Postal 3: Catharsis

El hecho de que un empleado postal llegue al extremo de la locura m¨¢s violenta por el estr¨¦s inherente al trabajo que desempe?a, es un leyenda urbana tan extendida como la famosa muchacha que acecha en las curvas. Ahora bien, producir un videojuego con tales premisas es una realidad, m¨¢s todav¨ªa si tenemos en cuenta que se acerca su tercera entrega.

Controvertida por su propia naturaleza, la saga Postal no es, ni mucho menos, desconocida en el mundo del videojuego. Hace ya 11 a?os de la llegada a nuestros ordenadores de su primera entrega, que no dej¨® indiferente a ninguno de los que se atrevieron a probarla, incluyendo a muchos que decidieron expresar su opini¨®n en base a los rumores, infundados o no, que circularon en torno al juego.

Los chicos de Running with Scissors, cuyo nombre ya indica mucho sobre sus inclinaciones respecto al ocio, siguieron la t¨¢ctica de, si no quieres caldo, toma dos tazas, presentando una secuela en 2003. Esta continuaci¨®n no suaviz¨® para nada los t¨¦rminos que promovieron su primer t¨ªtulo, pero supuso la llega de la tercera dimensi¨®n a Paradise City. Mismo argumento, mismo protagonista... misma dosis de acci¨®n.

Para los que han mantenido su mente alejada de tal cantidad de violencia gratuita, Postal trata de un simple individuo, el cartero, v¨ªctima de las circunstancias y?bajo nuestro completo control, con el cual satisfacer todas las brutalidades y masacres que, afortunadamente, no son vistas con buenos ojos en la vida real. Obligada indicaci¨®n llegados a este punto, no confundir la realidad con la ficci¨®n. Pase lo que pase, Postal es s¨®lo un juego.

La tercera entrega, que tambi¨¦n saldr¨¢ para Xbox360, transcurrir¨¢, a diferencia de las anteriores en la ciudad de Catharsis, donde nuestro personaje decide hacer una visita para sembrar el caos, aburrido ya de patearse las mismas calles y ensuciar los mismos parques. Parece que el cambio de aires no le va a sentar nada bien, porque sus reacciones en cuanto pise la nueva ciudad ser¨¢n exactamente iguales.

Y as¨ª, con completa libertad para hacer todo lo que nos plazca, rondaremos las calles de Catharsis. Sin argumento, sin gui¨®n... s¨®lo nosotros y nuestro apetito asesino. En sus precuelas, Postal transcurr¨ªa durante 5 d¨ªas, de lunes a viernes, aunque no se ha desvelado como se organizar¨¢n las fases en la nueva versi¨®n... ?habr¨¢ decidido nuestro amigo sacarse unos pavos adicionales, haciendo horas extra?
Los habitantes de esta nueva ciudad seguir¨¢n su propio ritmo de vida, sin importarles nuestra presencia. Pasear¨¢n por las calles, comprar¨¢n el pan en sus tiendas y har¨¢n todo aquello que la rutina diaria o, mejor dicho, la inteligencia artificial, les ha ido imponiendo con el paso del tiempo. Puede que en ocasiones se l¨ªen a mamporros entre ellos, pero salvo esos contratiempos, nada amenaza su apacible existencia.

Entonces llegaremos nosotros, con nuestros aires de psic¨®tico nuevo en la ciudad. Si queremos, ser¨¢ el momento de esparcir el caos por Catharsis, de forma similar a lo que hicimos en Paradise City. Recogeremos armas y objetos, en ocasiones de lo m¨¢s absurdo, y las usaremos para crear tanta confusi¨®n y desconcierto entre los ciudadanos como podamos, intentando sobrevivir para ver un nuevo d¨ªa.

As¨ª, adem¨¢s de las t¨ªpicas pistolas, cuchillos o fusiles, nos haremos con gatos, cabezas de ciudadanos ca¨ªdos... Observar¨¦is que en las im¨¢genes puede apreciarse como se puede convertir un tej¨®n en un arma de destrucci¨®n masiva, as¨ª que no esper¨¦is que el resto del t¨ªtulo siga ninguna l¨®gica aceptada por una mente cuerda, recordad que somos un subproducto del estr¨¦s producido en el servicio postal.

En esta ocasi¨®n, Running with Scissors se ha decantado con usar el 'Source Engine', de Valve, frente al motor de Unreal, usado en Postal 2. Los gr¨¢ficos que van saliendo a la luz, casi con cuentagotas, demuestran cierta mejora de la calidad frente a las anteriores entregas, aunque es demasiado pronto como para pronunciarse al respecto. Sea lo que sea, el atractivo de Postal nunca estuvo en sus gr¨¢ficos...

Otra caracter¨ªstica que se ha comentado, y mucho, ser¨¢ la aparici¨®n de personajes del mundo real, representados en el juego. Estos podr¨ªan ir desde estrellas de cine, hasta las encantadoras chicas de Playboy. Por cierto, nota para todos los amantes del cine, es muy probable que Uwe Boll, el director amante de los videojuegos, haga tambi¨¦n su aparici¨®n, con motivo de su pr¨®ximo estreno sobre este mismo juego.