Velocidad encubierta

Despu¨¦s del fallido intento del pasado a?o por salirse de la rutina convencional, EA y su estudio Black Box vuelven a ofrecer un entorno abierto en la iteraci¨®n anual de Need For Speed. La saga m¨¢s prol¨ªfica de la conducci¨®n nos ofrece esta temporada un t¨ªtulo bajo el sobrenombre de Undercover, en alusi¨®n al papel que jugaremos dentro de la trama. Con una apuesta cien por cien cinematogr¨¢fica, nos encontramos dentro del rol de un piloto que trabaja codo con codo con la polic¨ªa, tratando de desenmascarar los secretos que hay tras una serie de robos de veh¨ªculos. Calcando al mil¨ªmetro del gui¨®n de A Todo Gas, debemos acercarnos a los responsables mediante nuestras habilidades de conducci¨®n.

Y es que, este a?o se ha olvidado completamente el experimento que supuso Pro Street para acercarse de nuevo a un enfoque similar a Carbono o Most Wanted. Con una ciudad abierta por explorar, Tri City en este caso, deberemos progresar y ganar estatus como piloto, desarrollando nuestras habilidades de conducci¨®n desde la base hasta la cima. Con unos cimientos que beben de todos sus antecesores, Undercover mezcla aspectos como la personalizaci¨®n de veh¨ªculos, las persecuciones policiales o la mejora de nuestro perfil de piloto mediante los puntos otorgados por buena conducci¨®n. Una mezcla interesante, pero que presenta algunas dificultades para cuajar bien, como veremos a continuaci¨®n.

Lo primero que sorprende al arrancar el juego es el nivel de detalle alcanzado, elevad¨ªsimo, as¨ª como la colorista paleta de colores que se utiliza. A la mente llega inmediatamente la comparaci¨®n con la joya de Criterion, Burnout Paradise, con la que se compara por lo paradis¨ªaco del entorno y la alta calidad visual. Los modelados de los coches, de gran calidad, presentan un trabajo de iluminaci¨®n de gran factura, que ir¨¢ variando en funci¨®n del tipo de pintura aplicada sobre ellos. La personalizaci¨®n visual, como mandan los c¨¢nones desde Underground, nos permiten aplicar pegatinas, cambiar piezas de nuestro coche o directamente modificar su tama?o, con el sistema Autosculpt, que sigue presente aqu¨ª.

La ciudad se presenta ante nosotros totalmente abierta, para deambular por ella como queramos. El dise?o de escenarios, sin ser brillante, ofrece rutas alternativas y variantes m¨²ltiples al trazado ordinario. Sin embargo, es aqu¨ª donde encontramos los primeros problemas, al representarse los fondos con un nivel de popping que llama la atenci¨®n por su falta de suavidad.? Los edificios m¨¢s lejanos aparecen de golpe al acercanos, echando por tierra el buen acabado general. M¨¢s a¨²n, hemos encontrado zonas del terreno que no se han cargado en pantalla hasta que hemos llegado a ellas, mostrandose como una neblina. Estos problemas se suman a la irregular tasa de im¨¢genes por segundo para lograr una experiencia de juego algo mermada. Menci¨®n aparte para las trabajadas y constantes cinem¨¢ticas, que conducen el hilo argumental muy correctamente, y est¨¢n interpretadas por actores de carne y hueso.

Sin duda, la caida de frames cuando se acumulan en pantalla m¨¢s de tres coches competidores es lo m¨¢s destacable en lo negativo de este apartado. Resulta dif¨ªcil no percatarse de ello, puesto que realmente molesta a la hora de conducir, y hace el manejo del coche bastante m¨¢s impreciso de lo que es cuando nos encontramos conduciendo libremente, sin estar en carrera. Tampoco dejamos pasar la escasa calidad de algunas texturas, de baj¨ªsima definici¨®n, as¨ª como los tan odiados dientes de sierra, que tambi¨¦n se dejan sentir especialmente en las sombras de los objetos. En resumen, encontramos un apartado visual que entra por los ojos en el primer contacto, y que deslumbra si s¨®lo contemplamos los veh¨ªculos y la iluminaci¨®n, pero que sufre problemas serios de rendimiento y optimizaci¨®n.

Como nos tienen acostumbrados, los chicos de EA no defraudan a los aficionados de los repertorios musicales trabajados y con personalidad. El de este Undercover mantiene la l¨ªnea del de Pro Street, y ofrece una gran cantidad de m¨²sica electr¨®nica suave. Las melod¨ªas son progresivas y se adaptan bien a la jugabilidad, mezcl¨¢ndose de vez en cuando temas con m¨¢s personalidad, como piezas de pop britanico, algo de rock e incluso ritmos latinos. El resultado final no desentona para nada con el acabado serio y elegante de men¨²s y el dise?o del t¨ªtulo, y consigue entretener mientras nos encontramos conduciendo a varios cientos de kil¨®metros por hora. Como nota, los nombres de los temas no se muestran en pantalla cuando van cambiando, y habr¨¢ que acudir a las opciones de audio para saber que canci¨®n est¨¢ sonando en cada momento.

