[TGS] The Last Remnant, Impresiones
Hemos podido probar la versi¨®n europea de The Last Remnant, el esperado RPG de Square Enix para Xbox 360 y PlayStation 3. Un viaje at¨ªpico pero muy satisfactorio por un mundo que tiene muchas sorpresas por ofrecer en su interior.
Hemos podido probar la versi¨®n europea de The Last Remnant, el esperado RPG de Square Enix para Xbox 360 y PlayStation 3. Un viaje at¨ªpico pero muy satisfactorio por un mundo que tiene muchas sorpresas por ofrecer en su interior.
Un RPG de Square Enix para el mundo. Con esta frase se nos anunci¨®, ya hace a?o y medio, un nuevo juego de la famosa compa?¨ªa nipona. Tras haber licenciado el motor Unreal, muchos rumores giraban en torno a lo que una empresa tan tradicional como Square Enix pudiese llegar a desarrollar con ¨¦l; la respuesta fue The Last Remnant, una franquicia completamente nueva con la que pod¨ªan dar rienda suelta a su imaginaci¨®n y trabajar libremente sin verse sometidos a las restricciones inevitables de haberlo empleado en alguna de sus sagas m¨¢s longevas y conocidas.

Hoy tenemos entre las manos, al fin, el resultado de este proyecto tan inesperado y sorprendente. A algo m¨¢s de un mes de su lanzamiento, hemos podido disfrutar de la versi¨®n europea, con los textos perfectamente en castellano. Algo que permitir¨¢ que todos aquellos amantes del g¨¦nero desconocedores del idioma de Shakespeare puedan disfrutar en su totalidad del t¨ªtulo. Por si fuera poco, no podemos sino alabar el trabajo realizado en este aspecto, ya que es un trabajo de traducci¨®n muy completo, bien realizado y con infinidad de gui?os. Pero repasemos lo que nos va a ofrecer el juego m¨¢s all¨¢ de su gran adaptaci¨®n al mercado espa?ol.

Rush e Irina
Como todo RPG que se precie, ser¨¢ muy importante el argumento, y en ese aspecto, The Last Remnant promete explayarse ampliamente y contarnos una gran historia a lo largo de los dos DVD que compondr¨¢n la versi¨®n de Xbox 360. El protagonista de esta historia es Rush Sykes, quien est¨¢ buscando a su hermana peque?a, Irina, la cual ha sido secuestrada por unas extra?as criaturas mientras jugaban en un prado. Siguiendo la pista de los seres, Rush acaba llegando a un campo de batalla, y por culpa de su presencia all¨ª, acabar¨¢ estableciendo contacto con David Nassau, el marqu¨¦s de la ciudad de Athlum, quien se ofrece a prestarle su ayuda.

Esta relaci¨®n ser¨¢ simbi¨®tica, ya que la informaci¨®n no ser¨¢ gratuita y Rush deber¨¢ investigar por s¨ª mismo las pistas que el marqu¨¦s le har¨¢ llegar, libr¨¢ndole de diversos problemas importantes por el camino, como son una red de traficantes de esclavos o una de terroristas. Pero como siempre ocurre en estos casos, la situaci¨®n se ir¨¢ complicando m¨¢s y m¨¢s, en gran parte por culpa de los artilugios del pasado que dan t¨ªtulo al juego: los artefactos. El marqu¨¦s David posee uno, Gae Bolg, pero parece que hay m¨¢s en el mundo.

Los intensos ataques de los hombres bestia parecen estar relacionados con este hecho, en parte por culpa de un misterioso coleccionista de artefactos, de naturaleza muy violenta e intenciones poco amigables. El n¨²mero de personajes que nos vamos encontrando a lo largo de la aventura ser¨¢ muy importante, ya que contaremos con numerosos personajes que nos apoyar¨¢n, un n¨²mero igual de elevado de enemigos, y otros que parecen actuar por su propia cuenta. La historia sigue un avance lento pero constante, y las sorpresas parecen estar aseguradas de cara a los ¨²ltimos compases del juego, tras unas primeras horas muy prometedoras.

