Lucha de dragones

Ryu Ga Gotoku (Yakuza) fue uno de esos t¨ªtulos que divide la opini¨®n de los jugadores en bandos bastante polarizados. Para unos fue una aventura extraordinaria, llena de autenticidad gracias a una progresi¨®n elegante, sin altisonancias, con un fluir muy natural en la que todo parec¨ªa encajar correctamente en virtud de detalles como la personalidad de sus personajes o por unas situaciones que no por extraordinarias dejaban de resultar realistas, herederas fieles de muchas obras centradas en el tema de la mafia japonesa. Por otro lado estaban los cr¨ªticos con aspectos definitivamente mejorables como las continuas y largas cargas, ciertos aspectos de la I.A o el desastroso doblaje al ingl¨¦s -precisamente de un juego cuyas voces originales son de una calidad aut¨¦nticamente colosal-.

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El juego de Toshihiro Nagoshi fue un relativo ¨¦xito en Jap¨®n pero un desastre en ventas en Estados Unidos, lo que llev¨® a Sega a plantearse seriamente no sacar esta secuela fuera del pa¨ªs del sol naciente. Para alivio de los aficionados, al final lo ha hecho, a sabiendas de que tiene Ryu Ga Gotoku Kenzan y el recientemente desvelado Ryu Ga Gotoku 3 tambi¨¦n en la rec¨¢mara, por lo que no ser¨ªa l¨®gico que los seguidores que hayan ganado en el mundo queden sin conocer los detalles de la segunda parte. En todo caso, pese al tiempo que ha pasado, esta secuela sali¨® relativamente pronto con respecto al original, por lo que adem¨¢s de compartir motor y muchos conceptos, tambi¨¦n sirve como mejora de lo visto anteriormente.

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La trama se sit¨²a un a?o despu¨¦s de la conclusi¨®n del primer juego -de la que no se va a hablar aqu¨ª por motivos obvios-. El protagonista es nuevamente, Kiryu Kazuma, que ha intentando permancer al margen y escondido durante este tiempo, ajeno a la situaci¨®n de la corporaci¨®n Toujoukai, pero los hechos que se desencadenan en esta segunda parte fuerzan a que " El Drag¨®n de Doujima" regrese a las calles de Tokio. El poder establecido en la capital japonesa est¨¢ siendo disputado por un grupo de Yakuzas provenientes de osaka, dirigidos por Gouda Ryuji, "El Drag¨®n de Kansai" y considerado el yakuza m¨¢s poderoso de la naci¨®n. Por si esa amenaza no fuera suficiente, tambi¨¦n est¨¢ la figura de la detective Sayama Kaoru, la apodada "Cazadora de Yakuzas", que ocupa un lugar fundamental en los acontecimientos que se desarrollan aqu¨ª.

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Como era de esperar, el juego conserva su estructura, progresi¨®n y din¨¢mica de juego, aunque con algunos cambios notables. El primero y principal, que mejora en muchos enteros el juego es el sistema de cargado, gracias a una notable mejora del equipo de Sega a la hora de controlar el sistema de cargas cont¨ªnuo -el que permite a t¨ªtulos como GTA tener amplios mundos abiertos sin cargas en PS2-. Todav¨ªa hay cargas completas al entrar en diferentes zonas y en cada combate, es como el juego est¨¢ estructurado, pero las cargas son mucho m¨¢s r¨¢pidas en comparaci¨®n con el primero por lo que el ritmo es m¨¢s flu¨ªdo y se hace mucho menos tedioso.

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Para los que no est¨¦n familiarizado con el juego, hay que decir que Yakuza 2 no es ni Shenmue ni GTA a la japonesa aunque las apariencias puedan decir lo contrario. Es una mezcla bastante ¨²nica entre aventura, juego de rol y brawler, con partes en las que se ofrece una relativa libertad para realizar misiones secundarias o abusar de los entretenimientos extra -que son muchos y varios-, aunque con una progresi¨®n claramente establecidad y lineal, estructurada en cap¨ªtulos -algunos bastante restrictivos-. Esa condici¨®n, sumada a una gran cantidad de escenas cinem¨¢ticas con conversaciones entre los personajes, otorga al juego un car¨¢cter especial.

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La ¨²nica pega al respecto es que los textos son en ingl¨¦s, por lo que eso puede representar un problema para seguir la trama y las fundamentales conversaciones, por lo que aquellos con m¨¢s dificultades en este idioma tendr¨¢n que plantearse esta cuesti¨®n antes que nada. Para los que no, disfrutar del trabajo original de los conocidos actores japoneses que han participado en el desarrollo es una aut¨¦ntica gozada que multiplica el sentido de ambientaci¨®n y la personalidad de los personajes. Incluso, dado que Osaka es parte importante del juego, hay una gran cantidad de di¨¢logo usando el dialecto de la regi¨®n, Kansai, que viene a ser, en un burdo pero suficientemente gr¨¢fico ejemplo, como el acento de Sevilla, por lo que es muy reconocible.

