®gica derecha. As¨ª, tanto veteranos como reci¨¦n llegados rememorar¨¢n o aprender¨¢n respectivamente este sistema tan curioso de manejo del personaje.
Existe un argumento en el juego, no vamos por ah¨ª patinando sin ton ni son, una serie de secuencias cinem¨¢ticas realizadas con el motor del juego nos va relatando nuestras peripecias y nos presenta a algunos de los protagonistas, que nos ayudar¨¢n o retar¨¢n seg¨²n toque. No faltan eminencias dentro del mundo del skate, por unos motivos u otros, como Big Black, el guardaespaldas personal de Robert Dyrdek. Obviamente, Tony Hawk no est¨¢ entre los invitados, aunque ser¨ªa gracioso que apareciese.
Una de las principales novedades de Skate 2, por tonta que parezca, es la posibilidad de agarrar la tabla y subir por escaleras u otros obst¨¢culos. En el primer Skate resultaba sumamente inc¨®modo llegar a una zona alta con escalones de por medio y muchas veces hab¨ªa que dar un rodeo para alcanzar un lugar elevado. Ahora es tan sencillo como agarrar la tabla con la mano y andar tranquilamente. Adem¨¢s, tenemos una especie de "poder de la fuerza" que hace que si se nos cae podamos atraerla de vuelta a nuestra vera.
Pero el bajarnos de la tabla no se queda ¨²nicamente en eso. Tambi¨¦n podemos agarra objetos del escenario, como por ejemplo contenedores o mesas, y moverlos. De este modo, podemos montarnos una pista como nos apetezca o quitarnos obst¨¢culos de en medio que nos molesten. Y lo mejor es que una vez nos hemos montado nuestro rinconcito particular a nuestro gusto, podemos subirlo a Internet y compartirlo con otros, o bajarnos los de otras personas. De esta forma la ciudad se renueva por s¨ª sola.
Durante este proceso, no se abre ning¨²n tipo de modo editor ni nada por el estilo, es todo en tiempo real, s¨®lo nos falta meternos en el juego para empujar los objetos nosotros mismos. La colocaci¨®n de los mismos se almacena autom¨¢ticamente, no hace falta guardar nada, permanecen all¨ª donde los dejamos. Aunque hay una excepci¨®n, si ponemos algo, por ejemplo, en medio de la carretera, s¨ª que desaparece ya que el mundo debe seguir funcionado por s¨ª solo, si no se formar¨ªan atascos eternos. En todo caso, siempre es posible retornar un objeto a su ubicaci¨®n original de forma autom¨¢tica.
Hablando de la ciudad, San Vanelona se ha reformado casi completamente y ofrece un entorno in¨¦dito a explorar. Hay zonas de todo tipo y no ¨²nicamente urbanas. Podremos hacer excursiones por zonas monta?osas por las que ser¨¢ tedioso subir pero todo un placer bajar a toda velocidad, siempre que no nos lleve un coche por delante. Dentro de la metr¨®poli habr¨¢ calles de muy diversa ¨ªndole, parques, plazas, descampados e incluso monumentos con formas atractivas para subirnos por ellos. Habr¨¢ determinados desaf¨ªos que consistir¨¢n, precisamente, en conseguir llegar a puntos complicados del mapa.
Contamos con una especie de agenda electr¨®nica con la que se?alar puntos de inter¨¦s en el mapa, como pueden ser aquellos que hemos modificado moviendo objetos aqu¨ª o all¨¢. Posteriormente, tenemos la opci¨®n de abrirla y seleccionar uno de estos lugares para teletransportarnos autom¨¢ticamente. Otra opci¨®n relacionada e interesante es el editor "Reel" con el que podemos colocar una serie de c¨¢maras personalizadas en el escenario para seguir la acci¨®n de nuestro patinador.
Como decimos, la mec¨¢nica permanece id¨¦ntica, pero eso no ha impedido a?adir nuevos movimientos, por supuesto. La palanca anal¨®gica derecha, en conjunci¨®n en ocasiones con alg¨²n bot¨®n, nos permite agarrar la tabla o girarla bajo nuestros pies, aparte de marcar los saltos. A partir de ah¨ª, es factible realizar multitud de trucos conocidos por todos los aficionados a este deporte. Los nuevos movimientos se han adaptado a este esquema, sin romperlo, y expandi¨¦ndolo de forma l¨®gica y casi autom¨¢tica para aquellos que se hicieron con el manejo del Skate original.
Hay que notar, principalmente para los que no tuvieron ocasi¨®n de probarlo, que es un sistema en cierto modo muy natural, tratando de trasladar movimientos del cuerpo del patinador al mando y no recurriendo a lo que ha sido tradicional en los Tony Hawk: un bot¨®n, una acci¨®n. Aqu¨ª es mucho m¨¢s rico, a la par que mucho m¨¢s complejo. Requiere bastante pr¨¢ctica y quiz¨¢ ¨¦se fue uno de los factores por los que no termin¨® de entusiasmar a todo el mundo, ya que no es muy directo y la curva de aprendizaje se empinada en los inicios.
