Mediocridad Mitol¨®gica

A veces resulta todo un misterio entender los planes con las fechas de lanzamiento de algunos t¨ªtulos, lanzados contra molinos de vientos como si fueran Quijotes modernos luchando contra gigantes. Ver un juego como Legendary se presenta ahora en el mercado, compartiendo estanter¨ªa con los t¨ªtulos que est¨¢n apareciendo y los que estar¨¢n aqu¨ª en breve, se presume como un aut¨¦ntico suicidio comercial, lo que por otro lado no quita para que, independientemente de la fecha de salida, el juego una serie de problemas que estar¨ªan vigentes en cualquier periodo del a?o -s¨®lo que ahora se hacen m¨¢s evidentes-.

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El argumento patina desde el primer momento, un ladr¨®n es contratado para abrir un tesoro y coger lo que haya en su interior. El tesoro es la m¨ªtica caja de Pandora, pero parece que el protagonista no es de los que se traguen los mitos, ni tampoco de los que sospechen que las cosas no cuadran cuando el trabajo es m¨¢s que sospechoso. Obediente y sin una m¨ªnima dificultad, el protagonista entra en el museo y abre la caja, destapando un aut¨¦ntico infierno en tierra.

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Las criaturas mitol¨®gicas de la caja salen al mundo y empiezan a exterminar sin piedad a todos los habitantes de Nueva York. Pero si la caja no se cierra, las consecuencias para la humanidad ser¨¢n incluso m¨¢s funestas. El ¨²nico capaz de hacer semejante cosa es el que ha abierto la caja, que ha sido marcado con un sello especial en la mano que lo se?ala como el ¨²nico que puede arreglar la situaci¨®n. Por supuesto, la cosa no ser¨¢ tan sencilla y habr¨¢ que abrirse paso esforzadamente a trav¨¦s de hordas de monstruos por varias capitales mundiales, empezando por Nueva York.

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A partir de aqu¨ª comienza un FPS que tiene sus momentos, definitivamente m¨¢s competente y mejor realizado que el anterior trabajo de este estudio -Turning Point- pero todav¨ªa con una serie de problemas graves que lo alejan completamente del refinamiento que ha alcanzado el g¨¦nero en los ¨²ltimos a?os. Son problemas fundamentalmente de dise?o, de implementaci¨®n y de falta de ideas, problemas demasiado graves como para que los buenos momentos del juegos -que los tiene- puedan imponerse al conjunto.

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El primer problema grave se encuentra de partidas, en las primeras horas. Los juegos no son pel¨ªculas, un juego de acci¨®n no tiene que impactar en los primeros cinco minutos siguiendo los c¨¢nones cinematogr¨¢ficos, pero a¨²n as¨ª hay algo en las primeras horas de Legendary que lo hace poco menos que insufrible. No es que sea dif¨ªcil, es simplemente desesperante. Hay una gran diferencia en un juego que es justamente dif¨ªcil, en el que el jugador siente que tiene un reto que puede superar y que va a sentirse satisfecho cuando lo haga, es algo dif¨ªcil de conseguir pero los que los hacen -caso de F.E.A.R en sus niveles m¨¢s altos de dificultad por ejemplo- dejan un magn¨ªfico regusto en la boca.

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Ese no es el caso de Legendary, su concepto de dificultad es arrojar al jugador una legi¨®n de monstruos de gran velocidad que te persiguen incansablemente, un armamento claramente insuficiente y unos controles imperfectos, por lo que mueres una y otra, y otra vez hasta que uno acaba por plantearse para qu¨¦ est¨¢ jugando a algo que claramente no le est¨¢ divirtiendo, entreteniendo o siquiera sugiriendo que las cosas puedan ir a mejor. Con una estructura claramente lineal y unos gr¨¢ficos competentes pero lejos de ser especiales, esas primeras horas por las calles de una Nueva York desmoron¨¢ndose est¨¢n lejos de ser una experiencia recomendable.

