Pensi¨®n completa

Todav¨ªa no han pasado dos meses desde el avance de Hotel Giant 2, y su fecha de lanzamiento ya est¨¢ a la vuelta de la esquina. Con el producto final a mano, vamos a analizar en profundidad la nueva oferta de Enlight Software, que llegar¨¢ a nuestras tiendas gracias a Nobilis. Preparad las maletas, porque durante las siguientes p¨¢ginas vamos a visitar diferentes hoteles... eso s¨ª, con todos los gastos pagados.

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El juego corresponde al g¨¦nero de la estrategia de gesti¨®n, inmortalizado en los anales del mundo del ocio electr¨®nico por productos que llevan en su t¨ªtulo palabras como 'sim', 'tycoon' o el que nos ocupa, 'giant'. El objetivo com¨²n en este subg¨¦nero estrat¨¦gico es claro, conseguir que nuestro negocio llegue a la cima del sector de mercado correspondiente. Si adem¨¢s somos capaces de hundir a la competencia en la m¨¢s miserable de las miserias, mejor que mejor. Muchos y variados tipos de empresas han podido ser simulados: f¨¢bricas, prisiones, centros comerciales, torres de oficinas... para todos los gustos.

Como argumento, Hotel Giant 2 nos presenta un entorno apenas explorado en este tipo de t¨ªtulos. Adem¨¢s, la posibilidad de gestionar un hotel, lejos de ser de las m¨¢s atractivas dentro del g¨¦nero, s¨ª que implica una serie de aspectos que, bien aprovechados, pueden dar lugar a un juego bastante completo. Hotel Giant 2 sabe c¨®mo llevar a cabo parte de estas tareas, pero a costa de sacrificar una gran parte de la jugabilidad, lo que perjudica excesivamente a la valoraci¨®n final del producto. Vamos a justificarnos, y para ello repasaremos los aspectos principales de este simulador financiero.

Se nos presenta una variedad de modos de juego, que a simple vista pueden confundir al usuario. Campa?a, partida aleatoria y hoteles de pr¨¢ctica son las tres posibilidades que se muestran, si bien en realidad encierran un ¨²nico estilo de juego com¨²n en todas ellas. La ¨²nica diferencia palpable es la libertad para comenzar nuestro propio hotel desde los cimientos, frente a disponer de un hotel construido completa o parcialmente. De igual forma, los objetivos var¨ªan de un modo a otro, y estos se presentan de forma de obtener cierto rendimiento del hotel o mantenerse a flote durante una serie de meses.

Dicho sea de paso, la vista exterior es bastante correcta. Se puede apreciar un plano general del edificio, que en algunos casos puede diferir de lo esperado para un hotel del estilo elegido. Alrededor del mismo, la ciudad se alza discretamente, demasiado texturizada, pero con animaciones suficientes como para justificar la existencia de esta pantalla. De hecho, seremos capaces de observar a quienes entran y salen de nuestro hotel, el tr¨¢fico urbano y otras peculiaridades de la vida en la ciudad. Se echa mucho de menos la posible construcci¨®n de elementos externos, como jardines, piscinas o aparcamientos.

Una vez en el interior, se abre ante nosotros un abanico variado, y tendremos que sacar al dise?ador de interiores que llevamos dentro. A menos que se haya optado por un hotel prefabricado, lo ¨²nico que observaremos ser¨¢n amplios espacios ansiosos de ser cubiertos por habitaciones, restaurantes, gimnasios y todo tipo de salas. Echando un r¨¢pido vistazo al plano de la planta, y haci¨¦ndose a la idea de que existen otras tantas encima de la misma, tendremos que usar nuestra mente anal¨ªtica y visi¨®n espacial para visualizar como esos huecos pueden convertirse en el hotel m¨¢s famoso de la ciudad.

B¨¢sicamente, un hotel necesita dos cosas: habitaciones y recepci¨®n. Tanto una como otra pueden ser tan humildes u ostentosas como deseemos, pero nada m¨¢s hace falta para poder abrir nuestro nuevo establecimiento. Crear una recepci¨®n es tan simple como seleccionar el editor, escoger que deseamos comprar nuevos objetos y colocar un mostrador en alg¨²n lugar cercano a la entrada del hotel. Si a?adimos unas cuentas sillas o sof¨¢s, hasta podemos hacernos pasar por un hotel bueno y todo. Lo siguiente ser¨¢n los dormitorios, y con ellos llegar¨¢n los ingresos a nuestro emporio del descanso.

