Old School Arcade

System Rush fue una creaci¨®n exclusiva de Ideaworks3D para la anterior N-Gage por encargo de Nokia. Este estudio, hasta ese momento, s¨®lo hab¨ªa realizado adaptaciones de t¨ªtulos de PlayStation ya existentes como Tomb Raider y Tony Hawks o una versi¨®n m¨¢s que decente de Colin McRae para esta plataforma. Sin embargo, el primer juego que desarrollaron enteramente ellos, un arcade futurista de carreras, no termin¨® de cumplir las expectativas.

En esta nueva entrega, apodada Evolution, se nota un clar¨ªsimo avance como su nombre indica. Se han centrado en la jugabilidad y han dejado a un lado la historia, mucho m¨¢s simple en este caso. Somos un pirata inform¨¢tico que ha de introducirse en diversas redes gubernamentales, pero a partir de ah¨ª muy poco m¨¢s se dice. Realmente tampoco hace falta, aunque de haber desarrollado m¨¢s este punto este t¨ªtulo lo habr¨ªa agradecido.

Extendi¨¦ndonos un poco m¨¢s en lo que aparece en la introducci¨®n. Tras un potente ataque hacker sufrido cinco a?os atr¨¢s mediante un sistema llamado Kenjou (es decir, lo que llevamos a cabo en la primera parte), los gobiernos decidieron dividir la red en diez subredes y aumentaron las medidas de seguridad de manera importante, metiendo en prisi¨®n a todo aquel que se atreviera a adentrarse en zonas restringidas. Somos el ¨²ltimo hacker libre y, como ¨²ltima esperanza de la humanidad, hemos de intentar desbaratar ese maligno bloqueo.

Visualmente es muy peculiar. Recuerda inmediatamente a la pel¨ªcula TRON, por los fondos principalmente negros bajo tonos muy luminosos simulando encontrarnos en el interior de una red, en lugar de un ordenador en este caso. Si nos referimos a ¨¦l de un modo puramente t¨¦cnico, no est¨¢ demasiado elaborado, modelados simples, efectos arcaicos y texturas de lo m¨¢s sencillas, pero teniendo en cuenta la ambientaci¨®n todo esto es m¨¢s que suficiente para lo que necesita este juego.

Adem¨¢s, se mueve muy suavemente en cualquier terminal, no como otros t¨ªtulos 3D de N-Gage que "rascan" en los tel¨¦fonos que carecen de chip gr¨¢fico. Lo que ya no nos gusta tanto es la distancia de visi¨®n, muy escasa, y dadas las velocidades que llega a alcanzar nuestro veh¨ªculo esto supone un problema en ciertos momentos. Es bastante necesario saber bien los circuitos de antemano o podemos no tener tiempo suficiente de maniobrar.

En cuanto al sonido, el primer System Rush destacaba por una banda sonora tecno que se adaptaba como un guante al t¨ªtulo, incluso llegaron a sortear promociones de la misma entre los usuarios de N-Gage, y en Evolution se ha seguido el mismo camino. Quiz¨¢ la calidad de las composiciones sea algo inferior, pero igualmente la m¨²sica raya a gran nivel. Los efectos, por contra, presentan un estado algo m¨¢s descuidado, pero cumplen.

System Rush Evolution cuenta con diez niveles en total, cada uno de ellos dividido en tres partes. Cada una de ellas supone una fase del proceso de hackeo de esa subred. En la primera, hemos de infiltrarnos en la red; en la segunda, tenemos que destruirla; en la tercera y ¨²ltima, evacuaci¨®n, toca salir por patas lo antes posible. Hay claras diferencias en la mec¨¢nica con la que se realiza estas secciones que pasamos a explicar.

La fase de infiltraci¨®n consiste en una carrera a tres vueltas con un l¨ªmite de tiempo que aumentamos cuando pasamos por meta, como en muchos arcades de conducci¨®n cl¨¢sicos que incorporaban checkpoints. De modo que no es cuesti¨®n de acabar primero, ya que no tenemos ning¨²n rival, s¨®lo competimos contra el reloj. El avance de nuestro veh¨ªculo es autom¨¢tico, lo que facilita enormemente el control, pero podemos pasar por zonas en las que es acelerado. Claramente recuerda WipeOut de forma inmediata.

