Shaun White Snowboarding
Perdido en la nieve
Shaun White no se estrena con la mejor cara posible en el mundo de los videojuegos. Su primer t¨ªtulo, obra de Ubisoft Montreal, dista mucho de las elevadas cotas de diversi¨®n que se esperaban, muy por debajo de lo que ofrecen otros juegos del g¨¦nero.
A lo largo de la historia, nos hemos encontrado con infinidad de juegos de snowboard, que ocultaban en su interior un gran n¨²mero de horas de diversi¨®n. 1080 Snowboarding, SSX, Amped? todos ellos de bastante calidad, y capaces de trasladar con acierto la emoci¨®n de la nieve al sal¨®n de nuestros hogares. Por eso mismo nos sorprende que, con antecedentes tan buenos en los que basarse e inspirarse, los chicos de Ubisoft no hayan sido capaces de entender esta disciplina y lograr desarrollar un juego no ya s¨®lo profundo, sino tan siquiera variado, elaborado, cuidado o, lo que es m¨¢s importante, divertido. Shaun White Snowboarding es un t¨ªtulo que no consigue encontrar su lugar dentro del g¨¦nero.
Esto es algo que le pasa mucha factura al juego, que dista demasiado de lo que se esperaba de ¨¦l. Cuando, durante el pasado E3, Nintendo present¨® el juego en su conferencia, sorprendi¨® el interesante uso de la balance board de Wii para controlar a nuestro personaje. Pero en 360 y PS3, m¨¢quinas que emplean un sistema tradicional, Ubisoft no ha sabido adaptar el movimiento a un mando de control. El reclamo publicitario de este juego es la presencia de Shaun White, un verdadero icono dentro del mundillo del snowboard y del skate, ya que es un maestro sobre la tabla que ha acumulado premios y medallas durante su carrera, tanto en los X-Games como en las Olimpiadas de invierno.
Justamente, el papel del bueno de Shaun ser¨¢ el de tutor a lo largo del juego, ense?¨¢ndonos nuevos trucos y movimientos. Pero todo eso tardar¨¢ en llegar, dado que los primeros instantes del juego son un tanto desconcertantes. Lo primero que haremos ser¨¢ crearnos un personaje, dentro de un editor no especialmente potente: b¨¢sicamente elegiremos una cara y, a partir de ah¨ª, compraremos, si queremos o no, siempre seg¨²n el dinero que tenemos (bastante escaso), tablas mejores, chaquetas, botas y dem¨¢s elementos que compondr¨¢n nuestra equitaci¨®n para saltar a la nieve. Una vez hecho esto, apareceremos directamente en la monta?a, sin men¨² de opciones ni nada que nos gu¨ªe un poco.
Si bien la idea es muy interesante, tener un gran mundo central a partir del cual elegir a d¨®nde ir o en qu¨¦ enfrentamiento involucrarnos, en este caso est¨¢ representado de forma bastante mejorable. Empezaremos a bajar por la monta?a sin saber muy bien por qu¨¦, o cu¨¢l es nuestro objetivo, y cuando menos nos lo esperemos, tras una fuerte ca¨ªda (inevitable ante nuestra falta inicial de habilidad, el desconocimiento del juego y de lo que se espera de nosotros), el propio Shaun White acudir¨¢ en nuestra ayuda, alab¨¢ndonos por haber intentado algo arriesgado a¨²n cuando el resultado hab¨ªa sido catastr¨®fico.
En cierto modo, esta frase resulta un tanto ir¨®nica, ya que las importantes lagunas jugables del t¨ªtulo nos limitar¨¢n constantemente a m¨¢s y m¨¢s ca¨ªdas intentando hacer el m¨¢s sencillo de los trucos, y a¨²n as¨ª, Shaun White no dejar¨¢ de alabarnos por nuestro supuesto buen hacer. Al apartado jugable llegaremos m¨¢s tarde; de momento, Shaun nos presenta a sus compa?eros, cada uno de una zona del mundo y con su propia monta?a, y nos incita a encontrar doce euros para que nos ense?e su primer truco. Lo euros ser¨¢n grandes monedas naranja que estar¨¢n escondidas por las monta?as, tres en cada una de las cuatro monta?as que componen el juego.
Para viajar entre ellas, ser¨¢ tan sencillo como pulsar Star y elegir Destino. En todo momento tendremos acceso total y absoluto a todas y cada una de ellas, pudiendo centrarnos en conseguir esos euros para Shaun White o bien realizar algunas pruebas y competiciones presentes en todas ellas. Un radar nos indicar¨¢ la situaci¨®n de todo ello, y en nuestras manos quedar¨¢ lo que queramos hacer. Empezaremos en la parte baja de las monta?as y deberemos usar helic¨®pteros o telesillas para llegar a distintas alturas. El proceso es algo as¨ª: usar un telesilla, estar varios minutos esperando a llegar a la cima, bajarnos de ¨¦l y descender por la monta?a para llegar a nuestro destino.
