Simbiosis casi perfecta

La semana pasada analizamos Geometry Wars: Retro Evolved 2, un juego sencillamente genial, con una lista de virtudes bastante amplia. Su merecido 8.5 no hac¨ªa sino confirmar que el mes de Agosto iba a ser el mes del Xbox Live Arcade. Ante la ausencia de juegos de gran nombre -a excepci¨®n del sobresaliente Soul Calibur IV, lanzado el 31 de julio-, Microsoft se ha puesto las pilas ofreciendo a los usuarios juegos esperad¨ªsimos a trav¨¦s de su servicio de descargas. Geometry Wars fue el primero, seguido de este Braid, y a los que se les sumar¨¢n en las pr¨®ximas semanas Bionic Commando Rearmed -ma?ana mismo-, Galaga y Castle Crashers, Beat'em Up de la gente de Alien Hominid.

Braid es? el juego que nos ocupa. Si se mira la lista de lanzamientos previstos, queda bastante claro que es el ¨²nico sin un gran nombre como reclamo. Lo cual es una l¨¢stima, porque el lanzamiento del juego entre tanta gran licencia no es algo aleatorio, aunque si contraproducente: muchos dejar¨¢n pasar el que es, sin duda, no s¨®lo uno de los mejores juegos de Xbox 360, sino adem¨¢s uno de los t¨ªtulos m¨¢s redondos que ha dado el ocio electr¨®nico en los ¨²ltimos a?os. Lo mismo que pas¨® con Portal, se vive ahora con Braid.

Es m¨¢s, los paralelismos con el juego de Valve no acaban ah¨ª. Braid ha sido comparado con ¨¦l en infinidad de reviews, as¨ª como con la Obra Maestra de los c¨®mics Watchmen. Este ¨²ltimo ejemplo viene perfecto para aclarar por qu¨¦ Braid es tan brillante, y es principalmente porque s¨®lo puede ser un videojuego, de la misma forma que Watchmen s¨®lo cobra su sentido completo entre vi?etas y bocadillos. Es una idea ¨²nicamente aplicable al ocio electr¨®nico para ser abarcada en toda su magnitud, un proyecto surgido de la mente de Jonathan Blow, un desarrollador independiente que, desgraciadamente, confirm¨® el pasado lunes que no hay posibilidades de ver Braid 2.

Definir Braid es bastante complicado, ya que no es un videojuego tradicional, pero tampoco algo que nunca se haya visto. M¨¢s bien podr¨ªa decirse que sabe fusionar elementos de varios g¨¦neros y hacerlo como hasta ahora s¨®lo hab¨ªan intentado algunos t¨ªtulos. Los cl¨¢sicos Abe Odyssey podr¨ªan ser algo similar, pero a?adiendo la base de Mario Bros e incluyendo control sobre el tiempo de forma completa, mucho m¨¢s variable que en t¨ªtulos como Prince of Persia o Timeshift.

Tampoco es algo imposible, Braid es accesible para todo el mundo. Los que quieran logros f¨¢ciles, pueden comprarlo y avanzar por las fases sin perder tiempo. En cinco minutos puedes acabarte el juego, de la misma forma que en Myst pod¨ªas resolver el misterio argumental justo al empezar, sin meterte en lo que verdaderamente era el juego en s¨ª. De cada uno depende: si quieres algo r¨¢pido, tira hacia adelante, desbloquear¨¢s cinco logros: felicidades, 100 puntos m¨¢s a tu Gamertag.

Pero Braid no tiene esa intenci¨®n. La intenci¨®n es que en cada uno de los mundos, divididos en varias subfases, vayas recuperando una serie de piezas de puzle que se encuentran repartidas por el mapeado. La forma de obtenerlas es donde radica toda la gracia, pues si bien algunas son bastante obvias, para otras la cosa se complica y es aqu¨ª donde juega la estrategia y los puzles, que siguen una l¨®gica similar al de las aventuras gr¨¢ficas: activa esto, vete all¨ª y coge lo otro, vuelve atr¨¢s para desbloquear la puerta, crea un clon y activa el pulsador, etc¨¦tera.

Todo el escenario es clave para desentra?ar la forma de conseguir las piezas. El quinto mundo, por ejemplo, permite crear una zona donde el tiempo se ralentiza. Esto puede usarse para hacer que los ca?ones que lanzan proyectiles vayan m¨¢s lento, para saltar a zonas lejanas aprovech¨¢ndose del tiempo bala o, simplemente, para hacer una cadena de saltos sobre varios enemigos para as¨ª impulsarse a plataformas muy elevadas. Esto s¨®lo para coger una pieza. Los puzles son retorcidos y hacen gala de una imaginer¨ªa extra?amente adictiva.

Obtener todas las piezas puede llevar horas, d¨ªas. D¨ªas en los que la soluci¨®n a los enigmas seguir¨¢ rondando por la cabeza hasta ser ejecutada. Y una vez logrado, la sensaci¨®n que se queda es tan plena como satisfactoria. Sencillamente, pocas veces conseguir un simple objeto del mapeado proporciona una liberaci¨®n tan grande. Adem¨¢s esto es recompensado, y es que si no se completan los cinco puzles de los cinco mundos -el primero no cuenta, se va del dos al seis-, no se podr¨¢ acceder a la fase final del juego. M¨¢s bien, un ep¨ªlogo jugable tan memorable como ¨¦pico.

Conseguir esto con una historia tan nimia es adem¨¢s todo un logro. No hay cuadros de di¨¢logo, no hay v¨ªdeos que enlacen las fases. Las ¨²nicas pistas sobre Tim se encuentran en unos libros que hay antes de cada nivel, que puedes pasar si no te apetece leer los pensamientos del personaje, su vida pasada y motivaciones. No es ¨¦pico, sino l¨ªrico, texto reflexivo que no aporta nada sobre el argumento, sino sobre lo que hay detr¨¢s del joven trajeado que sirve como h¨¦roe de la aventura.

Esta decisi¨®n se ampl¨ªa tambi¨¦n a lo t¨¦cnico. Gr¨¢ficamente Braid es un juego que evoca sentimientos que pocos videojuegos consiguen. Es m¨¢s en la l¨ªnea de ICO o Shadow of the Colossus, pero sin olvidar los colores ni convertir los escenarios en un funeral. Los fondos est¨¢n realizados emulando un cuadro en oleo, que va cambiando a medida se camina y deform¨¢ndose con el tiempo, los efectos ambientales o los movimientos de Tim. La m¨²sica es digna de una buena pel¨ªcula, unas composiciones m¨¢s dignas de algo que no se trata de un videojuego, que en conjunci¨®n con los fondos hacen un todo deslumbrante. Y todo esto se consigue sin pretender crear ARTE en s¨ª mismo, s¨®lo d¨¢ndole un enfoque totalmente diferente a un aspecto que cada vez busca ser m¨¢s foto-realista y menos imaginativo.