Original sistema de combate
Otro elemento muy importante de un buen RPG es que este consiga ofrecer un atractivo sistema de combate, que consiga no caer en la repetici¨®n ni aburra al usuario. En ese aspecto, The Last Remnant enga?aba mucho por lo visto hasta ahora, ya que en ocasiones llegaba a parecer un beat'em up al estilo Dynasty Warriors. Pero nada m¨¢s lejos de la realidad, ya que el juego mantiene los tradicionales combates por turnos, pero se antojan tan espectaculares debido a la gran cantidad de personajes involucrados en cada uno, y la espectacular puesta en escena de los ataques.
No tendremos personajes individuales a los que dar ¨®rdenes, sino que manejaremos peque?os equipos de dos/tres/cuatro miembros de nuestro ej¨¦rcito. Aunque en el men¨² del inventario s¨®lo tengamos uno o dos personajes principales, eso no implicar¨¢ que a la hora de combatir no vayan a estar acompa?ados de soldados de a pie para ayudarnos a completar un escuadr¨®n de ataque competente. Enfrente, los enemigos se asociar¨¢n de igual forma, y a la hora de la disputa, deberemos seleccionar los grupos que van a cruzar espadas entre s¨ª. Esto es algo muy importante en lo que entra en juego el elemento estrat¨¦gico, ya que las posibilidades son numerosas.

Si nuestro grupo se enfrenta directamente a otro, se enzarzar¨¢n en un duelo. El resultado ser¨¢ que no podremos escapar de dicho cara a cara (que se prolongar¨¢ durante tantos turnos como sea necesario) hasta que uno de los dos lados perezca. Pero para evitar el duelo pueden darse, por ejemplo, intercepciones (que el enemigo salga a tu camino y corte tu avance, o viceversa); tambi¨¦n se puede dejar el duelo, u optar por rodear al enemigo y atacarle por el flanco. Un buen n¨²mero de posibilidades en cada combate que deberemos analizar fr¨ªamente antes de empezar cada ronda.

La pantalla rebosar¨¢ de informaci¨®n en todo momento durante los combates. En la parte superior, tendremos la moral de ambas facciones; cuanto mayor sea, m¨¢s da?o har¨¢n los ataques de la parte favorecida. En la parte inferior de la pantalla, tendremos la informaci¨®n de nuestras tropas, con sus puntos de vida y sus puntos de acci¨®n. Los primeros ser¨¢n individuales y compartidos: es decir, cada grupo compartir¨¢ la vitalidad, como cabr¨ªa esperar, y al caer todos sus miembros supondr¨¢ la derrota. Al lateral derecho saldr¨¢n las opciones de combate, justo debajo del mapa; estas ser¨¢n, m¨¢s que las t¨ªpicas elecciones, ¨®rdenes a darles a nuestras tropas, muchas de las cuales variar¨¢n seg¨²n el contexto.
La b¨¢sica ser¨¢ Atacar, aunque podremos decir que ataquen utilizando golpes espirituales, artes de combate, o un claro '?Haced lo que os parezca!'. Pero como decimos, se a?adir¨¢n opciones en determinadas situaciones; por ejemplo, si nos enfrentamos a un jefe final, podemos mandar a nuestras tropas que se centren en atacar al l¨ªder. O si estamos sufriendo muchos da?os, podremos dar la orden de curarnos, o bien de compaginar los ataques con el uso de objetos para curarnos. Y por si fuera poco, si uno de nuestros ataques puede ser mortal para el rival, un QTE aparecer¨¢ en pantalla.

Si acertamos el bot¨®n que nos indican, infligiremos un gran da?o al enemigo; si fallamos, ser¨¢ un ataque normal. Esto tambi¨¦n se aplica a la defensa, si vamos a ser v¨ªctimas de un golpe m¨¢s potente en las mismas condiciones. Todo esto compone unos combates muy variados, en los que entran en juego muchas variables, y muy din¨¢micos. De hecho, pese a ser por turnos, consiguen transmitir agilidad y rapidez; los personajes seguir¨¢n enfrent¨¢ndose mientras tomamos nuestras decisiones, llenando de vida la pantalla a¨²n cuando dudamos nuestro siguiente paso y nos tomamos nuestro tiempo para elegir.

