Penumbra: Requiem, Impresiones
Tercera y definitiva inmersi車n en la asfixiante Penumbra que nos ofrece Frictional Games. Concebido como expansi車n de la notable segunda entrega de la saga, Black Plague, el juego que hoy nos ocupa no nos asustar芍 a base de monstruos deformes, sino a trav谷s de puzzles imposibles y... 'portales'.
Con el lanzamiento de Penumbra: Requiem, el modesto estudio Frictional Games pone punto y final a una fruct赤fera saga donde nos han llevado por inh車spitos caminos, invadidos por extra?as criaturas y un virus experimental que parece ser el origen del mal. Philip, el protagonista de las tres aventuras, podr芍 arrojar un poco m芍s de luz sobre el misterio de la infecci車n Tuurngait.
Tanto Overture como Black Plague, anteriores iteraciones de la saga, apostaron por un estilo de juego muy cercano al survival horror, aunque con una cantidad de acci車n justa y necesaria, y una serie de puzzles que hac赤an buen uso del meritorio motor de f赤sica del juego.
Sin embargo, Requiem se aleja por momentos de la metodolog赤a marcada hasta ahora, reuniendo una decena de situaciones que debemos resolver estruj芍ndonos los sesos, obviando por completo el verse asediado por letales monstruos. ?nica y exclusivamente, el protagonista aqu赤 es el puzzle.
Basta comenzar a jugar unos minutos para darse cuenta de que los chicos de Frictional han querido hacer un homenaje, por decirlo as赤, al juego que revolucion車 el g谷nero no hace mucho, Portal de Valve. Una voz met芍lica y artificial nos comenta que no estamos solos: hay otras entidades que han seguido nuestro camino, no hace mucho.
Sin llegar a mencionar nada relacionado con un posible pastel como premio, s赤 que veremos un 'portal' al finalizar cada nivel, que nos servir芍 de conexi車n entre puzzle y puzzle; dicha puerta se abrir芍 cuando encontremos el n迆mero de orbes necesarios en cada nivel.
Como hemos dicho, debemos resolver cada fase resolviendo las distintas situaciones que nos proponen por medio de la f赤sica. Por ejemplo, la acci車n de mover objetos y transportarlos para activar interruptores que abran puertas se colocar赤a en el nivel m芍s b芍sico.
El asunto se ir芍 complicando cuando entren en juego otros elementos como corrientes de aire que elevan objetos, contrapesos que debemos sobrecargar para que podamos cruzar cierto puente, o botellas de ketchup explosivo -s赤, ketchup, conste que no me lo invento-, a lo que se sumar芍n ciertos pasajes donde la precisi車n a la hora de utilizar el salto ser芍 crucial para no tener que reiniciar la partida.
Si hacemos un balance de la jugabilidad obtenida en el tiempo que hemos probado Requiem, tendremos aspectos bastante encontrados. Por un lado, el manejo del juego sigue siendo magistral: desde el primer Penumbra nos fascin車 el hecho de abrir puertas tirando del rat車n de delante hacia atr芍s, como si de un pomo se tratase, o volcar cajas mediante un intuitivo -aunque algo aparatoso, ojo a los esguinces- giro de mu?eca.
Al basarse 迆nica y exclusivamente en resoluci車n de puzzles, la interfaz que nos propone Frictional Games encaja como anillo al dedo. Sin embargo, y nos vamos al lado m芍s oscuro de la balanza, hay que hacer notar que se han perdido algunas de las mejores bazas de que dispon赤an las anteriores entregas.
Porque hay que reconocer que el ambiente audiovisual que maneja el juego consigue crear una sensaci車n de inquietud y desasosiego en el jugador. Pero aqu赤 no hay engendros que, alertados por uno de nuestros descuidos, comiencen a vagar en nuestra b迆squeda, mientras que nos ocultamos debajo de una mesa esperando que la p谷sima vista del monstruo nos salve la vida.
El componente sigilo se borra de un plumazo, y con 谷l se van muchas de las sensaciones que nos dejaban las anteriores entregas. La perfecta combinaci車n de g谷neros que mostraba Black Plague se reduce aqu赤 a una mera sucesi車n de habitaciones aparentemente inconexas.
El argumento, por tanto, ya no resulta tan interesante como anta?o. Es verdad que nos hemos encontrado con viejos amigos, o al menos, hemos tenido visiones de los mismos; incluso volveremos a pulsar el bot車n de cierta m芍quina de refrescos, aunque esta vez no sea una lata de bebida lo que expulse por su ranura. El hilo principal del gui車n, sin embargo, da ciertos s赤ntomas de agotamiento, quiz芍s algo intoxicado tras pasar tantas horas expuesto al virus.
Por lo general, nos queda claro que el equipo desarrollador ha querido exprimir al m芍ximo las posibilidades del engine que crearon -y as赤 lo han corroborado en diversas entrevistas-, con una representaci車n de la f赤sica capaz de rivalizar con el mism赤simo Half-Life 2, algo a priori ideal para construir verdaderos retos para que el jugador experimente con el entorno en pos de alcanzar el final.
Puede que este planteamiento deje a los seguidores de la saga algo fr赤os; quiz芍 un refrito de puzzles, algunos realmente conseguidos y otros excesivamente descabellados, dista mucho del refinamiento definitivo de la f車rmula que, eventualmente, esperar赤an en una futura entrega. Sin embargo, se le puede sacar bastante partido a Requiem, aunque nos tememos que su rejugabilidad sea bastante cortita.
Paradox ha lanzado Penumbra: Requiem como expansi車n de Black Plague, y de momento no se tiene conocimiento de una posible distribuci車n f赤sica en nuestro pa赤s; sus seguidores tendr芍n que optar, por el momento, por la descarga digital para comprobar la culminaci車n del peculiar estilo que han marcado las tenebrosas aventuras de Philip y su tormentosa relaci車n con el virus Tuurngait. Quien sabe, igual tambi谷n suena cierta canci車n cuando se muestren los cr谷ditos.
- Aventura gr芍fica
