Odio y asedio en el espacio

?Alguien recuerda Dungeon Siege? Con sus dos entregas y respectivas expansiones, Gas Powered Games consigui¨® hacerse con un hueco entre los juegos de acci¨®n y rol. Ahora, casi 3 a?os despu¨¦s del lanzamiento de la segunda parte, la desarrolladora vuelve para proponernos una nueva aventura: Space Siege, ambientado en un futuro lejano, donde el destino de la raza humana pende de un hilo y solamente un hombre, un h¨¦roe, puede devolvernos la esperanza.

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En el futuro las cosas no van bien. S¨®lo hay que ver los argumentos utilizados por los juegos de ciencia ficci¨®n: holocaustos nucleares, guerras mundiales, invasiones alien¨ªgenas, virus mortales y cat¨¢strofes varias... desolador, ?verdad? Bueno, supongo que un t¨ªtulo donde todo va a la perfecci¨®n y nunca pasa absolutamente nada, tampoco atraer¨ªa demasiado al p¨²blico. La historia de Space Siege nos parece tan familiar como si realmente hubiera ocurrido. Algo as¨ª como exploradores humanos conocen raza hostil, se gustan y estos deciden invadir La Tierra, entonces la raza humana huye en una nave colonizadora pero la raza hostil quiere que le vuelvan a dar una oportunidad... bla, bla, bla.

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Es el momento de decir que, si partimos de la base de que un argumento trillado no deber¨ªa ser motivo para descalificar un juego, vale. Pero, ?basta ya de adaptaciones de Alien! El d¨ªa que nos encontremos de verdad con seres de otro planeta, no vamos a tener m¨¢s que prejuicios, hombre. Cierto es que se lo van buscando, porque aniquilar todo nuestro planeta natal y salir en busca del ISCS Armstrong, donde los ¨²ltimos restos de la humanidad buscan un destino en el que comenzar una nueva vida, no es algo bueno. Menos mal que est¨¢ all¨ª nuestro protagonista, Seth Walker, para darles a estos bicharracos su merecido, y desde el mismito principio del juego.

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Ya que nada m¨¢s comenzar, sin m¨¢s introducci¨®n que unos pocos hombres y mujeres corriendo despavoridos por las galer¨ªas de una nave espacial, nos encontraremos controlando a nuestro amigo, en un desesperado intento por contener a los Keraks, o sea, los malos, que han conseguido introducirse en el transporte. Y aunque no estamos solos, ya que algunos soldados nos brindan fuego de cobertura, la cantidad de enemigos es tal que no ser¨¢ extra?o que terminemos desfallecidos en la enfermer¨ªa. Desde este lugar, y sin darnos los buenos d¨ªas ni nada, el comandante de la nave nos ordenar¨¢ proteger al encargado de revisar el estado de los motores de la nave.

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El manejo, exclusivo con el rat¨®n, es el t¨ªpico de los juegos de rol y acci¨®n. Con el bot¨®n izquierdo seleccionamos hacia donde nos movemos, con el derecho atacamos. El teclado se usa para proporcionar accesos r¨¢pidos a objetos, habilidades o pantallas de informaci¨®n, como la ficha de personaje o el mapa de la zona en la que nos encontremos. Se echa en falta la posibilidad de un minimapa presente, de forma continuada, en la pantalla. El control de la c¨¢mara, tanto con la rueda del rat¨®n como las teclas WASD, no da lugar a demasiadas confusiones. Se puede decir que para cualquiera con una m¨ªnima experiencia en el g¨¦nero, el manejo le resultar¨¢ un juego de ni?os.

En Space Siege, a diferencia de Dungeon Siege, no controlamos a un grupo de personajes, y nos limitaremos a decidir las acciones de Seth. Una excepci¨®n es HR-V, quien una vez localizado y reparado, nos seguir¨¢ fielmente. Podemos ordenarle que ejecute ciertas acciones, como atacar, ir hasta un lugar o auto repararse. Si HR-V cae, necesitaremos repararlo por completo antes de que pueda volver a acompa?arnos en nuestras andanzas por la ISCS Armstrong. Es una ayuda inestimable, pero en momentos de verdadero caos, uno no puede pararse a decidir las acciones del droide, y termina sirviendo de escudo mientras aprovechamos la distracci¨®n para aniquilar a los Kelkar.

