The Abbey, Impresiones
En el nuevo t¨ªtulo de Alcachofa Soft, un monje y su aprendiz investigan una abad¨ªa donde misteriosos cr¨ªmenes acontecen. ?A qu¨¦ os resulta familiar? Pues seguid leyendo este avance...
?Hab¨¦is o¨ªdo alguna vez aquella historia sobre los cr¨ªmenes de una lejana abad¨ªa? ?De c¨®mo un monje y su pupilo se enfrentaron a demonios y fantasmas, que resultaron tener m¨¢s de humano que de m¨ªstico? M¨¢s vale que os suene de lo que estoy hablando, o ya pod¨¦is empezar a escribir Umberto Eco en vuestro buscador favorito...
Una obra tan espectacular, como El nombre de la rosa, no pod¨ªa pasar desapercibida en el mundo del videojuego. Si el cine supo rendir tributo, con un espectacular Sean Connery en el papel de Guillermo de Baskerville, y hasta se ha podido ver una versi¨®n para jugar en tablero al m¨¢s puro estilo Cluedo... ?c¨®mo iba a ser menos el sector del ocio electr¨®nico? En 1987, Opera Soft realiz¨® La abad¨ªa del crimen, t¨ªtulo que es, y ser¨¢ por muchos a?os, un referente a nivel nacional para todos los desarrolladores de videojuegos que trabajen en nuestro pa¨ªs.
Y en ese mismo instante, posiblemente por la importancia que tuvo aquella adaptaci¨®n jugable, nos adue?amos de la patente para nuestro pa¨ªs, como corsarios del desarrollo, y prometimos que nunca jam¨¢s saldr¨ªa un nuevo juego sobre la obra de Umberto Eco que no llevara en sus t¨ªtulos de cr¨¦dito un alto porcentaje de nombres espa?oles. El enigma de la abad¨ªa, En el nombre del se?or... incluso un remake del La abad¨ªa del crimen original. Pero esto no es todo, ya que a pesar del paso de los a?os, El nombre de la rosa sigue influenciando a nuestros creativos.
reciente entrevista a MeriStation, esta no es una adaptaci¨®n al uso. Siempre intentando plasmar en su trabajo un sentido del humor muy personal, The Abbey no iba a ser una excepci¨®n. Eso s¨ª, ser¨¢ necesario esperar al lanzamiento en el m¨¢s puro y correcto castellano para disfrutar de todas las bromas y juegos de palabras, ya que las versiones que ya han sido publicadas, todas en otros idiomas, no han podido reflejar con exactitud el trabajo humor¨ªstico de los desarrolladores.
Pero... ?nos encontramos ante otro remake de La abad¨ªa del crimen? La respuesta corta es un no, aunque la respuesta larga incluye un sin fin de argumentos que ¨²nicamente sirven para verificar la tremenda influencia que este juego ha tenido en el trabajo de Alcachofa Soft. Bajo el estilo m¨¢s tradicional del g¨¦nero de las aventuras gr¨¢ficas, se esconde un t¨ªtulo que debe mucho, como no podr¨ªa ser de otra manera, al juego de Opera Soft y por extensi¨®n a la obra de Umberto Eco. Estad atentos, porque en esta abad¨ªa nada es lo que parece ser.
Lo primero que nos encontramos es un argumento casi calcado al de la obra original. Bien es cierto que se han cambiado los nombres de los personajes, tanto protagonistas como secundarios, y que el propio templo no es el mismo que en el libro. En lugar de Guillermo de Baskerville, nos encontraremos a Leonardo de Toledo, un monje espa?ol que, tras servir muchos a?os como consejero real, ha decido dedicar sus esfuerzos al laborioso mundo de la educaci¨®n. Tomando a Bruno como aprendiz, quien sustituye a Adso de Melk, se encamina al misterio.
Ya en camino, hasta la vida de Bruno, el pupilo, se ve envuelta en el peligro. Por si esto fuera poco, los habitantes del monasterio no parecen dispuestos a hablar libremente del tema. Si bien contamos con permiso del abad para interrogar e investigar en cada uno de los rincones del entorno, no todos los monjes opinan lo mismo. El acceso a la biblioteca, una de las mayores y m¨¢s completas del mundo medieval, y un punto clave para avanzar en nuestra investigaci¨®n, se ve truncado por los miembros de la orden que rige este santo lugar... las cosas no son f¨¢ciles.