Si la m¨²sica presenta un buen nivel, el repertorio de efectos sonoros no le anda a la zaga en ning¨²n momento. Los motores de los coches rugen con ferocidad, sobre todo si activamos la c¨¢mara subjetiva, en la que podremos apreciar los cambios de marchas, la adherencia de las ruedas y los chasquidos del motor al ofrecernos su potencia. La verosimilitud con el sonido de la cabina de un deportivo es alta y escuchar el juego con un buen sistema de audio se convierte en una experiencia muy potente. Para redondearlo todo, Undercover llega doblado y traducido a nuestro idioma, como viene siendo se?a habitual en la saga.

El trabajo de doblaje es sobresaliente, desde las escenas intermedias hasta las voces de los polic¨ªas, rezuma calidad y buen hacer. Los agentes de la ley intercambiar¨¢n comentarios por sus emisoras, se hablar¨¢n unos a otros contando sus quehaceres actuales, lo que nos permitir¨¢ conocer su posici¨®n y su actitud hacia nosotros. Al ser perseguidos, podremos o¨ªr c¨®mo se comunican con el mando, las decisiones que toman, si van a situar un bloqueo m¨¢s adelante, o si solicitan apoyo a¨¦reo para darnos caza. En resumen, se da la impresi¨®n de estar frente a un organismo vivo, que reacciona frente a nuestras acciones y que pone todo su empe?o en cazarnos.

Las pruebas, de varios tipos, nos ofrecen los habituales modos de sprint y circuito, utilizando tramos de la ciudad. Adem¨¢s, podremos competir en carreras de demarraje, donde lo que importar¨¢ ser¨¢ mantener la delantera al coche competidor. Las autopistas ofrecen un buen campo para los duelos, y podremos enfrentarnos a otros corredores en carreras en las que contar¨¢ sacar la m¨¢xima distancia al rival. Por supuesto, las persecuciones ser¨¢n una constante, tanto como prueba individual como activ¨¢ndose mientras nos encontremos en el modo de juego libre. Las pruebas individuales nos permitir¨¢n obtener dinero y experiencia, imprescindibles para mejorar nuestro equipamiento y nuestra habilidad como piloto.

En Undercover, contamos con una hoja de perfil, en la que se ir¨¢n plasmando las mejoras sobre nuestros atributos de conducci¨®n. Cada subida de nivel de piloto nos otorgar¨¢ beneficios directos sobre cualquier coche que manejemos, tales como un mejor aprovechamiento de los frenos, arrancadas m¨¢s r¨¢pidas o una mayor entrega de potencia del motor. Tambi¨¦n se incrementar¨¢ nuestra capacidad para obtener puntos de trazada, que ser¨¢n los que nos permitan ascender y ganar nuevos niveles. Estos puntos se otorgar¨¢n por ejecutar maniobras arriesgadas, hacer una conducci¨®n perfeccionista o realizar las llamadas acciones legendarias. Estas acciones se corresponden con giros espectaculares, derrapes y maniobras extremas, que nos permitir¨¢n despistar a la polic¨ªa y? demostrar al resto de pilotos qui¨¦n manda sobre el asfalto.

El control es uno de los puntos m¨¢s destacables del juego, mostr¨¢ndose sensible y acorde a las caracter¨ªsticas de cada coche. El llamado Heroic Driving Engine es la fusi¨®n de nuestras habilidades de conducci¨®n con la progresi¨®n en los niveles de piloto, y domina por completo el control del coche. Adem¨¢s, resulta muy accesible incluso para los no versados con los t¨ªtulos de conducci¨®n, que podr¨¢n estar tomando curvas de forma espectacular a los pocos minutos de comenzar a jugar. La respuesta de los coches a nuestras ¨®rdenes es precisa e instant¨¢nea, y notaremos cada peque?a mejor¨ªa que hagamos en sus prestaciones. Las diversas tiendas nos ofrecer¨¢n tanto partes individuales como packs completos de recambios, aunque la gesti¨®n de las configuraciones cobra mucho menos peso que en anteriores juegos de la saga. Con todo, los sesenta veh¨ªculos disponibles y el tener que invertir nuestro dinero en las mejoras de cada uno deja un margen bastante grande para conseguir un coche que se ajuste a nuestras preferencias tanto est¨¦ticas como de conducci¨®n.

La l¨ªnea argumental trata de dominar el apartado jugable, aunque queda lejana de conseguir resultar un hilo conductor lo suficientemente s¨®lido. El hecho de que podemos acceder a las carreras mediante el minimapa, simplemente seleccion¨¢ndolas, hace al juego mucho m¨¢s ¨¢gil, pero resta potencial a la historia, en uno de los t¨ªtulos de la saga que m¨¢s empe?o trata de poner en dicho trasfondo. En cualquier caso, se agradece no tener que conducir durante minutos para ir de un lado a otro, y haciendo uso de los controles, podemos acceder tanto al mapa general como a la carrera m¨¢s cercana con una simple pulsaci¨®n. Se diferencia claramente entre carreras independientes y los trabajos que nos encargar¨¢n los miembros de las bandas una vez tengamos contacto con ellos, de forma que podremos pasar carreras sueltas para ganar dinero y experiencia, y dedicarnos posteriormente a los encargos m¨¢s complicados.

