Viva Pi?ata: Trouble in Paradise
- Plataforma3608
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorRare
- Lanzamiento05/09/2008
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorMicrosoft Game Studios
Regreso a Isla Pi?ata
Las criaturas m¨¢s simp¨¢ticas, dulces y coloridas de los videojuegos regresan a Xbox 360. Las mismas bases pero aderezadas con un buen pu?ado de novedades, logrando conservar todo el encanto y la diversi¨®n de un simulador muy diferente.
Han pasado ya casi dos a?os desde que Viva Pi?ata lleg¨® a nuestras Xbox 360. El tiempo ha pasado volando, en gran parte gracias a que nos hemos abstra¨ªdo durante meses creando y perfeccionando nuestros jardines en este gran simulador de Rare. Sus carism¨¢ticas protagonistas habitaban mundos llenos de colorido y buenas intenciones, en los que toda la familia pod¨ªa disfrutar intentando aumentar las dimensiones de su jard¨ªn para incrementar el n¨²mero de pi?atas residentes.
El juego era, de por s¨ª, muy bueno, pero no se pod¨ªa negar que le faltaban algunos detalles por pulir, algunos elementos que se podr¨ªan haber cuidado algo m¨¢s para ofrecer una experiencia mucho m¨¢s satisfactoria. Es por eso que Rare se puso manos a la obra durante todo este tiempo para ofrecernos ahora una segunda entrega que, si bien mantiene la mayor¨ªa de los elementos del original, a?ade mejoras m¨¢s que suficientes para que nos vuelva a despertar el gusanillo de crear un nuevo jard¨ªn.
Todo esto se mantiene inalterado: el mismo sistema de juego e id¨¦ntico interfaz. Con el bot¨®n X abrimos un men¨² en el que tendremos acceso a las tiendas, a la pala, a los tipos de terreno, etc¨¦tera. Dichas herramientas nos servir¨¢n para cuidar el terreno que tenemos a nuestra disposici¨®n, una parcela relativamente al principio que, a medida que subamos de nivel, ir¨¢ aumentando su tama?o progresivamente.
En dicho espacio, tendremos que plantar flores, hacer estanques (o eliminarlos), colocar elementos decorativos y, sobre todo, cuidar y mimar a las pi?atas que, seg¨²n los elementos que tengamos, ir¨¢n apareciendo y pasando a ser residentes. Cada pi?ata tiene sus propias exigencias para dejarse ver, otras distintas (m¨¢s exigentes) para ser habitantes de nuestro jard¨ªn, y m¨¢s todav¨ªa para poder enamorarse. Algo que, adem¨¢s, tendremos que lograr por partida doble, para cada miembro de la pareja.
Si queremos enamorar a dos pi?atas, tendremos que ponerles un hogar en el que puedan habitar y tener su descendencia. De cumplir todos los requisitos, participaremos en un minijuego en el que tendremos que guiar al macho hacia la hembra a trav¨¦s de un laberinto, con un tiempo l¨ªmite para lograrlo. Todo lo que hagamos en el jard¨ªn nos dar¨¢ experiencia, que nos permitir¨¢ subir de nivel, y con ¨¦l, obtendremos mejoras (jard¨ªn m¨¢s grande, pala m¨¢s potente, nuevos elementos en las tiendas?)
Como consecuencia, se ha perdido toda la informaci¨®n existente sobre las pi?atas, y el deber del jugador ser¨¢ reconstruir dicha base de datos. El modo de lograrlo, claro est¨¢, ser¨¢ creando un jard¨ªn al que se atraigan todas estas dulces criaturas y mand¨¢ndolas a fiestas de todo el mundo. As¨ª es, otra gran novedad del t¨ªtulo ser¨¢n las peque?as misiones que tendremos a nuestra disposici¨®n en todo momento: se nos piden tipos de pi?ata concretos, que adem¨¢s est¨¦n completamente felices; aunque, por suerte, no se nos impone un tiempo l¨ªmite para cumplirlas.
Si por algo destaca esta nueva entrega es por ser mucho m¨¢s asequible para el jugador. El original nos dejaba al frente de nuestro jard¨ªn, con algunas peque?as pistas, pero por su complejo planteamiento se antojaban insuficientes, sobre todo para los usuarios m¨¢s j¨®venes. Pero esto ha cambiado, y mucho, en Trouble in Paradise, ya que en sus primeros compases nos lleva lentamente de la mano por todas las caracter¨ªsticas del juego. Las indicaciones ser¨¢n constantes, y pr¨¢cticamente no podremos hacer otra cosa mientras no cumplamos los requisitos iniciales.
