Resistance 2, Impresiones Beta Multijugador
Los usuarios de Playstation 3 est¨¢n de enhorabuena. A falta de llegar a las tiendas los bombazos m¨¢s importantes de este a?o, primero Little Big Planet y ahora Resistance 2 ofrecen un peque?o bocado en forma de beta de lo que se podr¨¢ disfrutar el mes que viene y, de paso, mostrar sus bazas de cara a la campa?a navide?a. La segunda parte del shooter de Insomniac salta al ruedo con una de sus grandes apuestas: un multijugador con may¨²sculas. Es la hora de hacer arder quimeras. Muchas quimeras.
Los usuarios de Playstation 3 est¨¢n de enhorabuena. A falta de llegar a las tiendas los bombazos m¨¢s importantes de este a?o, primero Little Big Planet y ahora Resistance 2 ofrecen un peque?o bocado en forma de beta de lo que se podr¨¢ disfrutar el mes que viene y, de paso, mostrar sus bazas de cara a la campa?a navide?a. La segunda parte del shooter de Insomniac salta al ruedo con una de sus grandes apuestas: un multijugador con may¨²sculas. Es la hora de hacer arder quimeras. Muchas quimeras.
Redoble de tambores. Suena una trompeta indicando el l¨ªmite. El apocalipsis. La melod¨ªa se lamenta mientras acompa?a a la primera imagen. A un lado, las opciones. En el centro, el sargento Nathan Hale con un mundo devastado a sus espaldas que se encuentra bajo la luz roja del atardecer. All¨ª, donde parece haberse librado una gran guerra sin fin, es donde se dirige directamente el multijugador de Resistance 2 y su primer aperitivo en forma de beta. S¨®lo los primeros detalles ya dan a entender la grandeza del apartado on-line, donde Insomniac ha depositado gran parte de sus esfuerzos.
Mucho se ha hablado de los datos que manejaba la compa?¨ªa desarrolladora de cara al multijugador. Una historia cooperativa separada del modo para un jugador y un modo competitivo con cifras mareantes. En la beta, esas cifras se traducen en combates de 30 jugadores contra 30 jugadores y un modo de cooperaci¨®n para hasta ocho jugadores a la vez. Ser¨¢ por ayuda. La mejor noticia, antes de entrar en detalle sobre los modos de juego, es la ausencia de lag en cada una de las partidas. Sean un versus de 8 jugadores o lo sea de 60, el juego va como una roca sin problemas de red. Ni tampoco tiene pegas el uso de micr¨®fono, que no se corta a pesar de tener a siete compa?eros m¨¢s intentando poner orden ante los ej¨¦rcitos de quimeras.
La beta de Resistance 2 lleva consigo el grueso de opciones que nos encontraremos en el producto final. Hay dos caminos para elegir, el de competici¨®n y el de cooperaci¨®n. En total, Insomniac ha preparado tres mapas para entrar en calor. Cada uno de ellos tiene un cierto aire a lo que ya se vivi¨® en la primera parte de este shooter. Espacios naturales, ciudades destruidas y zonas de batalla que recuerdan la lucha transversal que siguen los humanos ante la amenaza enemiga. Dos de los mapas tienen parte del terreno bloqueado dependiendo del n¨²mero de jugadores que se vayan a enfrentar, mientras que el tercero est¨¢ previsto para luchas menores. Entendiendo ?menores' - entre uno y diez jugadores- relativo a lo que ofrece Resistance 2.
Los controles han sido ligeramente variados, aunque los desarrolladores han dejado v¨ªa libre a la adaptaci¨®n de los comandos que mejor responda a cada estilo de juego. Tambi¨¦n se puede modificar la vestimenta y cara del personaje, algo muy limitado en la beta pero que tiene pinta de ser un buen a?adido m¨¢s en la versi¨®n final. Una vez dentro de la batalla, dispondremos de hasta nueve armas para ir acomodando nuestra posici¨®n en la guerra. Desde la ya cl¨¢sica Bullseye que de tanta ayuda sirvi¨® en Fall of Man hasta armas terrenales como la carabina M5A2 o la Rossmore 238. Entre el arsenal disponible, destaca la novedad del V7 Splicer, que lanza unos discos mort¨ªferos. No son todas las que estar¨¢n, pero este completo abanico de posibilidades, que se une a las habilidades espec¨ªficas que se pueden activar, como la visi¨®n de las quimeras que permite encontrar localizar enemigos cercanos separados por una pared, ya sirve para darse cuenta que el tipo de arma condicionar¨¢, y de qu¨¦ manera, la estrategia a seguir.