El mundo
?Qu¨¦ ofrece The Last Remnant m¨¢s all¨¢ de su poco habitual sistema de combate? Pues un RPG a la vieja usanza, en el que recorreremos el mundo y mazmorras de todo tipo, recogiendo tesoros y acabando con enemigos. Curiosamente, el sistema de control en el mundo ser¨¢ id¨¦ntico al que utilizaba Panzer Dragoon Saga hace ya diez a?os. Una mirilla nos indicar¨¢ todo aquello con lo que podemos interactuar de cualquier forma, ya sea para hablar, inspeccionar, utilizar o abrir. Un m¨¦todo muy c¨®modo que permite distinguir claramente los elementos con los que podremos hacer algo, sin tener que recorrer cada esquina del escenario probando suerte.

En las mazmorras, podremos ver a los enemigos. Estos tendr¨¢n encima de su cabeza un globo en el cual indicar¨¢n su estado; por ejemplo, unas botas indicar¨¢n que si nos acercamos a ellos, huir¨¢n. Las evidentes exclamaciones ser¨¢ que nos han detectado, y los puntos suspensivos que est¨¢n distra¨ªdos haciendo sus cosas. Para enzarzarnos en combate, adem¨¢s del contacto, podremos pulsar el gatillo derecho y todos los enemigos que entren en el rango de acci¨®n, se reunir¨¢n en el combate y lucharemos contra todos ellos a la vez. Las recompensas ser¨¢n importantes si solventamos as¨ª los enfrentamientos. Y, claro est¨¢, seg¨²n el estado del enemigo cuando nos enfrentemos, tendremos ventaja, desventaja o igualdad inicial.
Las ciudades son de dimensiones considerables, y de un dise?o muy bello. A diferencia de otros RPG de esta generaci¨®n, en los que visit¨¢bamos m¨¢s bien pueblos de peque?as dimensiones, en The Last Remnant las ciudades dan de verdad la sensaci¨®n de estar llenas de vida, habitadas por todo tipo de criaturas y bajo una cultura y una tradici¨®n perfectamente marcadas. Est¨¢n divididas en peque?os fragmentos, debiendo saltar directamente de una zona a otra, ya que se destacan directamente los puntos clave, sin la posibilidad de explorar libremente por las dem¨¢s ¨¢reas, pero est¨¢ hecho con tanto estilo y buen hacer, que no es algo que moleste al usuario. Es m¨¢s, se antoja mucho m¨¢s c¨®modo este m¨¦todo de accesos directos, sobre todo cuando estamos yendo y viniendo constantemente.

Apartado t¨¦cnico
Se nota, y mucho, que se ha utilizado el Unreal Engine para crear The Last Remnant. A nivel visual, el juego explota muy bien la potencia de dicha herramienta, y consigue poner en pantalla grandes n¨²meros de enemigos, espectaculares ataques y explosiones y detalladas animaciones por parte de los personajes. Su apartado sonoro tambi¨¦n est¨¢ a muy buen nivel, aunque con voces en ingl¨¦s y sin la posibilidad de cambiarlas por ning¨²n otro idioma. Sin duda, se trata de un juego muy bello que, a medida que avanza y va mostrando nuevas zonas y ciudades, va dejando m¨¢s y m¨¢s detalles impresionantes.

Primera impresi¨®n
The Last Remnant es un juego de rol at¨ªpico. No en vano, es una producci¨®n realizada en Jap¨®n pero con la mente puesta en su proyecci¨®n internacional; algo que se nota, sobre todo, en la ausencia de puntos de experiencia y lo sencillo del desarrollo y preparaci¨®n de los personajes, as¨ª como la posibilidad de salvar desde el men¨² en cualquier momento; todos esos detalles que, hist¨®ricamente, pod¨ªan asustar a los usuarios occidentales. Lo mejor de todo es que esas ausencias pasan casi completamente desapercibidas, dado que el juego nos ofrece una aut¨¦ntica sensaci¨®n de progresi¨®n a todos los niveles. Divertido, largo, envolvente y din¨¢mico: a falta de un mes de su lanzamiento, The Last Remnant nos ofrece su mejor cara, y en perfecto espa?ol.



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