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La ¨²nica cr¨ªtica relevante de la historia es algo que puede variar seg¨²n los gustos personales de cada uno. En el primer Yakuza la trama avanzaba de forma bastante natural, pese a que fuese una situaci¨®n extraordinaria. Su secuela es considerablemente m¨¢s efectista, se hace m¨¢s uso del drama y los giros dram¨¢ticos son m¨¢s vertiginosos, incluso Kiryu parece algo m¨¢s "her¨®ico" que en el original. No es que la historia se vaya por las ramas, aunque hay algunos momentos bastantes m¨¢s exagerados de lo que la primera parte se permit¨ªa. Lo m¨¢s normal es que los que disfrutaron de la trama de la primera parte tambi¨¦n lo hagan de la segunda, aunque seguramente lo hagan m¨¢s o menos dependiendo de sus propios gustos.

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Tambi¨¦n hay que tener en cuenta de que jugar a la primera parte ayuda mucho a entender ciertos acontecimientos y situaciones de su secuela. Aunque sean arcos argumentales distintos y se realice un buen trabajo recapitulando los aspectos principales de la primera parte, lo cierto es que a medida que la trama se va desarrollando aparecen m¨¢s referencias al primer juego, lo que puede resultar algo confuso aunque s¨®lo en parte. Jugar a Yakuza no es obligatorio para disfrutar de esta entrega, pero s¨ª recomendable.

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Ya entrando en lo que es el propio juego, la estructura sigue siendo m¨¢s o menos la misma, aunque se han depurado detalles y se han a?adido algunas cosas. Lo m¨¢s notable, adem¨¢s de la ya mencionada mejora en los tiempos de carga, es el aumento de la dificultad en general del juego. La luchas se siguen desarrollando en una pantalla aparte y en tiempo real, usando llaves, combos y objetos para acabar con grupos m¨¢s o menos grandes de maleantes, borrachos y dem¨¢s cala?a. Pero en esta ocasi¨®n la I.A es considerablemente m¨¢s agresiva, lo que parece una respuesta directa a los problemas que encontraron muchos jugadores en el original. El reto hace bien al completo sistema de combate cuerpo a cuerpo, aunque la dificultad de algunos combates con jefes ha sido elevada quiz¨¢s demasiado, llegando incluso a la posibilidad de que resulten frustrantes.

Tambi¨¦n se han ampliado el n¨²mero de movimientos, aunque siguen habiendo algunos problemas de utilidad, en el sentido de que a pesar de que se pueden aprender multitud de golpes especiales, algunos de ellos suelen ser bastante in¨²tiles en el 99% de los casos. Otras incorporaciones s¨ª son m¨¢s bienvenidas, como los nuevos movimientos que permiten golpes en ¨¢ngulos de 360?, ideales para situaciones muy cargadas. Tambi¨¦n se ha puesto m¨¢s cuidado en la elaboraci¨®n de los QTE, de los que no se abusa y resultan tan espect¨¢culares como brutales, acabando por acoplarse bien con la din¨¢mica del juego.

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La cantidad de entretenimiento alternativo que se ha ofrecido para esta secuela supera a su predecesor y a casi cualquier otro t¨ªtulo. Fiel a la tradici¨®n establecida en la saga, los temas picantes no han sido exclu¨ªdos y la acci¨®n en las casas de citas es uno de los elementos alternativos m¨¢s cuidados, con diferentes mujeres a las que impresionar con tu conversaci¨®n y tu atenci¨®n por el detalle. Otras alternativas est¨¢n en mini-juegos como los recintos urbanos de golf, los bolos el ajedrez japon¨¦s, el Mahjong y otros. En fases posteriores ser¨¢ posible hacer cosas como gestionar tu propia casa de citas para convertirla en la n¨²mero uno, o regentar casinos para conseguir grandes cantidades de dinero -con las que, adem¨¢s de comprar la gran cantidad de objetos disponibles, tambi¨¦n es posible hacer cosas como donaciones a un orfanato-.

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Todo viene apoyado por el excelente apartado visual del juego, que explota toda las posibilidades de la consola de Sony para lograr crear escenarios vibrantes, llenos de actividad y vida. El primer t¨ªtulo ya destacaba por este mismo elemento y la secuela claramente lo mejora, ofreciendo adem¨¢s una aventura m¨¢s larga, que tiene lugar en dos ciudades, con m¨¢s localizaciones disponibles que permiten disfrutar del gusto por el detalle de los artistas visuales a la hora de ofrecer visiones muy cercanas de lugares reprsentativos de estas dos grandes urbes.

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