Sins of a Solar Empire
- PlataformaPC8
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorIronclad games
- Lanzamiento15/03/2009
La aut¨¦ntica guerra intergal¨¢ctica
Sins of a Solar Empire llega sin hacer mucho ruido, pero avalado por un gran ¨¦xito. Un excelente juego de estrategia que conjuga a la perfecci¨®n profundidad con sencillez, y consigue ofrecer partidas intensas tanto contra la m¨¢quina como online.
Pese a que Sins of a Solar Empire llega a nuestro pa¨ªs sin hacer mucho ruido, lo cierto es que ha sido un ¨¦xito all¨¢ por donde ha pasado. Su propuesta se aleja un poco de lo que muchos se podr¨ªan esperar de un juego de estrategia, ya que se trata de un sistema de juego mucho m¨¢s amplio, profundo y extenso de lo que se ha visto en las ¨²ltimas incursiones del g¨¦nero para nuestros PCs. Infinidad de men¨²s, de sencillo acceso, y toda una galaxia por conquistar a nuestro alcance.
Los recursos se han agotado en su exilio, y quieren recuperar su hogar, haciendo uso de armas devastadoras de elevado poder destructivo. De este modo, nos encontramos con tres facciones a nuestra disposici¨®n; aunque ser¨¢n las que podremos controlar, no ser¨¢n los ¨²nicos habitantes del espacio, en donde nos toparemos tambi¨¦n con piratas que saquear¨¢n cada cierto tiempo y se dejar¨¢n comprar por el mejor postor. Pese a contar con ligeras diferencias entre s¨ª, en gran medida las tres razas principales son pr¨¢cticamente id¨¦nticas, y producen mismos tipos de unidades, aunque don diferentes nombres y aspectos.
Hay que destacar, antes de nada, que pese al argumento de fondo que hemos comentado, el modo historia es inexistente. Contaremos con un tutorial poco profundo, que nos detallar¨¢ los elementos m¨¢s b¨¢sicos del juego, y luego tendremos a nuestra disposici¨®n unos 20 escenarios a superar, con distintos niveles de dificultad para cada uno de ellos. El n¨²mero puede parecer escaso, pero la duraci¨®n de las partidas se alarga durante semanas, por lo que no se trata de un n¨²mero tan peque?o.
En nuestras misiones, empezaremos con unas pocas naves y con dinero para invertir. No tendremos indicaciones de ning¨²n tipo, y tendremos libertad total para hacer lo que queramos: la galaxia se expandir¨¢ ante nosotros, con su infinidad de posibilidades. No obstante, lo id¨®neo es ir poco a poco y empezar desde la base, explotando los recursos de nuestro planeta inicial antes de expandirnos sin estar bien preparados; sobre todo, porque las dem¨¢s civilizaciones seguir¨¢n el mismo proceso evolutivo que nosotros, y el m¨¢s r¨¢pido contar¨¢ con una importante ventaja en el campo de batalla.
Es posible invertir nuestro dinero en las naves m¨¢s poderosas, y tener una flota compuesta por unas cuantas; o bien gastar dinero en investigaci¨®n y perfeccionar las naves m¨¢s baratas, para fortalecer un ej¨¦rcito de bajo presupuesto que puede llegar a ser mucho m¨¢s devastador. Obviamente, lo id¨®neo es lograr el equilibrio en nuestras filas, con todo tipo de naves de las tres clases diferentes: fragatas, cruceros o Capital. La base del juego ser¨¢ el combate y acabar con las dem¨¢s razas, pero no por ello debemos descuidar los elementos m¨¢s peque?os.
Por ejemplo, no bastar¨¢ con conquistar los planetas, sino que adem¨¢s habr¨¢ que colonizarlos. Cada uno tendr¨¢ sus propias caracter¨ªsticas (seis tipos diferentes de mundos), y en algunas situaciones ser¨¢ necesario tener la tecnolog¨ªa necesaria para poder sacar provecho de cada nuevo territorio. Algo que se antoja bastante realista y que es fiel a las grandes obras de la ciencia-ficci¨®n, como por ejemplo Dune de Frank Herbert. La galaxia tendr¨¢ puntos estrat¨¦gicos clave, por lo que ser¨¢ esencial preparar bien nuestras t¨¢cticas.
