Destrucci¨®n al mejor postor

Hace unos a?os, el primer Mercenaries nos hab¨ªa sorprendido por su buen hacer en muchos campos. Diversi¨®n a raudales embutida en una sensaci¨®n de libertad y de destrucci¨®n simple y directa, sin alardes pero sin muchos agujeros. Xbox y PS2 hab¨ªan recibido este t¨ªtulo de Pandemic Studios con unos resultados bastante buenos, sobre todo por el 'boca a boca' de los usuarios, que hab¨ªan sabido encontrar su punto fuerte.

La cuesti¨®n es que los desarrolladores ya no cuentan con el elemento sorpresa que hab¨ªan pose¨ªdo para este primer juego de una nueva IP que, a la larga, puede ser bastante provechosa si se estudia con detenimiento. Ahora, con su secuela, hay que darle al usuario m¨¢s de lo mismo, pero aderezado con novedades y con potencia gr¨¢fica acorde al momento. Matt¨ªas Nilsson y c¨ªa. necesitan en esta generaci¨®n ese 'algo m¨¢s' que diferencia los juegos buenos de los que no pasan el filtro del efecto '15 d¨ªas'.

El efecto '15 d¨ªas' (lo s¨¦, parece una publicidad de productos de adelgazamiento) se da mucho en juegos que, durante las primeras jornadas, permanecen en la mente de los usuarios mientras los descubren, juegan y exprimen. Una vez pasado ese tiempo, si el juego no tiene ese toque que lo hace perdurar, se pierde en un mar de experiencias que desembocan en el olvido de forma triste pero l¨®gica. La mayor¨ªa de juegos siguen ese curso, por mucho esfuerzo y dedicaci¨®n que hayan puesto en ellos los programadores.

Sin embargo, un peque?o grupo de t¨ªtulos son los que consiguen grabarse en la experiencia l¨²dica de un jugador. Un detalle, un concepto, una mec¨¢nica de juego,... hay elementos que soportan el paso del tiempo, y que despu¨¦s son adoptados por otros t¨ªtulos. Sin embargo, hay jugadores que recuerdan qu¨¦ juego utiliz¨® qu¨¦ concepto, y son los que quedan para la historia viva de este a¨²n joven arte, y que perdurar¨¢n durante a?os, aunque cambien las tecnolog¨ªas y las m¨¢quinas. Los usuarios somos los que tenemos ese poder.

El primer Mercenaries fue uno de esos escasos juegos, y no por ser una obra maestra. Aun¨® diversi¨®n, espect¨¢culo y acci¨®n directa de forma efectiva y efectista. A un usuario que haya probado ese t¨ªtulo (por norma general, vaya) n¨®mbraselo y ver¨¢s c¨®mo se forma una sonrisa en su rostro. Esa reacci¨®n es que el juego cumpli¨® su cometido. De eso hace casi tres a?os. El tiempo ha pasado. Para todos. ?Conseguir¨¢ este nuevo Mercenaries el mismo efecto? Leed nuestro an¨¢lisis para averiguarlo...

G r ¨¢ f i c o s? .-
Estamos quiz¨¢, ante un apartado que pens¨¢bamos que iba a tener un mejor acabado, dej¨¢ndonos en ocasiones la sensaci¨®n de estar ante un juego de la generaci¨®n pasada, pero en HD. Bien es verdad que se muestra en pantalla gran cantidad de escenario, personajes, veh¨ªculos y dem¨¢s elementos, pero si exceptuamos a los personajes principales, el resto posee un nivel inferior en todos los apartados. Matt¨ªas Nilsson, Chris Jacobs y Jennifer Mui poseen un acabado bastante bueno tanto en texturizado como en modelado de personajes, de eso no hay duda, y adem¨¢s es m¨¢s que exigible.