A medida que avancemos, se ir¨¢n desbloqueando nuevos elementos de juego, y seg¨²n ganemos niveles, obtendremos una mayor libertad para jugar a nuestro aire, sin que la m¨¢quina nos imponga ataduras. Esto es algo muy satisfactorio, que facilitar¨¢ mucho el acceso a muchos usuarios para los que el original era excesivamente complejo. La progresi¨®n ahora es mucho m¨¢s agradable y est¨¢ mucho mejor presentada.
Otro de los grandes a?adidos en la posibilidad de jugar de forma cooperativa, tanto local, como en interconexi¨®n, como a trav¨¦s de Xbox Live. Un modo para hasta cuatro jugadores en el que los invitados a tu jard¨ªn no podr¨¢n llegar y fastidiar sin m¨¢s, sino que, si te ayudan, ir¨¢n ganando puntos para, una vez lleno de color su cursor, poder hacer algo importante en nuestro jard¨ªn. Este modo esconde mucha diversi¨®n en su interior, y permite aligerar mucho el trabajo por hacer al repartirse entre varios. Adem¨¢s, sirve para que los mayores puedan ayudar a los m¨¢s peque?os con sus jardines.
Durante el juego, se ha a?adido un cuadro de selecci¨®n r¨¢pida de pi?atas, en el que podremos localizar enseguida a alguna de nuestras criaturas sin tener que pasar por el lento proceso de tener que localizarla visualmente y despu¨¦s ir a por ella. Algo que tambi¨¦n se aplica a las semillas, lo cual evita la lentitud de acceder a la tienda en un elemento tan recurrido como son estas. Dentro de la tienda, nos encontraremos muchos m¨¢s objetos a nuestra disposici¨®n con los que adornar nuestro jard¨ªn.
Habr¨¢ juguetes para nuestras pi?atas, como barcos para el agua o trenes que dan vueltas por nuestro jard¨ªn, algo que aumenta su felicidad. El cursor no se ver¨¢ limitado al recinto del jard¨ªn, y podremos hacer algo que en el original ech¨¢bamos de menos: salir fuera del mismo para ver las pi?atas que lo merodean y conocer as¨ª sus requisitos de visita/residencia. Tambi¨¦n tendremos acceso a unos carteles con los que podremos visitar un jard¨ªn ¨¢rtico y otro des¨¦rtico.
Estos jardines ser¨¢n secundarios, y accederemos a ellos para ir a cazar pi?atas particulares, poniendo trampas; posteriormente, la llevaremos a nuestro jard¨ªn principal. Otros cambios dignos de menci¨®n ser¨ªan la disminuci¨®n de las ralentizaciones al guardar partida, la posibilidad de poner muchos m¨¢s objetos en nuestras parcelas, la eliminaci¨®n de un nivel m¨¢ximo o la variaci¨®n de nacimiento de pi?atas seg¨²n lo bien que lo hagamos en el juego de romance. Y, por supuesto, las 32 nuevas pi?atas que tendremos para conseguir, el nuevo modo foto y alg¨²n que otro minijuego.
En su apartado sonoro, poco que decir, ya que es correcto y pasa bastante desapercibido al no ser m¨¢s que un mero acompa?ante a lo que ocurre en pantalla; eso s¨ª, casi sin darnos cuenta, la banda sonora entrar¨¢ a formar parte de la experiencia de forma inseparable. Los efectos sonoros est¨¢n a muy buen nivel, logrando dotar de vida a todo lo que acontece en pantalla. Las voces est¨¢n en completo castellano y de ellas se ha encargado los mismos actores del primer Viva Pi?ata.
Viva Pi?ata es jugabilidad en estado puro. Su sencillo interfaz y su agradable sistema de juego componen una de esas experiencias poco habituales, dise?adas para disfrutar con calma y sin restricciones de tiempo. Las mejoras introducidas al sistema son abundantes, perfeccionando su presentaci¨®n. Pero sigue siendo un t¨ªtulo muy particular, que no a todo el mundo agradar¨¢; eso s¨ª, se ha esforzado en intentar satisfacer a todos.
Tendremos el modo principal, lleno de retos y con el nuevo sistema de misiones, que cuenta con ese tutorial que nos lleva de la mano durante los primeros compases del t¨ªtulo. Pero tambi¨¦n podremos acceder a un modo diversi¨®n, en el que no tendremos que pasar por nada de eso y podremos crear nuestro jard¨ªn a nuestro antojo, sin complicaciones a?adidas (algo as¨ª como el juego original). Eso s¨ª, no podremos conseguir logros en dicho modo.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.