Acci¨®n y estrategia en el espacio

Hace tiempo que R-Type no salta a la palestra en el g¨¦nero por antonomasia que lo ha llevado a convertirse en una franquicia de culto en el mundo de los videojuegos. Muchos aficionados de la serie demandan a gritos una actualizaci¨®n en el g¨¦nero de los shoot ?em up acorde con la nueva generaci¨®n de consolas, una actualizaci¨®n que no parece tener vistas a llegar al menos a largo plazo. Irem Software ha preferido expandir el universo de R-Type mediante un juego t¨¢ctico en 2D con animaciones en tres dimensiones que no ha acabado de convencer en Estados Unidos ni en Jap¨®n. Pese a la valoraci¨®n positiva que recibi¨® el t¨ªtulo en Famitsu, con un 31 sobre 40, la tesitura estrat¨¦gica no ha convencido en absoluto a los seguidores m¨¢s ac¨¦rrimos de la franquicia.

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En el primer contacto que os ofrec¨ªamos meses atr¨¢s enumer¨¢bamos algunas cualidades del t¨ªtulo, no en vano R-Type Command llega al mercado cargado de buenas ideas para una futra adaptaci¨®n de peso en el mercado. La edici¨®n que recibimos del t¨ªtulo no ha variado apenas respecto a la demostraci¨®n que hay disponible en el bazar americano de PSN desde hace ya meses. La versi¨®n definitiva que llega al mercado amplia la oferta de modos de juego, posibilit¨¢ndonos el acceso a los archivos que narran el argumento, combates entre dos usuarios e por supuesto el modo campa?a, el principal del UMD.

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El papel de un comandante

La raza alien¨ªgena Bydo ha entrado en guerra con la humanidad tras muchos a?os de expansi¨®n y conquista, permitida en gran parte por la prepotencia humana al considerar inofensiva la amenaza de esta especie. La corporaci¨®n ha llamado a un comandante con experiencia en el campo para tratar de lidiar en la situaci¨®n, recogiendo as¨ª el testigo de otros muchos compa?eros que han perecido en el campo batalla. Los Bydo son seres fuertemente armados capaces de contrarrestar el potencial armament¨ªstico del que dispone el ser humano, por lo que es imprescindible tramar una buena estrategia para obtener la victoria en el combate.

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La premisa de Command es bastante sencilla, pone sobre la mesa dos posibles combinaciones a la hora de elegir las unidades de combate. En los primeros compases no contamos apenas con recursos para hacer frente a las unidades enemigas, aunque a medida que avanzamos se une a nuestro grupo todo tipo de arsenal que aporta nuevos recursos a la hora de presentar un ataque poderoso contra la embestidas enemigas. Ya se pudo comprobar en la demostraci¨®n que el nivel de dificultad del t¨ªtulo no iba a ser precisamente permisivo con los jugadores noveles, pese a que finalmente no ha sido del todo as¨ª.

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El planteamiento de Irem Software brilla en muchos aspectos y palidece en tantos otros, algunos de mayor importancia y otros de relativa, aunque todos ellos entorpecen el resultado final de un producto que llama mucho la atenci¨®n en los primeros compases pero que pierde en profundidad a medida que transcurren las misiones. Nuestro rol como comandantes nos obliga a tener en consideraci¨®n diversos aspectos antes de elegir la estrategia que vamos a desarrollar durante los conflictos.

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Apartados t¨¦cnicos

La primera toma de contacto que tenemos con el juego es bastante buena. Una introducci¨®n muy lograda nos da la bienvenida para posteriormente situarnos en el men¨² principal del t¨ªtulo, con varios dibujos inspirados en la tem¨¢tica del juego y el modo Campa?a como el recurso m¨¢s interesante de cuantos encontramos. Accedemos a ¨¦l para entrar a elegir los pilotos que asignamos a las naves que tenemos a nuestra disposici¨®n. Los pilotos ganan experiencia al sobrevivir en combate, por lo que es importante no desperdiciar unidades de cara a conseguir unidades m¨¢s s¨®lidas y potentes.