El hecho de trabajar para la polic¨ªa no los librar¨¢ de los agentes que no est¨¦n enterados de nuestro papel, y seremos perseguidos continuamente en cuanto seamos vistos infringiendo la ley. Contamos con un medidor que ir¨¢ aumentando en cuanto nos vayamos haciendo famosos entre los polic¨ªas, por lo que cada vez se destinar¨¢n m¨¢s efectivos a nuestra b¨²squeda. Las persecuciones no son demasiado complicadas en sus inicios, as¨ª como tampoco lo son la mayor¨ªa de las carreras, presentando el juego una dificultad moderada en su tramo final. Las cazas de la polic¨ªa son la mejor forma de incrementar nuestra experiencia y nuestra caja, puesto que se pueden afrontar como misiones independientes al resto, y se disparar¨¢n siempre que una patrulla nos vea cometiendo infracciones.

La IA de los valedores de la ley resulta bastante b¨¢sica, nos perseguir¨¢n situ¨¢ndose a nuestro lado y ocasionalmente nos intentar¨¢n empotrar contra los l¨ªmites de la carretera. Resulta f¨¢cil esquivar este tipo de comportamiento, puesto que oiremos perfectamente la indicaci¨®n del agente a sus compa?eros, indicando que va a tratar de sacarnos de la circulaci¨®n. Con una conducci¨®n agresiva y un coche ¨¢gil, resulta f¨¢cil darles esquinazo, aunque en determinadas situaciones el n¨²mero de efectivos que va tras nosotros puede llegar a intimidar. Para facilitarnos las cosas, en el minimapa se nos mostrar¨¢n ciertos elementos que podemos destrozar para cortar el paso de los polic¨ªas. Chocar contra un mont¨®n de tuber¨ªas har¨¢ que se desmoronen en medio de la v¨ªa, con el consecuente choque de los agentes.

Por otro lado, los corredores a los que nos enfrentaremos en las carreras no gozan de un intelecto tan desarrollado, y dar¨¢n poco trabajo una vez que los superemos en velocidad. En los duelos, los l¨ªderes pueden costar bastante m¨¢s de batir, pero es m¨¢s por la potencia de sus m¨¢quinas que por su habilidad de conducci¨®n. Por ello, habr¨¢ momentos en los que un cambio de coche se antoje casi obligatorio, dado que llegaremos a algunos puntos en los que simplemente no seremos capaces de darles caza, por mucho ¨®xido nitroso que montemos en nuestro coche. Junto al medidor de gas, contaremos con un indicador de la cantidad de tiempo que podemos detener, una habilidad que nos permitir¨¢ ralentizar la acci¨®n y aumentar la masa de nuestro coche. Esto resulta ideal para realizar cambios instant¨¢neos de sentido, embestir barricadas policiales o simplemente resultar un obst¨¢culo duro ante cualquiera que quiera chocar contra nosotros.

Esta detenci¨®n del tiempo llegar¨¢ acompa?ada por un espectacular efecto visual, similar al tiempo bala de los juegos de acci¨®n, en el que nuestro coche reaccionar¨¢ de forma totalmente distinta a los controles. Sin ser una caracter¨ªstica imprescindible, utilizada sabiamente nos ofrece la posibilidad de romper completamente la trayectoria de nuestro coche. La suma de nuestra capacidad de pilotaje y los complementos como la detenci¨®n de tiempo y el ¨®xido nitroso hacen que podamos realizar maniobras muy espectaculares con un m¨ªnimo nivel de pilotaje, aunque todo desde una perspectiva bastante sencilla, como coment¨¢bamos anteriormente. Con todo, las carreras tienden a volverse bastante mon¨®tonas, y los amplios trazados no nos pondr¨¢n en demasiados problemas para completar los desaf¨ªos satisfactoriamente.

El coste de dinero a la comunidad tambi¨¦n es un elemento incorporado en Undercover, y recibiremos dinero por causar da?o a los distintos elementos en ciertos modos de juego. Asimismo, un contador nos ir¨¢ indicando el coste en d¨®lares de cada elemento con el que choquemos y quede inutilizado. Por ¨²ltimo las opciones online de Undercover nos ofrecen la posibilidad de disputar carreras multijugador a trav¨¦s de los sistemas de juego por Internet, enfrentando a grupos de entre 2 y 8 jugadores. Asimismo, contamos con un modo foto con el que retratar las virtudes de nuestras m¨¢quinas y compartir las instant¨¢neas con nuestros amigos. Una l¨¢stima que esta caracter¨ªstica requiera conexi¨®n a la red para hacer uso de ella. Por supuesto, el t¨ªtulo cuenta con registro de mejores tiempos en los diferentes circuitos y modos, por lo que si conseguimos destacar, el resultado quedar¨¢ grabado para que todos puedan verlo. Por ¨²ltimo, un apunte curioso es que es posible adquirir elementos de personalizaci¨®n del coche pagando tanto en dinero del juego como en puntos Microsoft, en el caso de Xbox 360.