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Porque Seth Walker, como buen especialista en rob¨®tica y miembro de las Fuerzas de Seguridad de la Alianza, es un experto en combate, tanto a distancia como cuerpo a cuerpo. Varias son las armas que podremos portar, desde ametralladoras hasta lanzacohetes, pasando por rifles s¨®nicos y dem¨¢s. Para la lucha en corto, disponemos de una cuchilla de energ¨ªa, que har¨¢ estragos en los oponentes con armaduras m¨¢s d¨¦biles. Podremos lanzar granadas, para afectar a los enemigos en un radio mayor, pero por si todo este arsenal fuera poco, Seth est¨¢ entrenado en algunas habilidades y capacidades especiales que lo convierten en un aut¨¦ntico vengador.

Las habilidades nos otorgan ventajas, como m¨¢s puntos de vida, incremento del da?o causado con ciertas armas, mejora de la precisi¨®n... Cada una puede tener una puntuaci¨®n de 0 a 5, divididas en habilidades de combate y de rob¨®tica, formando un ¨¢rbol en el que es necesario atribuir ciertos puntos a algunas para conseguir otras. Conseguiremos puntos al finalizar misiones, o con la simple experiencia adquirida al acabar con los enemigos, y los repartiremos libremente entre cualquiera de las posibilidades desbloqueadas. Las habilidades no tienen que activarse, es decir, son pasivas, y sus ventajas se aplican de inmediato y de forma continua. No as¨ª las capacidades especiales...

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Estas no pueden comprarse, ni existen puntos para repartir entre las mismas. Se consiguen encontrando ciertos dispositivos en la nave, como balas inflamables o granadas. Usarlas gastar¨¢ parte de nuestra barra de energ¨ªa, pero adem¨¢s no puede hacerse de forma seguida, si no que despu¨¦s de usada, hay que esperar un poco antes de volver a utilizar la misma capacidad. Estas nos permiten lanzar un estallido de energ¨ªa, o concentrarla sobre un solo oponente, aumentar nuestra velocidad... ese tipo de cosas. Si nos quedamos sin energ¨ªa, tendremos que descansar un poco, ya que a diferencia de los puntos de vida, esta se recarga de forma lenta pero autom¨¢tica.

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El objetivo de Space Siege es descubrir que ha ocurrido en la nave de colonizaci¨®n, e intentar agrupar a todos los supervivientes posibles. Como las zonas explorables se limitan a la ISCS Armstrong, el juego se convierte en un eterno viaje entre pasillos y galer¨ªas para aterrizar, ocasionalmente, en algunas salas o salones de mayores dimensiones. Los enemigos pueden aparecer por cualquier lado, y sin previo aviso, por lo que no podemos perder atenci¨®n si no queremos vernos sorprendidos. Todos nuestros compa?eros rescatados se quedar¨¢n en una zona de la nave habilitada como improvisado refugio... la zona de descanso de los oficiales de la Alianza.

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Las misiones no solo consisten en rescatar a un personaje concreto, aunque no van mucho m¨¢s all¨¢ de llegar a una zona dada por cualquier motivo o recuperar un objeto necesario para el grupo y la trama. Eso s¨ª, el camino estar¨¢ repleto de Kelkar deseosos de mostrarnos como de bien se les da eso de aniquilar seres humanos... y de otros enemigos m¨¢s sorprendentes. Durante la primera parte del juego, la dificultad se basa ¨²nicamente en el n¨²mero de oponentes, aunque ocasionalmente van apareciendo criaturas de mayor poder, para las cuales tendremos que pensar, aunque solo un poco, en alg¨²n tipo de estrategia que no sea s¨®lo disparar y moverse... que por otro lado es la que mejor funciona.

Afortunadamente, ning¨²n inspector de seguridad se ha pasado recientemente por la ISCS Armstrong, ya que les habr¨ªan retirado la licencia de inmediato. Casi toda la nave se encuentra repleta de barriles de combustible y otros objetos inflamables y explosivos, de manera que muchas veces es posible acabar con un grupo de Kelkar disparando a un solo bid¨®n de gasolina, o lo que sea que utilicen en esta ¨¦poca, pero que explota igual de bien. Con un poco de suerte y si conseguimos guiar al grupo enemigo a un lugar bien cargado de estos recipientes, el espect¨¢culo de luces y sonido se dejar¨¢ ver y o¨ªr en toda la galaxia conocida.