El mapa venezolano donde se desarrolla la acci¨®n del juego es bastante grande, lleno de detalles que le dan viveza y riqueza visual, pero que llama muchas veces la atenci¨®n por la cantidad de defectos gr¨¢ficos que se pueden apreciar simplemente circulando por sus carreteras o viendo c¨®mo pasa la gente por sus campos, monta?as o ciudades. Desde luego no es el objetivo de este nuevo Mercenaries ser un 'GTA-militar', pero el cuidado puesto en demostrar lo 'viva' que est¨¢ la zona de juego se podr¨ªa mejorar en muchos conceptos, aunque eso lo trataremos m¨¢s tarde.

Como dec¨ªamos antes, nuestros tres queridos personajes tienen una calidad bastante m¨¢s alta que el resto de individuos que aparecen en el juego. En cuanto a poligonizaci¨®n, no llaman tanto la atenci¨®n en las cinem¨¢ticas, pero una vez nos movemos por los mapeados s¨ª vemos que los dem¨¢s personajes tienen una representaci¨®n gr¨¢fica bastante m¨¢s b¨¢sica que ellos tres. En parte es l¨®gico por la cantidad de personajes que pueden aparecer en pantalla debido a las dimensiones del escenario, pero en la pr¨¢ctica nunca veremos en pantalla decenas de personajes simult¨¢neos.

Los veh¨ªculos se presentan en pantalla con un aspecto bastante robusto, aunque mejorable por su solidez. Tienen gran cantidad de detalle (sobre todo los veh¨ªculos m¨¢s grandes y pesados) y muestran desperfectos en tiempo real. Pueden perder piezas y llegar a explotar si son muy castigados por el fuego. Tendremos gran cantidad de veh¨ªculos distintos (desde motos a helic¨®pteros, pasando por tanques, jeeps, tanquetas de asalto, coches, furgonetas, pickups, etc), y todos son accesibles para nuestro personaje, y muchos de ellos con diferentes lugares donde colocarse (conduciendo, disparando, etc).

El gran mapeado posee muchos elementos que le dan variedad. Hay gran cantidad de desniveles, una vegetaci¨®n abundante en casi todos los lugares, carreteras anchas y simples caminos angostos. Posee el juego lugares de gran belleza gracias a la cantidad de detalles que le dan ese toque (una cascada como la de la imagen, edificios antiguos y mansiones enormes, desfiladeros espectaculares, etc) paradis¨ªaco digno del pa¨ªs donde se desarrolla la acci¨®n, y en parte es gracias al buen trato de la iluminaci¨®n que se le ha dado al juego.

Hay efectos gr¨¢ficos muy espectaculares (como muchos habr¨¦is podido ver en v¨ªdeos, disfrutar del lanzamiento de una bomba nuclear t¨¢ctica es un placer que nadie deber¨ªa perderse), sobre todo en cuanto a explosiones y destrucci¨®n de los elementos de los escenarios. TODO es destruible, s¨®lo que unos elementos necesitan m¨¢s castigo que otros para ser derribados, pero si v¨¦is algo en pie, se puede demoler. Quiz¨¢s en parte la simplicidad que presentan los escenarios se deba tambi¨¦n a la posibilidad que tiene el jugador de destruir todo lo que vea en pantalla.

Como dec¨ªamos, las explosiones son las reinas de la fiesta, pero tambi¨¦n ellas dependen de los efectos de part¨ªculas que representan el fuego, el humo o el polvo que se levantan con las ondas expansivas de las explosiones (excelentes), la proximidad de un helic¨®ptero, etc. que se muestran de forma muy efectiva y realista. La representaci¨®n visual de las explosiones y sus consecuencias se perciben muy claramente, as¨ª como el fuego debido a las explosiones, que llegan a quemar grandes zonas de vegetaci¨®n colindante. Y lo mejor de todo es que lo que hemos descrito hasta aqu¨ª se muestra sin ning¨²n signo de ralentizaci¨®n en pantalla.

Uno de los defectos m¨¢s llamativos y que m¨¢s se ven del juego son las animaciones de los personajes, bastante rob¨®ticas en general y muy, muy simples. La transici¨®n entre ellas tampoco se ha cuidado mucho y podremos ver saltos muy claros en su comportamiento. Es una l¨¢stima que no se hayan cuidado m¨¢s, porque dar¨ªa m¨¢s naturalidad al conjunto. En este caso, decir que el motor de colisiones tampoco es que funcione del todo bien, ya que en ocasiones veremos fallos en la detecci¨®n de los impactos, aunque ser¨¢ algo bastante nimio. El efecto del agua tampoco se ha cuidado mucho, y aparece bastante elemental.