La progresi¨®n de la historia no ayuda, el juego falla a la hora de dar inter¨¦s a su premisa inicial. Los monstruos son monstruos, viciosos y mitol¨®gicos, pero dif¨ªcilmente interesantes m¨¢s de su dise?o visual o sus patrones de ataque , tan poco como el protagonista o como cualquiera que tenga la desgracia de cruzarse con ¨¦l, ya que Legendary tiende a abusar de la t¨¦cnica de "matar a los personajes a tu alrededor" para crear un sentido de p¨¢nico que no logra en ning¨²n momento. No hay nada aterrador en las criaturas ni en el ambiente, aunque s¨ª que se puede considerar "aterrador" el control utilizado.

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Que a estas alturas un FPS se presente en escena con un control que s¨®lo se puede calificar de torpe es poco menos que inconcebible. Cada juego en el g¨¦nero tiene sus propias man¨ªas y tendencias seg¨²n su naturaleza a la hora de ofrecer controles. Unos lo hacen muy profundo y rico en posibilidades, otros lo hacen muy sensible y r¨¢pido en los giros, mientras que otros lo hacen deliberadamente un poco m¨¢s pesado y lento, como sucede particularmente en muchos dise?ados para consola. Pero girar en Legendary es un suplicio, muy lento y definitivamente demasiado cuando se compara con la velocidad de algunas de las criaturas que te acosan continuamente; ese es otro factor que se suma a una "dificultad" que es artificial y una molestia m¨¢s que un reto.

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En cuanto a mec¨¢nica, los dise?adores no se muestran muy inspirados pese al car¨¢cter mitol¨®gico del juego y la presencia de la caja de Pandora y el sello en el protagonista. S¨®lo se proporcionan una serie de armas gen¨¦ricas de una eficacia discutible y sin nada de especial, ni siquiera alguna habilidad para usar en combate. Lo ¨²nico de particular que se puede utilizar es el sello para recoger el "Animus" de las criaturas abatidas, lo que sirve para regenerar vida o para acumular energ¨ªa que se puede lanzar para atontar a un enemigo o resolver algunos puzles bastante insulsos. Dif¨ªcilmente es algo que despierte el asombro de del jugador y o peor es que a veces es hasta in¨²til, como en el comienzo, cuando la cantidad de enemigos y su ritmo de ataque hacen complicado siquiera poder usar el poder para recuperar vida.

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Una mec¨¢nica y unas habilidades poco interesantes conducen a unos combates poco intensos pese al car¨¢cter ¨²nico de los protagonistas. Criaturas como Hombres-Lobo, Grifos, Esp¨ªritus y algunas otras sorpresas ser¨¢n tu compa?¨ªa a lo largo de una aventura que nunca llega a alcanzar cotas destacables en ninguno de sus momentos. Las rutinas de I.A son funcionales y, pasadas las primeras horas de ritmo infernal, todo empieza a ir por cauces m¨¢s entretenidos pero generalmente insustanciales. Se puede decir que el juego madura algo durante su desarrollo y pasa de desastroso a aceptable, ofreciendo cierta redenci¨®n, pero no hasta el punto de compensar sus problemas o de superar la agobiante sensaci¨®n de mediocridad que envuelve esta oferta.

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Y es una pena, porque hay algunos momentos de brillo, en los que el t¨ªtulo parece querer levantarse de sus cenizas. Generalmente son momentos que demuestran una mayor competencia del equipo art¨ªstico respecto a sus colegas en el dise?o, ya que se trata de escenas especialmente impactantes por sus gr¨¢ficos y su presentaci¨®n. Sin entrar a destripar esos momentos, s¨ª hay que mencionar una escena que enfrenta al jugador a un Golem gigante que se puede calificar indudablemente de espectacular. Lamentablemente, dichos momentos s¨®lo parecen hacer m¨¢s tr¨¢gica la situaci¨®n de un juego que durante algunos minutos es capaz de presentarse como algo que podr¨ªa haber sido mucho m¨¢s atractivo con su planteamiento de lo que finalmente es.

Visualmente es un juego que cumple en l¨ªneas generales, aparte de esos momentos de genuino impacto, el resto del juego goza de una aceptable presentaci¨®n, que da algo de vida a su sopor¨ªfero planteamiento y mec¨¢nicas de juego. Es obvio que se ha puesto mucho m¨¢s esfuerzo a la representaci¨®n de las criaturas que en los escenarios, que son m¨¢s funcionales y menos atractivos que otros componentes del juego. Pero el conjunto se puede considerar de un buen nivel.

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