En lugar de haber botones asociados a trucos, los hay a partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, existen dos botones para levantar las dos piernas durante el vuelo, y tambi¨¦n podemos agarrar la tabla con una mano u otra seg¨²n queramos. Esto permite hacer cosas como, siendo novedad en este juego, saltar por encima de obst¨¢culos dejando que la tabla siga rodando por el suelo, para luego caer en ella. Lo llevamos a cabo levantando ambas piernas a la vez con los dos botones mencionados. El "flickit" tambi¨¦n se ha visto modificado por la inclusi¨®n de esta opci¨®n.
En realidad, por debajo s¨ª que existen una serie de rutinas que en cierto modo detectan los movimientos que realizamos, pero son transparentes para nosotros. Es m¨¢s, lo de saltar por encima de vallas y dem¨¢s ya se pod¨ªa hacer en el primer juego, s¨®lo que no estaba reconocido y requer¨ªa una precisi¨®n perfecta. Es f¨¢cil imaginar todas las posibilidades que hay con este sistema, como por ejemplo hacer lo que se llama un "hand plant", apoyar la mano en el suelo mientras levantamos los pies junto con la tabla, con el bot¨®n superior asociado a la mano correspondiente tras hacer un grab en una semituber¨ªa o donde sea.
En el primer Skate el dinero que consegu¨ªamos apenas serv¨ªa para comprar ropa o nuevas tablas. Sin embargo, en esta entrega podremos adquirir incluso propiedades en las que montarnos unos particulares patios de recreo. Tambi¨¦n podremos pagar a algunas personas para que hagan ciertos trabajillos por nosotros, principalmente para limpiarnos una zona nueva en la que practicar. Las dos formas de ingreso principales son mediante determinados eventos en los que nos dar¨¢n opci¨®n de apostar y a trav¨¦s de las pruebas que afrontaremos en el modo historia.
El modo en l¨ªnea, como hemos mencionado al principio, permite bajarnos escenarios creados por los dem¨¢s o compartir los nuestros. Tras ubicar los objetos como bien veamos, hemos de marcar los que forman parte del circuito. A continuaci¨®n, hemos de intentar superar esa zona nosotros mismos para conocer la puntuaci¨®n asociada, la que conseguir¨¢n los que se conecten a nuestro escenario. Posteriormente, nuestros contactos se bajar¨¢n estos sitios y tratar¨¢n de superar lo que nosotros conseguimos.
Si lo que buscamos es competici¨®n directa o cooperar con otros jugadores, no est¨¢ permitido hacerlo en toda la ciudad, ¨²nicamente en la parte en la que se encuentra el anfitri¨®n de la partida, lo cual tampoco ser¨¢ una gran limitaci¨®n en general. El modo enfrentamiento por turnos nos permite ejecutar una serie de trucos y luego puntuar la actuaci¨®n de los dem¨¢s, a la vez que somos valorados nosotros. Es una forma democr¨¢tica de decidir qui¨¦n es el mejor no basada en reglas fijas dependiendo de la puntuaci¨®n. Por otro lado, no faltar¨¢n algunos desaf¨ªos compartidos a realizar en multijugador, en realidad hay m¨¢s de 150.
Gr¨¢ficamente Skate 2 se asemeja bastante al primero, pero con los obvios retoques que necesita una nueva entrega. Esto nos asegura un buen sistema de iluminaci¨®n, por ejemplo, y unas texturas aceptables, aunque algo mejorables en ciertos puntos. La ciudad es enorme y est¨¢ llena de detalles, as¨ª que tampoco se puede exigir el nivel de calidad en las distancias cortas que s¨ª pueden lograr otros juegos con escenarios m¨¢s restringidos. De todos modos, es pronto para conocer el rendimiento real en fotogramas por segundo, posiblemente el aspecto m¨¢s importante.
Un aspecto t¨¦cnico que s¨ª nos ha gustado mucho en este acercamiento previo al juego es la recreaci¨®n de los golpes y ca¨ªdas de los skaters. Sin duda a m¨¢s de uno sufrir¨¢ s¨®lo por mirarlo. Pero no se queda en una caracter¨ªstica meramente visual, ya que existe un medidor del dolor tras un percance grave que indica la intensidad del da?o y las partes de nuestro cuerpo afectadas. Esto, que parece una tonter¨ªa, ha dado pie a otro modo multijugador en el que los participantes compiten a ver qui¨¦n consigue poner el contador de dolor m¨¢s alto. Incluso habr¨¢ clasificaciones en l¨ªnea.
Skate 2 se sit¨²a como una opci¨®n m¨¢s que interesante para los amantes de los patinetes, ya sean virtuales o reales, puesto que recrea de una forma bastante realista los movimientos que realizan los skaters. Mejora todo lo visto en la primera entrega y lo expande en todos los sentidos: m¨¢s modos multijugador, m¨¢s retos individuales, m¨¢s personajes, mayor personalizaci¨®n, m¨¢s movimientos... al menos lo m¨ªnimo que se le debe exigir a una continuaci¨®n. Parece que Blackbox se despedir¨¢ por todo lo alto y no con el mal sabor de boca que nos dej¨® Need for Speed Undercover.
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