El texturizado general del juego es tambi¨¦n mejorable, con elementos que se muestran con un acabado casi pobre, mientras que vemos otros detalles como el suelo de varias zonas que se ha cuidado bastante m¨¢s en cuanto a detalle de las texturas. No podemos decir que sea el peor apartado, pero desde luego es uno de los m¨¢s visibles, sobre todo a la hora de las misiones que discurren por las zonas selv¨¢ticas o monta?osas. Esto, unido a la simplicidad de los modelados o las animaciones bruscas y b¨¢sicas hacen que la sensaci¨®n de estar ante un juego poco optimizado se presente en muchas ocasiones. Sin embargo, creo que debemos de darle el m¨¦rito que se merece en muchos otros factores.

En?resumen, Mercenaries 2: World in flames no entra por los ojos a primera vista debido a los defectos descritos m¨¢s arriba, pero si nos vamos fijando y pensando en todo lo que sucede en pantalla y la gran cantidad de objetos, veh¨ªculos, personajes, explosiones, escenario abierto e interactividad con los mapeados que podemos tener en todo momento, nos podremos dar cuenta de que tampoco tiene un nivel que se pueda menospreciar tan r¨¢pido. A pesar de los defectos visibles, tiene su m¨¦rito, y es de justicia reconocerlo.

M ¨² s i c a? .-
Se ha mejorado y buscado un estilo m¨¢s coherente que en la primera parte. Aqu¨ª oiremos ritmos m¨¢s 'rancheros' y canciones con un claro aire a 'salsa'. Son temas desenfadados y con cierto aire a 'western' en algunos momentos, pero que cumple de forma efectiva en la forma y sobre todo consigue su intenci¨®n en el fondo, que no es otro que ambientar nuestras correr¨ªas por el pa¨ªs sudamericano. No es brillante, no lo recordaremos con el paso de los meses, pero eso es algo que le ocurre al juego en general, y no s¨®lo al apartado musical.

S o n i d o?? F X? .-
Tiene una calidad alta en casi todo, pero con un defecto muy claro. Mientras las explosiones, disparos, veh¨ªculos y dem¨¢s parafernalia militar suena y resuena de forma contundentemente brillante, nos encontramos con voces en castellano bien interpretadas en muchos personajes, pero sobre todo unos comentarios que se repiten hasta la saciedad, llegando a hacerse cansinos... al poco tiempo. Es uno de los mayores defectos del juego en cuanto al apartado sonoro. Quiz¨¢s llegar¨ªa simplemente con reducir en el c¨®digo a la mitad las veces que tanto nuestros personajes como los enemigos comentan algo para lograr un acabado m¨¢s 'soportable'. Por lo dem¨¢s, bastante bien logrado en todos los sentidos. Las explosiones son las estrellas del 'cotarro'.

J u g a b i l i d a d? .-
El punto m¨¢s fuerte del juego sin lugar a dudas. A¨²n con los defectos que despu¨¦s nombraremos, Mercenaries 2: World in flames es un juego MUY divertido. Si adem¨¢s esa diversi¨®n se puede comprobar desde los primeros minutos de juego, entonces su valor aumenta a¨²n m¨¢s. Si a eso le a?adimos que se han implementado unos controles bien dise?ados y llenos de opciones para el usuario, entonces llegamos a la conclusi¨®n de que la f¨®rmula abierta con el primer Mercenaries se mantiene. Una buena noticia.

Quiz¨¢s esper¨¢bamos m¨¢s novedades que unos cuantos detalles que 'enriquecen' la experiencia de destrucci¨®n que supone este juego, pero tal y como est¨¢ concebido y presentado consigue su objetivo a corto plazo, aunque presenta lagunas en cuanto se considera una vida l¨²dica larga. Hay detalles que s¨ª nos permitir¨¢n exprimirlo durante bastante m¨¢s horas, como ese modo cooperativo, pero la experiencia monojugador tiene sus lunares.