La abad¨ªa se compone de varias partes diferentes. Cocina, biblioteca, establos, capilla... incluso un cementerio. En cada uno de estos puntos encontraremos objetos y personajes clave para esclarecer el misterio que rodea los acontecimientos. Algunos personajes se ubicar¨¢n, preferiblemente, en las zonas relacionadas con sus quehaceres y obligaciones de la vida mon¨¢stica. El padre cocinero estar¨¢ casi siempre entre fogones, el traductor en la biblioteca, el herbolario en el jard¨ªn... o al menos al principio, para que sea m¨¢s sencillo iniciar la investigaci¨®n.
El trascurso del juego, por lo tanto, se basa en un ir y venir por los diferentes lugares que forman el monasterio. En los mismos tendremos la posibilidad de interrogar a sus habitantes, de forma que desvelaremos nuevos hechos que nos permitir¨¢n acceder a otras opciones de di¨¢logo, o consiguiendo objetos que, combinados o usados con otros elementos o personajes, nos permitan avanzar en la historia. En cualquier momento es posible retroceder para, si fuera el caso, tener la ocasi¨®n de volver a conversar con tal monje que nos parec¨ªa sospechoso...
A diferencia del t¨ªtulo de 1987, el desarrollo de The Abbey es mucho m¨¢s lineal, de manera que ser¨¢ necesario ir descubriendo ciertos hechos, a base de di¨¢logos u observaciones, para continuar con la aventura. No hay un paso del tiempo, ni una duraci¨®n l¨ªmite, de manera que este t¨ªtulo es bastante m¨¢s aconsejable para todos aquellos que, frustrados, dieron por imposible el misterio del t¨ªtulo original o simplemente no quieren enfrentarse al mismo. De todas formas, y antes de pasar a otro tema, os recomiendo encarecidamente que lo prob¨¦is.
Los personajes son arquet¨ªpicos, lo que nos permite diferenciarlos con gran facilidad, y cada uno de ellos demuestra una labor de dise?o muy deliberada. De igual manera, las ubicaciones son muy representativas, al igual que los personajes, para que no quede lugar a dudas sobre en que sitio del monasterio nos encontramos. El cementerio, la capilla... ninguno de los entornos es una excepci¨®n, y todos ellos cuentan con gran cantidad de detalles y elementos, aunque al final solamente unos pocos sean realmente ¨²tiles en la l¨ªnea argumental del juego.
La interfaz de usuario nos indicar¨¢, con exactitud, cu¨¢les de los objetos pueden ser usados en nuestra investigaci¨®n. A la hora de colocar el rat¨®n sobre los mismos, el nombre del objeto aparecer¨¢ bajo el cursor, indicando de forma inequ¨ªvoca que se trata de un elemento con el que podemos interactuar. En algunos casos, esos objetos pueden ser recogidos, por lo que pasaran a formar parte de nuestro inventario. Por cierto, nuestras pertenencias estar¨¢n siempre ordenadas, indistintamente de cuando se ha obtenido el objeto, ya que cada uno tiene una posici¨®n predefinida.
De hecho, el posible personalizar en cierto grado la interfaz del juego. Podemos elegir un modo tradicional, donde se nos mostrar¨¢ a toda resoluci¨®n la secci¨®n jugable, pero el inventario permanecer¨¢ oculto a simple vista. Otra posibilidad es contar con dos barras laterales que estrechan la imagen principal, que se muestra centrada. La ¨²ltima, y en opini¨®n de un servidor, la m¨¢s ¨²til, es mostrar el inventario a un lado de la pantalla, de forma permanente. Por supuesto, cada uno ser¨¢ libre de establecer la configuraci¨®n que desee.
En el apartado sonoro, The Abbey cuenta con un completo repertorio de cantos gregorianos y m¨²sica sacra, que completan con facilidad los entornos de los que habl¨¢bamos. El doblaje le sigue de cerca, con una calidad bastante alta y voces que se complementan a la perfecci¨®n con los dise?os de los personajes. La sensaci¨®n global, una vez pasados los primeros minutos de juego, es la de encontrarse ante una versi¨®n animada de la novela de Umberto Eco, desarrollada por alg¨²n estudio de animaci¨®n espa?ol y apta para todos los p¨²blicos.
Y esta sensaci¨®n es la que prevalece, a pesar del regusto que el t¨ªtulo del juego desprende. Quien est¨¦ buscando un remake definitivo de La abad¨ªa del crimen, no lo encontrar¨¢ en The Abbey, m¨¢s que nada, porque esa no es la intenci¨®n de Alcachofa Soft. Ahora bien, quien desee una aventura gr¨¢fica con humor, misterios, monjes y un alto sabor a producto nacional... s¨®lo tiene que esperar un poco m¨¢s para ver el lanzamiento final de The Abbey en nuestro pa¨ªs. Y aqu¨ª estaremos, de nuevo, para ense?¨¢roslo. Hasta entonces, cuidado con los libros envenenados.
- Aventura gr¨¢fica