Enemy Territory: Quake Wars
- Plataforma3607PS36.5PC9
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorSplash Damage
- Lanzamiento28/09/2007 (PC)29/05/2008 (360, PS3)
?Fuera de lugar?
En lo que podr¨ªa haber sido una interesante conversi¨®n a consolas de uno de los t¨ªtulos m¨¢s exitosos de soporte online, Splash Damage falla en adaptar el "feeling" de compatibles debido a un control mal adaptado, un rimo de juego demasiado r¨¢pido y unas carencias de las distintas versiones totalmente incomprensibles. A¨²n as¨ª, aquellos que sepan perdonarle estos errores se encontrar¨¢n con una experiencia disfrutable.
Pocas sagas gozan del prestigio del aficionado a la industria como es Enemy Territory. Ya sea a trav¨¦s de sus incursiones m¨¢s antiguas con la saga Wolfenstein o de esta m¨¢s actual si bien no menos exitosa Quake Wars, los jugadores m¨¢s exigentes han encontrado una experiencia longeva y destacable dentro del territorio online, con mucho competidor a d¨ªa de hoy. Pero a pesar de toda esa veteran¨ªa, es complicado imaginarse la guerra de Strogg contra los GDF en consolas; ya sea por el tipo de p¨²blico al que va digirido, ya sea por ese tipo de experiencia que requiere de toda la amplitud de medios que nos proporcionan el teclado y el rat¨®n.
A¨²n as¨ª, finalmente Activision ha decidido distribuirlo en Xbox 360 y PlayStation 3. La decisi¨®n, que se apoya en ocho meses de desarrollo, ha sido respaldada por unos prometedores precedentes como lo fue el Unreal Tournament 3 para PS3, por citar alg¨²n ejemplo reciente. Unos precedentes que hacen presagiar vientos de cambio, y, de paso, el debate de turno acerca de si es posible trasladar la experiencia de un PC hacia una consola con la mayor fidelidad posible.
Quake Wars: Enemy Territory es un gran juego, un est¨¢ndar que se mantiene inalterable en su esencia con el paso de los a?os sin perder un ¨¢pice de su frescura, am¨¦n de uno de los juegos m¨¢s rentables a nivel de horas de diversi¨®n que ha salido en mucho tiempo. No podemos dejar de recomendaros la lectura del elaborado an¨¢lisis que hicimos en su d¨ªa al respecto para complementar la informaci¨®n aqu¨ª vertida.
Sin embargo, con esta conversi¨®n ocurre algo. Al principio todo parece estar en orden, y, de hecho, puedes disfrutar con cierta facilidad un buen n¨²mero de partidas, pero en cuanto pasa el tiempo y lo comparas con el original que fue concebido, te das cuenta de que algo no va bien. Parece ser que el cambio ha costado m¨¢s de lo previsto y ha habido prisas con el lanzamiento; si no, resultan inexplicables ciertos aspectos cuya calibraci¨®n no requer¨ªa mucho esfuerzo.
El contexto para la guerra ya lo conocer¨¢n muchos: un mundo futurista, un conflicto entre las GDF y la raza alien¨ªgena Strogg. Realmente, esta aportaci¨®n argumental es m¨ªnima; a¨²n en el modo campa?a, preparado para las partidas offline, no existe ning¨²n hilo que seguir. Se limitan a peque?as partidas con bots, que, dicho sea de paso, cuentan con una IA p¨¦sima. As¨ª que a pesar de que hubiera sido de agradecer algo m¨¢s de mimo en este aspecto, no tanto en la respuesta enemiga, dentro de los est¨¢ndares, como en la de tus compa?eros, completamente ca¨®tica, el fuerte se integra en la faceta multijugador. De todos modos, se echa muy en falta un modo tutorial que cubra todas las inc¨®gnitas jugables que tiene Quake Wars, que son muchas por la densidad del conjunto.
T¨¦cnicamente hablamos del motor de Doom 3, as¨ª que pod¨ªamos esperarnos un contraste en calidad respecto a lo que ten¨ªamos por costumbre en esta generaci¨®n. Y, efectivamente, es as¨ª. Si el juego de id pod¨ªa funcionar en la Xbox original, vemos c¨®mo el cambio a su sucesora crea un enorme pelda?o entre sus coet¨¢neos. Por lo dem¨¢s, se mantiene toda esa suciedad que caracterizaba a los entornos, se mantienen los modelados b¨¢sicos pero efectivos en armas, veh¨ªculos y se mantienen los efectos de luz y explosiones a un nivel simplemente correcto. Aqu¨ª lo importante es la eficiencia, una eficiencia que no llega a materializarse a causa de los tiempos de carga, un tanto largos y absurdos.