La primera toma de contacto abre el camino a la desesperaci¨®n. El jugador anda por un callej¨®n oscuro de Chicago, sin nadie marcado en el radar tanto adelante como atr¨¢s, hasta que empieza a alborotarse la pantalla y la barra de vida. Cae el soldado. El disparo llegaba desde una de las decenas de azoteas de la ciudad. O desde un balc¨®n. Es entonces cuando crece la sensaci¨®n que en partidas masificadas de equipos de 30 jugadores, no hay lugar para los h¨¦roes. Cada uno debe conocer al m¨ªnimo detalle que puede ofrecer al equipo y como puede desenvolverse en ese lugar d¨®nde ha renacido. As¨ª, los francotiradores buscar¨¢n zonas altas para masacrar, mientras que los soldados con armamento pesado luchar¨¢n a pie de calle vigilando, eso s¨ª, cada paso que dan.
El dinamismo y la concentraci¨®n que exigen este tipo de partidas llevan este shooter a otro nivel. No vale quedarse en un punto concreto pensando que all¨ª se est¨¢ a salvo. Con 30 enemigos merodeando el extens¨ªsimo mapeado, los soldados se convierten en n¨®madas entre muerte y muerte. En Chicago, lleno de oscuridad y puntos muertos, el equipo que mejor coordina sus movimientos se lleva la victoria. Vistos los grandes momentos que ofrecen decenas de enemigos dispar¨¢ndose entre los escombros, mientras otros tantos apuntan a la cabeza desde lo alto y, algunos menos, buscan dar la sorpresa a los francotiradores enemigos, ganar sabe todav¨ªa mejor aqu¨ª.
Si hablamos de otro mapa, Orick, la precauci¨®n sigue siendo la mejor compa?era. Un mapa de hasta 60 jugadores lleno de casas derrumbadas, grandes patios y diversos muros. La luz del d¨ªa permite dejar vendido con mayor facilidad al jugador, aunque en ¨¦ste no abundan las zonas altas desde las que sorprender. Aqu¨ª, cada esquina cuenta. Por ¨²ltimo est¨¢ San Francisco, una especie de puerto en el que las partidas son con un m¨¢ximo de diez jugadores. Este coge ya un sabor que recuerda m¨¢s a otros shooters de esta generaci¨®n, con espacios de movimientos limitados.
El soldado tiene como habilidad especial la de poder crear un escudo de protecci¨®n. ?ste es de gran utilidad sobre todo para poder avanzar cuando las tropas enemigos se crucen en el camino. El m¨¦dico es capaz de revivir a gran velocidad los compa?eros ca¨ªdos, recuperar la salud de aquellos que se encuentran al borde de la muerte y absorber vida enemiga para s¨ª mismo gracias a un arma especial que llevan consigo. Por ¨²ltimo, los miembros de operaciones especiales son los encargados de nutrir de munici¨®n al equipo. Vistas las caracter¨ªsticas, queda claro que la compenetraci¨®n entre cada miembro del grupo es vital para poder avanzar. Si cada jugador hace lo que tiene que hacer, el conjunto puede avanzar en sus misiones. Por el contrario, las partidas con gente alocada acaban, b¨¢sicamente, con desconexiones.
Este modo deja claro el tipo de shooter cl¨¢sico que Resistance 2 es. Decenas y decenas de quimeras de todo tipo y tama?o frente a los humanos. En la beta se puede apreciar una IA bastante limitada, substituida, eso s¨ª, por la acci¨®n sin descanso que los enemigos ofrecen. Son muchos y van a por ti. Destacar algunos enemigos de dimensiones descomunales, ante los que la estrategia anteriormente comentada es clave para derrotarlos. En este punto, sobresale tambi¨¦n la resistencia de los enemigos, hecho que hace de cada grupo de quimeras un reto a superar.
T¨¦cnicamente, esta beta tiene bastantes altibajos. Por un lado, nos encontramos con un framerate s¨®lido, con mapeados llenos de detalles y con el a?adido que hay hasta 60 jugadores pululando por todo el escenario. El problema se encuentra en algunas texturas que tardan en cargar, los deficientes efectos en quemaduras, explosiones y humo -totalmente p¨ªxelados, y la poca carga poligonal que ofrecen los personajes. A pesar de esto, a nivel general, la beta raya a un nivel aceptable. Teniendo en cuenta el nivel t¨¦cnico visto en el modo para un jugador y el momento en el que se concibi¨® la beta, las posibilidades de ver un aumento de calidad gr¨¢fica en los modos on-line son elevadas.
- Acci¨®n