?Tedioso? Pues los se?ores de Enlight han tenido una idea grandiosa. Una vez configurada una sala, podremos duplicarla tantas veces como deseemos, e incluso luego realizar peque?as modificaciones la misma. Si hablamos de un motel de 3 habitaciones, no tiene importancia, pero si se trata de un hotel de lujo con 7 plantas y capacidad para m¨¢s de 100 personas... se agradece el detalle de los dise?adores. Esto puede realizarse con todo tipo de estancias, y almacenar tantas configuraciones como deseemos, siendo mucho m¨¢s sencillo crear plantas en un abrir y cerrar de ojos.

Todav¨ªa no podemos abrir nuestro hotel, ya que necesitaremos empleados. El sistema de contrataci¨®n es muy sencillo, pero limita el juego que puede darse a los recursos humanos, sobre todo en puestos como los que hacen falta en un hotel. En algunos t¨ªtulos del estilo, se nos permite elegir entre ciertos candidatos, cada uno con sus aspiraciones y peticiones de sueldo personalizadas... incluso el aspecto. En Hotel Giant 2, simplemente pulsaremos sobre el elemento o habitaci¨®n que necesite trabajadores, y acto seguido podremos establecer la cantidad de los mismos que contratamos... sin pasarnos del m¨¢ximo.

Ahora s¨ª que podemos abrir el hotel sin miedo, y veremos con regocijo como distintos personajes va entrando al mismo y se dirigen al mostrador de recepci¨®n. La variedad de individuos que formar¨¢n nuestra apreciada clientela es suficientemente amplia, aunque es m¨¢s que probable observar algunos clones simult¨¢neamente en nuestro hotel. Como medida del ¨¦xito de nuestro negocio es un indicador perfectamente v¨¢lido, m¨¢s all¨¢ del realismo que se pudiera haber conseguido aplicando m¨¢s caracter¨ªsticas diferenciadoras a las personas que decidan alojarse en nuestro establecimiento.

Pronto tendremos que extender nuestro horizonte, ya que cada cliente tendr¨¢ una serie de quejas o recomendaciones que transmitirnos. Si prestamos atenci¨®n a sus deseos, descubriremos que salas o elementos son los que echan en falta en nuestro hotel. Un restaurante es una genial idea, ya que puede generar ingresos m¨¢s all¨¢ de nuestros hu¨¦spedes, debidos a las personas que decidan comer en nuestro hotel sin alojarse en el mismo. De hecho, puede que esta sala sea la siguiente en importancia a las habitaciones, y podemos personalizar el tipo de cocina como el men¨² que serviremos.

Las ampliaciones nos llevar¨¢n incluir todo tipo de mejoras, como piscinas, gimnasios o salas de masaje. Si construimos una sala de reuniones o bibliotecas, podemos conseguir que distinguidos hombres de negocios tengan en cuenta nuestro humilde establecimiento para realizar conferencias y cerrar sus tratos. Lo bueno es que nada se ofrece gratuitamente, y podemos establecer los precios para cada uno de estos bienes a?adidos. Igualmente, podemos levantar hasta comercios dentro del hotel, o salas de ordenadores... pasando de nuestro humilde local inicial a un verdadero cinco estrellas.

Pero la configuraci¨®n de cada sala, as¨ª como el precio por su uso o los empleados asignados a la misma, ir¨¢ variando conforme el gusto de nuestros clientes. Cuando se llega a una cantidad significativa de reclamaciones o sugerencias al respecto de alguno de nuestros elementos, se nos informar¨¢ para que actuemos de forma conveniente. Para estos menesteres, as¨ª como para obtener informaci¨®n mucho m¨¢s extensa del rumbo de nuestro emporio, se nos provee de una serie de pantallas de informaci¨®n. Desde el m¨¢s que t¨ªpico balance financiero, hasta un listado de clientes o del rendimiento de cada sala.

Llegado el momento del sonido, hay que destacar que en Hotel Giant 2 es muy pobre. Efectos muy limitados, tanto para objetos como para los personajes... exceptuando quiz¨¢s aquellos que se dedican al espect¨¢culo y cantan o tocan el piano. Por supuesto, una ausencia total de voces de cualquier tipo, o sonidos que pudieran ser interpretables como tales, que contribuyen a restar veracidad a un aspecto gr¨¢fico trabajado, pero que tampoco realiz¨® demasiados esfuerzos en ese mismo aspecto. Al final, el juego transcurre con una casi ausencia de est¨ªmulos auditivos.

Tampoco estoy diciendo que adquirir este juego sea tirar el dinero, nada m¨¢s lejos de la realidad. Bien puede proveernos de suficientes horas de entretenimiento como para justificar su adquisici¨®n, pero siempre y cuando no se disponga de otras alternativas m¨¢s v¨¢lidas, y afortunadamente para el sector, siguen existiendo muchas. Por cierto, tendremos que volver a hacer la maleta, porque esta ruta hotelera ha finalizado. Esperamos que hayan disfrutado de su estancia en nuestro establecimiento, y vuelvan pronto.