The Wheelman
?Qu¨¦ pinta un tipo duro como Vin Diesel en una ciudad como Barcelona? Pues eso, le toca repartir su raci¨®n de balas, explosiones y giros imposibles en un juego que nos pone en una ciudad abierta con tres bandas de crimen organizado intent¨¢ndose hacer con el poder, y t¨², en medio, poni¨¦ndole fin como polic¨ªa infiltrado.
?Qu¨¦ pinta un tipo duro como Vin Diesel en una ciudad como Barcelona? Pues eso, le toca repartir su raci¨®n de balas, explosiones y giros imposibles en un juego que nos pone en una ciudad abierta con tres bandas de crimen organizado intent¨¢ndose hacer con el poder, y t¨², en medio, poni¨¦ndole fin como polic¨ªa infiltrado.
Cuando a Vin Diesel se le pas¨® por la cabeza prestar su imagen para Las Cr¨®nicas de Riddick: La Fuga de Butcher Bay, es posible que no fuese consciente de la magnitud del proyecto. A toro pasado, la cosa sali¨® bien, muy bien, y muy probablemente el hiperciclado actor le encontrase el gustillo a todo aquello. Porque un videojuego no es como una pel¨ªcula, y definitivamente meterse por la puerta grande en un sector que mueve y mover¨¢ m¨¢s dinero que cualquier otra forma de ocio siempre es interesante. Seguramente, le entraron hasta ganas de repetir. Normal, a qui¨¦n no. Y encontr¨® en Midway un papel perfecto para un tipo duro como ¨¦l.
The Wheelman no pretende ense?arnos nuevas maneras de entender el mundillo del videojuego, ni tampoco explorar cosas anteriormente vistas; tampoco augura una historia elaborada o un intrincado papel de secundarios; ni siquiera promete una ciudad abierta espectacular con mil cosas por hacer. Lo ¨²nico que nos quiere ofrecer son balas, explosiones, frases chulescas dichas por un actor protagonista en 'A Todo Gas', 'xXx' o la saga Riddick, giros de volante inveros¨ªmiles y una ciudad patria, Barcelona, de contexto para todo este desmadre. A quien no le guste, puede bajarse del coche si quiere.
L¨®gicamente, lo que se espera de un t¨ªtulo as¨ª es una versi¨®n del Unreal Engine lo suficientemente s¨®lido como para auspiciar todo el nivel de masacre que provocaremos al volante o a pie. M¨¢s a este primero, dir¨ªamos, tanto por el nombre del juego como por la estructura de las misiones. Tomaremos el papel de Milo Burik, un agente encubierto que se ver¨¢ envuelto en la t¨ªpica lucha de poder entre tres organizaciones del crimen de la ciudad condal. Para ello tomaremos trabajos, usualmente como ch¨®fer, aunque tambi¨¦n nos tocar¨¢ lidiar con nuestra raci¨®n de balas.
Cada uno de ellos, si bien se valen de un enfoque puramente arcade, pretende ser distinguible y reconocible desde el primer momento en el que pongamos nuestro dedo en el stick. Habr¨¢ desde coches de ¨¦poca hasta motocicletas pasando por Monster Trucks, con los que provocaremos el caos m¨¢s absoluto. Para ofrecernos tal variedad lista para ser disfrutada sin pausas, tendremos la habilidad de saltar de un coche a otro en movimiento. Acci¨®n inveros¨ªmil, como dec¨ªamos, pero terriblemente divertida. Tambi¨¦n contaremos con una barra de bullet-time para hacer piruetas tales como poder disparar en movimiento, hacer derrapes, o activar el ya m¨ªtico turbo.
Pero cada coche tendr¨¢ sus puntos d¨¦biles, los cuales nos tocar¨¢ explotar para hacerlos explotar, valga la redundancia. Las ruedas para hacer derrapar al coche, eliminar al conductor de un limpio disparo en la cabeza o acertar en el dep¨®sito de combustible ser¨¢ una tarea muy com¨²n con mucha precisi¨®n de por medio. Ahora, siempre podremos hacer el bestia y directamente embestir a nuestros enemigos usando la opci¨®n implementada para ello. Perfecta para sacar a nuestros enemigos de la carretera, pero tambi¨¦n para abollar nuestra carrocer¨ªa y, eventualmente, destrozar nuestro fr¨¢gil veh¨ªculo. As¨ª que saltaremos de un veh¨ªculo en llamas a otro menos da?ado m¨¢s a menudo de lo que cabr¨ªa esperar, y encima en marcha.
Las 24 misiones principales, que desarrollar¨¢n una trama m¨¢s o menos s¨®lida pero muy probablemente con ese puntillo socarr¨®n ya visto en t¨ªtulos como Must Cause, se adhieren a bastantes encargos secundarios a cumplir por toda la ciudad. Desde disparar a ruedas hasta provocar el mayor caos posible, se nos dar¨¢ trabajo de sobra. Eso s¨ª, si llamamos la atenci¨®n m¨¢s de lo debido, como es l¨®gico, llamaremos la atenci¨®n de la Polic¨ªa. No parece ser muy complicada de esquivar, puesto que su funci¨®n no es tan primaria como en otros t¨ªtulos del estilo, pero cumplir¨¢ su papel.
Pero si nos cansamos de ir de lado a lado de Barcelona, podremos teleportarnos r¨¢pidamente gracias a ciertas misiones, denominadas Taxi, las cuales los ir¨¢n desbloqueando paulatinamente. Tal y como suenan, su mec¨¢nica incluye la m¨¢s que t¨ªpica contrarreloj de un punto a otro del mapa. Luego, en otro cariz aparecen modos en los que tendremos que jugar al gato y al rat¨®n, algunas veces como uno y algunas como otro. En general, el objetivo del juego queda bastante claro, relegando, repetimos, las misiones a pie a un segundo plano.
Eso s¨ª, los de Midway deben tener cuidado con no dejar ning¨²n apartado de lado en un t¨ªtulo de desarrollo abierto como este. De todos modos, los amantes de la acci¨®n m¨¢s exagerada y divertida as¨ª como de los arcades de conducci¨®n deben echarle un ojo a esta nueva locura de Vin Diesel la cual, esperemos, podr¨ªa acabar demostr¨¢ndonos que el actor puede literalmente con lo que le echen. Se espera a finales de febrero para Europa, tanto en PlayStation 3 como en Xbox 360 y PC.
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