Curiosamente, durante la acci¨®n el motor corre a una velocidad tal que ser¨¢ imposible no percatarnos de ello en cuanto tomemos el mando. ?Causa del cambio de m¨¢quina o intento de adaptar el ritmo de juego a las consolas? De un modo u otro, el resultado es algo muy dispar a lo que ofrecen los est¨¢ndares del g¨¦nero. Vemos algo anti-natural que acelera el frenetismo quiz¨¢s demasiado, hasta el punto de hacer las partidas ca¨®ticas, como si estuvi¨¦semos en un death-match de Half Life en vez de en un lugar donde cooperar y buscar el objetivo com¨²n es fundamental para avanzar.
No existe un apartado sonoro remarcable. M¨¢s bien supone una serie de gui?os a Quake 3 sumado a un trabajo de voces correcto, nada destacable. En ocasiones incluso repetitivo por la carencia de temas musicales acordes a lo que ocurre en pantalla. Tambi¨¦n gozaremos del doblaje ¨ªntegro al castellano por voces familiares, como ya ocurri¨® en la versi¨®n de compatibles y como se esperaba que ocurriese en consola.
Pero entrando en materia jugable, Quake Wars cumple a la hora de llevar el control con ¨¦xito a un pad. O al menos lo traslada de manera correcta. Para cambiar de herramientas y armas utilizaremos L1/LB y R1/RB respectivamente, de forma que para acceder a una concreta puede suponer un engorro a diferencia del pad num¨¦rico. El pad digital lo usaremos para dar ¨®rdenes a nuestro equipo, as¨ª que el resto de funciones se asemejan bastante al est¨¢ndar del estilo. En el autoapuntado, no obstante, se ha cometido el error de no dejar una opci¨®n de semi-autom¨¢tico. Tanto la manual como la autom¨¢tica, esta ¨²ltima por defecto, no llegan a convencer; la primera por, debido a la alta velocidad durante las partidas, lo poco preciso que puede llegar a ser; la autom¨¢tica, por el contrario, deja muy poco margen de maniobra.
Obviando estas taras, competir por los distintos objetivos de cada mapa -recordemos que hay 12 en total- en una partida con gente dispuesta a coordinarse puede ser toda una delicia. Cada bando, Strogg y GDF, cuentan con sus clases, muy diferenciadas entre s¨ª en cuanto a estilo y habilidades. La mec¨¢nica del t¨ªtulo se reduce as¨ª a utilizar dichas clases para completar las misiones encomendadas. B¨¢sicamente, podr¨ªamos decir que se trata de conquistar los territorios del adversario. Ni que decir tiene que el toma y daca que se da en una disputa re?ida brinda momentos muy fren¨¦ticos, adem¨¢s de una serie de habilidades extra para cada clase que iremos desarrollando progresivamente.
La otra cara de la guerra la dan los veh¨ªculos, de variada ¨ªndole y funciones a cual m¨¢s divertida, ya provengan de un bando u otro. Ambos tienen sus versiones de jetpack, tanques, quads, robots a¨¦reos? para moverse por el territorio y atacar de manera contundente. Su control podr¨ªa haber sido m¨¢s correcto, puesto que tanto la velocidad como la direcci¨®n se controlan desde un ¨²nico stick, pero siguen siendo de lo m¨¢s destacable que nos deja Quake Wars por sus posibilidades estrat¨¦gicas.
El lado amargo lo componen todos los elementos negativos mencionados anteriormente, sumados al hecho de que tan s¨®lo 16 jugadores podr¨¢n competir simult¨¢neamente. Autom¨¢ticamente los mapas son demasiado grandes, puesto que estuvieron programados para los 24 del t¨ªtulo original, y no se hace ning¨²n esfuerzo por adaptarlos con un m¨ªnimo de eficiencia. Esta aceleraci¨®n del ritmo podr¨ªa haberse hecho adrede a tal efecto, pero la sensaci¨®n que queda una vez se toman las riendas del multijugador no es tal, derivando en momentos demasiado ca¨®ticos y que de ning¨²n modo evocan las sensaciones que producen los grandes multijugadores.
M¨¢s diferencias incomprensibles. Xbox 360 no cuenta con el sistema de subida de nivel con el que s¨ª contaba el PC. Es decir, mejoran nuestras habilidades conforme vamos usando las distintas clases pero no vamos subiendo de rango militar en consecuencia. En PS3 no ocurre tal cosa, as¨ª que s¨ª que disfrutamos de esta opci¨®n con la que cuenta el original. A cambio, el apartado gr¨¢fico se muestra m¨¢s desagradecido si cabe, con unas texturas rugosas, poco definidas y una instalaci¨®n que no ayuda nada a mejorar el acabado. Y lo que es peor, por nuestra experiencia podemos aseguraros que pueden estropearse no pocas partidas debido a la mala conexi¨®n de cualquier participante. En Xbox 360 no ocurre esto, as¨ª que 'a cambio' de los rangos tanto gr¨¢ficamente como a nivel de eficiencia todo funciona a unos niveles razonables.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.