En los circuitos hay multitud de enemigos y obst¨¢culos a los que debemos enfrentarnos. No disponemos de disparo, aunque s¨ª podemos coger algunos objetos ¨²tiles. Uno de ellos nos proporciona un escudo que nos hace inmunes temporalmente, mientras que otro nos otorga un punto de vida. Encontramos un ¨²ltimo ¨ªtem que nos proporciona un impulso extra, necesario en muchas pistas para poder superar el reto. Chocarnos, ya sea con alg¨²n elemento del entorno o con un enemigo, nos resta velocidad aparte de producirnos da?o, as¨ª que hay que evitarlo a toda costa.

Tras adentrarnos en la subred, toca tirarla abajo. El escenario cambia en gran parte, ya que pasamos a situarnos en un tubo por el que podemos girar 360?. En esta ocasi¨®n ya vamos armados y el disparo principal est¨¢ continuamente activado, lo cual una vez m¨¢s nos ahorra tener que pulsar ning¨²n bot¨®n continuamente. Tambi¨¦n hay objetos a recoger, aparte del ¨ªtem sanador, podemos hacernos con bombas que barren todo lo que tengamos ante nosotros.

Al principio viene una larga serie de enemigos, digamos, simples, que son un incordio pero no excesivamente fuertes. Hay de muchos tipos y conforme avanzamos en el juego aparecen nuevos con distintos par¨¢metros de ataque que tenemos que aprendernos para superarlos. Posteriormente, aparece un enemigo final mucho m¨¢s poderoso en un enfrentamiento largo y dif¨ªcil. Carece de barra de vida, por lo que la ¨²nica pista que tenemos de su estado es que cuando est¨¢ bastante da?ado se pone a parpadear en rojo.

Finalmente, si conseguimos no caer en la parte intermedia, con diferencia la m¨¢s complicada de las tres, viene otra fase de conducci¨®n, aunque en este caso en una nave voladora. Hemos de huir, en esta ocasi¨®n sin l¨ªmite de tiempo. Tenemos que llegar hasta el final en un escenario recto pero repleto de paredes y enemigos que no facilitar¨¢n nada la tarea de escapar. Encontramos una serie de puertas circulares que nos otorgan puntos si pasamos por ellas.

Conclusiones

Definido el sistema de juego, toca valorarlo. Se trata de un t¨ªtulo largo y sobre todo muy rejugable, gracias a que en cada fase obtenemos una puntuaci¨®n seg¨²n nuestra actuaci¨®n (tiempo y vida sobrantes, enemigos destruidos, puertas traspadas... lo que corresponda) y nos invita claramente a reintentar las diferentes subredes para superar nuestra marca con un objetivo doble: presumir en N-Gage Arena y mejorar nuestros veh¨ªculos.

System Rush: Evolution no es un juego para nada sencillo, supone un reto constante de reflejos y recuerda a la vieja escuela. Seguro que muchos agradecen ese toquecillo retro, que no se encuentra exclusivamente en la ambientaci¨®n. Adem¨¢s, es todo un acierto el haber incorporado tres mec¨¢nicas distintas en cada nivel, lo que aporta una variedad importante, no estamos ¨²nicamente ante un t¨ªtulo de carreras. Es m¨¢s, competiciones puramente dichas no existen.

Otra virtud que debemos anotar es el control, simplificado adecuadamente a un terminal m¨®vil que ¨²nicamente dispone de dos botones de acci¨®n si lo situamos en horizontal. Prescinde de darnos el manejo de acciones que, de todos modos, supondr¨ªan mantener una tecla continuamente apretada, como acelerar o disparar. As¨ª que, ?para qu¨¦ vamos a hacerlo nosotros? As¨ª tenemos el pulgar libre para usar los objetos que vayamos recogiendo, en lugar de dedicarlo a pulsar tediosamente funciones que el juego realiza autom¨¢ticamente.

Sin duda estamos ante uno de los mejores miembros del cat¨¢logo de N-Gage hasta la fecha y se nota que Ideaworks3D han mejorado su calidad como creadores, y no s¨®lo como desarrolladores de conversiones o herramientas para m¨®viles. Como extra adicional, tenemos un modo multijugador, aunque s¨®lo a trav¨¦s de Internet. En ¨¦l disputamos cualquiera de las tres fases contra hasta cuatro usuarios y gana el que llegue antes en la parte de infiltraci¨®n o quien consiga m¨¢s puntos en las otras dos.