El problema es cuando no sabemos cu¨¢l es nuestro destino, ya que la monta?a cuenta con diversas diversificaciones y en muchas ocasiones podemos pasarnos sin saberlo bien, lo cual nos obligar¨¢ a volver a subir. Afortunadamente, no har¨¢ falta llegar al final de nuestro descenso y volver a subir, y si nos pasamos levemente, podremos bajar de la tabla y subir a pie hasta el lugar que busc¨¢bamos. Es algo lento y pesado, pero siempre es mejor que recorrernos la monta?a entera una y otra vez. Y es que el recorrer las monta?as intentando llegar a los distintos lugares con eventos se antoja una tarea bastante irritante, aburrida y carente de verdadero inter¨¦s. Ser¨ªa mucho m¨¢s interesante contar con pistas y eventos dedicados a los que pudi¨¦semos acceder desde un men¨²; si por ejemplo, queremos disputar una carrera r¨¢pida, tardaremos varios minutos en conseguirlo.
Apartado t¨¦cnico
Todo lo dicho hasta ahora se limita al planteamiento del juego, en el que contaremos con una extra?a sensaci¨®n de libertad. El t¨ªtulo de Ubisoft nos limita a cumplir las misiones de Shawn White o bien participar en eventos sueltos que nos toparemos por las cuatro monta?as disponibles, que si bien son de dimensiones considerables, les falta algo m¨¢s de variedad, ya que no difieren en exceso unas de otras, contando con elementos bastante similares; algo que, hasta cierto punto, es l¨®gico, pero lejos de disimularlo y adaptarlo un poco, parece puesto con absoluta y total indiferencia. Visualmente, el juego se reduce a un oc¨¦ano blanco con escasos elementos que dotan de variedad al paisaje.
Los problemas t¨¦cnicos tambi¨¦n ser¨¢n evidentes en el apartado visual, donde lo que se podr¨ªa entender como que el personaje se hunde un poco en la nieve se convierte en un problema de f¨ªsicas, ya que nuestros pies, o incluso nuestra tabla, atraviesan directamente el escenario, logrando un efecto bastante horrible. Si esto ocurre a baja velocidad, al descender a toda velocidad, da la sensaci¨®n de que la tabla flota en el aire, sin terminar de resultar cre¨ªble su interacci¨®n con el suelo. La falta de credibilidad se hace todav¨ªa m¨¢s patente cuando es completamente posible chocar contra otros personajes que descienden por la monta?a sin que ocurra absolutamente nada, sin tener ninguna consecuencia real y l¨®gica.
Esa sencillez visual queda representada en todos los elementos presentes en pantalla: las animaciones son escasas y que podr¨ªan dar mucho m¨¢s de s¨ª, los ¨¢rboles escasos y parecen demasiado pl¨¢sticos, los surcos que dejamos en la nieve muy falsos. Afortunadamente, cuenta con una excelente banda sonora, con melod¨ªas muy buenas y de todo tipo; pese a que a trav¨¦s de la cruceta podremos acceder al reproductor y cambiar de pista, no podremos filtrarlas ni elegir nuestras favoritas, por lo que deberemos sobrevivir con todas ellas, debiendo saltarlas constantemente si no son de nuestro agrado. Al menos, se permite eliminar toda melod¨ªa, qued¨¢ndonos con los efectos de sonido, bastante dignos, y un interesante doblaje a nuestro idioma.
Ser¨¢ tambi¨¦n mediante la cruceta como accederemos al multijugador, que no va m¨¢s all¨¢ de compartir las monta?as sin demasiado sentido. Sobre todo por el poco atractivo sistema de control, que nos ofrece muy pocas opciones, pr¨¢cticamente nulas de hecho. El personaje tiene un peso demasiado elevado, o cuanto menos esa es la sensaci¨®n que produce, ya que cuesta un verdadero mundo conseguir que salte para realizar trucos, y el tiempo que pasa en el aire se antoja siempre demasiado limitado, excesivamente limitado incluso. Sobre todo porque el medidor de truco tarda demasiado en aparecer y en muchas ocasiones nos abalanzamos contra el suelo sin poder lograr el equilibrio.
Aterrizar es algo demasiado dif¨ªcil, debido a las constantes imprecisiones que nos ofrecer¨¢ nuestro personaje, incapaz de realizar nada m¨ªnimamente elaborado sin sufrir enseguida las consecuencias de un control demasiado exigente o mal planificado. Porque por ejemplo, sorprende las carencias a la hora de movernos y tener un bot¨®n para lanzar bolas de nieve; son un arma poderosa para tirar a los dem¨¢s personajes presentes en la pista, algo curioso, ya que si chocamos contra ellos se muestran tan f¨¦rreos como una pared. Se deber¨ªan haber cuidado m¨¢s estos detalles esenciales en un juego de estas caracter¨ªsticas, y cuyo mimo a los trucos se ha ido perfeccionando en t¨ªtulos como Tony Hawk o skate.
Cierto es que en las carreras, al limitarse a descender sin m¨¢s preocupaciones, no se observan tantos problemas, pero estas depender¨¢n ¨²nica y exclusivamente de la tabla que tengamos, y la velocidad punta que lleguen a alcanzar. Por lo dem¨¢s, todas las dem¨¢s pruebas requieren una precisi¨®n rid¨ªcula; si hay que pasar por determinado lugar o coger objetos concretos, deberemos hacerlo con una precisi¨®n casi milim¨¦trica, ya que sino fallaremos en nuestro intento, lo cual provocar¨¢ que todo lo que hayamos hecho con anterioridad sea completamente in¨²til, asentando en nosotros una profunda sensaci¨®n de frustraci¨®n.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar¨¢ huella. S¨®lo recomendable en caso de sequ¨ªa de este g¨¦nero de juegos.