[E3] Postal 3: Catharsis
Postal es sin¨®nimo de controversia, de rabia y de humor. Digan lo que digan los m¨¢s puristas, Running With Scissors es una de esas pocas compa?¨ªas americanas capaces de sintetizar el absurdo comportamiento humano, con una escopeta en una mano y un gato en la otra.
Mucho se ha hablado acerca de la naturaleza de Postal, mucho menos apreciada que la de GTA por contar con una base mucho menos consolidada que la del t¨ªtulo de Rockstar. RWS, una peculiar empresa americana que publica mensualmente en su p¨¢gina web el retrato de una ?Postal Babe', siempre ha querido dejar claro que su intenci¨®n no es otra m¨¢s que la de ofrecer un videojuego divertido y sarc¨¢stico sobre la sociedad actual, un mensaje que no ha acabado de calar hondo entre los cr¨ªticos.
Desde que Postal 2 viese la luz en PC la latencia de la saga ha ido disminuyendo, y la informaci¨®n sobre la tercera entrega que hoy os acercamos era -y a¨²n lo es-, muy escasa considerando el tiempo que ha transcurrido desde que se hiciese p¨²blico su desarrollo. El cambio generacional, bajo presupuesto -Postal 2 no fue un fracaso en ventas como muchos quieren hacer pensar-, y un supuesto retraso en la producci¨®n para colaborar en el desarrollo del film oficial inspirado en el videojuego, una pobre adaptaci¨®n de Uwe Boll descaradamente humillante y sin sentido que va m¨¢s all¨¢ del humor ¨¢cido del que puede presumir Postal 2.
Lejos de retomar la mec¨¢nica de Postal 2, esta tercera entrega emplea un motor retocado del Valve's Source, que por un lado les ha permitido crear un entorno en tercera persona mucho m¨¢s detallado que el Unreal de su antecesor, y por el otro les concede mayor margen de maniobras a la hora de recrear la important¨ªsima interfaz online, un aspecto determinante que en opini¨®n de RWS es un requisito indispensable para todo shooter que se precie en la actualidad, m¨¢s a¨²n con el servicio que les facilita Microsoft, con su particular Live!
Los primeros compases de la demostraci¨®n nos transportan hacia una ciudad repleta de viandantes de los que podremos tomar buena cuenta haciendo acopio de armas variopintas. Aparte de la tradicional sierra mec¨¢nica y de la ametralladora pesada, contamos con un perro aderezado con explosivos que podremos lanzar a los ciudadanos a nuestro antojo. Lo mismo ocurre con un peque?o mico rob¨®tico puesto a nuestra disposici¨®n, una graciosa novedad que nos permitir¨¢ distraer a los enemigos para asestarles un golpe de gracia con cualquier arma que tengamos a mano.
Gracias al motor gr¨¢fico de Valve, Postal Dude cuenta con un abanico de posibilidades mucho m¨¢s amplio que en anteriores ocasiones. Si en Postal 2 el barril de gasolina y las cerillas no ten¨ªa mucha m¨¢s utilidad que la de bromear con nuestros compa?eros en partidas en red, en Postal III podemos rociar un coche completamente con gasolina y ver como prende tras lanzar una cerilla al rastro de gasolina, o simplemente optar por quemar una tienda entera si la situaci¨®n as¨ª nos lo exige. El mecanismo de juego se ve alterado por inercia y abandona la f¨®rmula cl¨¢sica para ?obligarnos' a realizar una serie de actividades mucho m¨¢s violentas que en anteriores versiones.
La posibilidad de aniquilar a todo transe¨²nte que se nos cruce no es tan llamativa como los constantes comentarios de Postal Dude al pensar en su padre, o en su insoportable mujer, o incluso en su desastrosa y p¨²trida caravana, constantemente orinada por su perro-de ah¨ª el apodo del protagonista, una frase hecha que en jerga americana viene a decir que alguien est¨¢ quemado, desesperado o fuera de s¨ª- . Es la situaci¨®n del protagonista lo que da el sentido al juego, el cansancio y la rutina que, trasladada a la vida real, no deja de tener cierta coherencia. RWS no ha variado tanto este enfoque como la violencia con la que se resuelven algunas situaciones, y si en Postal 2 ¨¦ramos libres de llevar una vida pl¨¢cida y aguantar las trastadas que nos gastan el resto de vecinos, en esta ocasi¨®n nos veremos forzados a irrumpir, por poner un ejemplo presente en la demostraci¨®n, en una tienda er¨®tica destruyendo y aniquilando todo lo que encontramos a nuestro paso.
A¨²n queda una larga lista de celebrities por anunciarse, y en la t¨®nica general de la compa?¨ªa, sus m¨¢ximos responsables han anunciado que de aqu¨ª al lanzamiento del juego cada mes publicar¨¢n en su p¨¢gina web oficial el nombre de otro representante de la clase alta estadounidense.
Postal 2 necesit¨® varias actualizaciones de 200megas (en aqu¨¦l entonces una aut¨¦ntica burrada para un juego reci¨¦n lanzado a la calle, y m¨¢s trat¨¢ndose de un FPS), en parte por culpa de los interminables cortes para cargar que se tomaba el juego, incluso una vez instalado por completo en el disco duro. De ah¨ª que las duras cr¨ªticas que recibi¨® el juego en su momento no hiciesen tan s¨®lo referencia a su mecanismo, sino tambi¨¦n a los m¨²ltiples bugs de los que hac¨ªa gala. RWS tom¨® cartas en el asunto y para la salida de la expansi¨®n Apocalypse Weekend, tambi¨¦n centrada en el plano del multijugador, todos estos problemas quedaban pr¨¢cticamente resueltos. Aunque los tiempos de carga segu¨ªan oscilando entre los 3, 4 minutos de duraci¨®n.
- Acci¨®n