El dise?o del grandioso escenario se ha llevado a cabo de forma que sea 'divertido' ir de un lugar a otro. Es decir, hay facciones que tienen su base en lugares remotos y de dif¨ªcil acceso, y para ello utilizaremos helic¨®pteros. Otros poseen su base en en zonas donde sea f¨¢cil ir en coche o moto, pero siempre donde el jugador pueda decidir c¨®mo ir. Incluso podremos contratar a pilotos de helic¨®ptero o de avi¨®n para solicitar ataques a¨¦reos o que nos transporten a una zona concreta. Tambi¨¦n existe la posibilidad de contratar mec¨¢nicos para que nos ayuden a fabricar veh¨ªculos personalizados al recoger los repuestos que existen en el mapeado.

El combustible es otro elemento precioso, y podremos robarlo de cualquier lugar del mapeado gracias a nuestro helic¨®ptero. Al mismo tiempo, podremos utilizar el mismo veh¨ªculo a¨¦reo para transportar veh¨ªculos a lugares angostos, donde nos ayudar¨¢n a realizar los objetivos. En realidad, las acciones a realizar son casi las que nos imaginemos, gracias a la libertad de acci¨®n que presenta el t¨ªtulo.

El juego est¨¢ dividido en misiones que nos pueden encargar cualquiera de los frentes y facciones presentes. Todas las facciones tienen misiones y recompensas que nos pueden interesar, pero las recompensas se pueden intentar realizar en cualquier momento, ya que se encuentran siempre activas y diseminadas por el escenario. Las misiones nos llevar¨¢n de forma espec¨ªfica a un punto para realizar el objetivo.

Es muy importante tener la posibilidad de trabajar para cualquiera, y aunque en ocasiones realizar un objetivo har¨¢ que un bando te considere como enemigo, con realizar algunas misiones para ellos har¨¢ que te vuelvan a ver con 'buenos ojos'. Eso abrir¨¢ posibilidades de realizar tambi¨¦n misiones para ellos y que puedas utilizar sus bases para desplazarte, as¨ª como para recibir apoyo cuando lo necesites a un precio menor.

Las armas m¨¢s 'potentes' son las m¨¢s satisfactorias de usar, ya que muestran en mejor medida el grado de destrucci¨®n que consigue el t¨ªtulo, y ser¨¢ tambi¨¦n la ¨²nica forma de lograr algunas misiones. En ocasiones podremos comunicar v¨ªa PDA para decidir en qu¨¦ punto exacto lanzar las bombas, mientras que en otros tendremos que se?alizar mediante una baliza la zona a bombardear. El mapa siempre estar¨¢ disponible para ver d¨®nde tenemos objetivos accesibles.

Los tres personajes tienen tres formas distintas de realizar las misiones. Matt¨ªas es el personaje m¨¢s equilibrado con gran potencia de fuego y una recuperaci¨®n de la salud m¨¢s r¨¢pida. Chris Jacobs es capaz de llevar m¨¢s armas y munici¨®n que ninguno, y Jennifer Mui es fr¨ªa y calculadora, utilizar¨¢ el sigilo y las distancias largas para realizar sus objetivos, y adem¨¢s posee m¨¢s velocidad que ninguno de ellos. Estos tres arquetipos son las cl¨¢sicas variantes de muchos juegos para que el usuario decida c¨®mo plantear las partidas y los ataques con sus caracter¨ªsticas.

Toda esta libertad de la que disponemos, todas esas armas y todas las posibilidades que nos ofrece el juego son buenas noticias, nos ofrecen la diversi¨®n que prometen. Sin embargo, no se ha cuidado tanto la reacci¨®n de los enemigos y su IA. La optimizaci¨®n no es todo lo efectiva que esper¨¢bamos, ya que veremos comportamientos totalmente il¨®gicos, irreales y hasta surrealistas en muchas ocasiones. Tanto los soldados como los componentes de las facciones que nos consideren su enemigo tienen comportamientos en ocasiones muy mejorables.