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Una vez dentro del combate pasamos a un plano en el que las naves aparecen representadas en 2D, con un interesante fondo que procura dar algo de ambientaci¨®n al lugar en el que nos encontramos. Ciertamente Irem ha dotado de variedad al juego en este aspecto; podemos recrearnos con diferentes mundos que recorren a grandes rasgos la historia de R-Type, como si de un arcade tradicional se tratase. Dentro de los combates no apreciaremos mucha m¨¢s variedad de elementos que nuestras naves y el fondo en cuesti¨®n. Avanzamos muy lentamente hasta la confrontaci¨®n con el enemigo, donde a la hora de atacar la acci¨®n se representa haciendo acopio de una escena generada por un motor gr¨¢fico en 3D.

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Interesante por poco tiempo

Las animaciones que trae consigo atacar y contraatacar son variopintas hasta cierto punto, en parte por culpa de la frecuente repetitividad a la hora de tomar decisiones en combate. Con esto queremos decir que la mayor¨ªa de las acciones que realizamos son las mismas, una y otra vez, y pese a que pr¨¢cticamente cada acci¨®n se presenta de un modo distinto no tardaremos mucho tiempo en suprimirlas. La calidad de las mismas tampoco ayuda a mantener el inter¨¦s en ellas, a excepci¨®n de algunas explosiones y de ataques de mayor calibre. La variedad de unidades y de otros aspectos como los propios ataques en el modo 2D de lo poco resaltable en este aspecto.

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Sin embargo, no se puede negar el atractivo estilo de las primeras fases ante la sorpresa de atender ante un R-Type de estas caracter¨ªsticas. El motor gr¨¢fico que genera las im¨¢genes en 3D no nos ha parecido lo suficientemente ¨²til como para basar la pr¨¢ctica totalidad de recursos y efectos especiales en su uso, un aspecto que est¨¢ por debajo de otros t¨ªtulos del sector del mismo estilo. Es dif¨ªcil encontrar t¨ªtulos estrat¨¦gicos en 2D semejantes a este, pero no por ello deja de ser una opci¨®n sobradamente in¨²til en el desarrollo de los combates.

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De alg¨²n modo las carencias del aspecto gr¨¢fico pasan un tanto desapercibidas gracias al importante trabajo que se ha realizado con el apartado sonoro, que sin presentar voces o interpretaciones llamativas incluye una selecci¨®n de melod¨ªas muy acordes con la ambientaci¨®n del juego. No var¨ªan dependiendo del ritmo de la partida, pero tanto por la calidad de las mismas como por el n¨²mero de composiciones presentes en el UMD, lo cierto es que es agradable disputar algunas misiones inmersos en la peculiar ambientaci¨®n espacial, alej¨¢ndose de melod¨ªas electr¨®nicas.

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Jugabilidad

La selecci¨®n inicial de unidades nos ofrece varios Fighters, A.W.A.C.S de clase Jormungandr que paulatinamente se va ampliando con nuevas unidades anfibias y de otras clases, adem¨¢s de incluir versiones mejoradas de bombarderos y nave nodrizas. El objetivo consiste en conseguir terminar con el buque insignia enemigo, que por supuesto est¨¢ rodeado de naves que de defensa que tratar¨¢n de imposibilitar nuestro trabajo.

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Cada unidad dispone de diversos ataques en funci¨®n de su clase. Cada ataque resta una o m¨²ltiples unidades dentro del grupo enemigo al que ataquemos, tambi¨¦n dependiendo de la posici¨®n que hayamos tomado en el mapa y de la distancia que nos separe de los rivales. La t¨®nica general es bastante repetitiva, y pese a disponer de objetos para reponer munici¨®n y de todo tipo de unidades de apoyo o de defensa, la mayor parte del tiempo que pasemos combatiendo lo haremos poniendo en pr¨¢ctica el mismo sistema para atacar y defendernos.

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Esto se debe en gran parte a la nula IA de la m¨¢quina en la toma de decisiones. Es dif¨ªcil hacerles frente, pero no contrarrestar la mayor¨ªa de sus movimientos anticip¨¢ndonos y eligiendo correctamente en todo momento el arma con el que deseamos atacar. El modo ad-hoc soluciona gran parte de estos problemas; disputar partidas contra un amigo es muy entretenido y gratificante siempre y cuando el contrario tenga un m¨ªnimo de conocimiento de juego.

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