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Otro de los aspectos m¨¢s representativos de Space Siege es la humanidad de Seth. Al principio nos extra?aremos de ver una barra con este t¨ªtulo en su ficha de personaje, pero m¨¢s tarde se desvela el razonamiento. Aunque nuestro h¨¦roe es un ferviente partidario de la rob¨®tica frente a la cibern¨¦tica, y se opone a cualquier tipo de modificaciones en la integridad del ser humano, no dudar¨¢ en dejarse colocar todo tipo de instrumentos que le permitan realizar mejor su trabajo, en un sacrificio personal por salvar a la raza humana de la destrucci¨®n tra¨ªda por los Kelkar. Cabeza, torso, brazos o piernas son susceptibles de recibir este tipo de implantes.

As¨ª, podremos conseguir una mejor precisi¨®n o un aumento de la probabilidad para ejecutar ataques cr¨ªticos, m¨¢s resistencia o mayor velocidad de ataque y movimiento. Si combinamos el efecto de los implantes con las habilidades y capacidades especiales, no queda duda de que si Seth no puede librarnos de los Kelkar, nadie m¨¢s podr¨ªa. Eso s¨ª, sin riesgo no hay gloria, y por cada implante iremos reduciendo la humanidad de Seth. Estas decisiones afectar¨¢n al curso de la historia, y no son revocables, ya que un dispositivo no puede desinstalarse una vez se ha implantado en el individuo. M¨¢s nos vale pensar dos veces antes de adquirir esa ganga de aparato cibern¨¦tico.

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Space Siege es un portento gr¨¢fico, al menos para la costumbre en su g¨¦nero. Modelos tridimensionales muy bien realizados, unidos a un entorno en el que se ha cuidado el nivel de detalle dan resultado a una experiencia visual atractiva. Los personajes est¨¢n bien definidos, los alien¨ªgenas bastante trabajados y los elementos del escenario acompa?an a la perfecci¨®n. El hecho de que muchos de estos objetos respondan ante el contacto del personaje, o sufran cambios tras explosiones o disparos, otorga una mayor sensaci¨®n de realismo, y convierte al t¨ªtulo en un referente gr¨¢fico para los juegos de acci¨®n y rol.

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Los cambios son representados en el personaje, tanto si se trata de un arma nueva como de las consecuencias de los implantes cibern¨¦ticos. Hasta el uso de las capacidades especiales tiene cabida en este apartado. Eso s¨ª, no existe una gran variedad de opciones, y este hecho termina perjudicando al t¨ªtulo, que a pesar de tener unos gr¨¢ficos de calidad, terminan volvi¨¦ndose aburridos al no observar demasiados cambios conforme la historia avanza. El hecho de pasar toda la historia dentro de la nave de colonizaci¨®n tampoco es un plus, a pesar de las ¨¢reas diferenciadas en las que podemos entrar.

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Al resumir la jugabilidad, nos encontramos con un desarrollo bastante simple. No es el hecho de que nos vayamos a pasar casi todo el tiempo de juego repartiendo muerte a diestro y siniestro, si no lo sencillo que resulta hacerlo. Puede que al no incluir una gran cantidad de opciones, se haya decidido no incrementar la dificultad de manera significativa, pero es que a veces roza lo absurdo. Como si su visi¨®n se basara en el movimiento, muchos Kelkar no atender¨¢n a nuestra presencia hasta no haber recibido un par de impactos, o dos de nuestras balas pero, eso s¨ª, entonces se lanzar¨¢n todos en tropel como si hubieran descubierto que acaban de empezar las rebajas.

Llega el momento de las cr¨ªticas y, lamentablemente, esto nos lleva a que lo peor de Space Siege es la historia. Peca de poco original, vista hasta la saciedad. Hasta la inclusi¨®n de ciertos momentos de ligera tensi¨®n, como sombras y extra?as voces recorriendo el final del pasillo en el que nos encontramos, no puede decirse que no se hayan visto nunca en el cine o los videojuegos. El problema no es que este demasiado visto, es que no engancha al jugador. El usuario tiene que poner mucho de su parte para que la historia interese, y que la mayor parte del tiempo nos la pasemos pegando tiros a los alien¨ªgenas no es un aliciente para un juego de rol... a pesar de que se haga llamar tambi¨¦n de acci¨®n.

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- Escasas opciones y muy sencillo.

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