Desde quedarse delante nuestro sin moverse una vez hemos aniquilado a sus compa?eros, como seguir como si tal cosa a los mandos de una metralladora de jeep cuando hemos matado al conductor, o simplemente apuntarnos todo el rato con su arma y no disparar. Hay varios bugs presentes en la IA de los soldados, as¨ª como tambi¨¦n en las personas que viven en las ciudades o que pasean por el campo simplemente.

Encontrarse en medio de un tiroteo y quedarse tan tranquilos en medio del cruce de disparos, o la poca optimizaci¨®n de sus recorridos en coches o motos, donde un simple coche dejado en mitad de la carretera constituye un obst¨¢culo insalvable y se forman colas y colas de coches que no saben rodear ese veh¨ªculo. Encontraremos seg¨²n vayamos jugando muchas de estas situaciones, mejorables y que desde luego no hablan muy bien de la optimizaci¨®n de la IA.

Otro de los problemas del juego es la sensaci¨®n de repetitividad que se da a las pocas horas de juego, sobre todo en campa?as monojugador. El modo cooperativo para dos jugadores (quiz¨¢s lo mejor ser¨ªa un modo on-line para tres jugadores, aprovechando los tres personajes principales) permite realizar acciones muy divertidas y frescas, que nos har¨¢n disfrutar del juego m¨¢s que al hacer solo. De todos modos, el n¨²cleo del juego no nos llevar¨¢ muchas horas, pero tendremos multitud de objetivos por realizar en los escenarios, y que no forman parte de la estructura principal del juego.

C o m p a r a t i v a? .-
Versiones aparecidas para Xbox360 y PS3. Nos encontramos con versiones muy equiparables en todos los conceptos. El engine gr¨¢fico funciona igual y veremos los mismos defectos gr¨¢ficos con los mismos errores?y fallos visuales. Tambi¨¦n veremos sus puntos fuertes casi igual, con alguna peque?a diferenciaci¨®n en la rapidez de carga de texturas, que en Xbox360 se nota algo m¨¢s lenta al acercarse a los objetos y ver c¨®mo estos pasan de una textura de baja a alta resoluci¨®n (filtrado anisotr¨®pico), aunque son detalles que como ya decimos, se notan de forma espor¨¢dica y con poca diferencia entre versiones.

C o n c l u s i ¨® n? .-
'Mercenaries 2: World in flames' es una digna segunda parte, aunque esper¨¢bamos algo bastante m¨¢s completo a todos los niveles. Se disfruta, s¨ª. Se hace divertido, tambi¨¦n. Hay escenas que no borraremos de la cabeza, en efecto (esa bomba nuclear t¨¢ctica). Sin embargo, no hay mucho que se pueda contar como 'nuevo', a excepci¨®n del cooperativo a dos jugadores (que en realidad deber¨ªa ser a 3 jugadores por el n¨²mero de personajes principales).

A¨²n as¨ª, un juego recomendable para los entusiastas de la destrucci¨®n a mansalva, los que no deseen una raz¨®n profunda para deshacerte de ingentes cantidades de enemigos y para los que s¨®lo quieren divertirse de forma instant¨¢nea sin romperse mucho la cabeza. Los que disfrutaron con su primera parte, disfrutar¨¢n de nuevo con esta sin ninguna duda, y eso es lo que deber¨ªa de interesarles. Aunque s¨®lo sea por alg¨²n detalle o alguna escena en concreto, este nuevo episodio de Mercenaries tambi¨¦n pasa el 'efecto 15 d¨ªas', aunque le cuesta m¨¢s que a su primera parte.

L o??? m e j o r? .-
- Algunos momentos verdaderamente espectaculares
- Diversi¨®n r¨¢pida y continua
- Gran cantidad de cosas por destruir, objetivos, etc
- El momento de solicitar una bomba nuclear t¨¢ctica

L o??? p e o r? .-
- Las novedades son escasas
- La IA es muy mejorable
- La sensaci¨®n de repetitividad es demasiado evidente