El dinero se podr¨¢ dedicar a muchas cosas, aunque a fin de cuentas todas ellas acabar¨¢n repercutiendo en el combate. Por ejemplo, se pueden asignar recompensas por acabar con nuestros rivales, de forma que atraiga la atenci¨®n de otras razas y se vuelvan contra ella; sobre todo de los piratas, quienes vagar¨¢n por el mapa a su antojo, atacando de forma indiscriminada si as¨ª lo consideran necesario, pero que nunca rechazar¨¢n una buena oferta econ¨®mica. Tambi¨¦n ser¨¢ posible forjar alianzas, pero antes tendremos que demostrar nuestras buenas intenciones.
Cuando queramos entablar relaciones diplom¨¢ticas con otra civilizaci¨®n, deberemos superar una misi¨®n que nos impondr¨¢n; de hacerlo, se firmar¨¢ el tratado. Tambi¨¦n tendremos a nuestra disposici¨®n diversas ramas de investigaci¨®n, sean militares o civiles. Para poder avanzar por ellas, necesitaremos una infraestructura concreta, por lo que no ser¨¢ sencillo llegar a la cima de la tecnolog¨ªa, y ser¨¢ un proceso lento. Eso s¨ª, es posible acabar llegando a un punto en el que, con buen posicionamiento planetario y evoluci¨®n tecnolog¨ªa, podremos atacar sin preocuparnos de elaboradas t¨¢cticas, ya que nuestra supremac¨ªa militar ser¨¢ aplastante.
El mapa tiene una extensi¨®n de m¨¢s de 100 planetas, divididos en seis o m¨¢s sistemas solares, por los que podremos viajar libremente. El zoom estar¨¢ a nuestra disposici¨®n en todo momento, permiti¨¦ndonos acercarnos o alejarnos de la acci¨®n con mucha fluidez, gracias a lo cual podremos controlar a la perfecci¨®n lo que est¨¢ aconteciendo. Y por supuesto, la base del juego, los combates, ser¨¢n perfectamente tridimensionales, animados en tiempo real y con algunos efectos de mucha calidad. Eso s¨ª, hay algunos que piden un poco m¨¢s de trabajo.
Su apartado sonoro es correcto, acompa?a perfectamente la acci¨®n, y no llega a aburrir pese a las numerosas horas que nos podemos pasar jugando en una sola partida. Pero donde triunfa especialmente Sins of a Solar Empire es en su apartado jugable, donde se destapa como un juego que combina la complejidad con la sencillez, que exige al usuario que sea capaz de conocer bien su entorno, sus propias limitaciones, y encontrar soluciones a problemas completamente imprevisibles y diferentes en cada partida.
Ayuda, y mucho, el gran interfaz del juego. En pantalla, el usuario tendr¨¢ siempre presentes muchos aspectos del imperio que dirige. Los iconos son de un tama?o algo reducido, pero se leen a la perfecci¨®n y es bastante sencillo saber en todo momento lo que est¨¢ ocurriendo en nuestro reino. Pese al gran n¨²mero de opciones presentes, el jugador nunca llega a verse sobrecogido por la inmensidad de los men¨²s del juego, y es consciente en todo momento de lo que necesita y lo que est¨¢ viendo en pantalla.
El acceso a los men¨²s es muy sencillo, y no es dif¨ªcil llegar a donde queremos en apenas unos clicks. Algo muy de agradecer, ya que la inteligencia artificial de la m¨¢quina nos pondr¨¢ las cosas muy dif¨ªciles en todo momento, y nuestra capacidad de reacci¨®n debe ser lo m¨¢s r¨¢pida posible. Gracias a ello, los combates son muy satisfactorios, y no nos vemos avocados a la frustraci¨®n por no ser capaz de desarrollar nuestras t¨¢cticas por perdernos en los numerosos men¨²s.
El editor de niveles aumenta la ya de por s¨ª larga duraci¨®n del juego. Pero uno de los grandes aciertos de Sins of a Solar Empire nos lo encontramos en el modo multijugador. Al carecer de modo historia y centrarse en campa?as independientes, era muy sencillo adaptar el sistema al universo online. De este modo, hasta diez jugadores podr¨¢n participar en una partida, cuya duraci¨®n se puede alargar durante semanas. Para evitar molestias, es posible guardar las partidas online para retomarlas en otro momento.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.